A Helen Parra-Hugh, mi hija
INTROITO
Francisco
Franco tenía dos lemas de trabajo. El primero era no meterse en política y ya
se sabe en su mesa de trabajo se apilaban montañas con pliegos de cargos y tres
clases de papeles: los que resolverá el tiempo, los que resolveré yo y los que
se resolverán solos. Tampoco era un abusón. La segunda máxima es una
excrescencia mental de su galleguismo: paso
de buey, ojo de halcón, diente de lobo y hacerse el bobo. Con estos
predicados le fue bien y aunque no fue un dictador o una dictadura sui generis
semejante sabiduría talmúdica le permitió morir en la cama en cumplimiento del
dicho bíblico: “pondré a tus enemigos bajo el escabel de tus pies”. La verdad
es que su presencia en el poder no se entiende sin el concurso de fuerzas
supernaturales y que durase desde 1936 hasta 1975 al frente de la jefatura de
España en un país tan bambolearte como es España tan sujeto a las tribulaciones
y miserias de las disputas de campanarios no es concebible a no ser por una
suerte de milagro. Él creía en ese destino mesiánico y se sentía imbuido de él.
Esa fe de Israel que no tiene na da que ver con lo exterior, lo ajeno y lo
político- Franco procuraba meterse poco en política- sino con un convencimiento
de la presencia del Espíritu en el mundo que sopla como quiere y cuando quiere.
En el fondo él no era más que un iluminado un quijote pese a su aspecto
sanchopancesco y pequeñito que creía en el resurgimiento espiritual de España y
en esa idea mesiánica que se aproxima a la noción del buen israelita que todos
llevamos dentro pero que nada tiene que ver con hechos externos: matanzas,
contubernios, maquinaciones, intrigas, moratorias, comunicados, artículos de
fondo, la mentira y las justificaciones humanas que se oponen a la verdad y a
la bondad de Dios. Él amaba esa Sefarad y no otra. Era un esotérico y gracias a
ese esoterismo se permitió una restauración de la cultura española. Las prensas
se pusieron en movimiento. Los filósofos se pusieron a trabajar. Los novelistas
a contar y los periodistas a informar. Pocos países conocieron una renacencia
tan singular como la que vive la cultura castellana bajo su égida. Las fuerzas oscuras, ya lo sé, dirán
lo contrario. Pero lo mismo da. Él opugnó a esas fuerzas oscuras y las venció
con el mismo ardimiento con que Miguel arrinconó al dragón infernal y lo arrojó
a la gehenna. Los que hemos pasado la infancia cantando los salmos de Job y
estudiante el Viejo Testamento y los Evangelios en latín naturalmente solo nosotros
podremos captar ese amor de Franco hacia Israel como la Jerusalén de la paz, la
Civitas Dei, el Sumo Bien, la concordia, el Perdón, la Aquiescencia del pasado
y la reconciliación con el mismo, la presencia de la divinidad que se moda del
modo inefable y por sendas escondidas y sorprendentes. Ese era el Sefarad que
él captó y que se identificó con la Cruz, el Reino de dios, el reconcomiendo de
Cristo como salvador del genero humano. El mesianismo precisamente que es uno
de los rasgos atávicos con que se presenta la hispanidad en la historia. Nada
tenía que ver por supuesto con Hitler al que despreciaba (los dos se
despreciaban mutuamente) y consideró que su obsesión con el este puesto que el
dictador alemán era un poco bolchevique y llevó a la política esas obsesiones
bolcheviques le llevó a la ruina. No se puede conquistar el mundo sin tener
bien amarrado el mediterráneo. Hubo otro acontecimiento que no han explicado
con suficiente claridad los historiadores y es qué pasó para que de la noche a
la mañana se denunciase el pacto Malenkoff-Ribentropp y de la noche a la mañana
el Reich declarase la guerra a Rusia. ¿Era el hombre del bigotito un agente
secreto de las fuerzas oscuras, de los grandes bancos, de los magnates del
carbón y del acero que le adularon hasta mas no poder y lo encumbraron
dotándole con una fuerza aérea y divisiones acorazadas para que fuese a
estrellarse a la estepa causando no solo la ruina de su pueblo sino agrediendo
a la misteriosa e inconquistable Rusia donde siempre estuvo la reserva
espiritual de Occidente por ser puente y puerta hacia el oriente, la Rusia
misteriosa de las grandes estepas y de “shirokaya natura” (inabarcable
naturaleza). Ese desgaste sólo depararía la ruina de Europa y de la
cristiandad. Rusia a pesar de los comunistas seguía siendo un país cristiano.
La gran calumniada. La misteriosa Rusia que siempre oculta una carta bajo la
manga. Esa es la rusia mítica que se encontraron algunos de los expedicionarios
de la Blau a los que presento parcialmente en este texto. ¿En que ratonera nos
hemos metido? La reacción de algunos dellos como rodrigo Royo, Tomás Salvador,
Luis romero, Victor de la Serna, Dionisio Ridruejo, Fernando María Castiella,
Pedro Laín Entralgo, Álvaro de la Iglesia, no es de odio sino de piedad y de compasión.
La estepa les mostró su sonrisa de “rusalka”[1]
y el diente de lobo. A pesar de las consignas de Serrano Suñer de “Rusia es
culpable” no nos había hecho nada. Y los soldados aprenden a distinguir los
matices convenientes entre el régimen político que tenían los rusos a la sazón
y el pueblo ruso: sufrido, paciente, llano, dotado de una rica y ancestral
cultura de naturaleza cristiana. El centinela de occidente es el primer líder de Europa que empieza darse
cuenta de que la invasión de aquel inmenso y misterioso país era un atropello,
un atropello que sorprende incluso a los militares alemanes que manejaban el
plan B de un entendimiento Berlín Moscú y que para implantar un nuevo orden los
enemigos a batir eran Wall Street y la City londinense, la Banca Lombarda y el
XVII Arrondissement. ¿Cuál fue la razón por tanto de semejante locura? No se
comprende. El análisis entonces es claro y patético. El Führer era un cimbel de
los agentes tiránico y totalitarios que obran dentro de la historia y que se
oponía a esa paz con Dios y consigo mismo que el caballo de batalla de batalla
del cristianismo. Una añagaza y un pretexto para después. No traía consigo un
nuevo orden sino el desorden y aquel Reich que duraría mil años no duraría más
que doce como las doce tribus de Israel, los doce planetas, los doce meses del
año, los doce apóstoles. Los vencedores de las potencias occidentales
adoptarían algunos de sus métodos como por ejemplo la maquinaria propagandista,
el individuo como una nonada un grano de arena en el gran engranaje estatal. Un
productor. Un número de consumo. Materia para la estadística y la casuística. A
redropelo y malgré lui don Adolfo se convertiría el campeón de la tiranía en el
mundo de las supuestas libertades. Sigue vivo. No ha muerto y si se muriera
habría que resucitarlo. Lo resucitan todos los días. Borrar la memoria ¿no es
cierto? Pero dominar vuestros recuerdos. Porque en esta era monocorde y
obsesionada por un único tema al parecer todo oscila en torno a una idea eje.
La economía, la política e incluso la literatura donde se hacen encajes de
bolillos y resulta eficaz el adagio de Goebbels de que una mentira mil veces
repetida pasa a ser una verdad. Las obsesiones colectivas no son buenas, merman
la capacidad de toda la mentalidad a no ser que Mister H, llamémosle así, no
sea más que una argucia para tanto gatuperio, tanta corrupción, tanta imagen
virtual, tantos dimes y birretes. Decían los astrólogos que en el año 1972
empezaría una nueva era la de Acuario y ello significaría el final de la era
cristiana. Aquel año le tengo yo muy presente porque me ocurrieron bastantes
cosas que serían largas de enunciar aquí pero que avalarían la noción de que
efectivamente entonces se produjo un auténtico cambio de ciclo, los pastores
abandonaron el rebaño o los lobos se disfrazaron de piel de cordero y hubo un
mutis por el foro. La desbandada que tantos teníamos. El ciclo como suele
acontecer en las mutaciones históricas no acontecería de modo brusco sino de
forma paulatina y 19762 sería el inicio de un proceso que culminaría en 1989 y
en el 75 muere Franco y sobreviene un poco la debacle. Los que hasta momentos
antes de su muerte le habían adulado se convierten en enemigos acérrimos. A notros nos tocó pasar a la oscuridad y
comenzamos unos ejercicios espirituales de prueba y de silencio y sumidos
estamos desde entonces en la rabia y en la impotencia. De forma que sea una de
las figuras españolas más escarnecidas y de las que más injustamente se haya
hablado. Con ese talante probo de colocar las cosas en su sitio me puse a la
tarea de escribir este libro. Lo que más me llenaría de estupor es la falta de
reconocimiento de aquellos a los que tanto había ayudado a cruzar el Rubicón.
Ciertamente la frase atribuida a Stalin pero que es de Churchill en realidad de
que el “agradecimiento es un sentimiento
que sólo tienen los perros” les viene a todos estos tornadizos cual anillo al
dedo. Los santos no van a la guerra pero con tales mimbres se urde el cesto de
la política. De no haber sido escuchados los consejos que diera Franco a Herr X
en su famosa entrevista de Hendaya para que se desentendiera de Rusia y para
que concentrara sus esfuerzos en el dominio de esa palangana mediterránea que
ha dado agua a todas las civilizaciones. Se lanzó a la conquista de Rusia, loca
idea de una paranoico. Su megalomanía le impidió conocer que sus espaldas
estaban descubiertas. Si hubiera hecho caso al general gallego a lo mejor hasta hubiese ganado la guerra o
ésta se hubiera prolongado demasiado largo para que los americanos que desconocen
ka guerra en su propio solar y siempre las preparan lejos de su domicilio
hubieran pedido tregua. Mister X cayó en la trampa. En cuanto al tema de los
judíos lo cierto es que Franco directa o indirectamente ayudó a salvar a
muchísimos pero claro está el agradecimiento es un sentimiento degradante en un
ser humano privativo tan solo de la raza canina nunca de las personas. Otro
aspecto que me ayudaron a entrever el problema de fondo era que las masacras
fueron un resultado fortuito de los actos de guerras, no desde un punto de
vista teológico o mítico con que en la actualidad quiere enfocarse la cuestión.
Los soldados de la Blau salieron con chicas judías en Vilna algunas de ellas
agentes de la NKVD que fueran internadas en un campo no fue sino un episodio
más de aquella guerra cruel, un atropello tan delirante como el de las masacres
que comenten los americanos en Irak o el arrasamiento por Ariel Zarrón de los
campos de de refugiados de Sabra y Shatila. No. No se puede convertir, aparte
de que existe un doble rasero a la hora de clasificar los muertos encima de la
mesa para que los de la cámara de vivisección de la historia tengan su propia
tarea contando las víctimas de la cámara de gasas, pasando por alto las de la
fosa común, en religión lo que fue obra y consecuencia de los enconos políticos
de aquella hora. Me encargó el libro un hombre de la Fundación Francisco, el
profesor Suárez Fernández, que no quiso luego ni recibirme (a la sazón aquel
hombre iba y venía a Jerusalén y no sé si era cristiano pero su actitud me
pareció muy poco cristiana, menos elegante y de una mala educación que me
recuerda la frase despectiva de Churchill de la gratitud y los perros) cuando
fui a presentarle las 250 páginas del texto en 1986 y que he digitalizado ahora
21 años más tarde y con la particularidad de que los papeles de Franco por obra
del citado profesor desaparecieron y fueron llevados con toda impunidad a nadie
sabe que parte de la misma forma que desaparecieron los papeles policiales del
archivo de Carrero Blanco. Me consuelo con el aserto de que si los perros son
agradecidos tampoco se puede alimentar con margaritas a los cerdos. Todo eso no
me arredra en mi demanda de esclarecer un aspecto importante de la personalidad
e incluso de los orígenes raciales de Francisco Franco en su amor a Sefarad, la
España mesiánica, la que se convirtió a Cristo y se pasó a la Iglesia con armas
y bagajes en el siglo XVI. Para él representaba el sueño del bien. La
utopía. Y a lo mejor es que en esta
dicotomía que veo en estas dudas que me asaltan al respecto es que no existe
univocidad de conceptos. Unos hablan un idioma el del perdón y el del
resentimiento. O a lo mejor es que todo el montaje se viene abajo. El
regimiento de los pueblos del mundo en una sola grey y en un solo pastor. Es el
sueño Zionista pero al revés y el mito o la creencia de Sefarad nada tiene que
ver con él. Es otra historia. Esta idea mesiánica este milagro de la
Providencia en la cual creyó Francisco Franco trasciende su gran obra y su
pensamiento. Claro que ni la historia ni los españoles le hemos hecho justicia.
El agradecimiento es un sentimiento degradante que sólo tienen los perros.
Churchill al pronunciarse de esa forma era un poco bolchevique todo lo
contrario que el caudillo español que avanzaba con paso de buey oteaba el
horizonte con ojos de águila, tenía la dureza del diente del lobo y para
perdurar tanto tiempo en el cargo por supuesto tuvo que hacerse el bobo. Esta
postura, dadas las circunstancias de la vida española, puede dar cierto
resultado. Don Tancredo espera a su toro sentado en un taburete y el dontancredismo siempre fue muy habitual
entre nosotros, gente de frágil memoria, el exabrupto pronto y la visceralidad
a flor de piel. Un ser tan frío y templado como fue aquel y en las circunstancias
en que vivió nuestro país fue un legado del Altísimo. Esta visto que ocupa un
largo trecho de nuestros anales porque con él o contra él muchos de nuestros
compatriotas han sabido vivir. Tiempo de clarividencia que despertaron enconos
o nostalgias pero nadie supo tener una visión de futuro como él. El país que
tenemos, la corona que ciñen algunos sobre sus sienes, el pisito, la hipoteca,
el trabajo fijo y las vacaciones pagadas que motorizados estamos y hechos a
vivir, anodinos, en una cultura de la queja, se la deben todos a él. Mas, ahí
nos las den todas y cada cual agacha la cabeza y a cobrar. Bien es verdad que
andarán mucho tiempo renegando. Pero no acierto a comprender por qué se
llevaron sus papeles a Israel. ¿Por qué el historiador que me encargó este
libro fue para conmigo tan descortés? Extrañas cosas han pasado y pasan, y las
que te rondaré morena, en nuestro país. ¿Sentía un amor secreto Franco por los
judíos? ¿Qué papel desempeñó en la configuración de las democracias de
Occidente aquel al que llamaban centinela de Occidente? Los ingleses nos han
contado la historia de España y nos la contaron del revés. Nos han contado su
historia. Estoy pensando en uno de los
de la Pléyada: Paul Preston que fue alumno mío de español en Hull. Iba
para periodista pero se quedó en libelista. Mediano estudiante de una
universidad de segunda categoría nos vende su mercancía de insultos y de
tergiversaciones contra España y contra Franco. Y no me detengo a analizar
casos parecidos o similares pero pienso que este ocultar la verdad de lo que
pasó y lo que pasó forma parte de una conspiración. ¿Judeomasónica? ¿Qué tiene
que ver la masonería con el judaísmo? ¿Por qué son más esforzados los hijos de
las tinieblas que los de la luz? La sentencia de Jesús al hablar a los fariseos
sigue ahí como una espada en alto. Inapelable veredicto.
Capitulo I
TIEMPOS RECIOS
Un día de noviembre
de 1976 pocos días después de mi llegada a Nueva York para hacerme cargo de la
corresponsalía de la agencia Pyresa en Estados Unidos me telefoneó Bill
Stricker jefe de prensa de la US Information Agency para darme cuenta de una
noticia curiosa: En la Sinagoga Central de Manhattan iba a tener el 20 de
noviembre un responso o kadish en sufragio del alma de Francisco Franco
Bahamonde. Mr. Stricker me dio instrucciones para que no dejase de asistir pero
que me tocase la cabeza con un sombrero y a ser posible con un solideo o hipa
como manda la liturgia asidita y que vistiese de negro. La noticia no dejó de
sorprenderme. La noticia no dejó de sorprenderme por lo paradójica. Resulta que
él a la sazón tan vapuleado jefe de Estado cuando soplaban los vientos
huracanados de la transición y todo eran movimientos de acoso y derribo contra
su figura (el año anterior habían quemado la embajada de España en Lisboa y
trataron de asaltar la de Londres) tenía amigos y padrinos ocultos. Un cabo de
año poco predecible – pensé- pero ajenos a la campaña de improperios e injurias
contra su persona los fieles de la religión que nunca olvida, el pueblo más
viejo y más zurrado de la historia y que al igual que Francisco Franco había
sido objeto de persecuciones y escarnios, guardaba su memoria con veneración y
responseaba por su alma. Aquel 20 N en los bancos austeros y la atmósfera
impresionante de la sinagoga más rica de
las Americas, todo recogimiento y de una gran solidez – era la parroquia
de los Rockefeller- sentí una especie de iluminación. Al igual que Saulo camino
de Damasco. El rito hebreo es hermoso pero muy sencillo. Algunos de los
sufragios fueron pronunciados en ladino, el viejo castellano con resabios
cervantinos que han logrado conservar los sefarditas de la diáspora. El emotivo
kadish me pareció un acto de reparación a uno de los hombres más escarnecidos
por aquellos días y aun lo sigue siendo y uno apenas acierta a comprender cuál
sea la razón de tanta ira. Israel siempre fue una caja de sorpresas. Lo blanco
y lo negro. Lo alto y lo bajo. La luz y la oscuridad a un tiempo. El culto al
libro y a la ágrafa anarquía. Algunos judíos no le olvidaban. Otros lo quemaban
en efigie. El New York Times por ejemplo. Sorpresas de América. Dicterios y
soflamas con la boca grande y susurros y suspiros bajo cuerda. Nunca entenderé
a los judíos. Sin embargo, aquellos hijos de la diáspora le estaban agradecidos
al general por haberles echado una mano en una de las épocas más duras que
atravesó el pueblo de Israel en su peregrinar por la historia. Es un hecho
cierto que los embajadores en Berlín, en Budapest y en Atenas, salvaron a
muchos pobrecitos de las cámaras de gas. El hecho resulta incuestionable y no
me queda sino preguntarme (lo trataré de explicar a lo largo de estas paginas)
si Francisco Franco no fuera judío. El apellido al menos lo es como el de
tantos y tantos españoles. Somos un pueblo mestizo y mucha sangre hebrea pulsa
nuestro torrente sanguíneo. Y para convencerse de eso mismo no hace falta
recurrir a Américo Castro que a lo largo de su historiografía explaya este
concepto muy profusamente otro tanto que Menéndez y Pelayo, quien, aun católico
a machamartillo, siempre siente una simpatía bajo cuerda hacia los heterodoxos
hebreos perseguidos pero dominantes en el pensamiento católico de la
Contrarreforma. Viene a parar en que toda la Mística castellana está en deuda
con los conversos si no es que es del todo conversa. Esa veta oculta del
marranismo la plasmó Cervantes en su frase célebre: “Con la Iglesia hemos
topado, Sancho”. La gran literatura castellana del Siglo de Oro y el mesianismo
que llevó a los conquistadores y encomenderos a América se resiente de esta
tendencia. Pero no nos apresuremos a entrar en las tortuosas veredas del
laberinto español. También España, como Rusia, es el molde de un enigma. Por
otra parte, al escuchar aquellos improperios desgarrados que me recordaban las
lamentaciones de Jeremías reparé en el hecho de que a veces la religión y la
política aunque vayan juntas son cosas muy distintas. Sobre la procedencia del
apellido Franco (así llamaban losa sefarditas a los godos y a los judíos
procedentes de otras juderías de Europa) un tema en el cual no entro ni salgo,
ni tampoco en su fisonomía del todo semítica que a los moros causaba respeto y
simpatía pues decían éstos que poseía baraka.
Lo que sí es destacable es el aspecto carismático de aquel hombre que consiguió
sobrevivir a un tiro en el vientre, a varios atentados y a los proyectiles de
unos disparos que una mano invisible parecía desviar en su trayectoria. Tenía
un don que electrizaba a sus secuaces y enervaba a sus detractores. Sin un
término medio. Sin ser apasionado no parecía ser hombre de medias tintas. Su
concepto de la vida como milicia y no hay que negar que fue un buen soldado por
más que la crítica reciente le tache de general incompetente nos acerca a
compararle con aquellos caudillos bíblicos enviados por Jehová para salvar al
pueblo de Israel: Josué, Moisés, Absalón, David. Para Franco España era Israel.
En su juventud parece que fue agnóstico y no muy religioso. Al menos no se le
consiguieron fervorines de este tipo puesto que su padre al que llegó a
aborrecer por el trato a su madre perteneció a la masonería como tantos y
tantos militares en tiempos de la dictadura de Primo de Rivera[2].
De viejo acabó en gran rezador por influencia de su esposa, Carmen Polo y se
hizo muy católico. Devoto de Santa Teresa cuyo brazo portaba siempre consigo[3],
cuando era teniente en las avanzadillas del Rif portaba al cuello una medalla
del Rey David. Decía que le daba suerte. Con motivo de aquel funeral en la
Central Synagogue envié una crónica a mi agencia. El despacho aunque publicado
en los diarios de provincias de la cadena no apareció en Arriba, el buque insignia de aquella
Prensa del Movimiento en la cual aprendí todo lo que sé de este oficio y donde
no había censura. Jamás me tacharon una línea. ¡Ah como añoro aquellos tiempos
dorados de profesión! Hoy cunden los vigilantes del pensamiento por doquier. El
periódico falangista en su última etapa se había convertido en una caricatura
de sí mismo. Seguramente al redactor jefe le escandalizó o le desconcertó aquel
hecho. En el diario de Castellana 142 había una corriente de pensamiento pro
árabe. Las aguas estaban revueltas con el tema de la “Marcha Verde”. Los
editorialistas hacían encajes de bolillos para no irritar a los moros con
inclinaciones porcionistas porque el Magreb con Cubillo y compañía era un
polvorín. Es lo que nos contó en una ocasión el actual primate de la Casa Real,
Alberto Aza, uno de los fontaneros de UCD: “Hassan si no andamos listos nos
quita no sólo Ceuta y Melilla y las Chafarinas sino las Canarias”. Desde luego,
España por suerte o por desgracia ocupa una zona estratégica de privilegio. A
veces es mejor hacerse el loco pero mi experiencia de politólogo me obliga a
afirmar que algunos de mis colegas no saben por donde se andan o no se quieren
enterar. Desde luego, en algunas situaciones mejor hacerse el loco porque el
saber allega dolor. Por otra parte, España se estaba cerrándose sobre sí misma.
Otra vez a mirarse el ombligo. Un redactor jefe que yo tuve, Julio Merino, me
decía que no le interesaba ninguna noticia que no tuviera nada que ver con
España. La gente de la profesión andaba como despendolada. Además nunca se ha
tenido aquí una conciencia de patriotismo a la americana o a la británica. Ni
siquiera supimos ser chovinistas como los franceses. Todo lo más masoquistas
cuando no ilusionistas creyendo que todo lo extranjero es mucho mejor que lo
autóctono. A esos los respondía yo con un tipo de crónica de circunstancias
etiquetada en un cupo que decía “en todas partes cuecen habas”. No hay manera.
Parece mentira que los descendientes de aquellos porquerizos extremeños que se
lanzaron a la aventura de América lleno de curiosidad y de afán de conocer se
hayan replegado en su concha del verso machadiano de esa Castilla que desprecia
cuando ignora. La transición comenzaba en medio de aborrascadas nubes. El
consenso evitó la guerra civil a la cual los españoles somos tan propincuos.
Todo se quedó en batallas de papel y parlamentos de palabras para medro y lucro
de la profesión periodística. Los españoles estábamos en agraz en cuestión de
democracia. Y no es que no seamos demócratas pero quizás el excesivo interés de
mimesis nos llevaba a remedar una democracia a la anglosajona de la cual no
existe en verdad tradición por estos pagos. De modo y manera que se confunde la
velocidad con el tocino. Los árboles no nos dejan ver el bosque y acabamos
todos tirándonos los trastos a la cabeza o lanzando piedras contra nuestro
propio tejado. A mí me parece que la figura de Franco aunque hombre de exigua
talla física es toda egregia. Pragmático. Cauto. Astuto. Sagaz. Podía tener
todos los defectos que sus enemigos que le siguen insultando pero en su poder
resplandecía una virtud que eclipsaba cualquier sombra de su conducta o su
personalidad: su amor patrio, su rectitud de intención. Quería el progreso
económico pero sobre todo el intelectual y la mejora moral de su pueblo. A su
régimen le cupo la gloria de haber llevado a cabo la revolución industrial.
Creó universidades, primó la investigación, propuso los polos de desarrollo.
Quiso llevar a los españoles a la reconciliación. En público se manifestaba pro
árabe – entendía aunque no hablaba el chausa del Rif- pero en secreto yo pienso
que Sefarad era su pasión secreta en lo que tiene esta idea de concepto
mesiánico y aunque denunciara la conspiración judeomasónica amaba a ese Israel
que es reino de justicia y de paz. Hay que insistir otra vez en que la religión
no tiene nada que ver con la política. La Iglesia esotérica o interior camina a
la inversa de la Iglesia exotérica o apariencial. Zion imperio difiere del
Israel interior y místico que pronuncia muchas veces al día esa bella palabra:
shalom[4].
Él se había formado como soldado y curtido
guerrero en el Atlas, en aquel Marruecos que recordaba al Toledo de las
Tres Culturas de Alfonso VI donde brilló la tolerancia y frisó alto el espíritu
de Sefarad. El de la tolerancia y la convivencia. Puede que fuera una utopía
pero a comienzos del siglo XIII en España estuvo a punto de ser alcanzada la
utopía. Pero el concepto de Sefarad es
un proyecto a medio hacer. Algo que nunca acabó de fraguarse. Que pudo ser y no
fue. Esto es cifra y compendio del mesianismo judaico en su mentalidad de
peregrinación y de esperanza. Al final de la cena de la noche de Pascua los
comulgantes de la religión de Moisés no se despiden con un “nos vemos. Adiós”.
Dicen: “Hasta el año que viene en Jerusalén”. Todo un misterio como envuelta en
un halo de misterio, secretismo y de contradicciones fue la personalidad del
general Franco. Caminó hacia la
Jerusalén celeste despreciando la terrestre. Condena de palabra la
“conspiración judeomasónica” al tiempo que se muestra amigo de árabes y de
judíos al tiempo que su ayuda al pueblo judío cuando el Holocausto, un
reconocimiento que se le sigue negando, fue primordial. Como también fueron los
judíos y los masones los que le auparon hacia la jefatura de Estado. Al menos
de su banquero balear salieron los dineros para ayuda de costa en los gastos de
la cruzada. El Movimiento pivotó en torno a tres ejes o capitales que
patrocinaron la conspiración: Mallorca, Lisboa y Londres. Y del aeropuerto de
Croydon es donde despega el Dragón
Rapide. Las guerras según decía Napoleón se hacen con dineros. En ellas
tan importante como el valor y la estrategia es la caja.
aaaaaaa
Capitulo II:
NAZARINATO
El 27 de Noviembre
Stricker volvería a telefonearme. Me citó en su despacho de la Tercera Avenida
para la mañana siguiente. Acudí lleno de temores. Bill era un poco el “ojo oculto” orwelliano que velaba porque
guardáramos la línea los corresponsales en USA. Quizás el individuo trabajara
para la CIA. Mis crónicas a veces le sorprendían porque se salían del contexto
ya que en periodismo siempre he tenido la manía de ser un poco interprete
hermeneuta de la realidad porque para mí los síntomas, el ambiente, lo que se
oculta, son a veces tan importantes o más que la realidad. Me gusta bucear en
el fondo. A las noticias que daba la televisión y la prensa norteamericana[5]
yo les sacaba miga o le buscaba los entresijos como si se tratase de las tripas
de un osezno de peluche. El juego era peligroso y eso estuvo a punto de
costarme caro. Estaba preparándose la llamada guerra de las galaxias. Cayó un
artefacto en un bosque de Canadá no tripulado y a mí no se me ocurre sino
especular con la posibilidad de que el satélite hubiera sido derribado por los
antimisiles. No había terminado aún de largar mi despacho por el telex cuando
suena el teléfono. Al otro lado escucho la voz enfurecida de Stricker: “Si no
rectificas, tienes veinticuatro horas para abandonar los estados Unidos”.
Rectifiqué al punto pero ya la noticia había dado la vuelta al mundo. Resulta
que le había marcado un gol al Pentágono. Desde entonces me convertí en un
corresponsal peligroso. De los que no hablan por boca de ganso. Y lo que yo
manejaba como una simple conjetura se había transformado en una verdad. Había
empezado la guerra de las galaxias. Era la era Carter. Aún quedaban algunos
años para que la siguiente administración Reagan consumase esa aspiración de
hegemonía global, lo que significaría el finiquito de la Unión soviética. Los
brazos de los servicios secretos eran bastante largos. Desde entonces supe que
era vigilado por Stricker que me trataba como un alumno díscolo. Pero aquella
vez la voz del jefe de la US Information Agency lejos de la actitud
conminatoria de meses atrás tenía un tono más amable. Me felicitaba por mi
crónica sobre el kadish del 20 N y me hizo una confesión:
-Mire, Parra, yo le debo a Franco el
estar ahora mismo hablando con Vd. puesto que gracias al Gobierno de Franco
pude venir con mi familia a Nueva York. Esta es una deuda impagable.
Guau. El caso de
William Stricker – seguramente no se llamaba así porque lo primero que hacían
los emigrados del este al pisar tierras americanas era cambiar apellidos- un
hombre que hablaba alemán, ruso, polaco, francés y el inglés con un ligero
acento alemán como Kissinger era típico de los judíos centroeuropeos emigrados
a Occidente. Nacido en Varsovia, militó en los cuadros de la resistencia antinazi.
Huido de Auschwitz cruzó a pie toda Hungría y en Budapest gracias a los buenos
oficios de la embajada española obtuvo un salvoconducto para trasladarse a
Barcelona y de allí a Portugal donde zarpó en barco para Canadá. Allí mudó el
nombre. Su apellido de cuna era el de Bejín. Y hasta se parecía un poco al que
fuera premier israelí: Manahén Bejín. De nariz aguileña, ojos hundidos algo
miopes y labios gruesos. Cuando Europa estaba siendo arrasada por el fuego y el
odio y la mayor parte de los países del viejo continente se habían convertido
en un pandemonium España era un oasis de paz. Franco Bahamonde fue para muchos
de estos seres perseguidos un ancla de salvación. Todos estos náufragos
estarían de por vida en deuda con ese Hombre. Si el régimen franquista se
hubiera unido sin reservas a los designios de Hitler la segunda guerra mundial
se hubiera prolongado demasiado y las matanzas el doble de horrorosas. España
ofreció pasaportes no sólo a los judíos sefardíes sino también a los
asquenazíes. Al darles la nacionalidad española gozaron de las garantías de una
neutralidad que por aquellas fechas se convertía en cuestión de vida y muerte.
El número de beneficiarios de estas garantías sobre el que los historiadores no
acaban de ponerse de acuerdo puede sobrepasar la cifra de los cien mil. Hoy los
hijos de aquellos parias ocupan puestos de rango en la comunidad científica,
financiera y periodística del mundo occidental. No hubiera sido error afirmar que sin Franco el milagro
alemán ni tampoco el californiano hubiera sido posible. Una extraña iluminación
o fuerza misteriosa indujo al líder español a tener clarividencia de futuro al
ayudar al pueblo hebreo en su hora aciaga. Quizás por estrategia política. En
parte también por genes y estirpe. Ya desde joven lo definían sus compañeros
como un agnóstico o un católico tibio pero cuando se convirtió por influjos de
su esposa Carmen Polo abraza la fe cristiana con esa fe y longanimidad que
caracteriza a los conversos a los conversos y judaizantes de los que habla
Menéndez y Pelayo iluminados por el entusiasmo de la idea mesiánica de España.
Como ellos Franco era un advenedizo en medio de una sociedad cerrada. Se
refugiaron en la Iglesia y Franco al que sus colegas militares siempre miraron
por encima del hombro[6]
también encontró en el catolicismo su mejor baluarte y el respaldo de su
régimen. No era desde luego un católico sinuoso o vaticanista sino de fe
sencilla y ferviente. Ni un tornadizo. En su juventud había leído a Benito
Espinosa que era el prototipo de judío y tolerante nada fanático historia. Del
filósofo se dice que fue uno de los hombres mejores de la historia. Supo seguir
siendo fiel a sus principios. Hay rasgos mosaicos en su personalidad como por
ejemplo la tenacidad o su espíritu revolucionario al hacer triunfar el
Movimiento contra el régimen establecido y contra una república de corte
burgués. Según Isaac Yashevis Singer novelista neoyorquino de origen polaco hay
dos cosas en el mundo que los judíos estiman sobremanera: la revolución y el
sexo. Esos dos configurados de creatividad llenan toda una vida. La de un
pueblo que se las arregló para encontrarse siempre presentes en todas las
movidas de la humanidad. Desde la revolución rusa hasta la bomba atómica
pasando por la invención del dinero – fueron los sefardíes de Medina del Campo
los que inventaron la letra de cambia casi al tiempo del descubrimiento de
América. Verdad es asimismo que el judaísmo lleno de vitalidad ha cantado las
excelencias del placer venéreo. Sin embargo la abstinencia del placer sexual y
de las bebidas fermentadas pertenece igualmente al mundo judío. Son las reglas
del nazarinato. Cristo y el Bautista eran nazarenos. Ambos no conocieron mujer
y nunca bebieron vino ni sidra. En una nación como la española donde fueron
corrientes los líos de alcoba y los escándalos de los poderosos y donde las
queridas son una institución (la mayor parte de los reyes españoles engendraron hijos extraconyugales)
a Francisco Franco no se le conoce ni un devaneo. Tampoco se emborrachó, un
vicio harto frecuente entre militares. Cuando estaba en el Tercio llamaba la
atención por sus costumbres incorruptibles. Era abstemio, longánima en las
adversidades. A las circunstancias adversas le echaba mucho valor. Pese a todo
no era un gazmoño y hasta le parecía que cuando su unidad salía de operaciones
viniese a retaguardia una escolta de cantineras. Amor al deber pero también
profundo humanismo y tolerancia con las debilidades ajenas. Por ultimo hay un
tercer rasgo que puede denotar su
estirpe judaica. Su amor a los libros, la admiración hacia la ciencia y su
pasión por aprender. Relata alguno de sus biógrafos que en alguna ocasión llegó
a decir que si no hubiera sido militar le hubiera gustado ser librero. En la
chabola mientras otros se marchaban a la ciudad de juerga o de picos pardos él
se quedaba leyendo. Le gustaban Baroja y la topografía táctica. Se cuenta que
de Pío Baroja aprendió la parábola del buen y del mal judío. Jesús y Marx
fueron en efecto dos paradigmas. Las dos caras de la moneda de una misma realidad.
Los dos judíos. Semejante supuesto quizás le llevase a honrar a Sefarad. Para
él los buenos judíos tenían que ser los españoles. De los asquenazíes del Este
no hacía mucho caso pero sacó cara por
ellos cuando nadie les defendía y la
vida de un hebreo valía poco ni al pueblo perseguido le arrendaban los
escamochos. A Franco Hitler siempre le pareció un loco. Pero había que domar la
bestia. Parar al oso. La presencia uy el calibre de los grandes hombres se
demuestra y pone a prueba en las horas difíciles, en el soplo de los vientos de
tormenta y en el correr de los tiempos recios que decía santa teresa. Francisco
Franco puso a contribución toda la fibra de su fuerza vital ante un decorado de
pasiones y de venganzas marcado por la presencia de dictadores y de tiranos.
Primero hubo de vérselas con Stalín. Más tarde con Hitler. En un tercer
término hubo de pechar contra la
oposición de una ONU envalentonada y donde el lobby judío –devolviendo mal por
bien- hizo todo lo posible para mantener
apartado al gobierno español de la sociedad de naciones. En el Edificio Azul[7]
proliferaban los insultos contra España de los Gromyko, los Lie, los exilados
vascos. Una de las mayores decepciones en la vida del líder fue la noche de
octubre de 1947 cuando se supo la noticia de que el recién fundado estado de
Israel había puesto el veto al ingreso español en Naciones Unidas. Pero el
gallego tenía redaños y no era de los hombres que se venían abajo cuando
soplaban vientos contrarios. Antes bien, se crecía ante la dificultad. En todo
momento hubo de estar alerta. Sereno. Confiando en su buena estrella. Esa
baraka que le atribuían los sorches de
la mehala. Lleno de músculo sabía que había nacido para domar a la bestia y
parar al oso. Otros no tuvieron el mismo temple. Quienes vieron a un Churchill
en 1945 quebrantado en su salud física y mental a causa del güisqui o a un
Nixon avejentado por la crisis del Watergate quizás se extrañen quizás se
extrañen ante un Franco entero y pletórico de facultades. Las crisis le engordaban
y en su mesa de trabajo había tres clases de documentos: unos que resolverá el
tiempo; otros que solventaré y yo y otros que se liquidarán por sí mismo. Flema
británica. Retranca gallega o lo que en Ferrol llaman ferrete. Pese a todo no
durmió cuando en 1974 tuvo que firmar una sentencia de muerte y lloró y por
poco se vino abajo cuando se enteró del asesinato de Carrero. Pero al cabo de
unas horas, compuesto y resoluto, pronunció aquella frase memorable. No hay mal
que por bien no venga. Era todo un político. ¿Qué fuerza interior le llevó a
perseverar con el decoro con que lo hizo sin entregarse a demasías ni a
venganzas sanguinarias como hubiera hecho cualquier vulgar dictador? Una fuerza
supernatural un espíritu estaba detrás de sí. Acaso fuera esa gracia especial
que distingue a los elegidos. Quizá fuera él también un elegido. Un español en
estrado de gracia mesiánica. Logró sobrevivir en duras circunstancias y en
situaciones a cara de perro. España contra todos valga la frase de Quevedo y
Franco contra todos pero ladran, Sancho, luego cabalgamos. El antisemitismo es
uno de los males endémicos de la historia. Muchos lo convierten en manida
excusa para llevar adelante sus propósitos criminales. Pero también la
hispanofobia resulta con harta frecuencia un lugar común del que no se libraron
ni siquiera algunos papas. Desde los Borja hasta Pablo VI. Este sentimiento
adverso es una manifestación aberrada de la humana condición pronta siempre a
buscar chivos expiatorios cuando las cosas van mal o hay planes que se tuercen.
Antisemitismo y antiespañolismo se manifiestan pues como dos frutos podridos
del mismo árbol con un entronque común. En el s. XVI a los españoles del
Tercios de Flandes se les motejaba de judíos. El propio papa Alejandro VI y eso
que era de Gandía llegó a manifestarse en términos tan derogatorios hacia ese
pueblo que parecen impropios de su dignidad sacerdotal.
-Donde ponen el culo estos cabrones no
vuelve a crecer la hierba pues llevan entre las piernas el rabo de Atila-
decía.
He aquí por tanto a
todo un romano pontífice parafraseando a Atila. Existe un paralelismo de odio y
de incomprensión internacional hacia ambos pueblos. Erasmo lo ponía así de
tajante:
-Mihi non placet Hispania[8]
Y si a Erasmo no le
gustábamos tampoco los ingleses y holandeses nos siguen negando el pan y la
sal. En Flandes para asustar a los niños que duermen el poco se les amenaza no
con la llegada sino conque viene el Duque de alba. Francisco Franco era
consciente de esa enemiga que siempre suscitamos pero se echaba los problemas a
la espalda y por eso se determinó a sacar de las garras de sus guardianes nazis
a los judíos que eran bajitos y narigudos y con las orejas algo exentas igual
que él pero a los hombres nunca se les podrá medir por el color de su piel ni
por su apariencia física. No le complacían tampoco los hijos de la Pérfida
Albión. Y en eso coincidían con él muchos judíos. Cuando terroristas del Irgun
apresaban algún banco inglés o saltó por los aires el Hotel David de Jerusalén
en los cines españoles cuando se exhibían las imágenes e tal noticia se
aplaudía. Nuestra leyenda negra encontró
santuario desde tiempo inmemorial en Inglaterra auspiciada por los sesudos y
rimbombantes domines de Oxford y Cambridge con sus togas sus levitas y sus
birretes. Cargados de masteres y de abollas, un si es no es petulante
acostumbrados a mirar al mundo por encima el hombro. Es muy de envidiar su
empaque sin dejar de reconocer que nuestras grandes crisis desde Carranza y Las
Casas que fueron frailes dominicos en el Blackfriars de Londres pasando por la
Armada Invencible hasta la independencia de nuestras colonias americanas, la
reforma, los protestantes, la separación de Portugal su asilo a los disidentes
(Antonio Pérez, Blanco White, Madariaga, nuestros heterodoxos, nuestros
herejes), las guerras napoleónicas pasaron `por el meridiano de Greenwhich. El
Foreign Office nunca tuvo amigos. Sólo intereses y un gran complejo de
superioridad que encuentra eco en nuestro papanatismo intelectual. Sólo los que
hemos vivido en las Islas nos damos cuenta que esta perfidia late el sentido
pragmático, el espíritu cosario y una política exterior que ellos denominan
balanza de poderes. Del que fue adalid un judío de origen español Disraeli
cabeza visible de los Rotshschild. El puño y la rosa. La familia más poderosa.
Los reyes y magnates de todo el mundo se prosternan a sus pies
España e Inglaterra jugaron en la historia
mundial papeles antagónicos. Por otro parte el racismo petulante de los
ingleses ha llegado a ser formidable y más profundo que el de los propios
ingleses. Hitler era un enamorado de la rubia Albión. Londres se opuso
empecinadamente a la creación del estado judío y ahorcó a muchos activistas
judíos. El pequeño Bejín dio malón a los británicos y David venció a Goliat. La
creación del Estado de Israel a juzgar por los periódicos madrileños de la
época suscita en la opinión pública una corriente de simpatías. Tico Medina
entrevista a Ben Gurion para ABC. Era necesaria la creación de un hogar judío
que evitase la opresión y persecuciones a las que se ve sometido el pueblo
errante. De ahí en adelante nadie podría insultar o pegar a un judío echándole
en cara el pertenecer a la raza que tuvo arte y parte en el deicidio. Los
judíos al regresar a la tierra prometida y que hasta entonces habían sido masa
urbana y ratas de ciudad tornan a la agricultura dispuestos a convertir los
desiertos en un vergel. La verdad es que los kibbutz donde se suprime la
propiedad privada y las comunidades vuelven a sus orígenes – los ingenieros de
Polonia y los cirujanos de Kiev se convierten en agricultores- suscitan la
admiración en todo el mundo. Un español que casi desde que nace aprende a rezar
con los salmos de David entre los labios y a invocar a un Dios único y hacedor
de todo lo criado nunca podrá ser antisemita más allá de las flaquezas de la
condición humana. La prevención que se tuvo en estas tierras hacia la raza
elegida estriba sus orígenes en razones religiosas y económicas. Es una
cuestión de ojerizas personales y de envidias sobre todo y de disputas
teológicas. Dios y la política discurren por sendas distintas. Por eso se puede
ser antisionista admirando e incluso amando al
valeroso y audaz pueblo judío. Dentro de esos parámetros se mueve el
perfil de la actitud de Franco hacia los descendientes del rey David, cuya
estrella, ya lo dijo en más de una ocasión, para él era un talismán de dicha o
de baraka. El fulgor que levita sobre la cabeza de los predestinados. Chasco
por una parte cuando le comunican la noticia de que Ben Gurion el primer
presidente del recién creado estado hebreo aborta desde el Consejo de seguridad
el proyecto español de pertenecer a la ONU. Admiración por otra parte hacia
aquellos pioneros descamisados del Negev que nunca llevaban corbata o lucían un
parche de pirata en su ojo vacío como Moisés Dayan el general invicto. Por otra
parte luchaban contra los ingleses y Gibraltar seguía siendo una espina clavada
en el corazón de todo español bien nacido. Y el enemigo de mi enemigo es mi
amigo. Las relaciones hispano israelíes oscilantes entre el amor y el odio,
harto complicadas. No tienen un origen biológico. Es teológico. Las suspicacias
arrancan desde la Inquisición y desde los tiempos de la sinagoga de Ámsterdam.
Nada personal. Sólo intereses mundanos. Y esa reserva subyace en algunas mentes
aun hoy en día porque existe el temor de que la España de las autonomías que
pueden haber sido un apaño si no van más allá de lo que establece la
constitución del 78 pero representan el peligro de fractura de la unidad
nacional no obedezcan tanto a los tejemanejes endémicos de las logias masónicas
sino que sea directo designio de los planes de un Eretz Israel que quiere, en
pago de las humillaciones a las que estuvieron sujetos los guetos de la edad
media, una Europa dominada y a sus pies. El auge de las autonomías coincide con
el establecimiento de relaciones diplomáticas con Israel. El lobby judío
Vaticano se ha opuesto ferozmente a la canonización de Isabel de Castilla, la
fautora de esa unidad nacional de la cual los españoles nos hemos enorgullecido
durante siglos y que a principios del siglo XXI ya no es garantía. Los Pujoles
lo Ibarreche los Fraga y hasta las Aguirre los Galardones cuentan con las
bendiciones sionistas a través del Grupo Bilderberger. De vivir Franco nunca se
hubiera incoado este proceso secesionista que tantas vidas ha costado y tanta
tinta ha hecho derramar en los periódicos. Pujol y los lendakaris tuvieron
quizás una mayor cobertura mediática que los sucesivos inquilinos de la
Moncloa. Y la democracia española depende de los decimales de las minorías
parlamentarias. Mandan las franjes. Es la España centrífuga contra la España
centrípeta. Vascos catalanes y en menor medida se erigen en árbitros del
consenso y son los cancerberos que permiten la entrada a los escaños de las
cortes. Luces y sombras. La política es el arte de los posibles pero a veces
carece de lógica. Durante el periodo 1939-1949 el jefe del Estado hubo de
padecer los embates de la artillería de costa del servicio exterior británico y
la propaganda de la BBC (Auntie).
La tía. La voz de su amo. Franco no se vino abajo. Resistió. Es más no se avino
a los deseos de Hitler para reconquistar Gibraltar. Con la ayuda de la
Wehrmacht eso hubiera sido un paseo militar pero habría significado una
alineación con el Eje. Gibraltar
español, se cantaba oír entonces. Queríamos sacarnos la espina por lo de la
Invencible y otras muchas revanchas. El Generalísimo tan pragmático como
siempre y cauto como buen gallego siempre pensó que Gibraltar no merecía una
guerra. Tenía la cabeza sobre los hombres y la razón predominó sobre el
corazón. No se abandonó a la impulsividad de alguno de sus consejeros como
Serrano Suñer. Su actitud evitaría el derramamiento de mucha sangre española.
No es que le faltasen ganas de tenérselas tiesas con los británicos nuestros
enemigos históricos. Londres, baluarte de la masonería que él abominaba. Esto
no era óbice para admirar las cualidades del pueblo inglés más allá de los
intereses de su gobierno muñidor de la mayor parte de las guerras
colonialistas. Su flema, su coraje, su patriotismo silencioso y sin demasiadas
alharacas. Pero la Gran Bretaña seguía en manos de los capitostes del triángulo
y del mandil y a través de la BBC propalaban sus consignas. Sus planchas. Paradójicamente
(algunos no lo entenderán) se proclamaba amigo de los judíos y enemigo de la
masonería. Ésta siempre atacó en España incluso vestida de púrpura
cardenalicia. Porque también el Vaticano estaba infectado por la logia. Lo que
era materia de escándalo que se consideraba católico a machamartillo. En 1963
con motivo del fusilamiento del anarquista Grimau el cardenal Montini futuro
papa orquesta una campaña internacional contra el Régimen. ¿Personificaba
Francisco Franco el ideal del príncipe cristiano? Tal vez esa admiración diera
techo y estructura a uno de los principales afanes de su carrera política. Tal
aspiración, empero, sembró su existencia de desabrimientos y de contrariedades.
A este respecto son importantes sus relaciones de entusiasmo-fracaso con la
iglesia católica. La idea de catolicidad en el Caudillo era una catolicidad a
la española y en cuanto tal conversa, dominada toda ella por el mesianismo
judío, el afán universalista que fue la base ideológica del imperio con la
búsqueda de la Tierra Prometida, la exaltación del Justo, y el retorno a
Jerusalén. La nueva Jerusalén celestial. En esos términos quizás quepa sostener
la imagen de Franco como príncipe cristiano aunque muy lejos del maquiavelismo
al uso. Su manera de entender tenía poco de maquiavélica. Se guía por una
aproximación directa a los hechos. Los que estudian su manera de reaccionar
–nunca dejó de ser un cazurro gallego sencillo y retorcido a la vez- toparán
con esa característica de volver las cosas del revés. De no fiarse en exceso.
Inmutable es la esencia pero la aplicación mudable en consecuencia con el
avance de las agujas del reloj de la historia y las mudanzas de la política
internacional. Tuvo esencia presencia y existencia. Antes de tomar una decisión
solía mirar para donde soplaba el viento. Gracias a la pericia de tan eximio
timonel la nave española consiguió capear el temporal sin que zozobrase toda la
obra muerta sorteando escollos. Fue pericia la suya de nauta pues no en vano
venía de familia de marineros[9]
pero en él había también la cachaza de los campesinos galaicos. Llevó por eso
el barco a flote en medio de furiosas galernas. Por otro lado ni bebía ni
fumaba y se quedaba en la chabola leyendo manuales de topografía cuando sus
compañeros se iban de putas a Tánger. Era un español atípico. Lo testimonian
cuantos lo conocieran. Vivía con la frugalidad de un rabino siguiendo
estrictamente las reglas del nazarinato. Eso sí excusando siempre las
debilidades humanas y los deslices por cuestión de faldas y de bebida de su tropa.
bbbbbbb
Capitulo III
LOS DIFÍCILES AÑOS 40
Los años de su mando fueron taumatúrgicos en cierta medida. Durante su
mandato se produce una epifanía constante de realidades en el cuerpo social y
espiritual de España a la que él amaría tanto. Contagiando de este amor místico
a los españoles. Salvo hermosas excepciones esto contribuyó a crear un ambiente
de reconstrucción nacional. Dotó a España de una nueva mística. Por eso los
enemigos que siempre tuvo esta nación y recapitulemos la frase antes aducida de
Erasmo “mihi non placet Hispania” lo denigran. Lo profazan y avilantan haciendo
propalar en torno a su figura rencores y calumnias. Con mala moneda le pagan el
mucho bien que hizo pero en política no existe el reconocimiento ni el pueblo
elegido se caracteriza por el agradecimiento. El resentimiento el odio y la
clastomanía contra todo aquello han hecho ricos a bastante gente. Las guerras
suelen dejar una secuela de lisiados de tarados mentales y un conjunto de
miserias humanas que van desde el estupro hasta la quiebra de muchas familias
pero también arrastran consigo una pléyade de nuevo ricos. Los estraperlistas y
los aprovechados del momento son los más peligrosos. España desagradecida tiene
una cuestión pendiente con el creador de este Estado cuya memoria sólo recibe
azotes y varapalos pero en el que todos viven y las ricas cien familias – no lo
habían tenido tan a huevo desde Mendizábal- chupan del bote aumentan sus
ingresos mientras se destruye a las clases medias que fueron el puntal del
franquismo. Nada tendría de extraño que las formaciones de izquierda denuesten
a aquel viejo sistema y renieguen de los famosos cuarenta años – un tópico como
otro cualquiera- pero a esta apostasía se han sumado los de la derecha liberal.
Aun sigue pendiente la escritura de una historia cabal y objetiva de lo que fue
nuestra guerra civil. Por desgracia los anales de dichos acontecimientos nos
los escriben los ingleses y los norteamericanos y todos ellos proyectan una
imagen de Franco antisemita porque tal forma de asumir la vida es ahora es lo
que se lleva y lo contrario hubiera sido impolítico pero tal mentalidad no
cuadra con la realidad de los hechos. La historia la escriben los vencedores
bien es verdad y Franco ganó la liza de las armas pero perdió la batalla de la
propaganda. No se puede entender el franquismo sin encuadrarlo en los recios
broncos años cuarenta tiempos de hambre y estraperlo. El estallido de la guerra
mundial –Franco lo vio así desde un primer instante puesto que todas las
guerras guardan un perfil económico- se fraguó en Wall Street. Cabe al hilo de
esto quién armó a Hitler por ejemplo. Fueron los banqueros de Frankfurt y los
magnates de la gran industria como los Krupp y los Thyssen conectados con los Rothschilds.
Sobre toda guerra gravita un componente económico por encima de las ideologías.
Que las ideologías no son sino el pretexto. El caso se había preparado ya con
antelación el año 36que fue un ensayo para la contienda general. Sin embargo en
los campos de batalla de Brunete el Ebro y el Cinturón de Hierro corrieron
pródromos de lo que había de acontecer después en la Ardenas en Stalingrado en
Leningrado. Las guerras se organizan con dinero y más dinero decía Napoleón del
que Grande Armé no hubiera existido sin el concurso de los Rotshschild. La Casa
del Puño y la Rosa van a estar presente en la prevención de las escuadras de
Hitler y en los chanchullos y conspiraciones que dieron entrada a la guerra
civil. En el Pacto de Munich lo vemos. Inglaterra primero se amiga con Alemania
en contra de Rusia y Francia. Con su sentido pragmático y aferrados a su arma
letal que tan buenos resultados le diera en su política exterior la balanza de
poderes a los británicos le hubiera importado un pimiento dejar a Europa a los
pies de los caballos esto es en manos de los bolcheviques. Por aquellos días
era “rojo” hasta el deán de Cantorbery por nombre Fisher. En la City y por
aquello de que el dinero no entiende de colores ni de patrias pues es sólo
verde se negocia con la Rusia revolucionaria. El rey de Inglaterra ya de
antemano no había movido un dedo para salvar a su primo de las garras de los
revolucionarios en Yekateringrado. Por esto la perdí fía y los oráculos de
Auntie por los micrófonos pueden dar buenos resultados. Que Baodicea rija las
olas. ¡Oh Bretaña rule the waves! Bajo este cociente surge en España la idea motriz del pangermanismo y la
germanofilia más que por convicción por la simple necesidad estratégica de
acercarse a Alemania para contrapesar la enemiga que siempre nos tuvo Francia e
Inglaterra dos oponentes históricos que en los avatares de nuestro discurrir
por el tiempo como nación y alternándose entre afrancesados y anglófilos. Debe
de ser un vicio oculto adquirido en los tiempos de la Restauración cuando tras
el varapalo del 98 la clase política autóctona se sume en un complejo de
inferioridad grande en el mimetismo y los papanatismos irresponsables de
nuestros ridículos mayúsculos en la escena internacional. España que tuvo un
imperio debía de orquestar la política exterior sin tantos miramientos.
Deberíamos los hispanos llamar a las cosas por su nombre en lugar de andarnos
con trampantojos y a la agachadiza muy en plan complejo de culpa.
España que tiene un origen godo no puede ser pan germánico pero los de la
Institución Libre de enseñanza se fueron todos a estudiar a Alemania desde
donde vino don José Ortega y Gasset hecho un brazo de mar y todo un oráculo.
España es capaz de haber creado su propia ciencia y su auténtica filosofía. El
krausismo no estuvo mal para aquella época pero en la actualidad sería
escasamente aplicable. Los españoles supieron matizar desde los godos las
diferencias existentes entre el concepto de estirpe (el germánico Sippe) y el de linaje o raza. El idealismo de nuestros antepasados
buscó una exaltación de la estirpe no como raza física sino como alcurnia o
catalogo de valores entre los cuales se sitúa el honor la lealtad al grupo una
cierta elegancia espiritual que aparta al hidalgo de la forma de ser del hombre
común del pechero del ilota del esclavo.
Un hidalgo en ese caso podrá ser siempre pobre pero no esclavo de sus
pasiones. Para él la honradez tiene preeminencias sobre el nombre y la riqueza.
La península ibérica es un pisto de todas las razas. Está claro que no se da
aquí el fenotipo típicamente puro que albardó Nietzsche en el mito del
Superhombre. Por nuestras venas discurren sangres hebreas o moras y todos somos
deudores de algún antepasado que a lo mejor moró en las cárceles de la
Inquisición o estuvo sujeto a proceso. El hábito no hace al monje. Así y todo
somos vexilarios de la bandera de la hispanidad. Quizás algo que no perdonen
los Sacerdotes del Templo es que cuando se produce la conversión de otras
religiones la toma de las aguas bautismales se efectúa con todas las
consecuencias renunciando al pasado moro o judío del neófito. Para persuadirme
de este alcance basta con darse un paseo por las donosas páginas de nuestro
género picaresco. La mayor parte de nuestros protagonistas son “germánicos”
legionarios licenciados de las guerras de Flandes. Y llegar a la conclusión de
que el español puede tener todos los defectos del mundo excepción hecha del
racismo. Los soldados españoles expedicionarios de la Blau según trataremos más
adelante van a constituir un serio problema para los mandos de la Wehrmacht en
el afán de confraternizar con la población judía sobre todo de Polonia y de
Lituania.
Quizás haya existido
acá una corriente de simpatía hacia los alemanes porque en su carácter ven los
españoles lo que a ellos les falta: tenacidad perseverancia sentido de la
disciplina método constante y orden. Se trata de dos formas de concebir la
existencia. Asimismo existía una deuda de honor con Berlín. La aviación alemana
había ayudado a Franco a ganar la guerra aunque esta ayuda no fuera
determinante o al menos en el grado e importancia que se le da por
historiadores afectos al bando republicano.
Al principio de la
guerra segunda mundial el gobierno español se muestra germanófilo con alguna
reserva; después tibiamente neutral para terminar en un moderado alineación con
los aliados. Entre los nacionalistas españoles Hitler encontraría poco
predicamento a diferencia de Mussolini por el cual se disparan desde el
principio las simpatías. La reforma económica social y agraria de Falange se
inspira en el Duche. Cuando losa rusos entran en Berlín Franco se muestra
amistoso aunque nunca servil con las potencias vencedores y hace de su
anticomunismo no sólo su tablón de anuncios sobre los peligros que
representaría Stalin para Europa, mucho peores que los de Hitler, una
estrategia que le va a dar bastante resultado sobre todo para neutralizar los
cabildeos en las chancillerías internacionales para restaurar la monarquía ya.
Ese sería el gran golpe maestro del general. Como buen gallego nunca atacaba de
frente sino mirando para los lados y el secretismo de este perfil hacía que su
mano derecha no se enterara de lo que hacía la izquierda. Él era la vera efigie
del gallego del chiste: aquel paisano que te encuentras en una escalera y no sabes
si está bajando o está subiendo. Venía de las brumas de Ferrol donde algunas
noches se barruntan meigas y se escucha el cantar lejano de las sirenas. La
borrina hace que el salgueiro que se yergue sobre una ladera pueda ser un
gigante despeluzado.
Desde su reunión de
Hendaya Franco estaba convencido de que los alemanes iban a perder la guerra.
Un análisis del
espíritu y la letra de los discursos en el período 1940-45 con respecto al
conflicto beligerante reflejan ese comportamiento de doble pauta. Hay también
cierto cansancio sobre las inquietantes perspectivas del porvenir y a causa de
los esfuerzos para mantener a raya a los azules incondicionales del Eje,
hombres que andando el tiempo - mirabile
dictu- renegarían de sus fervorines fascistas o filo-nazis para encuadrarse en
los bandos de la democracia. No quisiera dar nombres pero me obliga la
circunstancia a traer a colación ciertos apellidos: los Tovar, Ridruejo, los
Laín que fue expedicionario de la Blau, los Mostaza que luego se hizo de la
Democracia Cristiana. Durante más de treinta meses Franco hubo de resistir la
presión del ala sura del falangismo que
preconizaba sin reservas con Alemania. Para esta facción del falangismo “la
neutralidad vigilante” un palabro que inventa Antonio Tovar les sabía a poco.
Al fogoso espíritu juvenil de aquellos mozos habría que achacar la práctica de
tales extremismos. Franco por su parte no desconocía la maula y sabía de
antemano que los grandes enemigos de España están en los propios españoles. Él
los conocía bajo el nombre de los demonios
familiares. Así que opta por aguantar en el machito haciendo uso de la
sabiduría del adagio de si no les puedes vencer únete a ellos. Es indudable que
una de las armas para vencer tanto al enemigo exterior como el interior el que nos
deparan los demonios familiares que utilizó sería la retranca sacando su
pellejo y con ello salvando el de todos.
El fervor filo nazi
alcanza el paroxismo en las navidades de
1941. Entonces muchos ojos tornaban hacia Berlín. La ofensiva del III Reich,
los panzers a las puertas moscovitas, había concluido felizmente. El escándalo
de las cajas de guerra atronaba por doquier y era difícil resistirse al vértigo
de la marcialidad o al brillo heroico de los aceros. El 4 de diciembre tiene
lugar la entrevista “cordial” del conde de Mayalde con el Fúhrer en la
Chancillería. Días atrás el ministro de Exteriores Joaquín Ribbentrop acusaba a
Roosevelt de haber querido estrangular a Japón y a Alemania.
En el cara a cara de
Hitler u el conde de Mayalde se escucharan palabras de elogio para los soldados de la Blau. Spanishe Soldaten? Sehr
gut… Sie sind tapfer[10]. La prensa de Madrid acoge con alborozo estas
declaraciones de los que dijo Hitler a Mayalde. ¿Volvían los tercios de
Flandes? Pese a las palabras elogiosas del caudillo germano lo cierto es que la
participación de la División Azul en los combates del Este fue un desastre. A
los soldados el valor se les supone y la verdad que fueron valientes como saben
serlo siempre los españoles pero aquello fue un arroyo de sangre. Muchos de los
que fueron a luchar no sabían a lo que iban y tenían una idea genérica de
combatir contra el comunismo, de devolver la visita, mucho más obra de ka
propaganda que de un adoctrinamiento objetivo.
Cuando hace algunos
di una conferencia sobre el tema en la Revista Fuerza Nueva me percaté de esta
ignorancia supina de algunos de los expedicionarios. No sabían a lo que iban y
muchos ni siquiera adonde estuvieron. Uno de ellos me interpeló porque cuando
yo hable de los combates del Volchov yo los pronuncié a la rusa con Voljov pero
ellos habían asimilado la pronunciación alemana y en alemán una ja no es lo
mismo que la española. Algunas unidades derrocharon valor siendo la admiración
de los propios rusos y del mando alemán pero de otras nunca se podrá decir lo
mismo. Fue sobre todo una bonita campaña propagandista para elevar el decaído
patriotismo que no intervenía en un conflicto internacional desde que los
Tercios victoriosos del Duque de alba entraron en Mastrique.
Evidentemente a este
lado de los pirineos los periodistas y corresponsales destacados en Alemania
hinchaban bastante el perro. Spanishe soldaten?
Sehr gut. Tapfer. Redaños no les faltaban pero en la estepa nuestros
infantes y nuestros artilleros – a los del ala Azul no les fueron las cosas
mucho mejor- y la moral estaba por los suelos cuando hizo su entrada el general
invierno hecho que le haría refunfuñar al general Muñoz Grandes como adelante
veremos aquella frase:
-Si duro es el invierno ruso más dura
es mi raíz.
Se trataba de un
desideratum porque aquí la realidad era mucho más hosca: La de las esquelas
mortuorias en los periódicos de los caídos. España tuvo que verter de luto y
tardaría más de un lustro hasta ponerse
otra vez de alivio. Es lo que más recuerdo de mi infancia: las bandas negras
del abrigo, los coches fúnebres tirados por troncos de caballos negros
empenachados. Los velos. Los recordatorios... Los entierros que en las ciudades
de provincia resultaban todo un acontecimiento. A pesar de lo que contara la
propaganda el Lago Ilmen fue un infierno de hielo. En muchos hogares se temía
la llegada del cartero. Sin embargo hay que agradecer a aquellos muertos en
combate el que gracias a ellos la guerra no se conflagrase en más sitios ni
adquiriera proporciones incontrolables. Él envió de esta división de
voluntarios y con lo más selecto del ejército fue un acto de sumisión al amo
nazi con la boca pequeña. Era un échame pan y llámame perro pero por lo que más
quieras que tus divisiones acorazadas no crucen los pirineos, Adolfo. Esas
teníamos y en esas estábamos; conque andando.
España se decantó
por la neutralidad pero la no-alineación en momentos tan críticos va a ser una
espada de doble filo. Madrid tuvo que realizar muchos ejercicios en la cuerda
floja. Cabriolas funambulistas. Encaje de bolillos. Hay que hacer constar que
el nombre de Franco no está presente en las ceremonias de adhesión al Führer.
Se adopta una postura de equilibrio equidistante. Ni demasiado lejos para no
helarse. Ni demasido cerca para no quemarse. Franco deja a sus ministros
progermánicos (Suñer y Muñoz Grande al que por cierto quería hacer Hitler el
caudillo de los hispanos) que fueran a su aire sin interferirse en su labor
pero diciendo para su capote enemigo que huye puente de plata.
Las navidades del 41
en plena borrachera triunfal alemana por la campaña de rusia Franco envía a
Berlín al héroe del Alcázar de Toledo General Moscardó. Dicho general gozaba de
prestigio en el ejército pero una serie de avatares personales había hecho dél
un alcohólico. Franco no sabía cómo quitárselo de encima. Era una especie de
engorroso comodín o ministro sin cartera que acabó organizando los concursos de
hípica. Moscardó se encargó de mandar el convoy que partió de la Estación del
Norte destino Berlín con aguinaldos para los soldados en el frente del Este:
ropa de abrigo cigarros y licores. El tren arriba a su destino empavesados de
gallardetes con banderas españolas del águila de san Juan y la Cruz Gamada
negra sobre fondo rojo. Tras una entrevista con el Hitler en la Chancillería
acude a uno de los frentes, la posición en una aldea rusa que comandaba el
general Agustín Muñoz Grandes.
La patética arenga
del general carabanchelero conocido por sus ideas antimonárquicas y
republicanas (se había pasado a los nacionales) es un testimonio de las
dificultades de adaptación al clima y al territorio inhóspito de los soldados
hispanos. En la alocución retransmitida por Radio Berlín el orador termina con
una frase:
“El invierno ruso es muy duro pero más
dura es mi raza. ¡Arriba España!”
Las temperaturas
eran demasiado bajas y la moral de los combatientes muy decaída cayendo el
mercurio en aquellos perversos días de diciembre a los cincuenta bajo cero.
Cientos de muchachos sucumbieron a los rigores de aquel invierno en medio de
los asaltos de los “ruski” y quedaron para siempre en la llanura helada al pie
de las tumbas de dos palos cruzados de madera de abedul y sobre ellas un casco
de acero. Aquellos voluntarios no sabían lo que era Rusia. Muchos desconocían
la razón de su estancia allí. Habían ido en devolución de visitas pero también
para hacer méritos por haber pertenecido a los republicanos. Gran número se
pasaron a los rusos. Hoy los historiadores hablaban de la Blau como un fracaso.
Lo que no hay que poner en duda el valor de aquellos soldaditos. Incluso el
enemigo hablaba de la valentía y de su ardor guerrero. ¿Un valor inútil? Sin
embargo la División Azul con sus logros y carencias fue un exponente de la
concepción pionera de Franco que consideraba un hecho la victoria de los
aliados pero que no duda en hacer uso del sacrificio de unos cuantos miles de
soldados (cinco mil bajas hubo) para mantener a los antiguos aliados germanos
contentos. Quizás, equivocado, su obsesión era el peligro comunista. Cuando yo
redactaba estas líneas en 1985 se hablaba aun del peligro comunista. Hoy cuando
las rescribo veintiún años más tardes ya
no hay peligro comunista pero Europa sigue estando amenazada. Si viviera a
estas alturas el Centinela de Occidente se revolvería en su tumba al comprobar
que Rusia no era en realidad enemigo y que el islam instigado por las fuerzas
oscuras amenaza a las puertas de Europa donde la descristianización camina de
un modo imparable. Quizás sus amigos judíos a los que él salvó la vida tengan
que ver con tal estado de cosas. La serpiente ha cambiado de camisa. Son los
mismos perros con otros collares.
En aquella ocasión
de lo que se trataba era de hacer un gesto deferente hacia los alemanes. Ahora,
si viviera, ¿estaría situado de forma incondicional del bando
americano-israelí-británico? El amor hacia España que sentía ese hombre nos
llevaría a una respuesta negativa. España se deshace, se quiebra por el fuego
amigo de las autonomías. El clan sionista es muy poderoso. Controla la
televisión y lo que leen los españoles. Son paradojas de la historia. Los
guripas de la Blau combatían a los rusos que siempre fueron amigos de España.
La propaganda hablaba sin alharacas del Comunismo pero el marxismo era un
invento judío. Y estas consideraciones sólo nos conducirían al laberinto. Todo
es como una pesadilla.
ccccccc
Capítulo IV
FALANGE UN BELLO
IDEAL INALCANZABLE
El análisis de estos
años de cambio de guerra y persecución habría de contexturarse en el plano
histórico de un mito. El mito se llamó Falange Española FE. Fue bello como
propósito de intenciones revolucionarias en todo cuanto apela al nervio y al
brío ocultos en el alma de un país sumido en el caos económico y en las
banderías de un sistema político dominado por señoritos y demagogos. La
personalidad profética de José Antonio iba a trazas sellando su mensaje con su
sangre un ideario o pauta para la reconstrucción nacional. Era un proyecto
histórico suscrito más por un poeta que por un político. El proyecto sin
embargo pondría en marcha muchas cosas en este país. Para convertirse con el
desgaste de la rotaría y del Mito del Ausente en un carro engalanado por fuera
pero vacío por dentro. A ese carro se subirían los logreros de la política para
hacer carrera y enriquecerse. Fue la peana de la conciencia nacional sí pero
también un lugar común. FE llevó la revolución cultural a los lugares más
apartados del país. Su labor más importante fue la labor educativa una cuestión
pendiente que había dejado la republica que trata de aplicar la máxima de
Joaquín Costa de despensa y escuela. Antes de falange en España sólo estudiaban
los ricos. Después incluso el hijo del obrero más pobre podía obtener una beca
de acceso a la enseñanza superior. Este partido fue un instrumento de promoción
de los españoles. Una revolución desde arriba y una revolución desde abajo. Por
el pan y la justicia por el trabajo era el lema tratando de reconciliar a los
españoles. Por eso que el gran enemigo del falangismo hayan sido los hijos de
Milton Friedman y el capitalismo liberal. Es esa derecha a la que debemos los
falangistas tantos insultos tantas provocaciones tantas persecuciones. No les
gustan a los banqueros nuestros planteamientos revolucionarios como quedó craso
y evidente en el caso de Rodrigo Royo Macià que estudiaremos más adelante en
este texto que dedicamos a las relaciones de Franco con los judíos así como el
comportamiento de los soldados españoles en el Esta para con los judíos
perseguidos.
El seguro de
enfermedad y el de desempleo fueron felices hallazgos del ministro del ala
radical falangista José Antonio Girón. Como movimiento político desdeñaba la
panacea marxista de la lucha de clases pero hizo lo indecible y lo que no había
hecho nadie hasta entonces para mejorar las condiciones de vida de los menos
favorecidos. Sólo apelaba al genuino y autóctono de la base. Quería una
reconciliación nacional y, puestos a cotejo en la balanza sus resultados, pesan
mucho más los logros que los desaciertos. Aunque claro está fueron muchos los
individuos que se subieron al carro de los vencedores y usaron de la retórica
falangista para promocionarse. El sistema político que vendría después la
llamada Democracia estaría en deuda con Falange. Por lo que tuvo de enunciación
de principios y de corriente aglutinadora popular o movimiento de base. Ahora
bien decir esto no obsta para que con el correr de los años se convirtiera en
una organización mastódontica vacía de contenido. Un gigante con los pies de
barro que era utilizado como arma arrojadiza de rencores por los españoles del
exilio y sujeto a toda suerte de incomprensiones y contradicciones. Quienes se
decían a sí mismo falangistas en algunos casos vaciaron de contenido dicha
institución tan noble.
Franco que siempre
respetó a Falange y supo aprovechas su inmenso potencial la utiliza a propia
conveniencia. No era un falangista. Se sentía monárquico y tibiamente
monárquico. Su error mayor no haber proclamado una republica porque serían los
monárquicos y los simpatizares donjuanistas los encargados de demoler su régimen.
Si se afilió a los falangistas era sabedor de que dicha agrupación Política.
España y los
españoles por más que los panzones u los radiofonistas de la COPE nos nieguen
el pan y la sal permanece en deuda con la Falange. Las afinidades nazis o
fascistas que pueda haber en José Antonio, muy discutibles y no probadas, en
nada casan con la forma de pensar de Francisco Franco, un hombre austero y
lector empedernido pues su reinado significa el triunfo de la literatura y la
letra impresa que nunca se publicaron tantos y tan buenos libros como a lo
largo de los “fementidos” cuarenta años. Observador callado y cauto de la
realidad. Que en política era un pragmático y simplemente sabía jugar con las
cartas que le llegaban porque siempre la baraja estuvo en manos de quienes
están. Se le califica de un totalitario pero totalitario no lo fue jamás. La
censura de la democracia es mucho más prieta e impenetrable que la del
franquismo.
Ni que decir tiene
que se vivían tiempos totalitarios. La rebelión de las masas que pronosticó
Ortega y que se iniciaron con la depresión del 29 y la gran marcha de los
mineros de Inglaterra sobre Jarrow. Ello continuó con la marcha de Mao sobre
Pekín. El mundo parecía ebrio de ideologías abocadas después hacia el ocaso.
Predominaba la masa sobre la individualidad. Los símbolos los santos y las
señas a fortiori habrían de ser mastodontes. A este criterio responde incluso
el gigantismo de la agricultura: las grandes concentraciones como la de la
Plaza de Oriente. La afluencia a los estadios.
La humanidad parecía
estar viviendo su propia borrachera totalitaria. Nunca se produjo un intento de
aproximación a los ideales totalitarios de un mundo feliz como el que
explicitan Huxley y Orwell en sus novelas utópicas. Estaba naciendo el gran
cofrade orwelliano el ojo que todo lo ve el oído que todo lo escucha y dice que
viene a reinar en el mundo bajo el nombre de la libertad. Si los 80 y 90
resultaron la materialización de aquellas profecías en los 40 aparecen tan sólo
pergeñadas y en esbozo. Son las primeras vislumbres de la dominación
cibernética. Estaban llegando los robots. Lo curioso es que se iba a imponer un
régimen totalitario de denominación universal en nombre del pueblo y para el
pueblo. El estalinismo y nazismo fueron precursores de la aldea Global. No hay
escape posible al hombre actual bajo los grandes tentáculos. El comunismo no
era una metáfora. Hoy tenemos el comunismo implantado a gran escala embadurnada
la cara de libertad y por eso a muchos cuando hablan de democracia los dedos se
les vuelven huéspedes o se les hace la boca agua. Los mismos perros con
diferentes collares. Se ha cumplido la gran utopía y todos en las garras de la
banca. El caudillo pronto se percató del rumbo de aquella corriente
arrolladora. Él no creía en el pluralismo partitocrático que había sumido a
España en el atraso económico de la lucha de clases pero tampoco esperaba
demasiado de las teorías del Nacional socialismo ni de los mitos del
superhombre y de la superraza. Era él más bien bajito y culón algo barrigudo en
los últimos años. El programa fascista era un frontispicio que a la fuerza
había de ser revulsivo como programa de vida para un señor de ascendencia
judaica. Por eso no simpatizaba mucho con Hitler aunque tuviera que aguantar el
tipo. Su concepción del estado era el de una democracia a la hispánica donde
estuviesen presente la familia el municipio el concejo el fuero y las cartas
pueblas de los derechos adquiridos donde la vida fuere más sencilla y convival
y no en el infierno de la democracia donde los pueblos vuelven a estar
divididos y todos recelan de todos y hay luchas tribales entre vecinos. No era
un dictador totalitario. Su gobierno tuvo siempre tintes paternalistas algo que
nunca le agradecieron lo bastante sus súbditos. Las posibles afinidades de su
sistema con los del eje eran tan sólo aparentes. Eso sí: un comunista acérrimo.
Esta tesis la mantendría de por vida.
El 4 de diciembre de
1941 el día que cumple 49 años se celebró una manifestación en la Gran Vía
madrileña. Las gargantas gritaron hasta enronquecer Rusia es culpable. Era un
grito de guerra. El ijujjú de los antiguos guerreros celtas. Aquella
manifestación marcó el paroxismo de los furores progermánicos. A partir de ahí
se inicia un declive y acontecen unos de esos desencantos tan frecuentes en la
política española propios de un pueblo apasionado sujeto a intercadencias y
movimientos del péndulo. Grandes entusiasmos y simas de pesimismo. Poco a poco
empieza la labor de zapa de quienes albergan serias dudas acerca de la
viabilidad de Hitler en sus intentos por derrocar al mundo entero. Y otra vez
nos encontramos a los tornadizos surgiendo del mismo seno de la Falange. A
cuyas dudas responden los germanófilos con consignas como las siguientes: 1)
españoles no habléis inglés. Pero los españoles seguían acudiendo masivamente a
los estadios y Matías Prats por los micrófonos de Radio Nacional hablaba de
offside de goalkeeper y de corner. Las altas instancias de la
Secretaría General del Movimiento todo lo achacaban a que había enanos infiltrados.
Ciertamente. Madrid
se había convertido en un campo de Agramante donde iban a su aire los agentes
del almirante Canaris y Sir Samuel Hoare – un judío sefardí-. La embajada
alemana y la inglesa eran centros de espionaje. Si el Ritz era aliadófilo por el
Pasapoga pista de baile se veía bailar el agarrado a agentes de la Gestapo.
Madrid era un avispero del espionaje y mundeaban las Mata Hari. Una llegó a ser
condesa y todo. A principios de enero de 1942 acontece la primera “purga” en
Falange. Hay órdenes estrictas para que se cierren las oficinas de enrolamiento
en dicho partido durante seis meses. Se había alcanzado la astronómica cifra de
los cuatro millones de afiliados. En la práctica todos los españoles se
hicieron falangistas y hasta muchos niños llevaban bordados cuando se acercaban
a la pila bautismal en la toquilla o el faldón de cristianar las insignias de
Falange. España ya lo dijo don Laureano es un país pendular que carece de
sentido de la medida. Todo se hace un poco en demasía. Difícilmente podría
hablarse de revanchismo sino de borreguismo. Incluso viejos republicanos de
fuste aquellos a los que se catalogaba como “gente de ideas” llevaban el carné
del partido hasta en los dientes y en las sacristías se aglomeraban los ex
combatientes para que el cura del lugar les expidiese certificados de buena
conducta o los avales para obtener un pisito con derecho a cocina. Una de las
peores secuelas de la posguerra fue la carestía de viviendas. El anhelo era
subirse al carro de los vencedores. Somos un pais de Quijotes pero también de
Sanchos. ¿Dónde están aquellos combatientes contra la dictadura? Me parece que
muchos estaban enrolados en el partido.
Dos acotaciones al
margen. La avalancha de afiliados hizo perder a Falange sus señas de identidad.
Al tiempo dice mucho del espíritu de longanimidad con que se comportaron los
vencedores para con los vencidos. No se cerraron las puertas a nadie. No se les
miró a muchos la ficha salvo que pesaran contra ellos delitos de sangre. No se
pidieron ejecutorias de hidalguía. Bastaba con el aval de un cura. No hubo
purgas. España vivió su propio Día de Yom Quipu en el llanto por los muertos.
En la miseria de los deslazados y de los sin techo. Semejante política de
puertas abiertas encontraría detractores en Arrese y en Serrano Suñer dos
hombres próximos al Eje. El primero en su capacidad de ministro del Movimiento
fue el autor de la orden de depuración de Falange que lleva fecha del 25 de
diciembre de 1941. El “Arriba” de esa fecha arremete en un editorial contra los
tornadizos que fomentan rencillas internas y minan la solidaridad ideológica de
Falange. La frase entonces era: “O Berlín o Moscú”.
Las iniciativas para
la depuración partieron de los espías de Berlín los cuales echaban en cara al
propio Franco de la infiltración de quintas columnas. El caudillo no toma
ninguna iniciativa. Deja hacer y confía en que los acontecimientos hablen por
sí mismos. Serrano Suñer poco después de su viaje a Berlín en las navidades del
41 conferencia con Franco y le expone su tesis de que tenía que manifestarse
más abiertamente a favor del Eje. Lanza la idea de que marchen hacia Alemania
para trabajar en la industria de guerra los primeros “Gastarbeiter”. Eran los
trabajadores voluntarios de la amistad. El primer grupo sale de la estación del
Norte en diciembre de 1941 entre vítores a Hitler y a Franco. Ramón Serrano
Suñer un castellonense de buena familia hombre de foro y con una gran capacidad
intelectual y maneras dúctiles y agradables y una buena planta que hacía
recordar en él al Anthony Eden hispano era el “cuñadisimo”. El valido de Franco. Un hermano suyo había
muerto fusilado por los rojos. Su anticomunismo feroz le hacía simpatizar con
los alemanes aunque después de la guerra haría sus mejores negocios con los
americanos. Su germanofilia a medida que empiezan los alemanes a perder la
guerra es motivo de su desgaste político. Tan es así que él sería una de las
primera víctimas del gran reajuste ministerial de 1943 cuando el conde de
Jornada un aliadófilo es situado al frente de la cancillería de Exteriores. Él
procuraría un acercamiento moderado de Franco al bando de los vencedores
anglosajones.
Por más que los
periódicos de Madrid no se cansaban de elogiar la gesta de los panzer en la
estepa rusa se habla ya de “defensa elástica” un eufemismo para la retirada y
de la gran tenaza alemana. Mientras muchos hogares se llenan de llanto cuando
les comunican las noticias de caídos en combate en el frente del Este. Las
neurológicas se desparraman por las páginas de los diarios como hojas resecas
en los parques en otoño. La sociedad comienza a resentirse de un justificable
cansancio. Hartos los españoles de palabrería hueca, buscaban los hechos
positivos en sus vidas dominadas por las cartillas de racionamiento y cuando
esto no era posible se inclinaban a la evasión de las novelas del Oeste o de
Marcial Estefanía. En novelas de enjundia no podían meterse. Nada menos que un
Antonio Tovar el jefe de los falangistas se atreve a motejar de novela
decadente a la Regenta en un artículo del “Arriba”. Mucho cambiaría este hombre
años adelante. Vuelven a surgir dos Españas la real y la oficial. Hay algunos
que bajo la cobertura del Régimen se dedican a hacer dinero. Surge la
especulación. El agiotaje. El estraperlo. Los editorialistas de la prensa tronaban
contra los plutócratas. En medio de aquel marasmo en que no se sabe a ciencia
cierta qué es lo que va a ocurrir en el futuro se crea por Juan Aparicio la
Escuela Oficial de Periodismo el 20 de noviembre de 1º941. En los planes de
estudio se incluyen asignaturas como Lengua alemana y Geopolítica.
Otra feliz
iniciativa va a ser la de la repoblación forestal. Franco fue su mentor y la
Falange salió ejecutora de aquel programa que pretendía transformar la España
reseca en un vergel, siglos de incuria así como las necesidades para
transformar la industria pecuaria y maderera en cultivos o el esquilmo de las
levas y la corta de árboles para construir buques para la escuadra habían
acabados con la gran masa forestal donde se decía que una ardilla podía ir desde
Cabo de Gata hasta Finisterre sin tocar tierra saltando de copa en copa. Es
también lo primero que se han propuesto los israelíes: reforestar y traer agua
para conseguir que la Tierra Prometida sea el lugar donde mane leche y miel.
Por lo visto este afán debe de ser una obsesión judía de la cual Franco
participaba también. Que de los yelmos salte el agua de las fuentes
vivificadoras a golpes de la vara mágica de Aarón. Franco que había nacido
en Galicia estaba obsesionado por el
agua. Construye pantanos. Hace la traída de las grandes ciudades. Crea zonas de
regadío como el plan Badajoz. Quiere transformar la España desértica y
renegrida. Los hados no le acompañan. Los años 40 fueron los años de la
pertinaz sequía. Se proponía no sólo la regeneración física sino también la
regeneración moral.
Es por esto por lo
que crea el Patronato para la Protección de la Mujer el 15 de noviembre de
1941. Es un plan de refuerzo a la familia. La guerra trajo una dispersión de la
misma. Para sobrevivir muchas viudas de guerras y niñas abandonadas tuvieron
que dedicarse a la prostitución. Una de las primera victimas de las
confrontaciones civiles suele ser la mujer. Franca lanza una campaña de
regeneración moral para la mujer para que aprenda un oficio y pueda entrar a
trabajar. Sin embargo se va de un extremo a otro. De la relajación de la
retaguardia y de los frentes a las obsesiones por el sexto mandamiento del
Nacional Catolicismo uno de cuyos artífices es precisamente un catalán el
primado de Toledo Pla y Daniel. Esta represión que tanto se hizo sentir en la
sociedad encuentra su termino en la apertura conciliar de los años 60. aquella
obsesión de los curas de entonces por las mangas cortas, la falda y los velos
sin los cuales no se podía entrar en la iglesia era excesiva y como este es un
pais peninsular que decía don Laureano estuvimos abocados pues no nos quedaba
otro remedio al desmadre de los 70. Virtus in medio est. Ni tanto ni tan calvo.
Pero tampoco se le puede culpar a Franco de aquella represión de carácter sexual
en los seminarios y en los colegios de monjas que tanto estrago moral tanta
tara psicológica determinó. En fin la historia nos juzgará.
ddddddddddddd
Capítulo V
CLAVES DE UNA
ESTRATEGIA CONTRA HITLER
Lejos de nuestra
intención hacer una palinodia del franquismo en estas páginas. Queremos barajar
hechos reales y tratar de explicar la labor de salvación desde una óptica a
humanitaria llevada adelante por un hombre providencial con visión de futuro a
favor de una raza perseguida y en medio de una cadena de circunstancias
adversas tan adversas que únicamente podrían ser remontadas a fuerza de
heroísmo de fe y de entrega. La denostada figura del Caudillo a lo largo de los
años 40 se debate como la de Prometeo contra una larga secuencia de
adversidades. A 45 años vista de todo aquello parece casi una pesadilla hasta
el punto de que resulta casi forzoso por qué no tiraría la toalla aquel hombre
a la vista de las muchas dificultades que hubo de remontar.
Durante la tradicional
alocución de de fin de año en 1941 el Caudillo hace alusión en su discurso al
deseo de que ninguna inteligencia se malogre. “Hay que desbrozar el camino del
espíritu emprendedor”. También se refiere a la reconciliación entre hermanos y
dice expresamente: “Los españoles hemos de desterrar el rencor. Y para siempre.
No hemos de edificar nuestra casa sobre arena sino sobre cimientos firmes” y es
que según él para vencer al comunismo en España sólo cabía una cosa: implantar
la justicia social. Esta idea la repite a machamartillo y la convierte en su
vademécum político.
En los primeros días
de enero de 1942 durante su viaje triunfal por Cataluña vuelve a repetir esta
idea de reconciliación y de fe en la ciencia y en el progreso. Los españoles
habían vivido de espaldas a la biología. Una sociedad no puede basarse
meramente en planteamientos teológicos. Mutatis mutandis esta es la misma
obsesión que cerca de Zapatero en la construcción de un Estado laico. A tal
respecto es importante el discurso de Tarrasa: “Catalanes, bien orgullosos
podréis estar de vuestro pueblo. Que es una ciudad nueva industriosa sana y
lejos del ambiente cargado y murmurador de las viejas ciudades castellanas. Yo
tengo en fe en vosotros. Quiero allanar los odios y traeros palabras de aliento
y de reconciliación”. Toda una declaración de principios. Siempre creció la
sospecha de que Franco hizo de menos a Castilla en beneficio de las regiones
periféricas. Los más leales recibieron palo siendo los caramelos para aquellos
que más le opugnaron durante la guerra civil: astures vascongados catalanes a
los que entrega la linterna guía del desarrollo económico y las inversiones.
Durante esta gira por el nordeste no regatea elogios a los catalanes a los que
alaba por su laboriosidad y espíritu emprendedor tan abiertamente que deja paso
al recelo madrileño.
Si el año 41 fue un
año duro el 42 va a marcar el punto de inflexión para las armas alemanas con el
desastre de Stalingrado. En España aquella derrota se vivía muy de lejos puesto
que el país había ganado ciertas ventajas económicas con la neutralidad. El
hambre no había hecho acto de aparición. En 1942 se implanta el plato único.
Quizás no se conocieran hambrunas como aquélla desde las del siglo XVII.
Faltaba de todo. Pero Franco optimista dice que no hay mal que por bien no
venga y como a mal año no hay pan negro dice que España tiene que cambiar.
Industrializarse. Había una España que no le gustaba. La de la incultura y la
del atraso. Elogia a los catalanes por lo industriosos y critica a los rancios
hidalgos castellanos desdeñosos del trabajo manual. Franco se vuelca con la
España exterior mientras la interior queda más irredenta y sujeta al azar de
las malas cosechas. No había empezado la gran despoblación castellana de los
años 60 pero en la España rural se siente la miseria y la incomodidad del
trabajo en el campo no mecanizado. También dejó a su aire a los andaluces. Para
él la reforma agraria del latifundio era un asunto tabú.
En lo político
también intenta modernizar al país. Reimplantando una democracia autóctona la
de los fueros y la de los concejos castellanas la de la Mesta que se había
practicado en este país donde la via de participación social es el municipio
“de sangre gremial y espesa” según suele decirse y que había quedado relegada. Los
fueros eran una especie de Carta Magna que los nobles castellanos exhibieron
frente al poderío de los monarcas. Y los concejos eran la primigenia concepción democrática de los
ayuntamientos consistorios y cabildos. Desde principios del siglo XII venían
reuniéndose en los atrios de la iglesia para solventar litigios entre vecinos
asignar pastos y baldío convocar a anúteba o grito de guerra contra las razzias
musulmanas. La democracia parlamentaria la representación proporcional tiene un
origen anglosajón para los que no todos los votos eran iguales. No valía tanto
el voto de un tory como la de un whig.
El carácter de la democracia inglesa es aristócrata y el castellano
comunero. Del rey abajo ninguno.
En 1942 aparece
registrado por primera el término democracia orgánica. Pero los españoles en
aquel momento tenían otras preocupaciones más apremiantes como era el de
aplacar su estómago y calentarse porque también escaseaba el carbón. La reforma
política ya vendría y las cosas caerían por su pie. Los periódicos hablaban de
los encarnizados combates de Stalingrado y en una foto aparece el servidor de
una pieza de artillería alemana mostrando un obús de gran calibre en el que se
le la inscripción: “Saludos a Stalin”. Rommel es condecorado en Berlín con las
hojas de roble y encina (Malo). A los pocos días se suicidaría con una famosa
tableta de cianuro. Obedeció al jefe hasta el final. El Führer le había
ordenado suicidarse.
Franco sigue
obsesionado con la masonería. Para él decir masonería era decir ingleses. No se
plegaba a las maquinaciones de la pérfida Albión contra españa. En el Arriba a
lo largo del año 42 se decía que “marxistas separatistas estraperlistas y
judíos son todo uno”. Estos editoriales antisemitas no los escribió Franco. El
jefe de colaboración editorial en el periódico de la calle Larra era Antonio
Tovar. En el cuerpo de colaboradores estaban Bartolomé Mostaza, Camilo J. Cela,
José María de Areilza y F. Vázquez Montalbán, Pedro Laín Entralgo. Estos
señores andando el tiempo darían un giro de más de 180 grados.
La opinión pública
se conmueve con la noticia de la muerte de dos periodistas corresponsales de
guerra caídos en Rusia. Se trata de Vicente Gaceo y Joaquín Sotomayor. En la
esquela de uno de ellos se lee: He venido a Rusia a morir por mis ideales.
Quizás me hayan fallado. He venido sólo a morir por Dios. El año 1942 fue el
año del tifus exantemático del gasógeno de las bicicletas tandem y de las
novedades del frente del Este cada vez peor. Rusia ha ejercido fascinación a
través de la literatura su arte y su hermosa lengua en los españoles. Algunos
expedicionarios de la Blau hablan en sus cartas de la hermosura incomparable de
las noches rusas de los mujiks
en sus isbas fumando igual que en las novelas de Gogol y de las pañienkas que
piden a los soldados españoles que les regalen unas medias de cristal y algún
paquete de Ideales. Por malo que fuera el tabaco español siempre sería más
suave que el ruso. Los corresponsales reflejan el ambiente de miseria en que
vive el campesinado ruso. También le sorprende la dieta: leche agria y
pepinillos.
En marzo se celebra
un funeral por Don Alfonso de Borbón que acababa de fallecer en Roma. En las
exequias que se celebraron en San Francisco el Grande algunos historiadores ven
un primer conato de aproximación del franquismo a la monarquía. Franco cumplía
lo que prometió: restañar las heridas de la guerra mitigar los enconos y
restaurar la monarquía cuyo derribo fue una de las causas, no la primera desde
luego que diera origen a la guerra civil.
Se continua hablando
por algunos periódicos de la concepción judeomarxista del mundo pero cuantos
editorializaban de aquella forma y hacían encajes de bolillos en prosa de alto
coturno propagandística ya sabemos quiénes eran. Los licurgos de la democracia
a la sazón jovencitos y con la raya en medio hoy peinando canas se han
convertido en arúspices y hermeneutas del eterno cambio democrático y
dispuestos por enésima vez a ser heraldos de la dictadura o del marxismo si
preciso fuere y las circunstancias lo requieren. El caso es no abandonar el
púlpito ni dejar libre la poltrona. Paradojas sin duda del alma española tan
castiza. Una historia del franquismo cuando se escriba habrá de ser saga
continua de eternas reconversiones y caídas del caballo de Saulo camino de Damasco.
El pueblo llano mientras tanto sometido y resignado se mantiene lejos de estas
conspiraciones contubernios y ditirambos. Ese deporte se queda para los que
mandan.
A más de cuarenta
años vista de los hechos la vida española guarda su divertido ceño de siempre.
A la vez heroico y trágico. Pero contrariamente a lo que viene propalándose por
los turiferarios del cambio aquella España de posguerra no era tan triste como
la de los presentes momentos (2007). La faz de los 40 fue la faz de una españa
alegre y emprendedora. Un país se había puesto en movimiento y sobre todo que
controlaba sus propios destinos. Se mandaba desde Madrid y no como ahora se
hace desde Londres Washington o Paris y había toda una nación en trance de
encontrar su camino con una política exterior bien artillada y congruente. Para
bien o para mal Franco hizo que España fuera un país a tener en cuenta no el
risum teneatis de un Aznar acudiendo a las Azores para salir en la foto.
Por aquellos días el
antiguo enviado especial del Daily Express a la guerra de España y condecorado
por Francia estaba reorganizando la división del M15 en Gibraltar y preparaba
el desembarco de los aliados en Italia. Poco después se pasaría a los
soviéticos. El público seguía con avidez los acontecimientos y discutía las
proezas del Ala Azul que mandaba el coronel Salas Larrazabal. Paradójicamente
el novelista más leído por aquellas calendas era un judío. Sus libros eran
devorados junto al brasero en la mesa camilla las largas tardes de invierno.
Zweig alcanzaba tiradas de miles de ejemplares. El pasatiempo favorito de los
españoles aparte de leer a este autor austriaco era el juego de cartas y las
charlas del Padre Venancio que era un poco verde. Todo un obseso sexual lo que
casaba con el freudianismo de Zweig aunque todavía no se había puesto de moda
el psicolanilsis. Cuando Zweig se suicida se suscita una conmoción general y he
aquí que Antonio Valencia desde las páginas del Arriba dice textualmente: Es
una manía nefasta de nuestros compatriotas leer a autores semitas.
Cunden las soflamas
en letra impresa apelando a la moralidad. Había mucho sexo oculto y el sexo
hacía olvidar a los españolitos del hambre. En los periódicos se habla del
valor nutritivo de la naranja. Muchos niños recogían por la calle los mondos de
este fruto que tiraban los pasantes y se los comían. Se propagan las consignas
a favor del consumo de cítricos. La vitamina C decían los informadores servía
para combatir el escorbuto. Los reportajes sobre la campaña de Rusia el fútbol
y las faenas de Manolete y Arruza constituían la evasión periodística de las
mentes. El español es muy vividor y siempre tiene afán de superación,
conscientes de vivir un momento histórico. Estamos atravesando una etapa
crítica de cambio. El mundo dejará de ser lo que fue hasta ahora” dijo Franco
en uno de los discursos en la primavera del 42. El fervor de la reconstrucción
nacional es algo de lo que hablan tanto vencedores como vencidos. También de
política hidráulica y de repoblación forestal. Se crearon veinte universidades y
algunas tienen clases nocturnas. En las remotas aldeas los campesinos hablan de
estudios para los hijos. De igual de oportunidades. De becas. He ahí otro rasgo
típicamente judío de la sociedad española: el academicismo y la ciencia como
formula de promoción social. Hay que darles carrera a los hijos, franco funda
el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. El Instituto Arias Montano.
El de Cultura Hispánica. Al revés que en Inglaterra donde sólo accede a la
educación superior la elite en España las universidades se masificaron y
algunas lograron prestigio internacional como la de Medicina de la Complutense
y las Escuelas de Ingeniería. Franco creía en la democracia de la igualdad de
oportunidades. Ello siempre puede ser un freno a la plutocracia y al mundo de
la usura y del dinero que a él pequeño burgués le causaba un gran pavor. El
Estado habría de ser provisor de las necesidades: derecho al trabajo a la
vivienda y a la enseñanza gratuita con un sistema hospitalario cubierto por los
fondos públicos. El bien común cristiano tiene que ver con el capitalismo
exacerbado. En Usa si no tienes para pagar la cama del hospital te podrás morir
en la calle. Y es el paraíso de las libertades ese país el buque insignia de
las democracias. Tampoco allí la libertad de conciencia se ejerce porque los
órganos de opinión están en manos del dinero. Los pioneros israelíes de los
kibbutz de Ben Gorrión y de Gorda Meir no quisieron que el nuevo Israel fuese
un estado capitalista. Optaron por la fórmula socialista. En su pasión secreta
hacia Sefarad Franco quiso imitar a los pioneros de Palestina. Estas granjas
agrarias que ridiculiza con tanto tino Jorge Orwell en su Rebelión en La Granja
eran koljoses soviéticos con comunidad de bienes y donde no existía la moneda.
Los hijos eran patrimonio estatal. Maneras bolcheviques en una nación
subvencionada por los grandes capitalistas. Durante mis años en Nueva York supe
que gran parte de los réditos y comisiones de los impuestos municipales que
devenga el estado de Nueva York se destinaban como ayuda al estado de Israel a
fondo perdido. Por esto los israelíes no suelen preocuparse del dinero y
algunos ultra ortodoxos recibe un sueldo del gobierno para dedicarse día y
noche para el estudio del Talmud y para crear intensamente porque algunos
hasídicos con familias de hasta quince y veinte hijos se convierten en
patriarcas bíblicos. De este modo ocurrió el milagro de que todo el lumpen de
los guetos europeos al emigrar a Israel se convierten en campesinos. Toda una
nueva experiencia. Los genes del Generalísimo quizás le estimularon a amar a la
tierra, al respeto a la naturaleza, aguardando el turno de las cosechas y
ciclos estacionales; en una palabra, vida natural. Es una de las ideas motrices
de su régimen la reforma agracia, la distribución parcelaria, el
aprovechamiento del suelo. Franco un judío heterodoxo aun sin saberlo amaba a
su pueblo y quiso lo mejor para él; lo que nunca había tenido: justicia social
y una repartición equitativa de las riquezas. ¡Arriba el campo! Eso sin llegar
nunca a los excesos de las comunas palestinas ni de las unidades de producción
agrícolas bolcheviques. Y gracias a esta política agraria e hidráulica suya que
determina que media Extremadura se convierta en labor de regadío se apagó la
sed de muchos españoles aunque algunos continúen empeñados en no reconocerlo.
Se alumbraron fuentes y pozos artesianos, lo que fue inventivo de hasta cuatro
siembras y cuatro cosechas en algunas partes. Contra verdad no hay fuerza. Esos
saltos de agua levantados durante la Oprobiosa aliviaron y en no poca medida la
seca padecida por estas tierras peninsulares sometidas a ciclos pluviosos y de carestía de lluvia en
intermitencia en los 80. La defensa de los embalses heredados del régimen
anterior por el ministro de turno en el gabinete socialista, Julián Campo, le
valieron a éste su sustitución por Felipe González. Con respecto a los bosques
y humedales que durante la dictadura se plantaron éstos sufren el acoso de una
mano criminal que azota las arboledas españolas en los últimos veranos. La
arrogancia, el oscurantismo depredador y la ignorancia de unos y otros se han
confabulado de consuno para llenar otra vez nuestra geografía de claveros. Algo
que no consiguieron las múltiples guerras que hemos tenido de la cruz a la fecha.
Los estúpidos culpan a Franco de haber plantado mucho pino y poco roble o
castaño. Bien. El Caudillo no hizo sino poner en práctica algo que aprendió de
Carlos III el Rey alcalde quien transformó la península en un inmenso bosque de
melojo y de pino algareño. Los que ahora pegan fuego al bosque alegando que
aquellos pinos los plantó el dictador y son pinos asesinos evidencian su
ignorancia y su encono. Tiran canto contra su propio tejado cabría suponerse.
Pero no son más que agentes pagados por organizaciones criminales de las
empresas de la construcción, las que se han empeñado en asfaltar de chalés y
cemento el litoral. ¡Qué buena era don Carlos III a pesar de ser Borbón! En sus
múltiples lecturas y Franco era un apasionado lector de cuanto cayera en sus
manos aunque tenía en literatura gustos poco convencionales aunque exquisitos
porque era un gran admirador del novelista asturiano armando Palacio Valdés
cobró afición a la naturaleza. La literatura a él que era topógrafo militar le
llevó a ser cazador. Un día leyó el Libro de Cetrería del Duque de Almazán
donde se contextúa que en tiempos de Juan II una ardilla podía circular desde
el Pirineo hasta tarifa saltando de quima en quima. Tan espesa era nuestra
arboleda. Un brutal esquilmo de nuestra reserva forestal debe de haber ocurrido
desde los Tras támaras del siglo XIV hasta fines del XX. Francisco Franco
sintió la añoranza de aquella España tupida de olmedas, nocedales, quejigales y
encinares. El árbol es riqueza. Sus raíces sustentan el humo de la tierra.
Pensó que con la reforestación se podría devolver su riqueza primitiva al país.
En cuanto a la regeneración moral tras los estragos del ateismo, las
profanaciones y el descreimiento generalizado de la República, se aboga por la
familia. Ésta se convertiría en el eje nucleico de la política social. Franco
trata de favorecer a la primera célula social como germen de patriotismo
protección económica y social y auge de estatus económico. Se dan por aquel
entonces premios a la natalidad y se instituye el carné de Familias numerosas.
Fue un defensor de la familia a machamartillo casi por rebeldía. Para él
protegerla devino casi obsesión y de ahí ese aumento de la clase media que fue
el cimiento seguro de la constitución de la democracia. Sin dicha clase media, el
parlamentarismo no hubiera sido posible. El que había nacido en el seno de un
hogar desunido y donde su padre Nicolás intendente general de la Armada había
abandonado a su madre se declara a favor de las leyes antiabortistas y la
indisolubilidad del vínculo conyugal. Han circulado algunos infundios sobre las
difíciles relaciones con su progenitor. Han corrido rumores de que lo dejó
morir en una pensión de la calle Fuencarral. No es cierto. Lo llevó a morir al
Pardo y le dispensó unas dignas honras fúnebres como cabría suponer de un buen
hijo. Cuando visita Madrid el Conde Ciano una de las primeras realiza es un
responso ante la sepultura de don Nicolás en el cementerio de la localidad
cercana a Madrid. Así y todo el Intendente de la Armada del que se habla muy
poco y del que apenas si se conocen fotografías forma como un enigma. O en todo
caso es una nebulosa en la biografía de Francisco Franco. La ausencia de
noticia se debe sin duda a su disgusto con el mundo de las comidillas y la
murmuración a la cual son tan aficionados los españoles. Guardó celosamente su
vida privada. Hay de todas formas un elemento trágico en los Franco y
misterioso: su hermano Ramón el piloto el héroe de la operación Plus Ultra y el
que se sublevó contra la monarquía y estuvo condenado a muerte por haber
encabezado un golpe de estado sus relaciones fueron frías pero cordiales. Ramón
murió en una operación aérea y en extrañas circunstancias en Mallorca al poco
de comenzar la guerra. Pero a Nicolás lo mantuvo cerca de sí. Fue unos de los
conspiradores del Movimiento en su capacidad de embajador en Lisboa. Franco
adoraba a su madre y a su hermana la locuaz Doña Pilar. En cuanto a su
matrimonio con Carmen Polo de Franco no cabe otra cosa que decir que fue un
matrimonio modélico sin ostentaciones y de familia media española. Su hija Mari
Carmen, a la que llamaba la “Nena” y la “Morucha”, viajaba en tren regular e
hizo el servicio social como cualquier muchacha de su tiempo. Nunca hubo lujos
en su hogar y a diferencia de otros políticos tan amantes del despilfarro él se
condujo de forma austera. Fue un padre un marido y un abuelo modélico espejo en
el cual habrían de mirarse los españoles de su generación.
La campaña de Rusia
lo crudo del invierno y el tremendo esfuerzo bélico que hubo de llevar a cabo
Alemania se saldaría con un balance negativo para el Reich. A partir de marzo
del 42 el fiel de la balanza comienza a oscilar del lado de los aliados. Los
discursos de Hitler se hace cada vez más a cara de perro y mantienen un tono
desesperado paranoico histérico. En España la opinión pública empezó a pensar
que había llegado el final. Las noticias que venían de las escenas del combate
eran alarmantes. Aumentaban las bajas de la División. En febrero sin embargo
Muñoz Grandes es recibido en la Chancillería y condecorado con la Cruz de
Hierro con hojas de encina y de laurel. Fue cuando pronunció su sentencia de
“Spanische Soldat Sehr gutt”. Muchos de los eran veteranos de Teruel Brunete y
el Ebro. Con independencia de que militarmente la aventura fuera un desastre
aquellos veteranos dejaron en alto el estandarte de los regimientos en los
cuales estuvieron encuadrados. Pero arriesgados en la batalla lo que no podían
soportar aquellos guripas eran el tedio de las trincheras y las bajas
temperaturas. Se empiezan a detectar algunos brotes de indisciplina y de
desertores. Mucho morían arrecidos. A medida que se derrumba el frente del Este
se produce un regreso escalonado. Infantes sustituye en el mando a Muñoz
Grandes. En aquel primer licenciamiento regresaron al termino del invierno de
1942 Emilio Lorenzo el gran catedrático de Anglística y Germanística de la
Complutense. Álvaro de la Iglesia. Fernando María Castiella. Víctor de la
Serna. Rodrigo royo y Dionisio Ridruejo. Las desdichas y frustraciones de la
guerra en Alemania la escasez de víveres el odio y el resentimiento a los que
se considera culpables o incitadores de aquella guerra hace que arrecie la
persecución contra las minorías étnicas. Había que buscar chivos expiatorios de
un conflicto que sus capitostes habían urdido lográndose poner en franquía si
eran ricos en el extranjero dejando atrás a los pobres a los sastres a los
carpinteros a los zapateros remendones. Será su coartada. Las guerras traen
injusticias pero la Verdad causa baja
desde un primer momento dando lugar a la mentira programada; esto es: la
propaganda. Los rusos en el Este estaban siendo implacables. Aldea en la que
entraba toda la población civil alemana era sometida a vejámenes y por
supuestos todas las mujeres eran violadas. Se había pensado por el alto mando
enviar a la población hebrea remanente o que venía huyendo del avance soviético
enviarla a Madagascar pero a tal fin se necesitaban muchos marcos de
presupuesto y la economía germana estaba en ruinas. Stalin ya los estaba
enviando a Siberia. Los alemanes habilitan los tristemente famosos Campos de
Concentración. Himmler y Martín Bormann y el propio Goebbels prometen vengarse
con la Die Endlösung pero no en todos los campos se pensó que era
conveniente con exterminar a los reclusos. La mayor parte perecían de hambre.
Eso sí: cuando fallecían eran incinerados en hornos crematorios. La filosofía
sobre lo que aconteció allá se basa en testimonio de los newsreels británicos
acerca de las atrocidades cometidas por los capos pero ese dolor no basta para
hacer del mismo toda una religión que extermine una culpa histórica. Una nueva
religión un nuevo testamento no se puede basar nunca en la venganza ni en el
rencor. A España las noticias que llegan al respecto son confusas o amañadas
por la mano vigilante de los servicios de información alemanes. De un modo
indirecto el público en general empieza a tener noción de las persecuciones
contra ellos a través de las crónicas de los corresponsales en la Francia
ocupada. Los cables no son alarmistas. Se trata de inculca a los lectores la
idea de que se trata de una cuestión de mero trámite. Pero el gobierno de viví
obliga a todos los ciudadanos de ese origen a llevar pegada a la solapa La Cruz
amarilla. Regresan por tanto a Europa los sambenitos. Hubo corresponsales como
José Ramón Alonso un viejo colaboracionista de los nazis y un sujeto muy
peligros cuando escribía en las paginas de Pueblo y el arriba que recalcando
las tintas se ensañan con los pobres portadores del baldón de la ignominia. Alonso
el ovetense se explica: “La medida es lógica si pensamos que Francia se ha
convertía en un basurero israelita y algo había que hacer”. Este periodista de
infausta memoria que luego se hizo muy demócrata desde luego era un partidario
a las claras de la solución final. Dios lo haya perdonado.
Por el fervor y el
entusiasmo y el despliegue de banderas que registra la estación del Norte en la
mañana del 23 de abril de 1942 donde se había congregado un inmenso gentío
agitando insignias españolas y con gritos de viva España podría colegirse que
venían ejercito vencedor. Nada más cierto de la realidad. En el expreso de Irún
llegaban dos mil militares de la Blau repatriados. Era un ejército vencido.
Cuatro de los veinticinco vagones del tren eran convoyes hospital. Unos
cuatrocientos venía heridos o con mutilaciones a causa de la gangrena o
congelaciones recibidas en la estepa. Nombres de lugares tristes como Ilmen
Novgorod o Smolensko saltaron entre lágrimas a algunos labios. Una tercera
parte de los que salieron en la segunda remesa a luchar contra el Comunismo
había perecido o fueron hechos prisioneros. Dionisio Ridruejo fue uno de
cuantos tuvo la suerte de regresar en aquella primera expedición. Pero él no
hizo el viaje de vuelta en ferrocarril como los demás sino en un junker fletado
desde Templehof a Barajas por los nazis. El camarada Ridruejo era aguardado en
el aeropuerto por el ministro de Exteriores serrano Suñer y el Ministro
Secretario del Movimiento, Arrese. Pedro Laín Entralgo por aquellas fechas era
consejero nacional de Falange y fuguró en la delegación que salió a recibir al
representante del Partido. Algunas ratas empezaban a abandonar su barco.
Algunos repatriados hicieron declaraciones. Todos se sentían muy felices de
regresar a sus casas y con ganas de “olvidar todo aquello”. Hay un punto en que
coinciden los manifestantes: la crudeza del invierno y que aquella guerra no se
parecían nada a la que habían vivido en España ni se parecería a ninguna otra
más. Era un conflicto sangriento geográficamente muy extendido y en el que el
arma aérea y los tanques llevaban la voz cantante haciendo alarde de un poder
destrucción como no se había nunca conocido. Todo parecía como un experimento
para probar la capacidad letal de algunos inventos. Las prisas por regresar a
sus cantas y el velado desencanto de la experiencia o el llanto por los
camaradas fallecidos en combate marcarían de por vida a aquellos españoles
recios. La tarja del dolor les había
dejado una muesca. Se habían ido casi unos niños y regresaban hombres curtidos
veteranos de guerra y de la vida. En el alma de algunos de ellos se operó una
suerte de transformación. Pero de esa crisis catártica va a nacer una de las
generaciones más imponentes de hombres que ha dado este país. Dicen algunos que
Rusia transforma. Que tampoco es un país como el resto. El retorno de la Blau
coincide con el nacimiento de una facción crítica al Régimen. Amargo siempre
suele ser siempre el retorno del soldado. Dionisio Ridruejo va a encabezar esa
corriente de oposición. El fracaso de aquella campaña no sólo frustró algunas
de sus ilusiones sino que les cambió por completo. El hambre y la carestía de
vida se encargarían de doblegar no pocos ánimos. Tiempos de escasez. Arrecian
las campañas de prensa contra los consumeros y estraperlistas. Un chiste en el
amanecer de Zaragoza muestra a un españolito de a pie que se dormía bien
arropadito en mantas cerca de una despensa surtida una lumbre bien guarecida un
albornoz de felpa una zapatillas calientes y una buena pipa.
eeeeeeeee
Capítulo
V
EL GRAN PERIODISMO DE AQUELLOS DÍAS
Un repaso a la
hemerografía a la sazón nos reafirma en la idea de que se escribía bien un buen
castellano y latía en el alma española un espíritu de superación y de
reconciliación. No existían comisarios de la autocensura ni miradas orwellianas
que peinaban las planchas con sus ojos de Argos. La escuela de periodismo
creada en el 40 había servido para convertir el periodismo en una profesión. De
aquí la lectura de lo que se escribía en los papeles por esas fechas deje un
buen sabor de boca en el lector. Juan Aparicio aquel granadino de la alpujarra
y jonsista era no sólo un archivo viviente sino que, hombre bondadoso y
paternalista, abrió el camino a muchos. Algunos de sus alumnos vieron
interrumpidos sus estudios por la llamada de las armas y se alistan en la Azul.
Estos soldados periodistas van a estar a la altura de la hora histórica que les
tocó vivir. Es la hora de los grandes corresponsales de guerra. Ellos cuentan
lo que acontece en la taiga. Se emborrachan de cerveza rubia y de cantos de
Lilí Marlen y Yo tenía un camarada o recitan en las trincheras los versos
heroicos de Píndaro. Escriben desde el frente contando sus fatigas: el pan
cocido de varios años, la mantequilla y el paté y la buena petaca de tabaco
algo que nunca debiera faltar en la escarcela del guerrero del III Reich.
Destaca entre ellos Rodrigo Royo uno de los hombres más grandes del periodismo
español. Polonia se parece a la Mancha…ante nosotros desfilan perezosos y
apagadas la estrella de David cosida a sus espaldas. ¡Pobre gente! Firma sus
crónicas bajo dos seudónimos: “Carlos” y “Patrón de España”. En una carta a su
madrina de guerra Magda elogia al pueblo alemán y dice que ha visto caravanas
de judíos que se replegaban ante el avance ruso en la ciudad de Augustow cerca
de Grodno. Los ciudadano portadores del baldón no son molestados ante bien
compadecidos por los locales que les proporcionan agua y víveres… seguimos
avanzando después de verlos pasar. Bajo nuestros pies el polvo que quema. Al
anochecer sopla una brisa refrescante, querida Magda. Es el aire de la estepa.
En insertos posteriores publicados en periódicos de la cadena del Movimiento el
Camarada Carlos Patrón de España describe sus impresiones a la llegada a una
isba de campesinos rusos con sus olores nauseabundos y las “piltrafas humanas
creadas por veinte años de socialismo”. Nos vamos aproximando a la frontera
lituana. Grodno, su capital, es una ciudad simpática con su catedral católica y
su judería… estrellas amarillas nuevamente… cuando entren los alemanes esta
gente lo va a pasar mal. Son las primeras noticias que tienen los españoles de
lo que está ocurriendo allí y del tema del holocausto. Se nota a veces la mano
de la censura alemana que no dejan pasar las frases de conmiseraciones de los
soldados españoles hacia los judíos con los que se solidarizan y
confraternizan. Cuando regrese a España Rodrigo Royo y publique su novela
Guerra se contará allí por menudo cómo fue arrestado por salir con una chica
judía en Vilnius. Y serían precisamente los hebreos los que salvarían a Luis
Pablos de una muerte segura cuando es hecho prisionero por los partisanos y sus
captores ven que la insignia de su unidad no era alemana sino española. Estaba
Vilna hermosa sobre la primera nieve de octubre con sus troikas y sus
cascabeles. La dejamos atrás y seguimos caminando la gran marcha hacia el Este
en dirección de Minsk. Dormíamos en los almiares acogedores pero traicioneros
pues la zona estaba infectada de partisanos. Los caminos se hacen
impracticables con los primeros lodos cuando dejamos la autopista. Los
carromatos de intendencia se hunden en el cieno de la taiga… hay bailes en
retaguardia a los que acuden algunas panienkas que te dan un beso si les
regalas unas medias de cristal y si entras en una isba y le pides algo de comer
a los campesinos estos te responderán con una sonrisa: niema caroba niema
maleiko (no tenemos vacas no tenemos leche)”. Aquellos jóvenes habían ido a
combatir una guerra que no era la suya. Abren los ojos ante un mundo
conflagrado y lleno de odio. Su actitud es resignada sorprendida y llena de
añoranza de la patria que dejaron atrás. Para combatir la murria y fomentar la
solidaridad de los cuadros la Blau tuvo su propio diario de campaña. Se tiraba
en Vilna y su director era Antonio de Zubiaurre, maño. Al principio era un
periódico mural confeccionado basándose en retazos de la Codorniz y donde las
noticias deportivas eran el plato fuerte. El fútbol era la mejor forma que tenían
de evadirse de aquella realidad de la guerra y pensar en España. Esta hoja de
campaña llegó a tirar 20000 ejemplares. Fue un raro espécimen de insólito
periodismo de trincheras. La redacción estaba en Riga. Entre los muchos
problemas que hubieron de afrontar los autores fue el de la ñ. esa letra no
existía en el alfabeto letón. Los cajistas tenían que hacer virguerías por
falta de vírgulas. Muchos de sus redactores y colaboradores no regresaron
jamás. “A muchos de ellos ya no los podré abrazar. Cayeron allá” comenta
Zubiaurre en una entrevista en el Amanecer de Zaragoza.
Eran tiempos sin
rumbo pero la espontánea visión del mundo y la marcha de la guerra que ofrecían
aquellos cachorros del periodismo que en Rusia maduraron a una realidad
infausta – la estepa los transformó- va alzar sospechas no sólo en los mandos
del ejercito alemán donde se pensaba que los soldados españoles eran valientes
pero un tanto indisciplinados, además de pelear en una guerra que no
comprendían, que no era la suya, sino también acá de los Pirineos. La noticia
de que algunos combatientes se habían pasado al enemigo y que ayudaban a los
judíos perseguidos determina un clima de recelo. Empieza la caza de brujas.
Vuelve la censura y durante algunos meses la prensa española se va a negro con
respecto a las noticias que vienen de allá. La Blau de Cabrera Infantes no es
ya la de Muñoz Grandes y cunden aires de derrota. Las noticias que se ofrecen
con cuentagotas se publican censuradas. En las ediciones del Arriba del 43
podrá el curioso lector si se pasa por las hemerotecas que hay columnas en
blanco.
El día que David
Jato es nombrado delegado nacional de Información y de Investigación Mickey
Roney se casaba con Ava Gadner. Las noticias del corazón del todo escapistas
priman sobre las sesudas y peliagudas realidades de aquel entonces. Empieza a
implantarse el gusto por la prensa rosa pues ya de siempre, desde las corralas
y desde los patios de Monipodio, los españoles tuvieron inclinación hacia el
cotilleo. El 29 de noviembre del 42 había caído Stalingrado en manos de los
alemanes poco después de que la cruz gamada ondeara sobre lo alto del Elbrus
(5.360 m) el pico más alto del Caucaso, pero el dominio sería por poco tiempo.
Las fuerzas de Von Paulus iban a ser víctimas de una gran encerrada y sobre el
hielo de aquella urbe a orillas del Volga se daría principio a una de las
batallas más sangrientas de la guerra mundial. Paralelamente los panzer
germanos conquistan Ucrania el granero de Europa y entran en las tierras
negras. La Wehrmacht rescata a un grupo de niños de la guerra –dos eran
asturianos- que habían sido internados por los bolcheviques desde Kiev y son
repatriados desde Berlín. Una buena noticia. Arrese se entrevista con Hitler y
con el Reichleiter Martín Bormann y parece ser que a raíz de dicha entrevista
surgen nuevas purgas en FE. Planea sobre muchas mentes el miedo de la caza de
brujas. El conde de Mayalde templa gaitas para apaciguar el disgusto de Hitler
con Franco y con los españoles. Éste le llegó a manifestar sin ambages al
diplomático que Franco le había engañado en Hendaya. Mayalde le contestó:
-Nuestra lealtad, mein Fúhrer, hacia
Alemania es incuestionable.
Bajo cuerda el buen
conde hace lo indecible para acoger en su legación recién inaugurada y un
edificio impresionante para acoger a algunos judíos perseguidos alemanes. Eran
esposas o familiares del personal de la embajada. Mayalde aparte de un buen
diplomático, reconocido ganadero que no se perdía una feria de San Isidro, fue
un gran alcalde de Madrid, puesto que para no rasgar la tradición España suele
producir políticos que son una auténtica calamidad pero muy buenos alcaldes y
este estuvo en el cupo aunque a pesar de lo mucho que hizo por los judíos no lo
pusieron en la lista de Schindler como tampoco a Sanz Briz ni a Franco. Ni
siquiera un gracias por los servicios prestados. Acusaciones de fascista y
tente tieso. Todos estos olvidos, ingratitudes, desmemorias cuando solo se
memoria lo que cumple e interesa, más que los procedimientos inquisitoriales,
sirvan para poner en cuarentena de dudas el magno acontecimiento sobre el que
parece girar toda la vida moderna: El Holocausto. Muchos de buena fe y que no
tenemos nada en contra del pueblo judío nos preguntamos si la historia se ha
puesto al servicio de la propaganda y de si en esta obsesión no habrá de las
recomendaciones de los gusanos goebbelsinos de que una mentira repetida mil
veces se convierte en una verdad y si la insistencia es de un millón estamos
ante un verdadero dogma de fe. Sea como fuere, el “fascista” conde de Mayalde
practicó la máxima evangélica del buen samaritano.
3-XI-1942: nace El Español una revista que durante
varios lustros ha de ser el aglutinante del nuevo periodismo en ebullición. El
susodicho Juan Aparicio lo dirige. Pronto va a ser nombrado Delegado Nacional
de Prensa de la Secretaría del Movimiento. Hay grandes colas a la puerta de las
sucursales de auxilio social. Se impone el plato único. Los españoles nunca
tuvieron a pesar de su hético semblante que les daba aspectos de caballeros de
la triste figura, del escorbuto y de la tuberculosis que hacía estragos mejor
salud. Ahora nos pesan en esta democracia quizá demasiado las carnes.
Un mes más tarde los
americanos hacen saber a Franco a través de su embajador en Madrid Carlton
Hayes que preparan una serie de operaciones en el norte de África y le conmina
a estarse quietecito pues le conviene. De lo contrario se procedería a una
invasión del territorio español montada desde Portugal. Franco calla y no le
queda otro remedio otorgar al ser sabedor de los planes de Roosevelt. Empieza
para él un tiempo de prueba. Las preocupaciones le hacen engordar como a mucha
gente. En el reajuste ministerial de las navidades de aquel año salen Arrese[11]
y Serrano Suñer. Sustituidos por el joven Fernando Castiella[12]
que a pesar de que tenía 34 años acababa de ser repatriado de la División Azul
y de Fernández Cuesta amigo de José Antonio. Los incidentes a la salida de una
misa en el santuario de Begoña en la cual los falangistas dieron muerte a un
monárquico se cifran como la causa de este viraje político. La causa de todo
fue Varela. El héroe de Brunete no contaba con muchas simpatías en el ejército.
Quería reducirlo a la mitad. Además conspiraba a favor de don Juan. Sea como
fuere el caso era que Franco tenía que cambiar el rumbo y volver a jugar con
otras cartas después del desplome alemán. La entrevista con Hayes más que una
entrevista habría que calificarla como un ultimátum. El norteamericano un
hispanófilo especialista en los Místicos se vuelve en conspirador a favor de
los monárquicos. El Caudillo lo mantiene a raya gracias a su sangre fría.
Aciagas horas vivió su gobierno en aquellos finales del 42 cuando el mundo
latino celebraban el bimilenario de Tito Livio, aquel paduano que fue padre de
la historiografía clásica. Sus anales plagadas de largas cláusulas y de
enrevesados hiperbatones brindaban un escapismo más saludables que los
comentarios deportivos del diario Marca. El español siempre fue esa índole
escapista. Nos gusta evadirnos de la realidad. O con los goles del delantero de
turno o con los libros. Que viene el rey. Esta frase murmurada en voz baja y
que yo escuché en baja a mis padres como si fuera un mal presagio quizás fuera
una profecía del marasmo en que habría de caer nuestra patria. El personal se reunía
en torno a la mesa camilla. Las conversaciones eran en voz baja. Se temía una
conspiración. Un editorial del Arriba lo reconoce: Hay tensión para los que vivimos desde Algeciras hasta la orilla del
Nervión. Se fraguan estrategias asustadizas en los cenáculos. Las
simpatías hacia la Wehrmacht se cuestionan por muchos, a sabiendas de estar
apostando a un caballo perdedor. En las navidades del 42 mucho más austeras y
gélidas que las del precedente no hay aguinaldos para los soldados de la Blau.
Y se insiste en un aspecto: aquellos destacamentos fueron de jornada no por
simpatías hacia el régimen nacional socialista sino por la repulsión que siente
todo español hacia el comunismo. Queda dicho. Pero viene la hora de los espías
y nos encontramos en la capital de España con un ambiente denso de sospechas y
de delaciones. Nadie se fía de nadie. Los españoles dejaron de hablar de
política. Cualquier individuo que nos topáramos por la calle vestido de
gabardina gafas oscuras y sombrero de ala ancha podía ser un espía inglés o un
agente de la GESTAPO. Churchill sopesaba la posibilidad de orquestar un golpe
de estado para derrocar a los franquistas. Eso exaspera a muchos falangistas
contra los monárquicos anglófilos. Y se dice que las maniobras para restaurar a
Juan de Borbón en el trono del que había abdicado su padre era una maniobra de
la masonería. Otra de tantas. En España la nobleza ha sido por lo general
anglófila y el pueblo anglófobo. En Fortuny entró a reinar en la embajada
británica un israelita: Lord Templewood un pariente de Disraeli y el hombre de
los Rotshschild en España. Don Samuel Hoare tejió la tupida maraña de la
conspiración para transfretar judíos prófugos de Alemania a Estados Unidos y a
Palestina. Se crea el hogar judío en Barcelona. Conspira contra Franco al
tiempo que recibe de éste carta blanca para por razones humanitarias salvar a
cuantos más judíos fuese posible que ya lo hemos dicho él admiraba a esta raza
pero como buen gallego se previene en frontera o mejor dicho en sorna y cachaza
y neutraliza los intentos destabilizadores de Gran Bretaña apelando al empuje
de sus fuerzas de derecha. Los falangistas organizan ante la legación inglesa
una manifestación de las que hacen época. El ministro de la gobernación Camilo
alonso Vega manda a toda la policía armada que encuentra a disposición para
evitar el asalto a la embajada y en un instante en que Templewood le pide que
haga algo por él don Camilo le dice:
-¿Quiere embajador que le mande a los
civiles?
Contesta el
embajador:
-señor ministro, lo que tiene que hacer
es mandarme menos manifestantes.
La plaza de Bilbao
era un clamor al grito de “Gibraltar español”
En pleno Blitzkrieg
y con las bombas de la Luftwaffe haciendo zarzamillo barrios enteros de Londres
un conflicto armado con España hubiera debilitado más de lo que estaba a John
Bull. Franco se las tuvo tiesas. De no haberse llamado a andana el bueno de
Templewood y los Palmerston de turno a lo mejor los aliados hubieran perdido la
guerra. Londres sigue manipulando sus hilos secretos. Juan Pujol un periodista
era el hombre de los británicos en España y los alemanes no se enteraron. El
gobierno decreta la movilización parcial, hay síntomas de movimientos de tropas
no sólo en la frontera portuguesa sino también en la otra vertiente de los Pirineos.
Allí se activa la resistencia francesa y el maquis. Churchill tanteaba el
terreno. Quería reconquistar las Baleares y que ondeara de nuevo la Union Jack
en Mahon. A este respecto fue de un gran valor el soplo de Canaris quien dijo
que a los alemanes lo que verdaderamente les interesaba era tener una base de
operaciones en las Canarias como plataforma de un eventual ataque continental a
los Estados Unidos pero ya era un poco tarde. En Berlín cunde el recelo,
insistimos contra el conde de Mayalde, al que se acusa de favorecer a los
judíos y de capitanear una operación rescate en la que se movilizarían todos
los diplomáticos españoles de Bucarest Sofía Roma Atenas y Budapest. Se otorga
pasaporte español a todo aquel que pudiera demostrar que tenía ascendencia
española.
Mayalde es
sustituido por Ginés Vidal y Saura. Le aguarda una tarea dificultosa. Hay
problemas con la División Azul que se resiente de indisciplina. Ha habido un
gran número de bajas y como consecuencia muchos han desertado. Surgen asimismo
fricciones entre militares españoles y alemanes en la misma línea del frente.
Los oficiales de la Wehrmacht no comprenden la inconsciencia y desprecio a la
vida de sus colegas hispanos que saltaban las líneas para hacer un prisionero o
coger agua y que no seguían el código de seguridad de la milicia alemana. Un
capitán pontoneros les llama locos. Spanishe
Soldaten sind tapfer un verruck. No se preocupan de cubrir la retirada
y hablaban con los rusos en las aldeas o salían con muchachas que podían ser
enlaces de los partisanos. Como consecuencia de este malestar licencian a
varios batallones y los mandan a casa. Hay crispación en Madrid mientras tanto
pues no parece sea broma lo de la invasión de los ingleses. Acotamos un
articulo de Bartolomé Mostazo otro germanófilo de ocasión: España siempre con Alemania... mano a la
espada y por el imperio hacia Dios. Que se escuche la voz de mando y España se
abalanza. Caray con el zamorano. Mostaza era muy pequeñito casi
insignificante, yo lo tuve o padecí como profesor en la Escuela de Periodismo
pero caramba como se las gastaba. Hasta los sesenta fue el comentarista de
política internacional de Radio Nacional de España. Había dejado sus
planteamientos germanófilos y se hizo de la Democracia Cristiana. Escribía en el
YA.
ffffffffff
Capítulo VI
VENCED AL COMUNISMO CON JUSTICIA SOCIAL
Los artículos de
periódico del Dr. Goebbels en Das
Reich, citados con profusión por algunos corresponsales, a medida que la
guerra avanza hacia su fin se hacen más sucintos pero marcan un baremo de
referencia para determinar que en 1943 la persecución antisemita alcanza su
cenit. “Los judíos-escribe el edecán de Hitler-están a punto de perder la
partida. Ellos fueron a la vez los inspiradores del bolchevismo y de la
plutocracia. Hemos desenmascarado su complot”. Luego Goebbels se explaya en un
análisis acerca de cómo el Dios judío es un dios nacionalista que abomina de
los demás y que pretende la esclavitud de toda la humanidad sometiendo a todas
las razas que no sean la de la circuncisión. Pero no sucedían los
acontecimientos como los pintaba la propaganda de Berlín. En enero del 43
Stalin va a disolver la Internacional comunista. Las ideologías dan en quiebra.
Lo importante para el líder ruso no era saber quien llevaba la razón sino ganar
la guerra. El régimen considerado ateo y que había convertido las catedrales
del Kremlin en museos del ateismo cuando la patria se halla en peligro suplica
el auxilio de los popes. Los sacerdotes ortodoxos aparecen de nuevo con sus
sotanas desgarradas y sus luengas barbas bendiciendo con agua bendita a los
voluntarios que van al frente. Ocurrió de la misma forma otrora. Napoleón fue
derrotado en Vorodino en nombre de la Madrecita Rusia y de la Santa Ortodoxia.
Roosevelt mientras su esposa judía baila con el pueblo en times square en corro
y a la manera que suelen hacerlo los hebreos cuando llegan a Nueva York
noticias de nuevas victorias aliadas acusa a Japón de estar preparando una
guerra de gases. Él tenía la carta de la bomba atómica bajo la manga. El
gobierno americano siempre tan sibilino había dado luz verde al Proyecto
Maniatan. En el desierto de Almagordo se conducían en secreto las primeras
pruebas nucleares sospechando que los físicos alemanes estaban en el secreto de
los mecanismos de la fisión. Los alemanes, pioneros en el lanzamiento de
cohetes, no tienen tiempo para desarrollar la temible arma secreta de la cual
hablaba Hitler y que no eran otra cosa que los V2 un invento del ingeniero
Cerner Von Braun al que luego capturaron y llevaron a trabajar a California. El
12 de junio de 1943 aparece una carta en los periódicos de un expedicionario de
la Blau que desde Riga pide libros para entretener el ocio de los parapetos
para sus compañeros en el frente. Sin embargo no se trataba sino de un mensaje
cifrado que venía más o menos a decir: “Estamos dejados de la mano de dios.
Esto es el final”. Ese mismo día en Brandenburgo el mariscal Rommel, héroe del
Alamein, el “zorro del desierto” era condecorado. Con la medalla y las hojas de
roble recibió de manos de Hitler una cajita con las cápsulas. Pero sólo se
suicidaría nueve meses más tarde. Francia se estaba llenando de caperuzas y de
gorros frigios. En la prensa de Viví aparecen caricaturas derogatorias de León
Blum al que se califica de “moderno barba azul”. Y José ramón alonso vuelve a
la carga: “No os preocupéis por ese. Es judío desde la enésima generación”. El
gobierno Laval había recluido al ex primer ministro en un campo de los Pirineos
donde se le permite contraer nupcias por sexta vez. Sobre la figura del “rojo”
León Blum flota una sombra de misterio. Era el delincuente internacional más
buscado. Los alemanes habían puesto precio a su cabeza pero consigue salvar la
piel de la misma forma que don José Ramón que en paz descanse –comment allez vous
monsieur- consigue hacerse demócrata. Tenía anchas espaldas y buena percha. Le
caía tan bien la chaqueta de comisario como la americana cruzada para ir a la
Castellana a aclamar a Eissenhower. Lo pasado pasó. Pelillos a la mar. Dicen
que Blum sobornó a los carceleros. Consigue ganar la frontera de España con
mejor fortuna que Walter Benjamín el cual llega a Port Bou pero pensando que
los guardias españoles eran compinches de la GESTAPO se pega un tiro en la
sien. El novelista alemán no tenía buena información. España era puerto de
libertad y casi un coladero como tantas veces. Con celeridad de vértigo se suceden las noticias. Nunca
fueron los diarios tan novedoso ni con tanto interés como entonces. Por ejemplo
el 23 de junio de 1943 con motivo de cumplirse el segundo aniversario del
inicio de la operación Barbarrosa contra los soviet los alemanes reconocen que
va a ser difícil soportar el rodillo soviético y los organillos de Stalin. El
idioma alemán siempre se ha prestado para la acuñación de términos lapidarios.
El rodillo ruso es más que una frase también en la España de los 80 se hablaba
del rodillo socialista. Cuyos epígonos eran hijos de gente de la Blau o de los
mandamases de FE. Pero no digo nombres. Corramos un tupido velo. El deán rojo
de Cantorbery el arzobispo Fischer es condecorado con la orden de Lenin en el
Kremlin. El ilustre excéntrico prelado se declara incondicional admirador de
Stalin que por cierto en aquellas fechas estaba a partir un piñón con sus
eclesiásticos. Se produce un accidente aéreo sospechoso en el aeródromo de
Gibraltar. Un avión de la RAF se sale de la pista. Perecen todos sus ocupantes.
Abordo iba el general Sikorsky jefe del gobierno polaco en el exilio. ¿La mano
larga de la NKVD? ¿O fue el fuego amigo de los ingleses? Sikorsky pasaba por
ser uno de los enemigos acérrimos de Stalin e incondicional de los británicos.
Los polacos estaban sacudiendo duro a los alemanes y se habían unido a los
soviéticos que acabarían zampándose también Polonia en su avanzada hacia
Berlín. A las pocas horas del suceso. El FO se apresuró a decir que el
accidente había sido fortuito. Puede sin embargo que jugando a er sospechosos y
por aquellos de los tan traídos y llevados intereses británicos pues a ser
pérfidos a los ingleses nadie les gana la mano. Asi que presionados por Stalin
no dudaron en ofrecer en bandeja la cabeza del incomodo gobernante polaco para
congraciarse con el Oso del Kremlin. Gran Bretaña carece de amigos. Sólo
intereses. Y su reina come sola en palacio. Una heroicidad. Un destacamento de
la Blau para proteger la retirada de la Wehrmacht defiende la posición “Finger”[13]
a costa de 180 bajas. Pero no pasaron los ruskis. A los supervivientes el mando
alemán les condecora y les da un permiso para pasarlo en Riga. Entre los héroes
se encuentra nuestro querido Rodrigo Royo. Un tiro le destroza el talón. Pero
no seria un caballero mutilado. Sería un cojo toda su puta vida. En Francia se
debaten las leyes antisemitas. Con el rigor intelectual que les caracteriza,
dites donc, es muy difícil precisar quien es judío y quien no y quien debe
arrancarse o quedarse con ella tan tranquilo una estrella amarilla. El gobierno
Laval está pasándolo ya muy mal. El 10 de julio de 1943 Eissenhower ataca
Sicilia. Los acontecimientos se precipitan como una melaza. Es la fuerza
imparable de la historia. Europa entera va a transformarse en una inmensa brasa
estremecida por los impactos de la artillería de costa o de los impactos de los
V-2. En medio de esta carnicería España se mantiene al pairo como flotando en
medio de los acontecimientos. Los españoles podrían dormir sin zozobra. Sin
embargo un hombre pequeñito se echa la cruz de todos sobre sus hombros. Hasta
altas horas de la madrugada estaba encendido el flexo del Caudillo trabajando
de noche. Era la luz del centinela de Occidente. Haciendo la ronda y sin
dormirse en la posición. En el cuartel cuando era comandante en África las
imaginarias eran habituales. Ahora los turnos de vela eran un poco más
complicados que los de un capital de cuartel. La bombilla seguía encendida.
Faro de salvación para muchos españoles. Mientras otros especulaban sobre la
solución final, él trataba de
reconstruir el país buscando la reconciliación entre los españoles. El 26 de
julio de 1943 el general Bodoglio sustituye a Mussolini y por esas fechas
Enrique Himmler era elevado al cargo de ministro de la gobernación. Eso
significaba que los servicios secretos se hacían amos y que la GESTAPO
determinaría el internamiento de los judíos europeos. La idea era dejarlos
morir de hambre como represalia a aquella guerra que había sido provocado por
las logias judeomasonicas. No cogieron a los peces gordos y como siempre ocurre
fueron los más pobres e inocentes lo que pagaron la deuda de la supuesta
conspiración marxista que ocasionó la revolución de octubre y produjo seres tan
deleznables y tiránicos como Beria implantando el comunismo al tiempo que
exaltaban el capitalismo en América. La suerte de Hitler estuvo echada al ir
contra Rusia que parecía derrotada por las hambrunas de los años veinte y las
brutalidades del terror rojo. Había que buscar chivos expiatorios. Pero no se
puede matar a los judíos. Trae mala suerte. Algunas cabezas pensantes del
régimen hitleriano había pesando plataforma a toda aquella masa de desarrapados
a Sudamérica a Madagascar y se sugirió la idea de llegar a un acuerdo con
Stalin para concertar su emigración masiva hacia Siberia. ¿Hubo una voluntad de
exterminio masivo o de genocidio? ¿Se los exterminaba sistemáticamente o se les
recluía como desafectos y elementos peligrosos? Después de todo en la
democracia norteamericana los independistas puertorriqueños fueron condenados a
cadenas perpetua por el mero hecho de rechazar la constitución de Jefferson.
¿Hasta donde llega la verdad y en qué se diferencia de la propaganda? ¿En
nombre del Holocausto puede el estado hebreo recluir a los palestinos en campos
de concentración imitando a sus odiados nazis? ¿Es una alegación legítima o un
pretexto para dominar el mundo? En España se celebra mientras tanto el
milenario de la fundación de Castilla por el conde Ferrán González el primer
mojón de nuestra españolidad. El benedictino Fray Justo Pérez de Urbel escribe
una biografía de aquel augusto personaje el primer hijo de la raza mientras los
analistas militares ponderan cuánto tiempo podrán aguantar los alemanes el
empuje anglosajón. Los yanquis se han reservado para el final y parecen
dispuestos a entrar en Europa a viña vendimiada cuando ya los ingleses y los
rusos les han hecho el trabajo sucio. Es una guerra donde ingresan nuevas
tácticas y se ha probado un armamento sofisticado y contundente. Esta guerra se
parece muy poco a las demás. Guderian se inventó el Blitzkrieg o tormenta de
acero avances relámpago y utilizando al límite la capacidad de sorpresa. Sus
tanques en dos años conquistaron para el Reich dos millones de kilómetros
cuadrados. La replica soviética es la guerra defensiva polarizada en el
desgaste del incursor. Cuando se repliegan los germanos y hacen la defensa
elástica los ruski atacan en oleadas en un derroche de armas cortas, artillería
ligera y un derroche de hombres. Los americanos se afirman preferentemente en
la guerra aérea de los superbombarderos B-52 que dejan ciudades enteras como la
palma de la mano sembrando el terror en la población civil. Únicamente después
de haber machacado el objetivo con la preparación artillera y antiaérea avanzan
sus infantes. En agosto del 43 el VIII Ejercito aliado se encontraba a las
puertas de roma y los periódicos de todo el mundo imprimen aquella imagen
patética del papa Pío XII saliendo a consolar a los heridos tras un bombardeo
de las Fortalezas Volantes con los brazos en cruz pidiendo clemencia al Cielo y
algunas manchas de sangre en su dulleta blanca. No hubo necesidad de arrasar
Montecassino pero un general australiano que descosía que allí se encontraba la
cuna de una civilización la europea la cristiana convierte el cotarro de los
sagrados muros monacales en un farallón de ruinas. Todo un presagio de lo que
acontecería más tarde. Holocausto bien pero los aliados hacían una guerra de
exterminio. En Leningrado que había resistido heroicamente a los nazis cuando
los rusos rompen el cerco los combates fueron ferocísimos. Los carobos siguen
esperando las cartas de sus madrinas de guerras. Todas se llamaban Conchita.
Muchos no verían jamás a sus dulcineas ni saldrían con vida del infierno de
Novgorod. Franco utiliza el centenario del nacimiento de Fernan Gonzalez como
un acto de sabia propaganda. Al grito de Santiago cierra a España. Pero
Castilla la gentil está muy empobrecida. En las fotografías aparece algo más
aventajado Franco. Más grueso y un poco más clavo. En Burgos pronuncia varias
arengas. Aunque no era un gran orador y tenía una voz atiplada sus discursos
suscitan raptos de pasión en las multitudes. Dice que Castilla es el vértice de
la nación pero que se han de respetar los usos y costumbres y la lengua de
otras regiones que son también España. Las ovaciones de los burgaleses se
prolongaron hasta seis minutos. Y eso que no se había propuesto firmar un
discurso. “Sólo unas breves palabras”. Al igual que él el primer conde de
Castilla era de baja estatura “rubio e
pulido”. Nuestro movimiento, dijo Franco, es la herencia de Fernán Gonzáles.
Algo que aspira a la grandeza y unidad de las Españas. El ministro de Educación
Ibáñez Martín tuvo asimismo una serie de intervenciones brillantes en estos
fastos, los primeros juegos florales que se celebran en España tras la guerra.
Ibáñez Martín dijo que el castellano se fraguó en los castillos: Osma, Gormaz,
Alcubillo, Peñafiel, Castilnovo. Y en los monasterios: Silos, Veruela, San
Pedro de cárdena. A sus abades, mitad monjes mitad soldados, les cupo la tarea
repobladora y civilizadora. La hija del jefe del Estado, Mari carmen Franco
Polo, fue la madrina de aquellas fiestas que constituyeron todo un
acontecimiento en el verano de 1943. Nuestro personaje demostró su talante para
arrastrar multitudes. Tenía carisma o, como decía el moro, baraka. Siempre
sabía lo que tenía que decir a las distintas audiencias. Si en Tarrasa su atención
se fija en el carácter industrioso y progresista de los catalanes, en Burgos se centra en la lealtad, en la
reciedumbre y el empuje de los hijos del Cid y de los que el conde Fernan
Gonzalez es paradigma. Precisamente de éste iba a elegir la divisa con que se
acuñaron aquellas primeras pesetas de “Caudillo por la Gracia de Dios”. Esta
añoranza del pasado de una España
gloriosa trae de colofón un deseo de reforma política, desarrollo material y
modernización... Se continúa insistiendo
en la tarea de repoblación forestal. A los fundadores del nuevo
Estado no les gustaba la España
desolada, como un gran apéndice de la Mancha que en su acepción árabe quiere
decir “seca”. El primer paso a dar era transformar el yermo en vergel, luchar contra la sequía
mediante la edificación de saltos de agua. Por otro lado, Franco tenía el alma
campesina y era como todos los gallegos gente apegada al terruño. Otro lema que
se propone es: viviendas dignas para todos los españoles. La política de casas
baratas y de viviendas protegidas no ha sido mejorada por ninguno de los
gobiernos que le sucedieron. La búsqueda de ideales autóctonos y típicamente españoles da como resultado una
proliferación de literatura neorromántica reexaltación de valores patrios.
Autores que habían caído en el olvido vuelven entonces al palenque de la fama.
Algunos periódicos del Movimiento tantean el regreso a la novela por entregas
de los que pueden ser muestra la ya susodicha Guerra de Rodrigo Royo o los folletines de Wenceslao Fernández Florez. Se dedescatalogan
novelistas como Navarro Villoslada y Gil y Carrasco. Fernández y Gonzalez
vuelve a estar de moda. Pocos periodos en la historia de España excepción hecha
de la Restauración viven un renacimiento literario de tal calibre. Se editan
autores nacionales. Colecciones baratas como Austral contribuyen a la
popularización de la cultura. Las gentes se encariñan con Menéndez y Pidal y
sus brillantes calas filológicas y filosóficas en el mundo de la Edad Media.
Está de moda lo nuestro como nunca lo estuvo. También hay gran. Se inauguran
los Estudios Cifela y se abre la Escuela de Cine interés por crear un cine
autóctono. Uno de los corresponsales españoles en Berlín narra sus impresiones
sobre su visita a la tumba de Enrique
Gil y Carrasco autor del Señor de Bembibre
que había fallecido allí en 1846 a los 31 años. Era un tío bisabuelo de
Gil Robles, un personaje que a juzgar por lo que cuenta en su crónica no le cae
bien al corresponsal del Arriba, Delgado
Olivares. Gil y Carrasco que había conseguido una beca para estudiar en Berlín
los Archivos Prusianos era bibliotecario. Fue un novelista precoz que amen del
Señor de Bembibre en que historia la leyenda del último templario en Ponferrada
escribió Barabato. Allí se
empapa de romanticismo y vierte ese espíritu en sus escritos. Se explaya un
mundo lánguido de ruinas y castillos, libros para leer junto al brasero, para
evadirse de la infausta realidad de los tiempos de cólera y guerra. Monasterios
abandonados. Historias de aparecidos, filtros y bebedizos. El tao del Temple,
la resurrección del culto a la Walhalla en las noches de cuchillos largos. El
Señor de Bembibre apareció bajo el pseudónimo de Ibrahim clarete y es una
aproximación al Temple cuya orden acaba de ser rehabilitada por el papa Benedicto
XVI pidiendo perdón por la quema en París de su gran maestre Jacques de Molay.
Las historias de templarios fueron popularizadas en Alemania por Goethe. El
tema es un adentramiento en las fuerzas cósmicas de lo paranormal, lo telúrico.
Estos frailes mitad monjes mitad soldados
se sintieron fascinados por la reconquista de Jerusalén para la
cristiandad y parece ser que eran unos sionistas al revés. En su liturgia
adoptaron fórmulas hebreas y árabes. Paradójicamente Hitler había acoplado al
nacionalsocialismo algunas de las simbologías honradas por el Temple. La
esvástica es copia del tao. Este romanticismo siempre sedujo a la inteligencia
española. Goethe. La Institución Libre de enseñanza. Giner de los Ríos padre
del krausismo. Ortega y Gasset que era el filósofo más popular a la sazón y que
pronto regresaría del exilio. El bachiller Enrique Carrasco un escritor precoz
y malogrado en la flor de la edad puso su granito de arena. Era un caballerete
delgaducho de tupé acartonado y que gastaba bandolina. “Que había venido a
estudiar a los románticos a Alemania – recuerda Delgado Olivares- y aquí se
fue”. Había que evadirse de la realidad y fomentar el escapismo, un arte en el
que son duchos los españoles en su gran capacidad de resistir. Franco estaba
acorralado. Los americanos estaban ya en Italia y los ingleses se aprestaban a
invadir España desde Portugal. Barcos de guerra surtos en la bahía de Gibraltar
apoyarían un desembarco por Andalucía. Don Juan en un alarde muy poco
patriótico y sin importarle el derramamiento de sangre intrigaba desde Londres.
Por la BBC hablaban Arturo Barea y Salvador de Madariaga. En sus soflamas
decían que la caída del régimen era cosa hecha. Pero desconocían al hombre.
Franco estaba hecho de otra pasta y en las situaciones difíciles solía
desplegar un gran valor. No contaban con su sangre fría ni con su capacidad de
reacción calmada. Durante esos meses se refugia en sus libros. Lee en voz alta
alguna tarde para su mujer y su hija Carmina a la que llamaba la “morucha”
novelas de Palacio Verdad. A doña Carmen Polo le gustaba la Aldea Perdida y el
Cuarto Poder en el cual se registra el amor al paisaje del amor asturiana y su
escepticismo o rechifla frente al parlamentarismo. Palacio Valdés es un autor
que cree en la ternura y en la bondad así como la capacidad del ser humano para
el progreso dentro de una vena humorística y nada tremendista. Por otra parte
don Armando era un gran patriota. Sus libros reconcilian al lector con la vida
y le ayudan a soportar sus dolamas y trabajos. Pero a veces la historia de
España parece escrita por un Turco. Nadie ha tirado cantos contra su propio
tejado con tanto brío como algunos literatos e historiadores de los nuestros.
El día que vuelva la tranquilidad de los espíritus e impere la razón y el buen
acuerdo entre los españoles los críticos habrán de reconocerle los méritos al
novelista de Entralgo que supo escribir buenos libros. En cuanto a la vida
diaria del Caudillo, sus esparcimientos habituales en aquel tiempo de guerra
eran los habituales de un militar. Cuando el tiempo lo favorece sale a dar
paseos por los encinares del Pardo o se dedica a uno de sus pasatiempos
favoritos: la caza. Prefiere no hablar de política y mantiene a raya a los
ministros y a los inevitables tiralevitas que llegaban a palacio con cartas de
recomendación. Le gusta la sencilla gente, habla con los monteros y guardas del
Patrimonio y con los guardias civiles
que están de servicio. El gesto adusto e inescrutable que adopta en los
consejos de ministros se transforma en sonrisa campechana cuando conversa con
los humildes. Esta llaneza o cazurrería gallega es uno de los rasgos de su
temperamento. “No hemos buscado
soluciones eclécticas sino verdades totales inspiradas en el Evangelio. Y
estamos dando al mundo un ejemplo de serenidad y de sabiduría. Los parlamentos
siempre se olvidaron de las clases privilegiadas, ajenos a las penalidades y
problemas reales del pueblo”, proclama en un discurso pronunciado en La
Coruña. El Evangelio era su libro de cabecera, su aguja de marear. Su gestión
política fue una búsqueda de las verdades totales: la caridad, la solidaridad
humana y la ayuda a los desamparos. Creía justamente en lo que creen los justos
de Israel. Y en el mentado discurso coruñés vuelve a proclamar su vocación de
neutralidad. Como militar algo sabía de los estragos y penalidades de toda
guerra. Y esa neutralidad salvó a redropelo de lo que ahora no admiten muchos a
centenares de miles de hebreos. Fueron centenares los que en el 43 viajan a
América a bordo del “Marqués de Comillas”. Desembarcan en La Habana y de allí
siguen hacia Nueva York donde rinden viaje. Franco al contrario que Hitler
creía en el ser humano. Había que ser longánime con el vencido y los vencidos y
dignos de compasión por aquellas fechas eran los judíos como hoy son los
iraquíes a los que Bush ha destruido su país. En 1943 el embajador español en
Bucarest recibe instrucciones para conceder la nacionalidad a todos los
sefarditas que puedan acreditar su ascendencia. Así lo cuenta el corresponsal
Nieto Funcia corresponsal en los Balcanes en una crónica en la cual se refiere
a otro español Trajano el emperador que conquistó Dacia consiguiendo establecer
un puente de conexión con Asia. Había nacido en Coca. En la ley de doble
nacionalidad parece ser que se adopta la fórmula de manga amplia. Se estrechan
las relaciones entre España y la Rumania de Antonescu. Vino entonces la primera
ola de rumanos sin alcanzar las pavorosas oleadas de emigrantes de dicha
nacionalidad que padecemos en 2007. España acoge a los recién llegados casi
todos de origen judío con los brazos abiertos. Entre ellos está el lingüista
Ovidio Tarlea que luego se casara con la madre de Laura Valenzuela que era
viuda de guerra. Otros: Vintila Oria. Jorge Uscatescu. Valentí Popescu. Oria en
su novela “Dios ha nacido en el exilio” refleja el drama de los hebreos en la
diáspora en la tesitura que nos ocupa. España siempre ejerció una especial
fascinación en aquel país latino rodeado de eslavos de forma que el castellano
y el rumano albergan un mayor parecido como lenguas romances, siendo lenguas
extremas y distantes, que por ejemplo el castellano y el portugués. Los
dialectólogos lo explican porque a orillas del Ponto operó la Legio VIII
victrix cuyos cuarteles estuvieron en Astorga y Ponferrada. A Rumania fueron a
parar los primeros expulsados por el decreto de unidad religiosa de los Reyes
Católicos en 1492. Consiguieron negociar con los turcos un salvoncudco y bajo
la protección de sultán se hicieron grandes comerciantes con la península a
través de los venecianos. Descendiente de aquellos judíos era Elías Canetti. La
familia procedía de Cañete pueblo de Cuenca. Por aquellos días de la primavera
del 43 llega a la redacción del diario de la calle Larra un joven flaco de
rostro aguileño y de boca muy pronunciada. Se llamaba Emilio Romero. Le acababa
de dar de alta en el sanatorio antituberculoso de Tablada. Había nacido en
Arévalo y había dirigido un periódico de la cadena en Alicante. Su pluma
empieza a brillar en aquellas páginas junto a la de Camilo José Cela, José
María Fernández Rua, Julián Marías y Julio
Caro Baroja, Tomás Borrás, Rafael García Serrano y Fernando Vázquez
Montalbán el hermanísimo de Manolo. En –Emilio Romero vamos a tener a uno de
los grandes espadachines buen hablista y escritor ameno de toda aquella
generación. Mientras, en Italia, se vive un tiempo de renuncios. Los italianos
abjuran en masa del fascismo y escupen sobre el cadáver de Benito Mussolini y
de Clara Petacci. Son abatidas las águilas negras. Graznan los ánsares del
Capitolio y bajan anidar entre nosotros las urracas. Don Antonio Tovar le ha
cogido tirria al pobre don Leopoldo Alas Clarín que no puede defenderse el
pobre pues lleva 42 años criando malvas. Tilda a la Regenta de “novela
decadente” y termina su crítica en Arriba con esta flor:
-No me gustan los boudoir.
Prefiero el humo de las fábricas.
Pues muy bien. Sin
embargo un autor republicano, el asturiano Juan Antonio Cabezas, que vive en la
Avenida de Reina Victoria sin problemas, lanza una magnifica biografía del
escrito ovetense. La publica Austral en edición de bolillo. A pesar de que un
hijo del autor fue fusilado por los nacionales - ¿tuvo que ver Antonio Tovar en
el asesinato?- la justificación de la segunda gran novela en castellano después
del Quijote y de los mejores cuentos del idioma (Doña Berta, Cuervo,
Superchería, El Cura de Vericueto) se produce durante el franquismo. Siempre
albergué mis dudas de que el “chaquetero” Antonio Tovar no estuviese en el
asesinato de aquel hijo, su único hijo,[14]
que también se llamaba Leopoldo el año 37 al poco de reconquistar los
nacionales Vetusta. El cainismo habita entre nosotros y a mí siempre me dio
mucho miedo. Otra paradoja que no me explica: la furia con que los conversos
después de abrazar la religión cristiana hostigan a sus antiguos hermanos de
credo. Ese odio campa por sus respetos en la historia española donde el
catolicismo ha dado pasa a un cristianismo sui generis. Los inquisidores eran
conversos. Por supuesto. Aquí siempre una de las dos Españas ha de helarte el corazón.
Un trauma inacabable. Uno no comprende por ejemplo el furor de Torquemada que
era malsín contra Diego Santangel el banquero de los Reyes Católicos que quiso
evitar mediante pago de dineros el edicto de expulsión. El odio es aquí recio y
espesó como la sangre municipal. La envidia está en todas partes pero en España
ese sentimiento llega al paroxismo. Quizás por eso España sea algo a medio
hacer. Un proyecto inacabado. Dentro de este agrio perfil y marco cainita que
nos ampara Franco fue uno de esos raros líderes que surgen en este atribulado
país con ansias de pacificación, anhelando que se restañasen las heridas. De
pronto surge como un exorcista contra los “demonios familiares”.
ggggggggggg
Capítulo
VII
UN SOÑADOR PARA UN
PUEBLO
Cuanto más se
estudia la obra y personalidad del Caudillo el trasfondo del tiempo le
instalara como un redentor social entre nosotros que supo construir el edificio
de la España moderna. Cuando Europa era un inmenso black out al anochecer a causa de las alertas aérea en las
viejas ciudades españoles estaban abiertos los cafés hasta altas horas y cuando
en Londres y en Berlín se ayunaba aquí había pan aunque fuese de centeno.
Algunos historiadores ponen el énfasis en la dureza de la posguerra española.
Eso no fue en nada en comparación con la de los británicos, italianos,
franceses, alemanes y belgas y eso que tuvieron un Plan Marshall. Y nada se
diga de la miseria y escualidez de los rusos con millones de hogares destruidos
y niños convertidos en vagabundos. Dramatizan los historiadores sobre todo los
británicos, Paúl Preston y compañía. Cuando estudian nuestros años 40 y 50. Ven
la paja en ojo ajeno y no ven la viga en el suyo. El caso de España aunque
singular nunca ha de tenerse por un hecho aislado por ejemplo de la Inglaterra
de Ernesto Bevin o de la Alemania de Adenauer. Las posguerras inglesas y
alemanas donde surge el fantasma del hambre fueron más rigurosas que la
nuestra. Es una aberración culpar a Francisco Franco de todos los males. El 23
de septiembre de 1943 el secretario de Estado Anthony Eden informa a los
Comunes de la captura de Rudolph Hess y por la otra banda Stalin rehabilita en
sus funciones al patriarca Sergio de Moscú y de todas las rusias con las
bendiciones del primado de Inglaterra
Fischer “el Rojo”. En el Este algunos soldados de la Blau siguen enviando sus
colaboraciones a los periódicos. “Hojas del árbol caído juguete del viento son”
rezan nos versos melancólicos. La palabra imposible no existe en el vocabulario
de un soldado alemán. Susrsum corda. Los bochos parecen dispuestos a vender
cara su retirada. Un expedicionario el periodista Fernando Torres héroe anónimo
como todos los de la Blau relata la crudeza de los combates sobre la nieve en
contraposición a la calma y hermosura de las noches dela estepa. Sus
pensamientos se sumen en una sima de temores cuando se encuentra metido dentro
del hoyo de un pozo de tirador aguardando el asalto de la infantería rusa.
Habían sido embolsados. En su diario Fernando Torres incluye la parta patética
del sargento Luis alonso que escribe a su hijo al que no conoce:
“Querido
Luisito: Te mando unas letras para que tengas recuerdo de tu padre que te
escribe desde tierras lejanas. Por ti he venido a luchar aquí. Porque como
iba Europa sería imposible que tu
llegases a ser hombre”
Firmado:
Luis Alonso, sargento del Regimiento de
Infantería N. 17
La misiva fue
encontrada en el bolso de su capote cuando su cuerpo fue recogido yerto entre
la nieve por los camilleros. El sargento había caído en combate. ¿Cómo es
Rusia? Torres reflexiona: “En Rusia todo pilla a trasmano y un poco lejos del
centro. Menos mal que existen los trineos. En nuestra compañía tenemos uno
fabricado en madera de abedul nuevo flamante y hecho a la medida de nuestros sueños.
Es grata la llegada del trineo. Sus cascabeles anuncian que tenemos carta de
España o un paquete con matute de casa”. Pero los ruskis, también es mala pata
no se andaban con contemplaciones que la guerra es la guerra y solían atacar
cuando sonaban en la collera del caballo aquellos sonajeros. Cuando venía el
correo era su hora de ofensiva. También tenían costumbres sacudir “cuando
sentían que escuchábamos – dice Torres- misa. A un pater el padre Ipiña lo
dejaron seco en el momento de alzar y a otro capellán el aragonés Ramón
Marcellán Mayayo le dispararon un bazoka. Quedó ciego. Huyendo de las matanzas
la población civil huía hacia el sur. Niza llega a tener tres millones de
habitantes casi todos ellos desplazados y transeúntes. Pero el régimen de Laval
tenía los días contados. Se suprime la orden de que los hebreos lleven en la
ropa distintiva de estrellas amarillas. La banca Morgan estaba ayudando a
Stalin contra Alemania de la misma manera que antes había dado los créditos
para construir su poderosa industria de guerra a Hitler. Lenin también tuvo por
jefe de la bolsa un banquero judío de origen alemán afincado en Petersburgo por
nombre Schiff. Mucha gente en Europa pensaba que aquellas multitudes de huidos
eran victimas de su propia guerra. Es más; ellos eran la guerra. Gestionar,
provocar y manejar conflictos a veces reporta buenos dividendos. Sin embargo
los que juegan con fuego se queman. Estos banqueros linces para los negocios y
que piensan que sólo cuentas que lo demás cuentos apoyan a los dos bandos
contendientes una táctica aprendida en el Talmud. Eso vuelve a su raza en
prácticamente invencible. Es el pueblo de la sabiduría. Esta dualidad los
impermeabiliza. Los vuelve muy humanos y al mismo tiempo profundamente
inhumanos. El instigador de la política
de persecución contra los judíos, Darquier Pellepoix, un antiguo pistolero del
hampa marsellesa fracasó en su propósito de desjudaizar Francia una política
comenzada bajo la ocupación y que secundaría el hombre de la calle. Los
franceses dejaron su chauvinismo colgado de una percha y se dedicaron a
proteger y esconder abiertamente a los
perseguidos hebreos. Las leyes de Pellepoix-luego las de Vallat- caerían en la
indiferencia. La ocupación alemana desencadenaría la resistencia (pasiva en un
80 por ciento) de los franceses a la invasión. La II GM no fue una guerra como
las demás. Tampoco la ocupación del país galo por la Wehrmacht fue típica. Todo
lo contrario. Para los alemanes el ser destinado a algún lugar de la Dulce
Francia era considerado un premio o unos días de permiso que les hiciera
olvidar la fatiga y el esfuerzo de los combates del Este. No hubo conflictos
con la población civil sobre todo con el elemento femenino que pronto
confraternizan con Los Hans y Los Schmidt. Apenas hubo violaciones, estupros y
quemas de pueblos horrores tradicionales en una invasión por tropa forastera.
La Wehrmacht hizo honor a su propaganda de que el soldado alemán era todo un
caballero. Nunca perdía los modales. Esta corrección política se echaría en
falta luego en como se comportarían los yanquis en Baviera y sobre todo en los
contingentes rusos que embolsan Berlín. Forzar mujeres no sólo forma parte del
trofeo de guerra sino toda una estrategia eugenésica contra la raza aria. La
ira del Fúhrer atruena en Berlín. Lucharemos hasta el último la última peseta.
Era el grito de la fiera acorralada “Volveremos ceniza a la coalición judía
universal que conspira contra la humanidad”. Palabras terribles. Es su discurso
del 23 de febrero de 1943. Y sigue: “Lucharemos contra los bancos de Nueva York
y de Londres en contubernio con los judíos bolcheviques de Moscú. Ellos son la
mascara de la bestia sin rostro los agentes del dinero. Tened cuidado con estos
plutócratas. Quieren convertir a Europa en una manada de esclavos. Se burlan,
pillan, roban, todo lo llenan de ruinas y se sienten con derecho a asesinarnos
porque nos consideran el mismo rango que las bestias. ¿Palabras proféticas o
era que el capitoste había pasado la noche insomne abusando del Veronal? En
este delirium tremens alcanza el perfil del psicópata. En sus intervenciones
llega a identificar el nuevo Orden Democrático con el anticristo. Según él el
imperio de las tinieblas estaba a punto de instaurarse. Lo malo es que estos
salivajos de ira wagneriana de la cual hacía gala el chalado en sus
catilinarias salpican malamente a algunos en España. Hay plumíferos como José
Ramón Alonso –comment allez vous,
monsieur?- el que había de cerrar la Prensa del Movimiento en su
capacidad de hombre punta de los intereses americanos y siervo de Manuel
Gutiérrez Mellado –fu todo un ejemplo de chaqueteo político puesto que se
apostaba a todas incluso a un bombardeo- que aplauden estas feroces arengas de
la Chancillería de Berlín. Dice el a la sazón corresponsal de Arriba que los judíos
controlaban el 80 por ciento de la producción nacional germana y el 90 por
ciento de la francesa... Y en Oran-concluye- son los amos. El agit prop es un
viaje de ida y vuelta. Laval había ordenado confiscación de los bienes de los
judíos. El 30 de enero de 1943 al cumplirse el décimo aniversario de la toma
del poder Hitler destapa el tarro de las esencias:
Mientras los dirigentes
israelitas de los partidos y las
Hienas financieras destruían
la base política alemana y mientras los
agitadores judíos alentaban a revolución bolchevique nos encontramos al acceder
a la jefatura de estado con que catorce años de parlamentarismo habían
triturado a muestra patria. En este tiempo conseguimos eliminar el paro.
Conseguimos un renacimiento de la vida cultural: el cine, el teatro y los
libros que publicamos son nuestros. Los judíos esparcían el odio contra el
pueblo alemán.
Pasa después a
referir que Europa estaba en deuda con Alemania que no había regateado
esfuerzos para contener la horda asiática[15].
Ello no era óbice para que tres años antes hubiera pactado con Stalin. A partir
del año 43 el Judaísmo se convierte en una de sus obsesiones favoritas. ¿Qué
hacer para librarse de los judíos? Había pensado en reenviarlos a Madagascar o
a Liberia pero al parecer asesorado por sus consiliarios Himmler, Bormann,
Goebbels, se inclina por la opción más drástica: dejarles morir de hambre.
Ensayar sobre sus maltrechos organismos pruebas de ingeniería genética. Era una
medida drástica pero “ellos habían comenzado una guerra de exterminio contra el
Reich”. El hijo del carpintero de Linz-su padre era alcohólico y maltrataba a
su madre- tuco una infancia y una juventud atormentada que se debatía entre la
inversión y los complejos. Fracasó como acuarelista y erró como un vagabundo
por Viena y otras ciudades de Austria. Nunca había brillado en la escuela por
su simpatía su fortaleza física o su talento. Como soldado en la primera guerra
mundial no pasó de cabo y tampoco se distinguió por su valor. En esto Franco y
Hitler eran muy diferentes aunque Los Plutarco de turno intentaron establecer
entre ellos vidas paralelas. Franco era un militar de los pies a la cabeza con
mucha sangre fría. Hitler un demagogo y un histérico. Pero el austriaco le
ganaba en oratoria y en la fuerza de su mirada. Hitler debía de tener imán en
los ojos. Arrastraba a las masas igual que los taumaturgos de la Edad Media. En
Hitler hay un ideólogo. En Franco un estratega que en la entrevista de Hendaya
le puso al jefe alemán nervioso. Se dice que con mucha suavidad en aquella
entrevista en la estación le echó en cara su obsesión con los judíos y que esa
inquina le daría mala suerte. Franco como experimentado militar de academia
nunca empezaba una batalla sin contar con un máximo de seguridades de que la
iba a ganar. La campaña contra Rusia le parecía una locura. Un estratega que
tuviera dos dedos de frente jamás la acometería... Tenían sin embargo un punto
de contacto: su aversión al comunismo. El alemán veía en el marxismo una
añagaza judía para destruir la civilización europea. El español por otra razón
más pragmática y menos visceral pero fundamentalmente similar: el Frente
Popular, la quema de iglesias, la persecución religiosa, la anti-España, las
fuerzas del mal. “Allí donde yo esté no habrá comunismo”. Esta frase
archirepetida le salvó de un eventual juicio de Nuremberg a su régimen.
Aguardarían a después de su muerte para quemarlo en efigie las fuerzas ocultas.
Stalín tampoco era un comunista. Amaba a Rusia y la engrandeció. La anguila se
muerde la cola. Se descartó de los judíos y agradeció al patriarca Sergio los
servicios prestados permitiendo una cierta rehabilitación de la iglesia
ortodoxa. Tanto Stalin como Franco y acaso Hitler llevaban sangre judía.
Ninguno de ellos analizando las características delos pueblos que dirigía creía
en las democracias occidentales y el régimen globalizado que se da en llamar
ideocracia comandado por Wall Street la City londinense y la banca de
Frankfurt. A la globalización no le interesan los sistemas nacionales que
pueden hacer sombra a su imperio pero fomentan los separatismos y nacionalismos
allí donde pueden sacar ventaja. Es la fórmula del divide y vencerás. Entre
Hitler y Franco desde su encuentro en Hendaya se detecta una fuerte antipatía.
Stalín encarnaba las fuerzas del mal. Sólo
hubo química entre Franco y Mussolini. Los dictadores adoptan fórmulas
similares del Nacionalsocialismo y Estalinismo: insignias, fraseología y una
propaganda en que se aspira al ideal de perfecciones humanas evitando todo lo
peyorativo e imperfecto de la vida, el culto al cuerpo, la técnica, las obras
publicas, los grandes ministerios, las autopistas, las grandes fábricas de
automóviles. Los españoles copian el Volkswagen con el que Hitler quiso
motorizar a las clases populares en el 600. Consiguen metas impensables en el
mutualismo, la seguridad en el trabajo, las pensiones de vejez y de viudedad.
Precisamente todo aquello que habían predicado los socialistas y marxistas y no
habían conseguido. En América el New Deal
está muy lejos del wellfare state que se alcanza en Europa. El ministro
José Antonio Girón el que fuera uno de los punteros del franquismo por más que
discutido estudió en Alemania el sistema de seguridad social para adaptarlo a
España. El ministro así lo explica en un artículo publicado en Arriba enero del
43 explicando las razones que le impulsan a adoptar el régimen de la seguridad
social germano de medicina gratis y de cobertura de desempleo para los
trabajadores. El Fuero del Trabajo que no pudo aplicarse por razones obvias al
perder los alemanes la guerra hasta bien avanzado los sesenta. Pero aquel
falangista vallisoletano al cual tanto deben las clases trabajadoras se
adelantó en la jugada al Wellfare State de Clemente Attlee implantando el tan
traído Híncame Taxi de los laboristas que tantas quejas suscitó en la
empobrecida Inglaterra de final de la guerra. Era una fiscalidad demasiado
fuerte que caía precisamente a expensas de los menos favorecidos al tiempo que
suscitaba la disconformidad de las clases dirigentes. Algún historiador inglés
como Hugh Thomas así lo ha reconocido. En la España de los cuarenta se vivía
mejor que en la Inglaterra del hambre y de las cartillas de racionamiento los
comedores populares y la “cheap food” basada en los víveres que enviaban las
colonias (Sudáfrica, Rhodesia, las Antillas, el Indico). Inglaterra no perece
de inanición merced a sus colonias. Por otra parte las biografías de Franco y
de Hitler corren por sendas opuestas. La vida de adulto de Adolfo acusa los
efectos de una infancia infeliz. Todo el esquema de su trayectoria vital es una
lucha. Dotado de una extraordinaria fuerza de voluntad contra un medio adverso
– no era un loco porque los locos carecen de esa potencia del alma- se abre
paso en medio de un ambiente hostil. El hombre a la cabeza de uno de los
mayores imperios que haya tenido la humanidad trabajó como peón de albañil.
Había nacido en Baruan sobre el Inn, localidad de Austria, en 1889. Hizo de
carpintero u se buscó la vida en multitud de oficios manuales. Fue pintor
fracasado y un mal soldado. En Ypres cuando hacía guardia en su posición a
causa de un ataque con gas quedó paralizado. El golpe afectaría a su sistema
nervioso y padecería de por vida crisis de rabia que parecían delirium tremens.
Ahí radican los síntomas de locura que detectan en su personalidad los
biógrafos. En el zarpazo del gas mostaza. ¿Era homosexual? Hay algunas
inclinaciones pederastas en inclinaciones paidófilas observables en su
autobiografía Mein Kampf libro
en el cual acusa a los judíos de haber provocado todas las guerras del mundo.
Ese rencor antisemita bien pudo ser un amaño de vetas escondidas de su
inconsciente subliminal. Un párrafo del libro lo delata: Sentí escalofríos cuando por primera vez
descubrí en el judío al negociante calculador venal desalmado curtido en el
tráfico irritante de los vicios y escoria de la gran urbe en la usura los
agiotajes emboscados en un odioso cosmopolitismo. Aquello me dio nauseas y he
pensado desde entonces en la cuestión judía. Esa mente torturada del
Führer puede haber estribado en las secuelas que le dejaron en su organismo los
vapores del Gas denominado Cruz Amarilla que utilizaron los ingleses en las
batallas de la Gran Guerra y le dejaran marco por estigmas psicóticos para toda
la vida. Esta personalidad muy poco tiene que ver con la de Franquito que era
de joven majo pequeñito y dicharachero a los que sus compañeros de armas y
hasta los moros y los hebreos de Tetuán les tenían cariño. En las mehalas en
que sirvió los árabes le apodaban el suertudo. Baraka es una palabra hebrea que
quiere decir bendición. Sin esa bendición de lo Alto no se puede hacer nada en
el mundo y en cierto modo él era un privilegiado. Sentía esa llamada. Tuvo
amigos hebreos cuando estuvo destacado en el Rif y algunas veces asistió a servicios
religiosos en la sinagoga de Tetuán y dio pruebas de su filo semitismo al
escoger por escolta personal a la Guardia Mora integrada por rifeños. El
español que es mestizo por naturaleza y se ha mezclado por naturaleza con otros
pueblos no puede creer en el mito ario.
Los españoles son fruto de las tres culturas y su catolicismo está lleno de
influencias semitas tanto islámicas como mosaicas porque España se fraguó en su
lucha contra el Islam y la cruz se impuso a la Media Luna y al Candelabro en la
Península Ibérica. Somos hijos de no pocas luchas y bastantes influencias pero
por influencia de los godos siempre se tuvo en mucho la cuestión linajuda y de
la pureza de sangre lo que convierte al carácter nacional en clasista pero
nunca racista. España un proyecto a medio hacer un pisto de raza tal vez un
cacao mental. Así y todo el país más maravilloso del mundo. Tampoco quien se
inspiró en los condes de Castilla y en el Cid para plasmar su titulo de
caudillo en las recién troqueladas pesetas podía hacer de la cuestión semita y
un casus belli. El Cid era un mercenario. Tan pronto pelea contra el moro como
contra el cristiano. Dependería del que más pagara. Con la adarga se ganaba el
pan y andaba vagando por las tierras de pan llevar. No olvidemos que fue un rey
cristiano el que lo desterrara y sembrase sus campos de sal. Era un muzárabe
héroe epónimo mártir de la palabra empeñada y no olvidemos tampoco fueron dos
judíos de Carrión Raquel y Vidas los que llenaron su bolsa y le ayudaron a
preparar la retirada del destierro a tierra de moros. Cierto que allí Rodrigo
Díaz de Vivar no fue tan ejemplar y cabal porque devolvió los famosos cofres que Vidas y Raquel le entregaron
cargados de oro repleto de arena. Un primer rasgo en nuestra épica de la
picaresca nacional. Cierto que devolvió el Cid el préstamo pero no dándole el
ciento por uno como exigían los códigos usureros sino gato por liebre. En la
edad media el pueblo de Israel arrastró el estigma del deicidio y la noción de
practicar la usura. Hubo pogromos en Inglaterra en el siglo XIII y el rey
Eduardo III les expulsó. También lo fueron de Francia pero estas expulsiones no
habla nadie. No están en boga. Para expulsión de la de 1492. Shakespeare creó
el personaje de Shylock epítome de la sinuosidad la tacañería y la traición. Y
no queremos negar que el tópico de Shylock o de judío en el sentido de
prestamista no se encuentre en la tradición española pero hay otros remoquetes
más nobles que describen a los judíos como hombres inteligentes para los
negocios listos y leídos. También se describe a las mujeres hebreas como de
condición limpia y hermosa. Para cerciorarse de tal supuesto basta con abrir
las páginas del Romancero. Entonces ¿Franco y Sefarad un amor secreto? Vayamos
por partes que como decían los escolásticos partim eumdam partim diversam. Para
él España era la tierra prometida. El verdadero Israel. La cultura perfecta. En
esa acepción ha de ser considerada y valorada la frase titular de este libro.
Amaba y creía en el Israel interior el amado por los profetas y salmistas y el
que honra a Cristo fuente de toda dicha espiritual y de concordia entre los
hombres no de guerras materialismo y oprobio de las mentes bajo una capa de
libertad. Esto es en la Judeocracia la Plutocracia y el demonio del mundo por
unos pocos banqueros no tocaba pito. Digamos con el salmista Speret Israel in
domino. Esto es a los justos a los elegidos ya los defiende Dios. Franco era un
hombre de gran fe. Nunca se propuso estudiar el judaísmo como hizo Hitler desde
planteamientos racistas. Ni escribió esa especie de Talmud a redropelo que es
el Mein Kampf pero también le gustaba escribir y hasta escribió un guión de
cine Raza una obrita que evidencia la bondad claridad y sentimientos altruistas
de amor a España, virtudes estas que excusen sin duda las posibles flaquezas
literarias del texto. No era un ideólogo ni un visionario. Utilizaba el sentido
común y a veces la cachaza gallega se convertía en una bata para estar por
casa. Jamás se planteó la cuestión de si en el mundo había o no una cuestión
judía ni se atrevió a aventurarse en aquella frase famosa de Hitler de que el
judaísmo basa su fuerza en la no-creencia en las ideas totales. La mirada de
Franco era clara sencilla apacible mientras los ojos de Hitler revelaban cual
ascas luminosas que debajo había un hombre atormentado. Esos ojos electrónicos
del Führer hipnotizaron a todo un pueblo desde el 30 de enero de 1933 hasta el
30 de abril de 1945 y puestos a elucubrar sobre fechas y confluencias astrales
digamos que la Noche de los Cristales acontece un 9 de noviembre de 1933 y ese
mismo día 56 años mas tarde cae el muro de Berlín celebrada esta caída en todas las juderías
del mundo como un triunfo del destino de Israel. Se vino abajo la gran muralla
y las fronteras abrieron sus pórticos. Parecía la materialización profética de
los Attolite portas o del
derrumbe de las murallas de Jericó. EL pueblo había leído a sus clásicos y
había leído bien la biblia. Pero al hilo de esto cabe posar una escalofriante
interrogante: si los danzantes del 9 de noviembre en Times Square, en Alexander
Platz y en Trafalgar Square, llevan razón ello significa que los evangelistas
eran unos embusteros que no hubo resurrección y que Jesús era un impostor que
se hacía pasar por el Mesías. Si eres hijo de dios baja de esa cruz. Un 20 de
noviembre mataron a Carrero a José Antonio y a Durruti y murió Franco.
¿Casualidades o designios? Si no Resucitó vana es nuestra fe. Cada uno
conmemora sus propias efemérides y cuadra sus centenarios. Si se puede afirmar
categóricamente que Franco no era antijudio y que sacó la cara frente a Hitler
la prevención que sentía hacia los masones era bastante clara. En múltiples
ocasiones se pronuncia contra la masonería algunos dicen que porque siendo
cadete se le vedó el ingreso en la logia de Zaragoza. En el ejercito de
aquellas fechas abundaba esta clase de secta dada la afición a la conspiración
que sienten los españoles y masón tiene nombre apetecible de conspirador.
¿Quién es masón? El que va delante de mí en el escalafón, murmuraban algunos
jefes y oficiales. Cabaniellas era masón lo mismo que Mola y Queipo de Llano.
Sin embargo entre los generales afectos a la Republica parece ser que excepto
Miaja eran todos católicos muy practicantes. Rojo y el general Escobar son los
ejemplos más significativos. Nosotros nos inclinamos que Franco odiaba a los
masones por patriotismo. La masonería y las sociedades secretas son un vicio
inglés. Nacen en Gran Bretaña hijas de la sinagoga y de la capilla protestante
con miras a una dominación subterránea universal. En España proliferarían tales
asociaciones en el XIX dentro de un contexto anglófilo, haciendo prosélitos en
las filas del ejército, la marina, la iglesia, la medicina. Surgieron como
asociaciones secretas las Sociedades amigas del País. La masonería tuvo capital
importancia durante la guerra civil porque gran parte de los generales
sublevados pertenecían a redes secretas: Cabanellas, Aranda el héroe de la
defensa de Oviedo, Mola, Sanjurjo… Entre clero y nobleza el mandil y el
triángulo encuentra adeptos siendo así que los masones son artífices de la
Ilustración y de la enciclopedia y a pesar de que estaban de parte del progreso
y la mejora de condiciones de vida y eran enemigos de la superstición siempre
fueron mirados con una cierta reserva por los de abajo. Los prejuicios
inquisitoriales conforman algunos rasgos del carácter español. Se mira a los
judíos y a los masones como traidores al pueblo, agentes del extranjero,
importadores de las ideas nuevas, las cuales en Francia en Inglaterra o en Estados
Unidos podrían dar resultados, pero que aquí surten siempre enfrentamientos. El
sambenito. Y pagan siempre justos por pecadores. No escucharán tu voz. Te
convertirán en un autista. El año 43 va a resultar un año culminante contra la
masonería. Más adelante lo veremos. En los medios de comunicación se publican
algunos trabajos en los que se hace directamente responsable a la masonería de
la Semana Trágica de Barcelona, de la Revolución de Asturias, donde los obreros
contaban con el beneplácito de la logia escocesa, y del desastre de Anual. Los
lideres separatistas Aguirre y Companys que traicionaron a la republica y
dejaron al presidente Azaña más solo que a romero Robledo aunque católicos en
apariencias estaban confabulados con las sinagogas de Ámsterdam y la de Londres
que fueron las causantes de la Secesión de Portugal y de las guerras de
Flandes. A lo que se ve esta hispanofobia, un hecho real y que hay que
recomendar que tenga en cuenta y que se guarde del mismo a todo historiador de
buena voluntad que acometa la tarea de estudiar nuestros anales, viene de
largo. No se perdona por lo visto que Castilla tuviera el privilegio de haber
llegado antes que nadie a américa, de haber derrotado al Islam y de haber sido
el baluarte de la catolicidad. La frase de Erasmo “mihi non placet Hispania”
sigue retumbando en nuestros oídos y la hemos escuchado en Oxford, en Londres
en París en Bruselas y en Amberes y por supuesto en Nueva York. Nos hemos
sentido muy solos los que hemos querido denunciar la mentira y visceralidad de
semejante frase incluso entre nuestros mismos compatriotas que se refugiaron en
el comodín de si no los puedes vencer únete a su facción. Franco tuvo que
vencer ese baldón y lo sambenitaron. Nuestra vida nacional (la cosa viene de
antiguo) parece manipulada por anglófilos y francófilos y los patriotas reales
se topan de manos a boca con la frase del Cantar de Mío Cid " Castilla face los omes e los desface".
El año 43 esparce sus redes la masonería. Su maniobra era clara; un golpe de
Estado para derribar a Franco y coronar rey a Don Juan de Borbón que era hijo
de una inglesa. Azaña también se apuntó a la logia de Alcalá. Fue masón pero un
masón traicionado. Lo utilizaron, le sacaron el jugo, después se descartaron de
él. España era un ascua ardiente de masonería en el año 36 desde el presidente
del consejo de ministros hasta el último secretario del ayuntamiento. Dada la
afición a los conventículos que como los toros casi constituye una fiesta
nacional desde el Siglo de las Luces la masonería multiplica sus redes en las
tertulias y charlas de café, los clubes literarios, el club, la capillita
política los juegos florales y las susodichas asociaciones de amigos del país,
sociedades gastronómicas, orfeones y ellas sustituyen a las antiguas cofradías
gremiales importantísimas en el medievo y de marcado carácter católico aunque
quizás haya que tener en cuenta de que masón es lo mismo que masón - el que
amasa-o cantero. Construyeron catedrales y longas. Eran los depositarios del
saber gnóstico y los símbolos del cartabón, la plomada y el mandil de los
picapedreros que se pone manos a la obra nos remite a estos años del esplendor
de Chartres y Reims y del Pórtico de la Gloria. La norma del sigilo en que se
sabía el saber técnico de padres a hijos da origen a las sociedades secretas y
cobra carta de naturaleza en la Compañía de Jesús que es una consorcio
masónico. Las elites, los grupúsculos. España en manos de las Cien Familias.
Pertenecer a la masonería era sobre todo en el ejército un aval de prestigio. Una
carta de recomendación para el triunfo. Y hala a conspirar. A medrar. Ya lo
decía Baroja socarrón: “Todo español
viene al mundo con madera de conspirador”. El punto álgido de la
conspiración antifranquista, la hora H,
es noviembre de 1943. El ejercito aliado esta aparejado en el Alentejo para
entrar por el sur. La Royal Navy maniobra cerca de Oporto. La caída del
Generalísimo se da como cosa hecha. A Londres peregrinan los Prieto, los
Negrín, los Gil Robles y el inefable don Salvador de Madariaga templa gaitas
oficiando de maestro de ceremonias de la confabulación. La prensa de Madrid
contraataca. España nunca se vendería al inglés. Se acusa al heredero de
Alfonso III de borracho y de antipatriota.
Juan Aparicio desde las columnas del Español destapa el viejo tarro de las esencias anarquistas y
republicanas de antiguo militante de la FAI tránsfuga al jonsismo parea
despacharse a su gusto contra el pretendiente a quien tacha de candidato
manejable y hecho a la medida de los ingleses por “indotado y por zoquete”. Se
asiste a una campaña de furor republicano a cargo de Falange. Franco la soporta
per4o sin entusiasmo [siempre “utilizó” a los falangistas, que los amigos son
para las ocasiones] pues siempre dio a entender que fue monárquico a pesar de
que los monárquicos y los judíos fueron los que más le atacaría y lo quemarían
en efigie a su muerte. Estoril es un volcán en erupciones de un constante ir y
venir entre rumores y amenazas. Las logias lo tienen a pedir de boca y a boca
de cañón. Proliferan las panchas y las palabras al oído según los ritos del
mandil. Que hundan al tirano de la misma forma que hundieron a Primo de rivera.
Y la boca se llena de grandes frases como sea la mejoría del abasto. Y se
colapsó y de qué manera. Surge el gasógeno y los autos circulan por Madrid con
un caparazón a posteriori. Campañas al oído y ojo avizor es la norma. Sin
embargo los servicios secretos españoles descodifican el tenor de las consignas
y los anglófilos quedan en evidencia. Son desenmascarados algunos cofrades que
quedan en ridículo como Martínez Barrio. The Wizard que se sienta sobre una
roca al sol en Lisboa como los lagartos. Los falangistas orquestan una buena
campaña de contraataque – la importancia de la prensa es capital y superaba en
contundencia a las de los obuses y las ametralladoras- para neutralizar la
trama que venía de los hijos de la Pérfida Albión. ¿Y Gibraltar? Gibraltar
español.
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Capítulo VIII
UN ADMIRADOR DE
PALACIO VALDÉS
La guerra continúa
mostrando su faz adversa a las armas germanas. A las desdichas de la Wehrmacht
en su forcejeo ruso ha de sumarse el avance incontenible del VIII Ejército USA
por la península itálica. El colofón de la operación sería el lamentable
bombardeo de Montecasino cuando ya no había prácticamente resistencia alemana
pero la destrucción de este bastión de la cristiandad por quienes dicen
defender la democracia y la Ideocracia es un síntoma y un símbolo de la
descristianización que había de subseguir. Europa estaba en la estacada. Pero
antes cerca de la tumba de San Benito y santa Escolástica y combatiendo lejos
de los muros sagrados del monasterio que piden a sus enemigos sean zona de
exclusión, cosa que no respeta el general australiano que mandaba la fuerza,
habían hecho una defensa numantina. Tuvieron más de quince mil bajas. En España
la agencia Orbis alemana que distribuía el material gráfico cierra su planta.
La gente está harta de guerra y busca el escapismo recreacional y mental. Una
forma de salirse por la tangente. La ciencia es universal; no hay ciencia de lo
concreto y de lo particular” escribe Azorín en el diario Arriba el 23 de
octubre de 1943. Ruiz Jiménez que pronto será nombrado ministro de Educación
prepara el advenimiento del movimiento “Pax Romana” que será vehículo de
entrada para la Democracia Cristiana. En las salas de cine se proyecta la
película inglesa Goodbye Mr Chips en la que un excéntrico profesor de Oxford se
enamora mientras caen las bombas sobre el claustro. Sin embargo la aparición de
este dómine pasilargo que lleva siempre la toga y ese bonete cuadrado de los
dons oxonianos con levita y tan ridículo bajo las arcadas de los colegios
mayores de la escolástica ciudad inglesa suscita las iras de los germanófilos,
se escuchan pataleos y gritos de sonoro tostón y vaya un rollo. En un cine de
Zaragoza se meten con una chica topolino que había pedido auxilio al acomodador
cuando un aprovechado emulo de Mr. Chips intentó sobrepasarse. Se organizó una
gresca entre partidarios de los ingleses y de los alemanes que al grito de
Gibraltar español se liaron a mamporros y hubo de suspenderse la sesión con
algunas contusiones y varios espectadores en la comisaría. Se asiste a plena
luz del día a un reverdecer de las
banderías que dividieron a los celtíberos durante la primera guerra mundial. El
momento es parecido aunque la segunda no fue tan ventajosa desde el punto de
vista económico. Si en la primera se labraron grandes fortuitas y disminuyó el
paro obrero, alzándose muchas fabricas para vender a cada uno de los litigantes
productos de primera necesidad, en la segunda no hay tal. Toda la industria
había sido pulverizada por la contienda civil y la agricultura sin recursos.
Además los anglo norteamericanos habían decretado un bloqueo comercial y naval
semejante al que padece Cuba en la actualidad. No pudo España por tanto
beneficiarse de la neutralidad. Con una excepción el de la minería del carbón
para abastecer a la Navy y el wólfram que buscan ingenieros químicos alemanes
en el Bierzo para la fabricación de armamento. También buscan cromo. Franco
jugó la carta alemana del wólfram y no por simpatías hacia Hitler sino porque
hubo de hacer, como tantas veces a lo largo de su carrera política, virtud de
la necesidad. El mineral tan codiciado
era un triunfo en la partida de cartas que jugaba España para su supervivencia.
El embargo del petróleo establecido por Washington hacia mella en los
depauperados bolsillos, y gracias al gasógeno invento mágico los taxis en
Madrid van tirando, pero ¡qué se habrá creído ese Roosevelt! Y total que
Churchill pronuncia un discurso de ablandamiento con España en los comunes y
Franco empieza a enviarle las primeras partidas del codiciado wólfram. La puja
por el mismo es intensa al creerse que servía para fabricar el arma secreta con
que amenazaba el infatuado búster Hitler a los británicos con una segunda
batalla de Inglaterra mucho más mortífera que la precedente. En el Pardo se
hizo un paso privado de “Goodbye Mr. Chips”. El caudillo queda encantado con la
película. En el fondo fuera tal vez un anglófilo hombre de costumbres modestas
y sencillas amante del té de las cinco y la reunión de mesa camilla. Todo un
burgués. Quizás le encanaba el “British way of life”. Nada tenía que ver lo uno
con lo otro. Una cosa son los afectos y otras los negocios y los intereses
británicos y los españoles no han sido casi nunca coincidentes. Nos la cosíamos
con papel de fumar. Si no hubiera sido anglófilo Franco, no hubiera pronunciado
aquella frase de Gibraltar no vale una contienda y de haberse incardinado entre
las potencias del Eje la segunda guerra mundial hubiera durado el doble o a lo
mejor no la ganan los americanos. Así lo reconoció Winston Churchill en su
memorable discurso en los Comunes de 1944. De otro lado pocas figuras como la
de Franco han suscitado tanto interés en las Islas como la Francisco Franco que
destapó el frasco de las esencias en una mezcla de fascinación y de odio. No
ocurría desde Felipe II. Su presencia en el mundo hizo correr bastante tinta.
En mis años de corresponsal en Londres tuve la satisfacción de entrevistar a
Arthur Koestler aquella figura tan controvertida. Creador del Kommitern y de la
Lucha contra el Fascismo que viajó a Palestina y regresó desencantado del
Sionismo. El judío húngaro que escribió El Cero y el Infinito. Que estuvo
condenado a muerte en una cárcel de Sevilla y salvado en el ultimo momento – su
captor Alfonso Lindo era un doble agente que trabajaba para Franco y para el
M05 con Kim Philby- y que sostenía que la guerra de España fue el resultado de
una conspiración judeomasónica como preparación para la según da guerra mundial
en la cual él fue participe. Koestler que empezó escribiendo en yiddish, luego
en húngaro, después en alemán y acabó haciéndole en inglés recabando uno de los
puestos de novelista de los más brillantes en la moderna literatura inglesa.
Cuando estaba en capilla fue canjeado
por la viuda del capitán Haya. Intercambio que se hizo a través de Gibraltar.
Con el pueblo hebreo tenía Franco una unidad de destino y él indirectamente fue
protagonista pasivo de la creación del Estado de Israel. Todas esas cosas y más
que me dejo en el tintero. Dejar de reconocerlo sería faltar a la justicia.
Pero insistiendo si admiraba el coraje judío Franco detestaba a la masonería
porque aparte de que no fue seleccionado para la logia cesaraugustana las
imágenes que contemplaba en Ferrol siendo chaval de la vuelta acaso del
ejército derrotado de Cuba y Filipinas quedó muy prendido en su retina. Entre
los últimos de Filipinas se encontraba su padre Nicolás Franco que fue
superintendente de la armada. Hay un hecho innegable: el auge del poder de los
cenáculos masónicos en Estados Unidos e Inglaterra coincide con el eclipse del
imperio español y sus colonias. También miraba con prevención hacia los yanquis
culpables de la voladura del Maine uno de los primeros actos de terrorismo en
que las cosas siguen oliendo a autogolpe, a sabotaje y sus relaciones con la
poderosa Norteamérica manteniéndose en un nivel de cordialidad nunca fueron
serviles. Así las condenas a la masonería en la prensa de aquellas fechas con
la connivencia y la pluma de Carrero Blanco que, según Ramón Garriga, era otro
enemigo declarado de las logias, no escatiman calificativos ni epifonemas. “La
masonería es un poder satánico que aspira a la dominación de los dos
hemisferios… Macabros son sus ritos de iniciación porque macabros sin sus
dominios”. Comienza una caza de brujas. En 1943 se cierra por orden gubernativa
Ka Verdad de Oviedo, periódico de la cuerda que patrocinaba el general Aranda.
Esta pudo ser la causa de una pequeña purga de militares. Kindelán es enviado a
Palma de Mallorca. Aranda queda en su pazo de Villademar según se baja a
Cudillero y a Yagüe lo recluye en su pueblecito soriano de san Leonardo. Varela
es enviado a Marruecos como Alto Comisario. Enmudece para siempre la voz de
Queipo de Llano. Franco se lo tomaba con filosofía. No manda fusilar a los
potenciales como hubiera hecho Stalin o enviado la ampolla de cianuro (Hitler)
simplemente les envía el motorita preponiéndoles ascensos gloriosos que en el
fondo significan el ostracismo. Debió de haber leído a Maquiavelo en sus años
de África. La política es el arte de lo posible y para ejercerla hay que tener
los `pies en el suelo y la cabeza fría. No se puede ir a ella nunca en volandas.
La capitalización de estos conocimientos le sería muy útil en aquel 1943
definido por algunos como el año de los grandes conspiradores. Había que
maniobrar para aguantar el tipo y adelantarse a la jugada de los partidarios de
Don Juan de Borbón quienes ya daban por hecha la frase de “váyase usted mi
general y muchas gracias por los servicios prestados” que había acuñado
Salvador de Madariaga. Pero todos estos estaban vendiendo la piel del oso antes
de abatir al fiero mamífero. Estaban cantando victoria antes de tiempo. Franco
trata de entusiasmar a sus súbditos con las campañas en pro de la repoblación
forestal que se enfocaba como si fuera una cruzada y la redención de nuestros
yermos. “Ningún terreno es improductivo… En nuestra patria toda la tierra tiene
un destino… Plantar árboles es una empresa espiritual”. Eran frases
pronunciadas por aquellos días para conjurar el fantasma del desaliento de un
pueblo famélico de luto porque había ganado/perdido una guerra civil y sobre
cuyas cabezas flotaba la espada de Damocles de una invasión armada. En las
montañas peleaba el maquis. Era una lucha sorda y sórdida con múltiples bajas
por ambos lados pero de los lances y enfrentamientos la prensa no hablaba. Este
mutismo formaba parte de la guerra sucia. La única forma que hay de derrotar al
terrorismo. Franco lo sabía e implementó el silencio como arma de combate para
rendir al contubernio y los maquis formaban la avanzadilla de aquel
contubernio que azuzaban los anglo
norteamericanos utilizando al príncipe de Asturias de cimbel. Por otra parte
Franco también sabía las artes de la propaganda antes de que la publicidad
fuese inventada. De un modo directo y sin ambages. Es un ganador. Un triunfador
neto. Nada de intelectual. Ya hemos visto que sus gustos literarios se cifraban
en Palacio Valdés con un poco de don Pío y algo de Pérez de Ayala pues a
Unamuno y a Ortega no los tragaba. Tampoco era eximio orador y para colmo tenía
la voz algo atiplada. No era esbelto ni gallardo como el cuartelero Yagüe o el
apuesto Mola con su vozarrón de oficial de mayorías pero tenía tantos redaños
como los dos juntos. Callaba, sonreía y nunca descomponía el gesto. Era un
español atípico. Nunca se cabreaba. En
la acción se conjugaba con la reflexión. Y actuaba sin precipitación.
Únicamente cuando la ocasión lo pedía. Una vez que adoptaba una postura, en
ella era implacable y hasta el final. Esta veta de determinación y sigilo,
conjugadas, cuando se pongan a funcionar, hacían de Franco un enemigo temible.
Tal ocurrió cuando el 26 del XI del 43 publica un artículo en ARRIBA bajo el
pseudónimo de Julio Romano que era su alias periodístico en el que ataca
implacablemente al parlamentarismo del siglo XIX que tanto daño había hecho a
España y pone como ejemplo la trama de la novela de Armando Palacio El Cuarto
Poder que tiene un desenlace trágico cuando una villa idílica junto a la costa
cantábrica llega el demonio de la política y los enfrentamientos de las
elecciones, la manipulación caciqueril y todo ese ambiente de trapicheos que
oculta la España de la transición. Denuncia al fondo de reptiles con sus
lenguas viperinas en la prensa. El ambiente de las covachuelas y las cesantías.
El periodismo se convertía así en una profesión infame de babosas y de
reptantes sabandijas, calidades del oficio que le hacen comparable al de la
prostitución. Que pasen los periodistas y coman que decía el conde de
Romanotes. Es la vieja costumbre de abrir el duerno a los plumíferos una
inveterada constitución del poder en este país. Viene a decir que el parlamentarismo
de la Restauración fue una historia larga de corrupciones que acabaría con el
desastre del 98, el de Anual y la Semana Trágica. El franquismo trató de
subsanar aquellos errores sistematizando la profesión periodística hacendosa
independiente como un servicio al Estado y no al cacique de turno o la empresa
financiera. Es la idea fundacional de la Escuela de Periodismo de Juan
Aparicio. Franco era un solador para un pueblo. Por desgracia a su muerte los
caiques han vuelto y de ¡qué manera! Nuevamente los periódicos y radios se han
convertido en la voz de su amo. No es que esté dolido conmigo mismo. Es que
acabo de escuchar al bufón cantamañanas de la COPE y su recua de copleros
copines pardillos y teatreros – Las Zarzas lejos- el ZZ del nuevo ABC los blogs
de don Jesús del Gran Poder que en paz descanse las burradas y parrafadas del
Tirantones. La escena política se transforma con ellos en un verdadero circo.
Uno acaba añorando la profesionalidad de aquellos periodistas del ayer: Carlos
Sentís, Augusto Assía, Delgado Olivares, Rodrigo Royo, García Serrano y otros
muchos. Ellos daban categoría y fueron
la prez de una profesión que, aunque modesta, siempre tendrá que ser digna.
Para Franco el periodismo no era una micción absoluta. Las prensas y los
micrófonos al servicio de la verdad y la belleza y una cierta elegancia. Por
desgracia estamos regresando a lo de antes. A los líos de las corralas y al
esquema planteado por el mensaje del Cuarto Poder. El autor asturiano parece
que anuncia la llegada de esos prebostes de la radio española para los que en
la lucha política y mucho más en tiempos de elecciones vale todo. Esos
periodísticas que insultan. En 2007 hemos vuelto a las iras y ambiciones del
Cuarto Poder. Esos bufones cantarranas, esos demagogos de plazoleta, los
copleros y coperos y pincernas del agit prop. Que no es cosa solamente de la
izquierda sino también de la derecha. El 5 de diciembre del 43 el mundo se
despierta con la noticia de la Conferencia de Teherán. Roosevelt, Stalin y
Churchill perfilan un nuevo orden. Este encuentro en la cumbre sería cabeza de
serie de otros dos similares que tendrían por marco Potsdam y Yalta. Stalin
logró un acuerdo tácito para “resolver la cuestión española” cuando se acabase
con Hitler con las potencias. Seguramente no podía olvidar la derrota del
Ejército Rojo y tenía que saldrá una deuda pendiente. Mientras, se intensifican
los bombardeos de RAF contra suelo germano. Berlín, Hamburgo, Colonia en las
noches tremendas se convierten en antorchas vivientes. Dresde cubierta de
fósforo es arrasada con un poder de destrucción como se conocía en la historia
de la humanidad. El nombre de Dresde ha de ser conservada en la memoria de los
historiadores del Holocausto. ¿La conservan? Este arrasamiento masivo es el
prólogo que preludia una destrucción mayor: la de la bomba atómica. Esta ciudad
alemana habrá de convertirse en hermana de martirio de las ciudades de
Hiroshima y Nagasaki. Otros nombres para un Holocausto. ¿O no? Sobre Leipzig en
una sola noche cayeron cinco mil toneladas de fósforo. Nuremberg se va a unir a
la lista de las madrugadas de terror en las noches de diciembre del 43. La
segunda guerra mundial fue el inicio de la modernidad y del totalitarismo. Lo
que está en juego más allá de las ideologías es el nacimiento de un gobierno
mundial. Si se quiere también, el conflicto representa el triunfo formal de la
tecnología sobre el ser humano. Se están ensayando las armas secretas. Los
campos de Agramante del Blitzkrieg sirven de tubo de ensayo para la puesta en
marcha de la cohetería balística intercontinental. Otro aspecto positivo de tan
pavorosa guerra es el desarrollo de la aviación comercial, las
telecomunicaciones y el tremendo impulso que da la medicina. Sobre todo en el
campo de trasplantes de órganos, injertos y cambios metabólicos. Hitler con sus
prédicas sobre el Superdotado estaba dando paso a una tecnología que se
adelantaría a sus jugadas criminales. Era un hijo de Nietzsche. Nacía el
superhombre pero de una forma más pavorosa que él pensara. Y sin embargo en la gran hecatombe del
holocausto nazi encontraría Israel su victoria. Deberíamos preguntarnos con San
Pablo:
-¿Muerte donde está tu
victoria?
Alemania se siente
acorralada. En la Wilhelmstrasse se lanzan panegíricos apelativos al valor y a
la disciplina de un pueblo que tiene su dinamita en la fuerza de voluntad
colectiva.
-La palabra imposible no
existe en el vocabulario de un soldado alemán.
Así reza una de las
consignas impartidas por las unidades de Wehrmacht cuando Berlín tuvo noticia
de que las potencias vencedoras se aprestaban al reparto de los despojos del
Reich con la misma impavidez con que los soldados germanos se jugaron a la taba
en el Monte Gólgota la túnica del Salvador. Acababa de sonar la hora de un
tiempo nuevo. Goebbels es nombrado jefe de los servicios de propaganda. Se hace
recia la persecución contra los judíos o los despojos que había quedado en
suelo alemán. Berlín siguiendo los códigos de norma de la poliorcética se
apresta a una defensa numantina. Cincuenta pasillos subterráneos se excavan
para servir de refugio contra las bombas. La población civil es entrenada en la
lucha contra cuerpo y se reparten por los barrios berlineses máscaras antifaz.
A media que se propaga el avance ruso Berlín se está convirtiendo en una ciudad
fantasma en la cual junto al espectro del miedo y la sombra del espionaje
acechan los fantasmas del hambre y de la escasez. Un invierno terrible por la
crudeza del clima sería el preludio de la hora extrema. En medio de esto la
maquinaria de guerra alemana y la de propaganda en manos de Goebbels sigue
funcionando con contundencia. El mando se resistía a claudicar. La rendición
hubiera evitado que corrieran los ríos de sangre. De otra parte, el instinto
sanguinario de los británicos en venganza por los bombardeos de Londres y de
Coventry les lleva a perpetrar barbaridades en suelo alemán. Parece mentira en
los abanderados del cricket deporte de caballeros según dicen y del fair play.
Durante la segunda guerra mundial lo cierto es que en la ocupación de Alemania salió
la bestia que llevaban dentro. Fueron los primeros en bombardear objetivos
civiles no estrictamente militares. Las normas de la guerra preconizaban de
siempre que las retaguardias y la población civil habrían de quedar inmunes a
la lucha. Ello no ocurrió entonces. No ocurrió así. Antes bien las mayores
víctimas se contaron entre mujeres, niños, ancianos en ataques indiscriminados.
Por el contra, la Luftwaffe en sus bombardeos de territorios inglés había
seleccionado complejos estratégicos y centros de producción. La batalla de
Inglaterra hizo palidecer en verdad los raids de la RAF contra las ciudades
germanas. J.B Priestley perdió su puesto de comentarista en la BBC por la
sangre fría con que Churchill sin piedad e implacable dio la orden de sembrar de
ruinas y de destrucción las ciudades de silesia y de Sajonia. Nada mejor que
una orgía de fósforo y de fuego para exacerbar el espíritu de odio. La moral de
los berlineses había empe3zado a cuartearse pero las autoridades le arponean
con la consigna siguiente:
-
Ahorra. Espera. Calla.
Arrecia la
persecución contra los agentes extranjeros. Todas las radios de Berlín son
confiscadas por la GESTAPO. Se castigaba con la pena de muerte sintonizar
emisoras extranjeras. También se castigaba severamente el comercial con
productos de primera necesidad como el carbón. Varios Kohlendieber (ladrones de carbón) son ahorcados en la vía
pública. La persecución contra los judíos alcanza proporciones insumidas en
vísperas del año nuevo de 1944 donde Guy Groucet un hombre de Laval augura que
“si pudiéramos desjudaizar Europa la paz sería cuestión de semanas. Pero hay
otro peligro. El de la guerra bacteriológica. Con motivo de la pascua de la
navidad de 1943 se firma un decreto de amnistía para 153000 prisioneros
políticos que cumplían cadena en las cárceles de Ocaña, Cuellar y el Puerto de
Santa María. El numero de liberados va creciendo. El año 42 los amnistiados
fueron 76.000. El anterior, sólo 21.000. Yagüe había preconizado la amnistía
general pero Franco se mueve de forma mucho más cauto pero alude en sus
discursos constantemente a la tolerancia y al perdón cristiano. La
excarcelación completa de todos los penados, bien él lo sabía, sobre todo, si
mediaban delitos de sangre. Al otro lado de los Pirineos. Llegan caravanas de hombres
y mujeres famélicos. España era entonces tierra de acogida pero no llegaban en
pateras. El consejo de ministros aprueba un decreto para dar asilo a cinco mil
huérfanos polacos. A las puertas de 1944, el año de mayor mortandad de toda la
guerra, Albert Spree, ministro de armamento del Reich y luego uno de los
procesados en Nuremberg, declara por Radio Berlín que Alemania está en trance
de construir un arma supersecreta. El descubrimiento alarma a Roosevelt quien
acusa a Alemania de estarse aprestando para la guerra bacteriológica. Era una
maniobra de distracción. USA ya tenía la bomba H. En Paris se tiene noticias de
muertes extrañas en la población a consecuencia del gas mostaza. Hay gripe en
Inglaterra y en Alemania (Grippenkrieg).
Un bacilo hará eliminar a ejércitos enteros. En adelante las guerras no
las ganaría el valor sino simple formula químico matemática. Estamos ante una
primera versión de la guerra de las galaxias. El 18 de diciembre de 1943 se
producía el regreso de los Último de la división azul. Todo olía a derrota. Muy
diferente fue el retorno de la marcha triunfal de años atrás. La noticia la
trajo el ARRIBA en un recuadro insignificante en última página. La orden de rompan filas la dio el general
Infantes. No hubo recepciones ni cantos. Cualquier manifestación de este tipo,
se dijo, hubiera exasperado a los embajadores británico y norteamericano. El
general Infantes sería destinado a un oscuro regimiento de Jaca donde asumiría
el relevo de la lucha contra el maquis que hasta entonces había llevado Yagüe.
Otro de los depurados aparte de la caída-con paracaídas- del cuñadisimo Serrano
Suñer seria la de David Jato el jefe de Falange. Cela escribía “Pabellón de
Reposo” y se publicaría “La Fiel Infantería” de Rafael García Serrano. Otro escritor
del cual empieza a hablarse es del gallego Gonzalo torrente Ballester que
militaba en las filas de Falange y fue fundador de la Editora Nacional (FE) en
la que se escribirían muy buenas monografías históricas del sentir español. El
New York Times elogia la política del Conde de Jordana. Hombre próximo a don
Juan se le calibraba como morro del cambio pero con Franco no había que fiarse
tampoco mucho. Otro comentarista del mismo diario afirma que la neutralidad
española había sido altamente positiva para los intereses de Gran Bretaña y
USA. El comentarista se llama Dengg y da noticia de que España se había
convertido en un refugio de apatridas perseguidos mayormente judíos. Pero
siguiendo con la política de que las grandes potencias carecen de amigos, sólo
intereses. Estos elogios van a preceder a un garrotazo inesperado: el embargo
total de suministros a España. Franco tampoco se lo esperaba. Años adelante al
final de su vida llegaría decir que el pueblo desconoce el agradecimiento y la
compasión ante la bondad y el perdón cristiano. El conde de jornada dice en
unas declaraciones de 1944: “Habrá que responder a la procacidad con la
reflexión mesurada y dueña de sí misma. Estamos padeciendo un ambiente
calumnioso contra nosotros”. El régimen de Franco tiene que enfrentarse a una
conspiración en marcha. Es tiempo de silencio. ¿Admiraba Churchill a Hitler? No lo sabemos pero
durante varias intervenciones en los Comunes hace elogios de la raza aria.
Llegó a decir que ingleses y alemanes eran parientes lejanos. Mientras esto
decía ahorca a activistas del Likud y del Irgun judío que trataban de echar a
los ingleses de Palestina. Londres había llegado acariciar con beneplácito la
idea de buscar un hogar judío en Madagascar. Por aquellos días la ayuda de
Franco a los judíos era mucho más sin reticencias pero unos cardan la lana y
otros portan el agua. El historiador hebreo, Avni, establece la cifra de unas
50.000 personas la de judíos que se salvaron gracias a Franco.
“España,
imbuida de un espíritu cristiano y universal, de
amor a todas las razas, contribuyó al rescate de numerosos hebreos perseguidos y procedió de
tal manera más debido a intereses espirituales que por razones políticas”
Así rezaba un
texto distribuido por España en Naciones
Unidas en 1948 en el afán del gobierno de Madrid de pertenecer a la sociedad de
naciones. Franco como buen español supo ser quijote. Israel acababa de
conseguir la independencia aquel año. En 1948 Ben Gurion vetó la propuesta pero
siete años más tarde votaría a favor. En abril de 1945 recibiría Franco en el
Pardo a David Lawrence del US&World Report, muy conectada a los grupos
financieros de Wall Street al que concede una larga periodistas. De la larga
conversación con el periodista estadounidense entresacamos el texto que va a continuación. Contra lo que
era su costumbre el Caudillo se
manifiesta así de tajante:
Niego
en absoluto que seamos antisemitas. Durante la guerra europea hemos pasado por
momentos difíciles en nuestras relaciones con Alemania por defender precisamente
a los judíos. Protestamos hasta el punto de escandalizar a n nuestros amigos
por protestar enérgicamente contra el mal trato a los judíos. España se puso de
su parte. Y le contaré dos anécdotas al respecto. En una ocasión se presentó
ante mí un general español y confiarme su situación. Estaba casado con una
alemana de ascendencia hebrea, la cual había sido conducida a un campo de
concentración. Estaba muy apenado el general y me pidió que hiciese algo por
él. Inmediatamente puse un telegrama a
nuestro embajador en Berlín para que se presentase en la Wilhelm Strasse y que
comunicara a las autoridades que nosotros nos interesáramos por dicha señora a
la estábamos dispuestos a acoger en España. El ministro alemán se escandalizó
pues no concebía que nosotros pudiéramos tener tanto interés por una… judía.
Puso toda clase de impedimentos. Además no sabía el Koncentration Lager pudiera
encontrarse la mujer. Entonces nosotros le dijimos que en Auschwitz y fue así
que el funcionario no tuvo más remedio que extender un salvoconducto al
embajador Mayalde quien se personó en el campo y entre el júbilo y las lagrimas
de la interesada consumó el rescate. Y en otra ocasión fue la mujer de Arrese
la que viajó a Berlín. Yendo en un tranvía, ésta cedió el asiento a una pasajera
que portando la estrella amarilla viajaba con una criatura en brazos. La esposa
del ministro se levantó para cederle el asiento ante las protestas del revisor
y del resto de los viajeros. “A mí no me importa-dijo-. Si ella es judía, yo
soy española. Y las dos somos seres humanos”. Al ver la firmeza y el coraje de
la extranjera todos se vinieron abajo”
España
volvió por donde solía: por su quijotismo atávico. Aquí se suele tener un
sentido de la justicia. Pero en otros pasajes de la misma entrevista se refirió
a que en España no hubo leyes antisemíticas como las tuvieron Francia y
Alemania y en parte también Italia. Quizás porque a los españoles sólo nos
gusta vestir el uniforme de la libertad. Tampoco existió nunca un problema
judío por motivos raciales. ¿No es este por ventura el pueblo de los “manolos”?
En algunos pueblos de la Castilla profunda se suele besar el pan cuando se cae
al suelo y donde todavía se bendice al modo judío. Rancias costumbres que ni la
Inquisición ni el viento de la historia consiguieron erradicar. Es el pueblo
del Éxodo y si en los años 40 sirvió la Península Ibérica de puente levadizo,
en los 80, cuando se preveía la desintegración de la Urss la avalancha en masa
tuvo a Austria y a España por marco. Manolo Blanco que en el año 43 era
corresponsal de Arriba en NY fue uno de los primeros periodistas en hacerse eco
de la evasión. Publica un artículo Una brecha en las alambradas. En su crónica
el corresponsal gallego y falangista alude a la acción ejemplar, heroica en
algunos casos, de los cónsules españoles en Berlín, Bucarest, Praga, Budapest.
Son nombres que deberían estar escritos con letras de oro en el Libro de la
Vida: Romero Radigales. Julio Palencia. Bernardo Rolland. Ballarzana. El
historiador hebreo Haim Avni sostiene que la desorientación y el confusionismo
imperante en aquellos momentos evitaron que la operación de rescate fuera más
eficaz aunque también dice que el responsable no fue el gobierno español sino
las propias organizaciones judías que no trabajaron con la cohesión o el
desinterés mostrado por los gobiernos de Washington o de Londres. A la sazón
los ingleses eran enemigos de los judíos y trataron con todas sus fuerzas
diplomáticas evitar la migración de los desplazados hacia Palestina donde eran
potencia colonial. ¡Cosas de la Pérfida Albión que hoy olvidan algunos
desmemoriados! Para los americanos lo importante era acabar la guerra. No
existía una política al respecto y, cuando la había, estaba sujeta a las
intercadencias y el papeleo burocrático de las administraciones sucesivas. El
desanimo, falta de interés, egoísmo o mera cobardía quedaron compensados por el
empeño puestos en la empresa por los cónsules españoles. Julio Palencia, sirva
por caso, hospedó en su casa de Budapest hasta que ocurre el repliegue alemán
de Hungría y faltándoles las provisiones se alimentaban de leche y galletas. En
esta lista de Schindler española se utilizaron dos procedimientos: el del
amparo directo y la acogida personal y el del salvoconducto diplomático. Tan es
así que el propio Ben Gurion pudo viajar desde Paris en el portamaletas del
coche de un diplomático español que nunca quiso decir su nombre. Franco brotó
en aquel diluvio universal una verdadera arca de Noé. La inseguridad de la
aventura y la premiosidad del momento determinaría que no quedara mucha
constancia del hecho. Aquí funcionó como en tantas historias anónimas del
Holocausto el boca a boca. Incluso entre los propios interesados al cabo de más
de sesenta años de los autos se observa renuncia a hablar del caso de una forma
determinado. Sólo son referencias en general. Algunos de los que quedaron en el
camino no se salvaron porque así lo quiso el destino o por la propia
desconfianza que les impedía a aceptar la mano tendida de los franquistas como
ocurrió con Walter Benjamín. Sencillamente no se fiaban de España donde en una
ocasión histórica fueron expulsados. Veían en la amistad una trampa que les
tendía la GESTAPO. El conde de jordana que también tenía miedo a la Gestapo por
lo visto les hizo esta recomendación:
“Que no vengan en masa. Que
lleguen en grupos y que pasen por nuestro país como el sol pasa a través del
cristal sin romperlo y son mancharlo”
Este
ministro de Exteriores, Jordana, sería artífice de la operación rescate. A los
prófugos solo se les brinda un refugio provisional en transito hacia Portugal y
posteriormente hacia américa. La forma clandestina de la maniobra evitó que los
alemanes montasen en sospecha. Quienes culpan a Francisco Franco de no haber
hecho más no tienen en cuentas los elementos de la geopolítica. Y la política
es el arte de lo posible. Por otra parte en las cancillerías occidentales no se
observa un gran interés por el caso y era a ellos a los que cumplía la tarea.
Luego las relaciones Madrid-Berlín pasaban por una mala fase. Y Franco también
temía a Hitler. En los documentos acreditados a los evadidos del furor nazi no
aparece nunca el calificativo judío. Se les designa meramente “españoles en el
exilio”. Ginés Vidal trabajó lo indecible para diferir la partida de grupos de
hombres y de mujeres habidos por la Gestapo para tomar “el tren de trabajos del
Este”. El diplomático ha de recurrir a su acumen de castizo para frenar la
maquinaria implacable de los SS que una vez puesta en marcha no se detiene. En
algunos casos utiliza la súplica ferviente; en otros, el engaño y, cuando estos
no funcionan, apela al orgullo de raza de ser español que entonces renacía
ÀÀÀÀÀÀÀÀÀÀÀÀÀÀÀÀÀÀÀÀÀÀÀÀÀÀÀÀÀÀÀÀÀÀ
Capítulo IX
SOLDADITOS DE LA
BLAU
Un interesante y hasta ahora inexplorado relato es
la actitud de los soldados y oficiales de la llamada División Azul hacia los
judíos del Este. Ya no quedaban de estos en el frente de Leningrado pero los
militares tomaron contacto con dicha población cuando acudían a Riga con
permiso o convalecientes de sus heridas. En el varano de 1941 los
expedicionarios españoles atravesaron zonas donde operaban los partisanos de la
mente donde los “nuestros hostigaban y daban malón, con suerte alterna a los
soldados invasores des de unidades operativas denominadas Escuadrones de la
Muerte.
El
texto corresponde a un párrafo del libro del historiador judío Bobe Mendle Yidfden in
Letland[16]El
escritor cuenta en la página 218 de su libro cómo un oficial de la Blau ayudó a
escapar a varios judíos de Riga perseguidos por los alemanes. Este oficial tan
atípico al que se refiere Merndle seguramente no era un oficial sino un soldado
raso de infantería que se había alistado en el grupo cuando sólo contaba 18
años. Yo tuve la suerte de conocerlo. Uno de los mejores periodistas del
franquismo y de la retransición. En 1967 lanzó un periódico el SP en el cual se
adelantó a su tiempo tratando de ocupar el espacio político que luego sería
cancha de El País. Fu hombre de
avanzada y de trinchera dotado de una visión de futuro y olfato político. Lo traicionó
el Opus. Fue un mártir de la derecha. De esas cien familias que se han
repartido el juego en este país donde las hojas volanderas de un incendio
parece que hacen de las suyas y muchos a la mañana nos levantamos con resaca.
Hay que combatir el cinismo de unos pocos que se imponen a la cordura y el
patriotismo –sometido- de la mayoría. Por defender a la España unida con las
armas en la mano como lo hizo él fueron descatalogados y preteridos. Rodrigo
Royo marchó a combatir la rusia bolchevique. Se le congeló un pie en el frente
de Leningrado. Tocaba el violín para sus compañeros de trinchera y en los
momentos vacantes que le dejaba la lucha escribió un diario de campaña que
luego serviría de base a una de las mejores novelas de guerra de aquella época
de grandes novelistas y escritores, reflejando la experiencia directa de los
combatientes de la Azul. Una experiencia traumática y estremecedora como
únicamente podría escribirla un gran español al que no le gustaban las
consignas de la retaguardia: los Laín, los Tovar que luego se pasaron al otro
bando. Las ratas pronto empezaron a abandonar el barco y él nunca lo abandonó.
La pluma de Rodrigo royo Maciá-era valenciano de Alcira- fue genial y tuvo la
visión de protestar ante la masacre sistemática que hacían los escuadrones de
la muerte en Grodno sobre los judíos. El protagonista de la novela de Rodrigo
se salva de la muerte gracias a un judío. Rodrigo luchaba siempre con el pecho
al descubierto. Su historia es una historia brillante y al mismo tiempo cruel
como son las biografías de todos incomprendidos. Porque certifica el dicho
cidiano de que España hace a los hombres y los deshace. Este lamento del Cid
sigue siendo un epitafio para demasiada grandeza española. Es, asimismo, un
triste sino, una maldición bíblica, que convierte a este país en predio de
mediocres tiralevitas advenedizos. Ellos son los que siempre trepan a lo alto
la cucaña. Por ese camino nos hemos convertido en el paraíso de la chapuza. Mal
gobernado. Peor informado y tantas veces ruin. Aquí los que conocen la aguja de
marear los validos e intrigantes sobreviven. Muy pocas naciones de la tierra
premian como virtud lo que es un vicio revelador de la inmadurez nacional y de
la falta de ideales: el chaqueterismo. En España es una pasión inveterada saber
bailar al sol que más calienta. No quedar descolgado o desventaja cuando da la
vuelta la tortilla y aspirar con delectación los humos del botafumeiro. Quienes
actualmente se deshacen en elogios al sistema democrático fueron los mismos o
los hijos de los mismos que entonaron loas al Fascio y al Nazismo. Son los
descendientes de los que después de haber aplaudido las feroces leyes
antisemitas francesas, como José Ramón alonso que en paz descanse después de la
ocupación se pasaron al Pentágono deshaciéndose en elogios a la constitución
masónica de Jefferson y comparsas. No los puedes vencer únete a ellos. Estos
individuos son aquí caldo de todas las salsas. Se trata de gente de poltrona y
retaguardia consumados logreros expertos en el arte de nadar y de guardar la
ropa. A esta clase de personajes que tanto proliferan en España no pertenecía
afortunadamente Rodrigo Royo Maciá. Él era de fibra de quijotes. Un combatiente
nada más. Como testigo de una de las grandes matanzas de la humanidad no puede
por menos de alzar el grito contra semejante genocidio: Los alemanes habían
congregado en Grodno a la mayor parte de los judíos de Polonia. Sentí una gran
compasión hacia aquella gente que iba obligada a ceder el paso cuando se
encontraba con otro transeúnte que no portase la Estrella. Eran escupidos y
maltratados de palabra y de obra. Por muy poderosas razones que pudieran
albergar los alemanes contra el pueblo judío nunca vi motivo para semejante
ensañamiento” declara. Su novela “Guerra: la historia de la vida de Luis Pablos
y dedicada al asturiano Ortiz que murió sobre mis espaldas” fue publicada por
entregas en el Diario AMANECER de
Zaragoza de la cadena del Movimiento y donde pasó algunos meses de redactor
Rodrigo antes de lanzarse a la aventura norteamericana. En Nueva York sería
ascensorista. Luego crupier y violinista del Milton hasta que es nombrado
corresponsal del Arriba en Washington. En Nueva Cork ejercían Blanco Tobío y
Guido Bueno. Yo creo que fue el mejor corresponsal que tuvo la cadena. También cubría
como volante el área de Hispanoamérica y en uno de sus viajes a Colombia
conoció a la que sería su mujer. Era Rodrigo de rostro alargado y perfil
aguileño rojizo los cabellos que luego se tostaron y cando lo vi por última vez
blanco. Su faz recordaba a la de aquellos capitanes de los Tercios donde la
hidalguía el orgullo la valentía y la bondad se dan la mano. Estaba visto que
no era de esta época y por eso fracasó o lo fracasaron. Un autodidacto, un
visionario y un quijote, era también uno de los hombres mejores que he
conocido. De los más generosos. En 1981 herido de muerte y cuando se embarca en
la última aventura de papel (quienes él había promocionado desde SP los Balbín
los Alpuente los Máximo los Riobóo los
de la Viuda, que no vinieron precisamente luego con el turrón, le hicieron
traición; lo dejaron solo) tratando de relanzar el Informaciones de la familia
de la Serna que quebró y no lo volaron Rodrigo medio arruinado y enfermo pagaba
la nómina de sus colaboradores con lo que ganaba a la ruleta en el Casino de
Madrid. Era un libertario pero un hombre en el mejor sentido de la palabra
bueno. La metástasis pulmonar le había puesto cerco pero él seguía fumando
obstinadamente el tabaco rubio de su juventud:
-Sé que me quedan pocos
afeitados. Hora es ya de escribir una novela. Seguramente la terminaré en el
cielo. Será una buena novela de amor.
La
persecución de los acreedores le pilló dando de comer sopas a un gatito sobre
una imponente mesa de caoba en su despacho de director en la calle San Roque.
Rodrigo sonreía con tristeza y encendía uno de sus penúltimos malboros. Acababa
de regresar de Mexico donde había escrito una novela premiada y dedicada a su
amigo Ismael Herráiz en la cual denunciaba las últimas corrupciones del régimen
de Franco. De las mordidas exoneraba a Franco cuya amistad conservó siempre y
con el cual había ido a cazar y a tirar al plato en el club de Campo. Pero
culpaba a los tecnócratas a los aláteres del Caso Matesa. Rodrigo se había
alineado en la facción crítica de Falange pero no supo capitalizar esta
rebelión como hicieron otro. Los Ismael Medina los Páez los Capmanys los
Cebrián entraron en la órbita del dinero.
Ellos escribieron con sus conductas interesadas el prólogo de la gran corrupción
de la Idiocracia que nos invade. Pueblo somos de idiotas. ¿De idiotas o de
ilotas? Voto a bríos y a la Ideocracia del INRI. Que esto tiene mucho y con la
palabra INRI está todo prácticamente dicho.
-¿Eres tú el Rey de los Judíos?
-Tú lo has dicho.
-¿Eres Tú el que ha de venir o esperamos
a otros?
Y
Cristo entonces dio la callada por respuesta. No quisiera que sus labios se
contaminara del odio de las mentes turbias de sus delatores.
Hombres
de la estirpe recia de Rodriga habiendo ganado la guerra luego resultó que
perdieron la paz o porque se descuidaron o porque fueron demasiado generosos y
condescendientes con el enemigo –esa serpiente que se agazapa- o no estaban
avisados de lo que se venía encima y jugaron con las cartas boca arriba cuando
el enemigo lo hacía utilizando las ocultas pues como dice el Evangelio los
hijos de las tinieblas son más ardidos que los de la luz y a tal respecto no
puedo por menos de insertar aquí un articulo que publiqué yo en una Web de
Internet y que luego sería borrado por la mano negra:
RODRIGO ROYO Y EL BANQUERO SIN PILILA
Antonio Parra
Hace un par de semana murió Luis Vals Taberner
banquero y antagonista del Establishement la gran novela de la transición que
firma Rodrigo Royo periodista y escritor el gran ninguneado e ignorado. Cosas
de la vida y de la muerte. La parca gran niveladora triturará en tría y expurgo
de olvido los orígenes de una gran pendencia transformada en un proyecto de
futuro que quiso poner en pie aquel gran periodista valenciano y español del
que me cupo el honor de ser amigo, confidente y colaborador. A cada uno ha puesto en su lugar. Creo que
del amigo Vals, miembro honorario de la Obra, el banquero sin pilila pues mucha
facha, muy soltero, mucho ruido y pocas nueces que invitaba a Carrillo a comer
y le regalaba cohíbas de mil duros, y de niño meón, que una noche nos llevó de
putas a Rodrigo y a mí para hablar de negocios y aquello fue el mayor gatillazo
que vieron los siglos para desilusión de
aquellas chicas de tarifa y buen culo pues resulta que aquel punto tenía voto
de castidad y lo mismo que en el convidado de piedra daba el pego hace que cena
y no cena etc., creo que no hablará
nadie. Aun estoy temblando de lo que ocurrió aquella noche toledana. Aun se me
parten las carnes al recordarlo.
Sin embargo,
mucho me temo que Rodrigo Royo aunque las fuerzas oscuras hayan intentado
borrar su memoria, su vida, la de una gran periodista llena de pasión,
truculencias y sobresaltos, como su obra serán hitos de referencia en las
facultades de periodismo.
Le llamábamos el Rorro cariñosamente porque bien
mirado era un quijote un hombre solo en pugna contra las aspas inquebrantables
del sistema. Estaba más sonado o al menos así nos lo parecía entonces que las
maracas de Machín pero era un genio. Uno de los mejores periodistas y
escritores que dio Valencia desde Blasco Ibáñez – Alcira era su pueblo creo
recordar- y entregó a las prensas la novela que les adjunto y cuya lectura
recomiendo. Prosas falangistas, ilusión revolucionaria pues la verdad sea dicha
y mal que les pese a algunos mendas la revolución social no la hizo aquí ni don
Carlitos Marx ni don Pablito Iglesias ni los fabianos ni los curas oiga. Ni la madre que les parió. Todo – ni un hogar
sin lumbre ni un español sin pan, derecho al trabajo a una educación y a una
seguridad social gratuita- vino de la mano de un señor de Valladolid que se
llamaba José Antonio Girón. El Rorro se empeñaba en conseguir para los
españoles algo que tampoco tuvieron estos a lo largo de siglos de su azacaneada
historia: la garantía y el derecho a una información veraz e independiente
cuando todavía acariciábamos el sueño venidero y factible de una grande y libre
y no ésta que no la conoce ni su comadrona. Ay, amigo, topó con los poderes
fácticos contra esas cien familias de los poderes fácticos que han regentado
los designios de este pobre país que le pusieron la proa y nuestra nave se fue
a pique. La culpa la tuvieron aquellos banqueros sin pilila, podridos de dinero
que viajaban a Suiza con maletines cargados de fajos de billetes. Fuimos los
primeros en denunciar la corrupción del caso MATESA y los escándalos del gas
natural que ha hecho que edificios enteros de la Ciudad Condal hayan estado
saltando por los aires. Todo a resultas de un pufo. Yo te pongo el gas y tú me
das a mi comisión. El gas que te voy a instalar es de cota baja por lo que
puede haber fugas y desequilibrios en el suministro, pero eso no importa aquí
la pela es la pela que para eso somos catalanes. La descripción con aquel
individuo del Paseo de Gracia, un usurero de Barcelona que se realiza
minuciosamente entre las páginas 130 y 142 de la novela “El Establishment” son
verdaderamente antológicos. Nadie ni el propio Dickens siquiera ha conseguido
plasmar con tanta solercia descriptiva y vividura lo que es un Shylock.
Banquetes de catalanes, meriendas de negros, conjuras judías que desde
Barcelona y desde el tiempo de los Reyes Católicos puesto que lo del
Descubrimiento e incluso la Expulsión de los hebreos el año 1492 no fue más que
una pendencia entre diferentes capillas del pueblo electo vienen disparándose
contra la línea de flotación de esta b arca de Pedro a la cual denominamos
España. No diga eso, don Verumtamen a ver si lo aspan. Pues eso no está
permitido. Es positivamente incorrecto.
Por eso fundó
SP porque concebía la vocación periodística como un servicio público al
contribuyente, al pechero, a la ciudadanía según gusta ahora de llamar ZP a los
compatriotas. Ese es un hijo de la Revolución francesa. ¿Ciudadano cómo quieres
morir? Con cuchillas Revlon. Su visión me produce cierta hilaridad y me hace
recordar un famoso anuncio de hojas de afeitar de décadas atrás. La guillotina
no ha parado de segar cabezas desde entonces. ¿Te acuerdas de cuando entonces?
Uy como no me voy a acordar Pero ¡qué delito has cometido hostias! Pues ser un patriota
y un compatriota. Has ido de legal por la vida y así le pinta a usted, don
Verumtamen.
En esta novela narra su autor el proyecto y el
fracaso del lanzamiento de un periódico en cuatricomía rotaplana composición en
offset (se adelantó varios lustros al tiempo que le tocó vivir) el Compás que
no es otro que el aludido SP que se tiraba en Guadalajara. Con la Iglesia hemos
topado, Sancho. A Rodrigo le aplicaron los 999 números un 666 al revés de
“Camino”. San José María hizo el milagro de ponernos a todos al hilo y a la
puta calle joder. Desde entonces y siendo cristiano pues aquella inmensa duda
no hizo reblandecerme sino afirmarme en los principios sólidos de mi fe sigo
pensando que ese libro con el Evangelio tiene muy poco que ver. Pero España
sigue doliéndome en el corazón como a mi maestro Rodrigo, Ibrahim Heredia el
protagonista de esta novela un corazón generoso que abrió mis sendas y en
alguno de cuyos personajes me he visto reconocido… José Ángel González “un
escritor disparado hacia la consecución del Nóbel por la robustez cervantina de
su prosa y la solidez de sus imágenes literarias” o Ambrosio Sánchez Gijón
(Félix Ortega) cuyos artículos de tema nacional e internacional nada
tienen que envidiar a los ensayos de
Ortega y Gasset. Félix escribía largo también y creo que fue el mejor de todos
nosotros. Los que salimos de aquel vivero y de los que Royo hace mención:
Iborra, Ángel Vilches, Julio Merino, Juan Pla, Calviño, Julián Ayesta, Dámaso
Catalá, Perreta o Gaciño al que describe perfectamente con aquella su perilla
de revolucionario ruso salido de alguna covachuela del San Petersburgo de 1906.
Porto, y hasta la Loli que era la hija de la señora de la limpieza y la
telefonista que nos traía el café a aquel garaje destartalado de la calle Santiago
Cordero en el barrio de los traperos del viejo Madrid cuatrocaminero donde
estaba la redacción de SP.
Se me han quedado grabadas algunas escenas de la
novela como aquella en el que el banquero Rueda (Vals Taberner) recibe a un
colega en una habitación alfombrada de billetes de mil pesetas. Y te mandaba
pisarlos para desbastarlos para que perdieran la humedad y adquiriesen pátina
de antigüedad cuando estaban nuevos. “Se sabía –dice de Valls- el hombre más
guapo de Europa y el mejor vestido”. Luego ni fu ni fa como quedó comprobado en
la noche de alternes por los derrumbaderos de la Costa Fleming. El señor de la
caja fuerte luego resulta que era un amo sin pilila. Cosas veredes.
Y algunas frases: “Le dolía ver el uso que se había
hecho en el país de tanto esfuerzos tantas vidas ofrendadas a los buitres
históricos de España”. También me reconozco en este pase: “Cuando estábamos en
la ONU él lo pasaba a sus anchas. Tenía un despacho en el tercer piso del
edificio azul, un despacho de corresponsal maravilloso con vistas al East River
y al otro lado se podía ver Queens y el Bronx”. Seguí la misma senda que mi
preceptor y yo también fui corresponsal en la ONU con un despacho con vistas al
perfil urbano de New York. Que nos quiten lo bailado.
Lean por favor El Establishemt. Esta novela es un
“must” como dicen los ingleses si quieren saber lo que está aconteciendo ahora
mismo en nuestra desgraciada patria. Hay muchas maneras de destruir a un hombre
y de matarle sin quitarle la vida. Se le cerca se le quitan los créditos se le
retira la confianza y después el saludo. Queda acorralado y hecho un pelele
hablando solo por las calles en medio del mundanal ruido. Los conspiradores de
ahora no tendrán pilila ni utilizan pistola como los nihilistas pero siguen
matando a gente muy de guante blanco, eliminación sistemática del que incordia
que va a parar a las horcas caudinas del gulag de la incorrección política. The
beat goes on y las sacas del Madrid de antaño no han terminado en este Madrid
de 2006 cosmopolita y brutalmente global. Va otra vez de banqueros catalanes y
de asesinos que matan sin necesidad de pegarte un tiro y sin descomponer el
gesto. Pero son mucho más peligrosos que sus abuelos anarquistas. Royo un
valiente le quitó la máscara por una vez a la bestia sin rostro.
16/03/2006
Lo encerraron, lo ningunearon, pusieron su nombre
entre comillas que es lo mismo que decir que borraron su nombre. Su postura
crítica con la Blau y la denuncia de las demasías sanguinarias de los germanos
en el Este debieron de merecerle a Rodrigo bastantes disgustos. La publicación
de Guerra en unas modestas hojas volanderas de periódico de provincias debió de
pasar sin pena ni gloria. La severa censura imperante debió de dejarla pasar
heladas trincheras de la estepa. El libro es un alegato contra la guerra y es
una de las mejores que se escribieron entonces. Lo que han escrito Torrente
Ballester o Cela se quedan en simples ejercicios de estilo al lado de este
monumento literario que está exigiendo a gritos su reedición. Cuando en las noches
de SP –aquellas noches de Santiago Cordero, la redacción estaba en un garaje al
lado de una vaquería y de un almacén de traperos- nos juntábamos algunos
redactores en torno al maestro, éste nos contaba historias de Rusia y él
resumía su aventura en la cantinela de los labios de los campesinos al entrar
en las isbas: “no tenemos vacas, no tenemos leche”. La palabra rusa de “Kosovo”
(vaca) les marcó de por vida. Pronto supieron que eran unos perdedores. No
fueron posibles las requisas. Tampoco para el amor. La frase define a la
perfección el ambiente de angustia y de depauperación que fueron compañeras de
viaje en las largas marchas por tierras del Este. Italia fue la ventura de los
tercios de Flandes. La Blau no tuvo tal suerte. Rusia no era Italia. En el prólogo
de “Guerra” que es una novela autobiográfica explica las razones de su
alistamiento. Argumenta que no le llevaron allá razones de carácter político,
sólo el afán de aventura y de ganar nuevas experiencias. España mi natura.
Italia mi ventura y Rusia mi sepultura. Lo hubieran podido decir todos aquellos
con el clásico. Nací enfermo de emigración porque ser español resulta un poco
sinónimo de aventura. La obra encuentra un gran arranque con una descripción
que mete de lleno al lector en la narración desde el primer instante. Refiere
los gestos hostiles al paso del convoy por Francia. Los peatones franceses
desde los pasos a nivel y los guardabarreras saludaban con el puño en alto y
con gestos obscenos. Hay matices logrados como cuando se refiere a la punta del
cigarrillo que fumaba un compañero y que a Luis Pablos le recordaba el ojo del
cíclope. Estamos ante el ojo del cíclope que nos observa mientras deambulamos
en las tinieblas. Con música de hierro y traqueteos de raíles aquel tren
francés les acercaba a la tierra de la música, los productos farmacéuticos y la
de los soldados conscientes. En el transcurso de la narración el autor pone a
contribución sus artes narrativas. El libro es un tour de force de novelista y
del reportero que llevaba adentro y siempre fue. Por ser el compendio de un
hecho real (la muerte en primera línea de Ortiz aquel asturiano valeroso y
entrañable) la novela se transforma en un testimonio impresionante de la
segunda guerra mundial narrado por un muchacho valenciano que aun no había
cumplido veinte años. El contraste entre Francia y Alemania es algo que
destaca: En Estrasburgo salieron a recibirnos las muchachas. La alegría de
aquellas chicas rubias y en perfecto orden nos sacó de nuestro letargo.
Salieron a la estación a recibirnos con jarras de cerveza. La hospitalidad de
aquellas valkirias alemanas sirvió de contrapunto a la hostilidad manifiesta
con que nos acogieron los franceses. Francia es el país de la línea recta y de
los malos modos. Los que posteriormente hemos cruzado varias veces Francia
podremos constatar esa primera impresión. Francia es una vieja dama gris a la
que le huelen los pies. Y después de una semana larga de raíl y de los
incesantes traqueteos de aquellos trenes de madera por rutas infestadas de
partisanos se produce la llegada a Berlín. Caminos de media Europa. Aquellos
soldaditos bisoños no vieron tantos bosques juntos como al cruzar la Selva
Negra. Vieron la puerta de Brandenburgo y pasearon bajo los tilos engalanados
con sus ramas cargadas de esvásticas colgantes de la Avenida Unter-den-Linden.
Para algunos la arribada a Berlín sería rendir no solo viaje sino el fin de su
vida. Fueron enviados al campamento Grafenwöhr y al cabo de tres semanas de
instrucción empezaría la gran marcha hacia el Este. A pie. Era el mes de julio
de 1941. Rodrigo Royo perteneció por tanto a la primera agrupación de
divisionarios la que mandaba el general Agustín Muñoz Grandes un militar
republicano “asimilado”. Mucho se ha discutido sobre la entrega del mando de la
Blau al general fue un ascenso o una forma que encontró Franco de quitárselo de
en medio. Don Agustín era un caramanchelero que había estado al frente de la
Guardia de Asalto y servido a la República. Se pasó a los nacionales donde
demostró su valor aunque los Varela y los Yagüe y los Sainz de Buruaga siempre
lo miraron por encima del hombro. La opción Muñoz Grandes fue un hecho que
causó extrañeza en el mentidero de Madrid dando pábulo a toda suerte de
interpretaciones. Franco era imprevisible y siempre se caracterizó por su
secretismo. Tanto Varela como Yagüe bebían los vientos por encabezar aquella
agrupación que partía a luchar contra el comunismo en devolución de visita por
los asesinatos del Madrid rojo, por la quema de conventos, el fusilamiento de
curas y monjas, la quema de conventos, la profanación de imágenes y en la Rusia
los desmanes que acabaron con el zarismo. ¿No eran judíos los primeros
capitostes del Politburó? También puede ser pero todo el odio se concentra
contra Stalin que precisamente no era judío sino un cristiano ortodoxo que
tenía ordenes sagradas de diacono y cursó estudios de Teología en el seminario
de Tiflis. Stalin el padre de la Unión soviética también era un ser misterioso.
En la guerra de España se sintió traicionado por los trotskistas y no aguantaba
a los perdedores por lo que su regreso a Moscú a muchos de los chequistas les
aguardaba un campo de concentración. No perdonó a un hijo suyo que se había
casado con una judía y acusó a sus médicos judíos de querer envenenarlo pero
esos son datos también la historia. El Padrecito persiguió a los hebreos con
más saña que Hitler. También las estaba viendo venir. El imperio de la
ideocrcia. ¿Terror ahora más o menos que entonces? Buena pregunta. Los gulags y
los KZ abrieron la puerta para las cárceles del alma y el control absoluto que
explican novelas como “1984” de Orwell o “El Cero y El Infinito”. Franco se
inclina por la elección de un militar relativamente oscuro y que había
pertenecido al otro bando. ¿Cuál era el objeto? ¿Acaso no le daba demasiada
credibilidad a Adolfo Hitler ni confiaba en su victoria y por tanto despacha
para que combatan a su lado a militares de segundo orden en lugar de la flor y
nata del Ejército Español? ¿Quería tener a Yagüe amarrado en Madrid porque el
general soriano pudiera ser peligroso en Alemania desde el momento en que se
rumoreaba que era el hombre de Berlín para encabezar un “pustz” contra el
Generalísimo para instaurar un gobierno Quisling en la Península? Tras la
entrevista de Hendaya el Führer sacó sus conclusiones con respecto a Franco.
Esta es una de las conclusiones que defiende Ramón Garriga en su biografía
sobre el general Yagüe. Cierto o no hay
un hecho destacable y es que Franco aun siendo partidario de la inexorabilidad
del Destino no consideraba indispensable a nadie. Siempre prefirió a los
mediocres para ministros. Cuando iba de paisano prefería los tonos grises y
siempre aconsejaba a sus colaboradores que hicieran lo que él no meterse en
política. Le atraía el perfil pragmático del funcionario norteamericano y del
civil servant británico. Quería un régimen administrado por pretores y
quaestores prácticos a la romana y no por ideólogo. El tardofranquismo
heredaría ese espíritu adocenado y conformista aunque al parecer siempre
instalados en la cultura de la queja pero parco tanto en las descalificaciones
como en el aplauso. En el franquismo se llamaba rojos sin contemplaciones a los
del otro bando. En el tardofranquismo, sin embargo, a los opositores, a los
terroristas y a los antisistema se empezó a denominarlos esos descerebrados.
Eficacia se llama esa figura. Eficacia al canto. Por eso se dio Franco buena
mañana para hacer sus combinaciones en los reajustes ministeriales para que el
carro del gobierno no cargase delantero de falangismo o trasero de tecnócratas
o el peso de los democristianos se fuese para los lados con uno de esos
habituales bamboleos que pega la iglesia católica. Franco no les quepa,
señores, la menor duda aunque tuviera una voz aguda de vicetiple era un sabio.
Bajito algo panzudo y culón. Llevó la rienda en unos tiempos en los que el look
importaba un bledo. Hoy más que el pía mater de un candidato interesa menos que
su cara bonita y su buen tipo. El que les caiga bien o mal a las mujeres. El
mundo de hoy aparentemente tan pacato por dentro tan cruel apuesta por la
apariencia. Apuesta por el hedonismo que tanto sedujo a los nazis. Sólo que el
de aquellos era genuino pero el de los ideocratas es sucedáneo. Otro latiguillo
al canto: lo ersatz y lo de la mentira repetida un millón de veces que se
convierte por arte de birlibirloque o la tercería de la propaganda en un dogma.
La dictadura de los productores ha sido reemplazada por la de los
comunicadores. Bajo la égida de unos y otros todos nos hemos convertidos en
unos proletaria. Lumpen. Masa. Materia gravable. Pecheros de hacienda. Mirones
de la Caja Atonta sin capacidad de reacción. Franco sus razones practicas debió
de tener para detestar a los políticos de oficio. A esos remilgados señores del
tupé a lo Sagasta o con la raya en media como Lerroux les achacaba todas
nuestras catástrofes del siglo XIX. No era ni mucho menos un oscurantista pero
creía que al mundo de la política había ir con las manos limpias y salir con
los bolsillos llenos (en eso dio una verdadera lección) y que estos al igual
que los escritores han de ser un poco los ingenieros del alma. En eso coincidía
también con su contemporáneo y antípoda pero los extremos se tocan el don José
Stalin. Hoy sobran cabezas de chorlito que dan buena imagen pero que dentro no
llevan nada y faltan profesionales del alma. Hay carestía de humanistas. Por
eso se han puesto tan de moda los psiquiatras. En cualquier caso, la
designación de Muñoz Grandes, el general rojo y amigo de Hitler, supuso un
acierto. El carabanchelero demostró sus redaños y conocimientos de estratega en
los duros combates del lago Ilmen y del Ladoga. Fue condecorado con la cruz de
hierro de primera clase, recibió las hojas de roble y encina que sólo se
dispensaba a los vencedores germanos. “Duro es el invierno ruso pero más dura
es mi raza”. Su arenga por Radio Berlín fue de las que hicieron época en los
anales de la oratoria castrense. A su regreso fue ascendido a capitán general y
a pesar de sus críticas al capitalismo y discrepancias con el Caudillo fue uno
de los amigos más íntimos del general. Coincidían en muchas cosas. En la
austeridad. En la concepción militar de la existencia, la presencia de ánimo y
el amor a España. El 31 de julio de 1941 la División Azul estaba jurando
bandera en el campamento Grafenwöhr a diez kilómetros de Berlín. Les tomaría
juramento por parte alemana el general Kochenhausen y por parte española el
general Troncoso. El corresponsal de ABC Miquelarena testigo de aquel acto
escribiría en la edición del primero de agosto del diario de la calle de
Serrano:
En medio de la bandera roja y negrea con la cruz
gamada del Reich flameaba nuestra roja y gualda. Sentíamos que allí se estaba
escribiendo una brillante página de nuestra historia porque el general que les
tomó juramento ante Dios y nuestro honor de españoles lo que jura un español
siempre lo cumple.
Aquel verano del Tercer Año Triunfal habían ocurrido
muchas cosas. La más significativa, el hecho que iba a marcar el momento de
mayor gloria de Hitler y la primera paletada en su tumba, fue cuando en la
madrugada del 22 de junio la Chancillería del Reich sin encomendarse a Dios ni
al diablo y con absoluta sorpresa declara la guerra a los rusos. El pacto
Malenkoff-Ribbentrop quedó hecho ceniza. Seguramente una mano negra enemigo del
género humano lo sancionó. Y se cree que Hitler quedó en la lazada que le
tendieron sus banqueros judíos y sus asesores políticos muy cortos de visto
porque la mayoría del generalato alemán se muestra reacio a la vista de la
envergadura de la operación Barbarrosa. En Madrid esta declaración de guerra
contra el comunismo desata una oleada de entusiasmo. Rusia era culpable. Había
que ir contra la barbarie roja. Poco sabía el pueblo español fanático y mal
instruido que una cosa son los mandatarios soviéticos de origen extranjero y
otra cosa el pueblo ruso sufrido paciente de hondas raíces cristianas que el
ateismo oficial nunca conseguiría erradicar. En ocasiones como aquella los
fabricantes de pistolas, hora del fanatismo y la sinrazón, y la de los ataúdes, hicieron su agosto. El warmongerism
y el jingoísmo son especialidades de esta mano negra de las fuerzas ocultas.
Warmongering es un vocablo que responde a la mentalidad bucanero del pueblo
británico. De la misma forma que se fabrican casas o se construyen muebles
también se pueden organizar contiendas. En ellas gana siempre la banca. La
banca nunca pierde. Concibieron las relaciones exteriores basadas en el
conflicto. Que chupen la sangre las sanguijuelas de Wall Street que las guerras
se combaten con dinero y con dinero. La historia no es causa efecto del azar
sino el resultado de una conspiración. La enseñanza pertenece al Talmud. Don
Ramón Serrano Suñer el cuñadisimo casado con otra ovetense, Zita Polo, la
hermana de doña Carmen, le faltó tiempo para lanzarse a la calle y al grito de
Rusia es culpable abre un banderín de enganche de voluntarios que quieran ir a
combatir a los rusos. ¡Pobres rusos! El sufrido pueblo ruso había sido victima
de los revolucionarios judíos. La revolución de octubre fue también el
resultado de una conspiración en la cual estuvieron los discípulos de Carlos
Marx el ahijado de Disraeli y el pueblo fue sujeto paciente y víctima de
aquellos contubernios. El día de San Juan del 41 una multutidunaria
manifestación recorrió las calles madrileñas. Falange reclama voluntarios para
ir a combatir el comunismo. Se alistan a miles. Desde el balcón del primer piso
de Alcalá 41 Serrano Suñer había dicho:
“Camaradas, no es hora de discursos pero sí de que
nos pronunciemos como falangistas de forma contundente y definitiva: Rusia es
culpable. De la muerte de José Antonio. Y de la muerte de tantos y tantos de
nuestros camaradas. El exterminio de Rusia es exigencia imperativa de la
historia y del porvenir de Europa”
En esa delenda est Rusia el orador convertido en demagogo
no sabía muy bien lo que decía aquel señoriíto alicantino que pertenecía al
sector acomodado no al popular de los falangistas y que luego a la muerte de
Franco cambiaría de chaqueta y de prohitleriano acérrimo se convirtió al
liberalismo norteamericano hasta las cachas. Serrano Su8ñer no sabía bien lo
que decía. Rusia es inconquerible e invencible pues suele ocurrir con el pueblo
ruso que de tan humilde y servil puede transformarse en indómito. Es el país
cristiano que con mayor fervor canta a la resurrección. Ahí puede que radique
su descomunal fuerza. No sabemos si Rusia era o no culpable pero don Ramón
Serrano Suñer fue al menos el culpable – un poco lo que ha ocurrido con Bus con
Blair y con Aznar- de cerca de seis mil españoles desparecidos en combate y de
más de quince mil prisioneros. Quizás se había dejado llevar Serrano por un
ciego instinto de revancha. Los rojos habían fusilado a un hermano suyo. El 2
de julio el ministro de Exteriores concede una entrevista al corresponsal en
Madrid del Deutsches Allgemeine
Zeitung en el que rebaja el pistón y corrige un tanto el entusiasmo del
primer momento. Debía de haber analizado sus palabras más en frío pero también
pudiera ser Franco hubiera estado al quite y dice taxativamente: La posición de España es la de la
beligerancia moral al lado de nuestros aliados; beligerancia que ha de ser
coordinada con nuestra presencia física en el campo de batalla. Que no tendrá
otra limitación que la impuesta por las circunstancias actuales. Tenemos el
convencimiento político de que la lucha emprendida por el Reich en el Este es
mucho más que una guerra cualquiera: es una cruzada del orden europeo contra la
barbarie asiática. Así que matizando que es gerundio y matiza que algo
queda. Un repaso a la semántica de la hora abonaría dicho concepto: la lucha
contra el comunismo era el combate en pro de la defensa de Europa. La
fraseología recuerda el miedo de Roma a las hordas de Atila. Los demagogos se
habían rellenado en el fácil concepto de Cruzada y todas las cruzadas desde que
el mundo es mundo resultan harto peligrosas. Había que vencer al comunismo con
las armas en la mano. La única respuesta que cabía era la de la pólvora según
el ministro de Exteriores que había hecho caso omiso de los intereses
económicos, las apetencias estratégicas o el expansionismo hitleriano a la
búsqueda del espacio vital. En el fondo no estaba equivocado pero aquella no
era toda la verdad sino parte de la verdad. Si Rusia era culpable no era
tampoco posible el dialogo. El agitprop suele dar muy buenos resultados.
Económicos. Lo decíamos arriba e insistimos. Hay siempre que buscar un chivo
expiatorio. Stalin se había convertido en el malo de la película. Bien era un
dictador. Padre del totalitarismo pero existía en el Oeste otro tipo de totalitarismo
de diverso grado. Franco veía las cosas de una forma más práctica que su
segundo de abordo y cuñado: el envío de aquellas tropas podría salvar la cara
frente al Eje. Era una aportación nominal. Con eso se aseguraba lo que parecía
inevitable en 1941 evitar que los alemanes invadieran la Península para tirar
al mar a los ingleses desde lo alto del Peñón de Gibraltar. Aquella no era su
guerra. Tampoco una cruzada. Por su parte Rodrigo Royo va a escribir en contra
de las predicas de Serrano Suñer desde el balcón de su ministerio un alegato
contra aquella guerra injusta y desaforada. Hitler también fanfarroneaba
mientras los hombres de su VI Ejército en el barro el fuego y la nieve de
Stalingrado veían las cosas de diferente manera. El tono melancólico y antimilitarista
recuerda un poco el de autores como Remarque y Hemingway que entonaron desde
sus libros un adiós a las armas. Y ya desde los primeros párrafos nos advierte:
“En las batallas hay que pasar desapercibidos. Lo peor que le puede suceder a
un soldado es que se fijen mucho en él. Un guripa ha de estar resguardado por
el anonimato. Su destino es ser un número”. También anota el trato inhumano
como si fueran acémilas a los judíos que pasaban en manadas cerca de Grodno.
“Yo les daba cigarrillos. Aquellas polacas eran extraordinariamente hermosas”.
Estaba prohibida la confraternización con la población civil. “Pero nosotros
nos pasábamos esas ordenes por los cojones”. Entra a continuación en tema
lúdico. Si los soldados alemanes cumplían a rajatabla las ordenanzas él
recalca:
Al día siguiente de llegar al destacamento muchos de
nosotros presumíamos de hablar ya el
idioma de Israel… y no exagerábamos porque las judías a pesar de haber estado
veinte siglos esperando al Mesías besaban igual que las cristianas que habían
sido redimidas ya 1941 años atrás.
Así que Pablos se la juega. Poco le importa
transgredir el código de justicia militar. Si sigue por ese camino puede acabar
ante el pelotón de fusilamiento pero el temple anarquista y defensor de las
mujeres sale a relucir frente a la maquinaria de la disciplina germana. También
da cuenta de que en Grodno hubo no sólo flirts entre soldados españoles sino
también algún que otro casamiento. También les daban las sobras del rancho. “En
nuestro campamento unos cuantos hombres y mujeres se encargaban de calentar el
samovar. Nos fregaban los platos y nos lustraban las botas para después pedir
humildemente un trozo de pan. Había hambre en Polonia en especial para los
judíos”. Luego hubo una juerga en el gueto. No podía ser de otra manera entre
incautos españoles a los que su sed de aventura no les hace recapacitar sobre
el peligro y allá entre los vapores del alcohol y el humo de los cigarros el
protagonista entra en contacto con una prostituta llamada Güeña la cual estaba
en connivencia con los partisanos. Son aprehendidos y llevados por una
callejuela a una casa donde el cohen al ver el uniforme alemán escupe en el
suelo pero Pablos y su compañero estaban borrachos. “Nos encerraron en una
habitación iluminada solamente por la luz de una vela y nos hicieron tumbar en
el suelo. Mi compañero y yo temblábamos de miedo. Uno de los hombres sacó un
machete y ya se disponían a pasarnos por las armas cuando uno de ellos se fijó
que sobre la guerrera de la Wehrmacht lucía en nuestra bocamanga la bandera de
España. El que parecía mas viejo empezó a hablarnos en un castellano antiguo.
Nos dieron café para espabilarnos y ordenaron a Güeña que nos condujeran a
nuestro acuartelamiento” Extraña historia de perdón y de reconciliación y amistad
en medio de una guerra de exterminio. “Yo, soldado antibolchevique-declara
solemnemente Rodrigo royo- vestido con el uniforme del ejercito alemán pero
portando en la manga izquierda el emblema de la división con los colores de la
roja y gualda había caído, estando borracho en manos de un grupo de agentes de
la resistencia. Ellos en lugar de ejecutarme se apiadaron y me condujeron a mi
unidad como hubiera hecho el mejor de mis camaradas. No me habían protegido a
mí sino al recuerdo de España. A un alemán seguramente lo hubiera asesinado”.
Este pasaje constituye el eje central de la novela “Guerra”. Un episodio de
caridad y de humanidad en medio de aquel ambiente de odio. Quizás el recuerdo
de Sefarad esté presente en la memoria del pueblo de Israel cimentando unas
relaciones extrañas de amor y odio entre españoles y judíos. A Güeña la novia
judía fue a visitarla varias veces en su casa de la calle Mikiera 10 pero “en
una ocasión cuando fui a verla dos individuos de la GESTAPO apostados en el
portal me impidieron pasar y al poco vi bajar a la pobre muchacha esposada
entre dos solados. Se la llevaron y nunca la volví a ver más. Ningún crimen
había cometido Güeña. Sólo el de ser judía, lo que era un estigma en aquellos
tiempos”. El alma del pobre recluta se rebela contra semejante injusticia.
Después prosiguió la marcha hacia el Este en jornadas de hasta 40 kilómetros
diarios. Se sorprende de que en el avance alemán se vean pocos batallones
motorizados. Los regimientos eran hipomoviles “de tracción de sangre” y la
descubierta la hacían avanzadas de ciclistas. En las aldeas con las casas de
techumbre de bálago ven rostros atemorizados y ocultos en sus misérrimas chozas
y la frase de siempre: “No tenemos vacas carecemos de leche”. Las primeras
hostilidades las encontraron en la autopista de Minsk. “Fuimos disparados por
la espalda. Hubo unas cuantas bajas. Dijeron que eran judíos pero nadie se
preocupó de constatarlo”. Otro dato a tener en cuenta. Las partidas de
guerrilleros estaban organizadas por comisarios soviéticos y los comisarios
durante la revolución de Octubre eran judíos en su mayor parte pero para Luis Pablos este dato carece de interés.
La maldad y la bondad son privativas de la condición y carece de genes y de
estirpes. Todos podemos ser a un mismo tiempo santos y verdugos. Luego Royo nos
ofrece una visión de la guerra tal cual es: despiadada, degradante, venal,
hostil. Se impone el reto de sobrevivir en medio de unos compañeros a los que
el ambiente les torna mezquinos. “Todos se disputaban la mejor porción de
rancho y el huevo de mayor abrigo en la chabola. Y hay que soportar sobre todo
a sargentos chusqueros con sus galones de oro recién estrenados que se sienten
diosecillos entre la tropa”. El juego de la guerra es un juego de
supervivencia. El primer objetivo es conservar el pellejo. Lo importante es
sobrevivir aniquilando al contrario. El heroísmo no surge más que en contadas
ocasiones. Lo que predomina es el odio, el tedio y la agresividad entre los
camaradas. Hay que acostumbrarse a la ominosa presencia de los cabos de vara de
quienes parten a veces órdenes absolutamente absurdas. Por otro lado la vida al
aire libre “nos torna como animales y nuestra vida se torna meramente
vegetativa”. Se despiojaban en el río y por las noches los soldados se dormían
bajo las estrellas pensando en las almohadas de casa y la cama bien caliente
que les preparaba su madre. Uno termina por acostumbrarse a la vida semi animal
meramente vegetativa. Pero a veces me sentía muy solo y notaba que por mis
mejillas rodaban lágrimas recordando a los tuyos, tu pueblo, tu España. Y una
voz me interpelaba: por defenderlos a ellos viniste aquí a luchar a Rusia. Y
aguardabas con ansiedad la llegada del correo. Era el momento más grato del
día. Las sacas las traía el hipomovil de intendencia o el camión de
municionamiento. Gracias a estas cartas se apuntalaba nuestra moral. El correo
es algo importante en la vida de un soldado”. El estilo desgarrado del texto
sorprende por su franqueza y dotes de observación. Por fin la División alcanza
su objetivo en Novgorod donde estaban las avanzadillas de la resistencia rusa y
al llegar a la aldea de Tschertzilino observa como los alemanes habían ahorcado
a miembros de la resistencia. Entre los ajusticiados estaba una mujer con un
letrero sobre el cuello que decía Spahe-lazutxhikaia([17]).
La muchacha era una judía. “El rostro yerto de la moza marcó mi primer
encuentro con la muerte. Su cuerpo se balanceaba pingando de la rama de un
roble que había a la entrada de la aldea. Me conmoví. Pero fue mi bautismo de
fuego. Mi contacto con la muerte. Los muertos que encontraría después a ciento
ya dejaron de impresionarme. Empezó a nevar. Sobre el cadáver aquel letrero me
recordaba un poco el cartel que pusieron sobre la cabeza de Cristo en el
Gólgota: INRI. Jesús Nazareno el rey de los judíos. ¿Sería también Jesús el Rey
de los judíos? Pensé. Y en esto empezó a nevar. Al cabo de poco tiempo el
paisaje ruso parecía envuelto en la magia de un cuento de hadas. Aquella magia
melancólica eran mi punto de destino”. Estaban en el corazón de la Rusia
profunda a la vista de la sagrada ciudad de Novgorod capital de la ortodoxia
que espeja sus cien cúpulas en forma de bulbo sobre las aguas del Lago Ilmen.
En Tzertxcgulino estaría su posición. Llegó el pater y toda la compañía empezó
a rezar el rosario. Habían penetrado en el mundo de Dostoyevsky y de Miguel
Strogoff. Rusia para Rodrigo Royo era igual a como él la había soñado a través
de sus lecturas adolescentes. Una babuscka[18]
se acercó a nosotros y nos dio a besar un icono cuando terminamos de rezar. Nos
miraba transida de compasión pues le recordábamos a algún hijo suyo que también
era soldado al otro lado de las líneas. Es entonces cuando entra en contacto
con el asturiano Ortiz y sellan un pacto. Si te matan a ti yo me comeré tu
mantequilla y si me matan a mí tú te comerás la mía. La acción se precipita de
modo fulgurante. En uno de los ataques de los ruskis muerte Ortiz y Pablos es
encontrado en un pozo de tirador con las extremidades inferiores
semicongeladas. Trasladado a un hospital de sangre de Riga tienen que amputarle
parcialmente un pie y es en Riga donde se desarrollan las ultimas escenas de la
novela entre el delirio y las voces de los enfermos que llaman a su madre. La
herida se le gangrena y perece en medio de horribles colores. En Riga con la
muerte de su protagonista quedó sepultada la mitad del alma de Rodrigo Royo. La
otra viviría pero al regreso a España ya nada volvería a ser igual. El último
capítulo de este serial aparece en el citado “Amanecer” de Zaragoza el 23 de
mayo de 1944. es una novela derrotista y tal vez por eso no tendría el auge y
el reconocimiento de los tonos triunfalistas. Encarna sin embargo el espíritu
divisionario: la sangre y el valor inútil, la crueldad. La incertidumbre del futuro
y una generación que venía marcada por la pérdida de aquella guerra. El hambre.
La sed. Los poltrones. Los chaqueteros. Las mentiras sobre rusia. Muchos de
ellos a su regreso a la patria se sentirían unos incomprendidos. La dificultad
existente para demostrar casos reales de confraternización y de salvamento de
judíos por los soldados de la Blau se cifra en la falta de datos. Este
salvamento que lo hubo se haría sin papeles y de tapadillo. No quedó por tanto
constancia. Los aliados occidentales no desperdiciaron ocasión para pasar
factura al régimen franquista por haber enviado a estos quince mil hombres. A
la sazón se vertieron desde Londres infundios y especies absurdas como que en
un pueblo de Toledo se estaban fabricando cohetes V-2. También se ha acusado a
Franco de antisemita. Cosa que de la lectura de estas líneas se comprende como
una falacia. Una de tantas como fabrica constantemente la propaganda. Ahora
bien el anterior jefe del estado en política era un intuitivo y sabía que hay
fuerzas oscuras que han conspirado contra España a lo largo de su historia.
Esto no es una perogrullada. La actitud de Luis de Pablos hacia Güeña es todo
un gesto. No importa cuantos judíos se salvaron gracias a la mediación
española. No hay cifras exactas. Pero conque se hubiera salvado uno habría que
dar por válido el esfuerzo. Todos estos hechos pueden contribuir a la creación
de una leyenda misteriosa y contradictoria en torno a la personalidad de
Francisco Franco. Por supuesto, destaca su clarividencia del futuro forjada en
milagrosas intuiciones. Detrás de estos recovecos se ve que el general era más
que un filántropo un hombre que cree en la verdad y en la justicia. Más que a
un político su temple se acerca al de un artista. El 20 de junio de 1944el
gobierno español firma un tratado de ayuda a los refugiados españoles en
Francia. La mayor parte son republicanos. Se les envía un millón de francos,
auxilios médicos de primera necesidad, ropas de abrigo y mantas. También se
adhiere a la plegaria del Papa Pío XII el cual tras el bombardeo por los
americanos de la Ciudad Eterna aparece en uno de los barrios romanos con su
sotana blanca tinta en sangre y extendiendo los brazos en cruz envía un mensaje
al mundo pidiendo a los gobernantes que pare aquel furor sanguinario y que
concluya la guerra. En nombre de Xto. Y de la caridad cristiana. La súplica
papal cae en saco roto. Unos días después el 6 de junio los ingleses
desembarcan en Normandía. El día más largo como reza el título de una película.
Cuando la guerra toca a su fin los combates se vuelven más encarnizados. Por
todas partes se fusilaba sumariamente, se violaba a mujeres y los soldados
sobre todo los norteamericanos que nunca fueron un ejemplo de buen
comportamiento se daban al pillaje. Pero ante la oleada de crímenes la opinión
pública parece anestesiada. Los hombres se vuelven insensibles ante el dolor
ajeno. Los justos miran para otra parte. La verdad había caído en desgracia y
únicamente se escuchan los alegatos de la propaganda. Hasta el año 44 la
opinión pública hispana había estado bajo el dominio e influencia de Berlín
pero en los comedios de dicho año culminante en el que nació el que suscribe
vamos a estar bajo el radio de la propaganda británica. Las campañas de la BBC
aunque por el momento no consiguen desbancar al régimen al menos consiguen un
objetivo: minarlo por dentro llenándolo de dudas y de facciones. En julio
Madrid suspende sus envíos de wólfram a Berlín y los contingentes de este
mineral que era abundante en el Bierzo cambian de ruta y desde Bilbao son
fletados al puerto de Londres. El 6 de agosto el embajador británico en Madrid
quien por cierto era un sefardí Sir Samuel Hoare pronuncia una conferencia en
la Cámara de Comercio de Barcelona reconociendo la ayuda española a los
refugiados. Otro talante. Se percibe un cambio de rumbo. Pero el problema de
los emigrados hebreos es una mota en el arenal si se le compara con el horror
de tantas muertes y destrucción. Se dice que unos cincuenta millones de
europeos han quedado sin hogar como consecuencia de la fatídica guerra.
iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
Capítulo X
EL OCASO DE LOS
DIOSES
Los ingleses pese a la perfección de sus servicios
de información no acababan de enterarse del todo bien sobre qué era lo que
ocurría en Madrid. El vértigo de los acontecimientos y la contradicción de los
mismos eran como para volver tarumba al mejor de los m-15. Kim Philby el famoso
espía que dirigía por tales calendas la Iberian sección de los servicios
británicos de inteligencia exterior daba muestras de estupor y no sabía a qué
carta quedarse. Estuvo por devolverle la medalla condecorativa con que el
cuadillo había premiado sus servicios a la causa nacional cuando fungía como
corresponsal del Daily Press. Todos los corresponsales británicos trabajaban
para los servicios de inteligencia de su pais como quedó patente en el caso
Koestler. Se crea entonces el grupo escorial por algunos poetas falangistas. En
su primer numero el camarada Tovar dice: “el monumento del escorial es la
síntesis del imperio y por el imperio hacia dios”. Quedó fenomenal con esa
frase. Era profesor de griego y su estilo no podía ser más grandilocuente.
Había dirigido la radio nacional de españa cuando sus micrófonos estaban
instalados en salamanca. Tovar encabeza la última oposición a franco desde el
bunker hitleriano juntamente con Cela y Torrente Ballester (nadie lo diría) y a
todos ellos la derrota de las armas alemanas les hace caer en desgracia. Cela
pierde su empleo como censor. Tovar se exilia a los Estadosunidos al igual que
Torrente. Ridruejo empieza a formular sus primeras críticas al sistema. Areilza
se va de embajador a Buenos Aires y Laín se encierra en el bunker de la
facultad de medicina. Julián Marías ya no puede tener una beca para estudiar en
Alemania. Era discípulo de Ortega el germanófilo. Así que se va estados unidos
y luego a Israel. Una guerra de consignas aturde mientras tanto a la sociedad
española. Algunas de ellas quieren decir mucho y otras no quieren decir nada. Queremos el orgullo de una patria exacta.
Armoniosa. Indivisible... tan absurdo sería un caudillo sin falange como una
falange sin caudillo. En los vítores estudiantiles de Salamanca vuelve a
inscribirse el lema isabelino de tanto monta monta tanto. El desenlace de la
guerra, muchos sin saber a qué carta jugar, determina ejercicios en la barra
fija. Merodean los sonámbulos y hacen caña los funámbulos. Dentro del
repertorio cabe todo. Hasta el triple salto mortal. De lo que se trata es de
encontrar un acomodo digno al nuevo orden de cosas después de la derrota de las
armas alemanas. El bizantinismo del fraseo oscuro y rebuscado se impone sobre
las conversaciones. Algunos como quien no quiere la cosa y porque no las tenían
todas consigo de que Hitler fuese a salir mal parado de la contienda dan una de
cal y otra de arena. Claro que el ser anodino el no descollar en nada fue una
sabia norma de conducta para los que quisieron hacer carrera durante el
franquismo. España es un pais pendular y el péndulo oscila del lado de donde
sopla el viento y desde donde se escucha el sonar de los tambores. La política
española es una poco la versión al modo trágico de la comedia con faldas y a lo
loco. A espaldas de Franco se creó un sistema de meritorios plagado de
corruptelas y de amiguismo. Más absurdos. En Budapest aparece un edicto del
gobierno prohitleriano que prohíbe a los judíos ser propietarios de perros de
caza. Por lo visto el que semejante escoria llevase del ronzal por las calles
de Budapest espléndidos dogos de complexión neumática constituía una afrenta
ala raza aria que había conseguido el “Dobermann” un perro de ataque a su
imagen y semejanza. A los judíos tiene bemoles la cosa únicamente se les
permitía ser propietarios de perros vagabundos o chuchos. Les estaba vedado el
pedigrí. Pero esta aberración era un indicio de que la locura nazi estaba dando
sus últimos coletazos. En política el generalísimo cada vez de forma más
ostensible se inclina hacia el bando aliado. El discurso de sir Samuel en
Barcelona ha infundido notables esperanzas.
Pero en política nada es predecible. No hay nada seguro. Todos estaban
tan tranquilos cuando el embajador norteamericano Hayes es convocado a
Washington para evacuar consultas. Roosevelt se comporta cada vez de forma más
enigmática. Hay en su cabeza síntomas alarmantes de demencia senil. O era la
arteriosclerosis que le causaría la muerte. Churchill también desparramaba su
conducta en altos y bajos en correlación con esa moodiness o carácter caprichoso de los británicos. O a lo mejor
era el güisqui. Ni el inglés ni el norteamericano supieron apreciar la vocación
occidental y cristiana del caudillo. Pero la verdad es que en cada uno de estos
dos países anglosajones a uno y otro lado del atlántico el cristianismo es algo
adjetivo. Lo sustantivo es la americanidad o la britanicidad que se convierten
en ambos países en una religión de estado. Sólo convocan al cura para bendecir
el catafalco o proclamar las coronaciones. Su creo político es laico. A
Churchill y a Roosevelt sólo les preocupaba una cosa ganar la guerra y la
victoria tenía que ser total. Sin reservas. Los que acusan a Franco de no haber
hecho concesiones, historiadores anglosajones como esos bocazas de Preston o de
Gibson, ven la paja en el ojo ajeno. Sus dirigentes no sólo querían vencer a
Alemania, humillarla destrozarla. Todo es del cristal de que se mira. Churchill
precisamente nunca descollaría por su amor a los judíos. Con tales antecedentes
se explican las actitudes antisionistas de los británicos en palestina y hasta
el temple sanguinario con que se emplearían los soldados de la reina en los
sucesos previos a la consecución de la independencia cuatro años más tarde.
Cuando se inaugura Radio Nacional el 18 de julio de 1944 parece como si franco
tuviera una premonición acerca de cual sería la gran batalla que habrían de librar
él y los suyos en la posguerra. Una batalla planteada desde el cerco ideológico
la cuarentena económica y el vacío universal. De esto entendemos algo los que
hemos padecido la soledad del español. Ese tipo de guerra psicológica sólo
podría ser combatida a fuerza de argumentos. Desde la emisora estatal se iban a
manejar buenas bazas. En una españa que carecía de todo la estación radial se
va a convertir en instrumento de cohesión y firme bastión contra el cerco que
estaba empezando a concertarse. Desde sus instalaciones en Arganda sería Radio
Nacional una de las emisoras más potentes de Europa. La onda corta alcanzaría
el área de Hispanoamérica donde aparte de contribuir al apuntalamiento de
nuestro idioma en el Nuevo Mundo serviría de fuerte espaldarazo al régimen.
Todos los países de habla hispana muy pronto se mostrarían afectos a la causa
de Francisco Franco excepción hecha de Mexico y de algunos otros y gracias a
ellos comenzaría el deshielo y la posibilidad de que España fuera admitida en
la ONU. En Madrid se funda al poco tiempo el Instituto de Cultura Hispánica. En
la pugna que libramos los españoles de entonces con el mundo anglosajón había
algo más que la oposición a un régimen. Las fuerzas de la anti España siempre
hablaron inglés. Ellos tienen otra forma de ver el mundo. Se enfrentaban dos
fórmulas diferentes de entender la vida. Eso lo supo ver Franco mejor que nadie
que pronto se erige en heraldo de la Hispanidad. Ello le valdría no pocas
humillaciones y dicterios en el exterior. Pero a los anglosajones Franco sabía
batirle con sus propias armas. Hoy España sometida a la férula anglosajona
quizás tenga cuestionada su propia existencia. Porque la Ideocracia sólo ha
servido para traer la angustia el odio la envidia y los resquemes que abren la
cueva de los murciélagos donde se agazapan los demonios familiares. El porvenir
del idioma de Nebrija también puede encontrarse en entredicho pese a los
triunfalismos. El 20 de julio de 1944 Hitler saldría ileso de un atentado. Se
libraría por segundos o mejor dicho por pies ya que el retraso de unos minutos
evitaría la bomba que iba destinada para él y que había sido colocada debajo de
una mesa de roble por el coronel Von Staufenberg. Se celebraba un consejo de
ministros. El autor del atentado sería pasado por las armas al día siguiente.
Los rusos ya estaban en Varsovia. Radio Berlín emitía soflamas pidiendo la
muerte de los traidores. Pero Hitler cernía
su destino en el Schiksal y vio una especie de milagro en haber salido
con vida del percance. Creía en las fuerzas del destino. Era un gran aficionado
a la astrología. El tirano acorralado se crece y va a desencadenar una de las
grandes persecuciones contra los disidentes como no se había conocido en la
historia desde la época de Nerón de Diocleciano o de Iván el Terrible.
Bielorrusia perdió la mitad de su población. El atentado de Von Staufenberg
salvó el honor del pueblo alemán. Franco escribe una carta al Führer rogándole
que para salvar vida y ahorrar una mayor efusión de sangre busque una
armisticio. Esta carta enfurece a Hitler. Siempre le había encontrado un tanto
exasperante. Con sus 1.67 de estatura su aspecto de retaco su voz infantil pero
dicha carta le va a sacar de sus casillas. Según refiere Luis Abeytúa en Lo que
sé de los nazis Hitler hizo un comentario: “Traidor” y la echó al fuego del
bunker. La situación del gobernante español no puede ser más delicada. La
exasperación alemana se conjuga con la abierta hostilidad inglesa. Franco hace
lo que siempre supo hacer: atrincherarse en el blocao y resistir. Se vuelve más
religioso y se encomienda a la providencia. En una visita a Ávila tiene una
especie de visión. Había ido extremadamente agitado y regresa con el espíritu
en calma. Esto lo atribuye a un milagro de Santa teresa. Las monjas de la encarnación
le envían una reliquia de la Santa fundadora y desde entonces hasta casi el día
de su muerte le acompaña el brazo de Santa teresa. Pasa muchas noches en
oración. La lucecita del flexo del Pardo nunca se apaga. Franco trabaja o reza.
Y así sigue gobernando la nave de españa con tesón. Tiene una gran fortaleza
física pero la ansiedad le abre el apetito y Franco empieza a engordar. Se le
ve más encanecido. Fueron tiempos de grandes dudas y vacilaciones. Otros menos
enterizos no lo hubieran podido resistir pero por las trazas Franco pareció que
en su comportamiento cauto y aparentemente irresoluto había leído el Talmud que
ordena que entre dos soluciones la mejor es la tercera lo que él lo traducía en
los tres montones de papeles que se pilaban en su mesa de despacho. El primero
“los resolveré yo”; el segundo, “los resolverá el tiempo” y el tercero, “se
resolverán solos”. No me des respuestas, la conozco todas. Sólo invoca mi
nombre y persevera. E3sta cautela suya esa sonrisa esa lenidad de carácter tan
suyas eran netamente judías. Con los años fue sin embargo perdiendo la sonrisa
que hizo popular a franquito en su juventud. Su pensamiento a veces parece
empapado de sabiduría rabínica. Tenía un no sé qué que no era tan solo baraka.
Era un varón de reflexión y de buen consejo. Casi nunca obraba con
precipitación o llevado de sus impulsos. Dejando que el nudo de los
acontecimientos se resolviese a su albedrío. El 3 de agosto va a perder a uno de sus colaboradores más
importantes: el conde de Jordana (1876-1944) quien fallece repentinamente
mientras se encuentra en San Sebastián como consecuencia de un infarto. Era un
militar monárquico de convicciones profunda compañero de armas del general
Franco en la guerra de África en la que gana algunas medallas al valor. Había
sido amigo personal del Rey Alfonso XIII y de Primo de rivera. No era un
militar de corte africanista sino un liberal de espíritu abierto que en su
juventud había pertenecido a la masonería. Muy trabajador. En su despacho del
palacio de Santa Cruz había días que pasaba 24 horas sin levantarse de la mesa
de trabajo despachando con sus asesores. Este exceso de trabajo quizás fuera la
causa de su muerte. Fue el artífice del aproximamiento del régimen a los
aliados y tiende un puente entre Franco y don Juan de Borbón. Gracias al mismo
Franco empezó a entender que no habría otra salida que la solución dinástica.
Don Juan y Franco pese a su carácter antitético estuvieron siempre condenados a
entenderse. Jordana fue también el inspirador del rescate de los mosaicos
franceses alemanes italianos y franceses así como todos los sefardíes de los
Balcanes. Es sustituido por José Felix de Lequerica Erquicia. Era un bilbaína
nacido en 1891 que había pertenecido al partido de Maura y se había educado con
los jesuitas. Franco siempre tuvo una predilección hacia los vascos a los que
encarga la gestión de Exteriores. Admiraba a este pueblo por su talante
emprendedor y por su espíritu empresarial. Si bien fue cicatero en las ayudas a
Castilla se volcó misteriosamente con las márgenes. A su muerte vascos y
catalanes van a ser los árbitros de la democracia hasta el punto de que por una
de esas contradicciones de la vida española lo centrifugo predomina sobre lo
centrípeto. Lequerica inicia una saga en el Palacio de Santa Cruz que
continuara con Gregorio López Bravo y con Marcelino Oreja- Lequerica fue otro
hombre puente. Y sucede otra paradoja. En aras de los intereses de España
Falange se hace aliadófila. Se han acabado las ideologías. Los alemanes
quisieron cambiar el mundo y fracasaron. Había que hacerse más Sancho y
abandonar el quijotismo. La saga continúa. El pueblo español que es vitalista y
acomodaticio opta por plegarse a la nueva situación. El mundo se sorprende
cuando se publica la noticia de que León Blum y el conde de Rotschild a los que
se les daba por muertos víctimas de los nazis aparecen en Bolivia. Los dos
habían cruzado la muga de los Pirineos y con salvoconducto español consiguieron
embarcarse hasta América del sur. El gran banquero judío y uno de los institutores
del Frente Popular, León Blum, habían salvado el pellejo gracias al sistema de
Franco. Nunca se lo agradecieron pero eso tampoco importa demasiado. ¿Franco y
Sefarad un amor secreto? Es posible que amase al verdadero Israel pero al menos
ni sus más encarnizados detractores pueden acusarle de antisemita y gracias a
sus buenos oficios el mundo actual ha sido posible. Dicen que Rotschild al
llegar a la aduana de Irún ofreció al carabinero la suma de un millón de
pesetas de aquellos tiempos oferta que el probo funcionario rechazó en aras
altruistas. Para él la mayor fortuna de todos los tiempos se presentaba como un
humilde refugiado político una persona humana a la que era necesario socorrer.
Por lo que respecta a León Blum y su frente populismo fue uno de los franceses
que habían ayudado a la republica. Todavía tuvo fama de Barba Azul por su
afición a las mujeres pero a pesar de todo eso también era una persona humana.
Eros y la Revolución son las dos aficiones predilectas de la gente de su raza.
Tampoco es concebible un mundo sin judíos. Había otra clase de infiltrados en
aquella desbandada. Eran los maquis. Elementos disolventes según la prensa
núcleos de resistencia residuos de la guerra civil. De ellos apenas hablan los
diarios. Simplemente se les aplica la ley de fugas. El ejercito alemán abandona
la frontera francesa el 22 de agosto de 1944. en una sencilla ceremonia el
coronel Kruger de la Wehrmacht se despide del coronel Ortega. Es izada la cruz
gramada de la aduana en el puente internacional de Hendaya. La liberación de
Paris se produciría tres después el día de San Luis 25 de agosto. Los alemanes
habían perdido nada menos que 2.367 aviones en las batallas de Normandía y de
las Ardenas y perdieron cinco divisiones panzer. El régimen español empieza a
jugar la carta del anticomunismo. Eso sería su salvación. Supo hacer bien la
maniobra de cambiar los cañones por la mantequilla y la leche en polvo, aquel
horrible condimento que con las películas del Oeste en tres jornadas hicimos la
infancia tan peculiar de todos aquellos que tuvimos la suerte o la desgracia de
nacer en aquel año de gracia de 1944 en que el mundo hizo el gran viraje del
mundo. Los españoles somos gentes resignadas y conformista. Paris bien valía
una misa y en Paris dijeron que habían entrado los americanos (las primeras
columnas eran soldados españoles republicanos) y con esta conquista las
relaciones Washington-Madrid se establecen en una trayectoria que no siempre
fue la línea recta. Si no puedes vencerlos únete a ellos. Franco utilizó la
maquiavélica fórmula y se unció al carro de los vencedores pero en contra de
los rusos. “Donde yo esté no habrá nunca comunismo”. Era un hombre realista.
Los apasionamientos y los fervorines suelen ser nefastos en política que no es
otra cosa que el arte de lo posible. El embajador norteamericano Charlton Hayes
se convierte entonces en una suerte de virrey. Hay declaraciones a UPI. “España
nunca podría haber sido aliado de Alemania ni de ningún otro país que no tenga
por norte la catolicidad”. Chúzate esa. Eran unas declaraciones que concede al
delegado en Europa de la United Press International el 7 de noviembre de 1944.
se trata de una exclusiva de excepción en la cual vamos a encontrar a un Franco
sino diferente al menos novedoso. O por lo menos ansí lo pone de manifiesto el
entrevista autor de la entrevista Anthony L. Bradford a quien recibe en el
palacio del Pardo con toda suerte de honores y de boato. Piensa el periodista
que este no debe de ser mi Franquito. Me lo trocaron. El marco es incomparable,
majestuoso. Bradford se encuentra impresionado que creen ver en esta vis a vis
más a un rey con el boato de toda su corte más que a un general. A lo largo de
su carrera política Franco fue
entrevistado – era aficionado a las interviú personal- como doscientas
veces. No dio una conferencia de prensa jamás. Pero los huéspedes
norteamericanos de UPI quedaron harto impresionados por la munificencia y el
boato del anfitrión. Por lo demás Franco en dicha entrevista hace un trazado de
su política gubernamental en el marco del anticomunismo y la catolicidad, los
valores occidentales. Anuncia una nueva amnistía e intensifica las garantías de
la redención de penas por el trabajo lo que supone que prácticamente no fan a
quedar presos políticos con delitos de sangre. Todos a la calle. Pero ni las
entrevistas ni los gestos atemperan a Roosevelt el cual lo está apuñalando por
la espalda. Francia es también un enemigo incómodo al otro lado de los
Pirineos. El hostigamiento que llevan a cabo los maquis con apoyos logísticos y
tácticos franceses constituyen para franco una desleal villanía: “jamás hubiera
atacado españa a la Francia vencida aun cuando hubiésemos sido invitados a
hacerlo en 1940. Esto no entra en nuestras tradiciones por ser incompatible con nuestra hidalguía”. Además
se lamenta el caudillo de la falta de juego limpio que observa entre los
norteamericanos. Anuncia que respeta al gran pueblo yanqui pero que ni él ni su
gobierno harán una política servil. Esta entereza, tales agallas, sorprenden al
periodista de UPI. Franco no tiene pelos en la lengua. “Hemos declarado nuestra
mentalidad y cual iba a ser la trayectoria desde 1938. Nunca haremos leña del
árbol caído” decía las cosas claras y con elegancia pero nada de servilismos.
Dice que España no es un estado totalitario sino totalitario y aduce como
prueba de eso mismo los principios básicos del Movimiento que nada tiene que
ver con el nazismo ni con el fascismo. Frente a la sinrazón opone Franco la
sinrazón y su discurso resulta del todo congruente y articulado. Invoca los
principios del Movimiento. Por el pan. Por la patria. Por la justicia. Un ideal
de comunidad participativa en las enseñanzas del Evangelio. Ningún
totalitarismo. Invoca al individuo, al ser real, a la persona humana. Intuía
que se acercaba, aunque no hubiera leído a Huxley ni a Orwell, un tiempo de
totalitarismos no sólo los de izquierda marxista sino también los del
capitalismo salvaje que son dos patas de un mismo bando. Si para unos el hombre
o la mujer son unidad de producción para os otros son unidades de consumo.
Existes en cuanto compras y tanto eres tanto gastas. ¿Y los valores
espirituales? La España de Franco se alzó contra el materialismo a sendos lado
del espectro pero con este fiarse de las cosas del espíritu consiguió un bienestar
económico como nunca lo había conseguido España en su historia. El programa de
justicia social de los falangistas de Girón hasta aquí y hasta ahora nadie lo
ha superado. Y con respecto al armisticio franco alemán entre Vichy y Berlín,
“jamás lo cohonestamos”. España siempre deseó para sus vecinos la libertad y el
orden y se abstuvo de cualquier ingerencia. En cuanto a la división azul,
Franco dice que no fue más que una opción frente al comunismo. ¿Democracia?
Nosotros tenemos nuestro propio concepto de democracia basado en los fueros y
los derechos individuales que arrancan del Fuero Juzgo. Al fin y al cabo el
mensaje es bien claro: los anglosajones no pueden a los españoles dar lecciones
de democracia quien desde la edad media posee su carta magna los derechos y
libertados basados en el municipio. Del rey abajo ninguno. La vara de los
alcaldes. Los corregidores como brazo visible de la justicia. Los concejos que
se reunían a la puerta de las iglesias, de las catedrales y los atrios
románicos. “La división no implicó la idea de conquista. No queríamos tomar
Rusia sino darle una lección a sus gobernantes comunistas. Y nuestra retirada
en 1943 fue ordenada y aconsejada por los intereses diplomáticos españoles”.
Franco hacía estas declaraciones con el encanto y la ingenuidad –en política
casi resulta naif por lo anti retórico-que le caracterizaban. Su tono resulta
convincente. Marca como principio cardinal de la acción de su gobierno la
pacificación interior y el regreso de los refugiados políticos. “Les acogeremos
con tal de que se abstengan de hacer proselitismo y que se atengan a las reglas
del juego”. Otro tema que aborda en esta entrevista con la United Press es la
eventual restauración de la monarquía. Pone una condición: “Que sea una
monarquía diferente a la que tuvimos en España durante el siglo XIX y se atenga
a los tiempos nuevos”. Esta entrevista es un echado de sentido común, de
serenidad, de juicio y de capacidad de discernimiento. Franco estaba pensando
en el hombre de la calle no en los políticos, en esa mayoría natural de las
democracias cuya opinión no suele estar desencaminada. Vox populi. Vox dei.
Pide a Roosevelt que tenga clemencia con los vencidos porque la munificencia y
la liberalidad del vencedor suele ser un preludio de la paz. También pide voz y
voto para la conferencia de Yalta donde se repartieron Europa y España es parte
sustancial de Europa pero allí tampoco la dejaron hablar. Uno de los actos
fallidos de los españoles de posguerra es un complejo de culpa que viene dado
por el ostracismo político. Los españoles se siente en offside y como este es
un pais pendular cuando se abren las compuertas vamos a estar en los lugares
más inverosímiles y hasta en Afganistán. Nos apuntábamos a un bombardeo
precisamente para resarcirnos de aquel tiempo de silencio y aislamiento que si
bien se mira no lo fue tanto. Aznar sale en la foto de las Azores. Todas las
misiones de paz. Hasta los norteamericanos se sorprenden de esta disposición a
apuntarse incluso a un bombardeo. A Franco le negaron la entrada en Potsdam y
en Yalta como todavía le dieron calabazas cuando quiso ingresar en la Logia
zaragozana ¿y eso va a suponer un trauma? Quizás pero por el momento no habría
clemencia para con los vencidos. Franco
que se crecía en las dificultades nunca tuvo esa conciencia de derrotado.
Aguardaban a España siete años de bloqueo económico y de aislamiento
internacional. Y de anatemas. Sería su mejor prueba de fuego pero Franco quería
ser oído. Entonces nadie quiso escucharle. Sin embargo aquella entrevista con la
que el general rompía cinco años de silencio marcó un hito y causó un gran
impacto en el ámbito internacional. En Londres el Observer siempre tan
reticente hacia el franquismo proclama en un editorial que “he is a hard guy to cope with”. En
Inglaterra, tratándose de políticos españoles, no estaban acostumbrados a esta
clase. Franco se expresaba un poco en el tono de Felipe II. No era un perrillo
de aguas domesticado ni un monaguillo. El ministerio de Exteriores da un mentís
rotundo a la noticia de la BBC de que cerca de quince mil soldados alemanes
huyeron a España después de la derrota para ganarse la vida. Los ingleses,
siempre tan perifrásticos, decían que algunos de ellos se habían alistado en la
policía española. La verdad era sin embargo muy otra: únicamente 150 veteranos
de la Wehrmacht y la Luftwaffe habían pedido asilo político y habían sido todos
recluidos en el Campo de Internamiento de Miranda de Ebro con arreglo a las
disposiciones internacionales sobre las leyes de acogida. Curiosamente después
de las grandes crisis internaciones habidas en Europa ( las dos guerras
mundiales y la caída del muro de Berlín) España es utilizado como portaviones o
base de relanzamiento de estas corrientes de migración. A las fuerzas oscuras
le interesan una españa de puertas abiertas. Esta idea explica las corrientes
de migraciones masivas tanto del Este –rumanos, búlgaros, polacos, ucranios-
como de Marruecos y del Subsahara. Es evidente y esta es la idea motriz de este
libro que sin Franco ni Hill Stricker ni tantos y tantos judíos como a lo largo
de nuestra residencia en los Estados Unidos hubieran podido tener la
oportunidad de viajar a los USA. Tantos los verdugos como las victimas son
acogidas con independencia de que luego puedan ser juzgados y esclarecidos sus
delitos. Esta es en síntesis la idea del cristianismo y del mesianismo que es
una de las características idiosincrásicas del perfil de España como nación
católica. Rommel se suicida el 16 de octubre de 1944. fueron los funerales más
espectaculares y grandiosos del III Reich. El juramento de lealtad el militar
nazi lo había llevado hasta las últimas consecuencia. Se celebran las primeras
elecciones sindicales en Zaragoza. Hay que moverse con arreglo a los nuevos
vientos que soplan contra el horizonte. Es una forma de dar carrete y de hacer
el paripé, tan importante en política donde la mujer del Cesar no sólo tiene
que ser casta sino también parecerlo pero Franco ya lo había advertido en una
entrevista: “Los españoles no están preparados para una democracia a la
occidental. Aun. Pero tengan calma. Todo se andará”. El general Llague a través
de la prensa pone en conocimiento de los españoles que su campaña contra el
maquis fue un éxito. Los últimos reductos guerrilleros habían cruzado
Roncesvalles y sólo le faltó añadir el parte lacónico de cautivo y desarmado el
ejército rojo etc. Pero el laconismo con que informa este soldado soriano que
se curtió en la legión poco explicita de la dureza de aquella guerra y de lo
arduo y sangrientos de aquellos combates. Fueron guerra sucia. Son fusilados
René Platón, consejero de Petain y Darquier de Pellepoix encargado de Asuntos
Judíos del gobierno de Laval. Fuerzas de la Resistencia asaltaron todos los
consulados y legaciones diplomáticas españolas en Francia. De Gaulle conquista
a Francia. Con la ruptura de la Línea Sigfrido se produce el gran asalto hacia
Berlín. Quedaba todavía medio año de guerra. Todas las legaciones diplomáticas
españolas en Francia fueron asaltadas y quemadas. En Madrid se hablaba de la
redención de penas por el trabajo y de la destilación molecular.
-
Un toro es algo muy serio – decía Manolete en una
entrevista- Por eso yo no me río nunca en la plaza.
El director del Alcázar Laurentino Moreno Mungúia es destituido fulminantemente
el 7 de septiembre de 1944 por un editorial en que criticaba a los
norteamericanos. Ya no se podían hacer cantos epinicios a las potencias del
Eje. Los españoles no se habían hecho a la idea de que estaba a punto de caer
el III Reich. Los más se acomodaron al nuevo estado de cosas pero otros
resistieron numantinamente como era el caso de Laurentino. La biología nos dice
que sólo sobreviven las especies que se adaptan al medio. Las otras perecen.
Esto no era más que la tapadera. En realidad el director de Alcázar no había
sido fulminado por elogiar a los alemanes sino porque en un pequeño recuadro
había hablado de un tema tabú: las encarnizadas luchas que tenía lugar en el
Norte. Franco había ordenado la ley del silencio. Por eso ganó aquella guerra.
Su instinto político le decía que era la única manera y es el sistema con que
los ingleses y americanos ganaron todas sus guerras. Al enemigo ni agua. Por
eso quizás la actual democracia tenga perdida la batalla con ETA a la que se da
una preeminencia informativa y una importancia extrema. Unos cuantos pistoleros
tienen secuestrados a todo un país. Las guerras terroristas sólo se vencen con
enanos infiltrados, espías, picos palas y azadones y aplicando la ley de fugas.
La censura aquel año del 44 se estaba empleando a fondo. Churchill
manda horcar a Lord How-How. Fue
descubierto por un soldado británico cuando confundido entre la multitud de
desplazados se disponía a tomar un tren camino de Hamburgo. El coronel Ortega
que era el encargado de la lucha contra los partisanos estaba pasando sus
apuros pero la mayoría de los españoles estaban ignorantes de aquella
encarnizada y sórdida lucha. Necio quid dicis. Ortega operaba en el Pirineo.
Los legionarios y guardias civiles de Yagüe peinaban la cordillera cantábrica.
Ambas facciones combaten a fondo y se emplean con una dureza extraordinaria.
Todos eran veteranos de la guerra de España y entre los cuadros había unidades
de la resistencia que habían liberado Paris. Era la columna Durruti. Sus
milicianos habían luchado en el Ebro. La acción en las montañas se ve secundada
por golpes de mano en el interior de la península. Varias bombas hacen
explosión en la capital de España pero los periódicos dicen que ha explotado el
gas. Los españoles temen a otra nueva guerra civil que fue evitada en parte por
la indecisión de los aliados y también por el coraje del hombre que estaba al
frente de los destinos de España. Franco creía en su estrella. Estaba imbuido
de fe mesiánica. Factor a su favor: que tuviera tras sí al ejercito unido como
una piña por más que la nómina de generales reticentes fuese amplia: Aranda,
Kindelán, Yagüe, Vigón. A todos ellos los consigue silenciar en la lucha.
Cerrada batalla dialéctica. Fuego graneado de conminaciones y de chantajes. El
flexo del pardo continúa encendido en las noches oscuras de España. El senador
Turmel en el congreso americano dice que España tiene derecho a la
autodeterminación. Eso de las autodeterminaciones suena a noche de cuchillos.
La pronuncias y empieza a correr la sangre. Cerca ya la navidad los alguaciles
de don Samuel Hoare que no celebraba la navidad sino la janucha estaban
trabajando en el proyecto de invasión militar. Los blindados de las motorizadas
avanzarían desde Portugal y se plantarían en Talavera en un periquete. Coser y
cantar. El pretexto del asilo político otorgado a refugiados alemanes (¿no
habíamos quedado en que eran ciudadanos judíos en desgracia?) Sería el pretexto
consabido para la ruptura de hostilidades. Justificaban la invasión. Sin
embargo las declaraciones del Caudillo a UPI habían causado excelente impresión
en América. El embajador inglés y el estadounidense por baraka de franco se
llevaban a matar y Roosevelt no sabía a que carta quedarse; estaba demasiado
enfermo para pensar. Lord Templewood es sustituido. La fortuna sigue trabajando
a favor de Franco que siguió en su palacio del Pardo viéndolas venir. Cela
acababa de publicar la tremebunda novela de “La familia de Pascual duarte”. Su
firma aparecía en la nómina de colaboradores de Arriba. Trabajaba como censor
en la calle Gastaminza de 9 a 2. el ex legionario de Padrón había conseguido
una pequeña sinecura pues por entonces, incluso Franco, todos estaban un poco a
verlas venir. Cela personaje indiscutible de la política y la literatura
durante estos años fue muchas cosas. Desde vagabundo a cartero real. También se
ofreció a Camilo alonso Vega para ir a la caza y captura de rojos. Luego acabó
presidiendo la Sociedad de Amigos de Israel. Nunca hubo congruencia en su
pensamiento política pero nunca traicionaría a su sentido del humor. Un humor
del que ya haría gala con coraje en aquellos años cuando una mala burla podía
ser pagada con la cárcel. Un día que tenían poco que hacer él y otro compañero
merendaron y bebieron vino en cantidad. Y para divertirse se subieron a la mesa alargada donde se exponían las galeradas de
libros y de periódicos y empezaron a desfilar marcando el paso. De gastador iba
Camilo y de turuta Víctor Ruiz Iriarte que era tan pequeñín que cuando estaba
en el Café Gijón los pies los bamboleaba sobre la silla como los peques. Y así
fueron pescados incontinenti por el jefe a la sazón Juan Aparicio. Víctor Ruiz
Iriarte medía 1.63. Don Juan se quedó de un aire.
-Pero
¿qué hacéis ahí pedazo de cabrones?
-Estamos
jugando a guardias y ladrones. Yo soy la guardia civil y al pequeñín lo
llevamos preso.
El jefe de la censura estalló en una gran carcajada y por fortuna
la cosa no pasó a mayores. CJC pudo seguir publicando sus exquisitos artículos
en la Prensa del Movimiento. “La idea de la novela-escribe en uno dellos- ha de
llevarse dentro, como el sabor de las peras, el olor de las flores y la brisa
del mar”. Pues muy bien. El 25 de noviembre de 1944 se produciría una nueva
barajada en los cuadros de las jefaturas provinciales del Movimiento. Un nombre
que saltaría en este reajuste sería el de Carlos Arias Navarro. Se le nombra
gobernador civil de León. Aquel madrileño que había ingresado en la carrera
fiscal en 1929 y que fue fiscal del ejercito en la guerra civil (el carnicero
de Málaga le llamaba Raúl del Pozo) tuvo fama de juez duro pero al anunciar la
muerte del General en 1975 era un viejo con la voz quebrada por las lagrimas.
El 3 de diciembre el embajador Carlton Hayes y el canciller Lequerica suscriben
un primer acuerdo para el trafico aéreo entre España y Estados Unidos. Dicho
protocolo va a significar el inicio de una nueva etapa en las relaciones
bilaterales. También empieza el turismo. La cultura de masas. El hombre lábil y
móvil. España se convierte en punto de escala en los viajes transoceánicos
hacia la Europa mediterránea y el Oriente Medio. Samuel Hoare a los pocos días
de cesar como embajador ingles en Madrid pronuncia un discurso en los comunes
de corte roussoniano en el que por primera vez reconoce la importante labor de
Franco en la ayuda a los judíos en tránsito. Pero pide a éste que permita la
libertad de culto y la supresión de los tribunales especiales. Hay una crisis dentro del Consejo Mundial Judío.
Los rabinos neoyorquinos S. Wise y Abrahán Hillel protestan ante el gobierno
norteamericano por su poco apoyo a los refugiados y a las colectividades de
pioneros israelíes en Palestina. El lobby judío no era por aquellas fechas tan
poderoso como en la actualidad cuando se ha convertido en el arbitro de la
acción exterior del Departamento de Estado.
Goebbels celebra su ultima noche vieja en el mundo con un canto de
alabanza a su jefe: “Adolfo Hitler-dice- ve lo que otros no ven y espera cuando
los demás desesperan.
jjjjjjjjjjjjjjjjjjjjj
Capítulo XI
ASALTO FINAL
Las declaraciones de Samuel Hoare van a provocar una
fuerte polvareda en el Vaticano por lo que se refiere a la libertad de cultos
en España que lord Templewood pidió con toda franqueza. Era una clara injerencia en los asuntos
internos de un país. Libertad de cultos
significaba que la sinagoga del transito de Toledo pudiese abrir sus
puertas. La fruta no estaba madura para
eso. El pariente de Disraeli no obstante
había lanzado el guante y quedaba una cuestión pendiente y si bien Azaña había
dicho aquellas fatídicas palabras de que España había dejado de ser católica
siendo éste uno de los alicientes que desencadenaron la contienda del 36 la
pera maduró en la huerta de la democracia y sería precisamente una hija de
josefina Carabias que por aquellos días coqueteaba con los nazis y luego sería
la corresponsal en Paris del diario de la calle Mateo Inurria, ya el periódico
de los curas, la que quitara el crucifijo de las escuelas y pusiera al
evangelio en pie de igualdad. Esta directora de asuntos religiosos Mercedes
Rico se llamaba y no pasara a la historia por cosa tan poco brillante como
“descristianizar” a la nación más católica del orbe por decreto cumplimentando
así la profecía de que había dejado de ser católica. Mar de fondo.
El consejo mundial no olvidaba la imagen de la reina católica a la que
habían quemado en efigie. Escupir sobre
el crucifijo resulta para ellos todo un rito de iniciación. Masones o judíos que más da. De tal manera que el holocausto deviene en
sus manos un arma arrojadiza, una coartada.
Carlton Hayes que es católico practicante y buen conocedor de los
místicos no se siente muy complacido por las propuestas de Templewood. Hay mar de fondo. Los enemigos de la cruz hacen riza pero la historia
parece de su parte y hay algo misterioso que torna el camino llano a los
heraldos de las fuerzas oscuras en su ir y venir por las veredas del mundo que
llaman acarrear. EL QUINCE DE ENERO DE
1945 Washington ordena la retirada del embajador Hayes. Fue el único valedor que tuvo Franco en
tiempos tan recios. Era un hombre alto,
magro de carnes, profesor de Harvard. El pintor Zuloaga había pintado al
embajador poco antes de su cese. Se
había entusiasmado con España a través de las lecturas de Washington Irving de
james Lowell y de Longfellow, el poeta norteamericano que tradujo al inglés los
versos de Jorge Manrique. En su discurso
de despedida dispensó grandes elogios a España, “un país que volverá a ser
pórtico de entrada a Europa. Mis compatriotas norteamericanos cuando viajaban
al viejo continente casi siempre lo hacían a través de Portugal y España. Nosotros hemos sentido siempre la fascinante
llamada de España. Yo les recuerdo a
ustedes que el castellano es el idioma extranjero que más se enseña en mi
país. Creo que tendremos que contemplar
en el futuro un sitio para Shakespeare y para Lope”. Era un humanista más que un político. Por eso congenió bien con Franco. Era un estadounidense profundamente enamorado
de España. Antes de partir para Nueva
York desde donde había salido en un barco portando consigo una enorme biblioteca
va a ponerse de rodillas ante el sepulcro del Apóstol Santiago. Un hispanófilo a carta cabal. Dicen que las humanidades no sirven para nada
u de hecho han sido descabalgadas de los modernos planes de estudios. Sin embargo hubo humanistas como Mr.. Hayes que evitaron que se desencadenase otra
guerra en España tal y conforme pretendían Churchill y Roosevelt. Se prepara el asalto final al bunker pero
Hitler el 32 de enero de 1945 hace alarde de numantinismo y anuncia que venderá
cara sus piel: “No retrocederemos ante nada ni ante nadie. El bolchevismo judío
trata de devorar al mundo entero”. Cae
Budapest. El embajador español González
Suárez que había alojado en su caso en tandas a más de 3000 hebreos perseguidos
abandona la capital húngara por carretera iniciando un viaje de retorno a la
patria bastante azaroso. Francia era un
hervidero de maquis. Por todas partes
caos. Salteadores de caminos. Terrorismo.
Alemania estaba siendo masacrada y violada en nombre de la
democracia. La primera oleada de asalto
a Berlín estaba integrada por mongoles y siberianos que no sabían lo que era un
grifo. Desmontaban los lavabos y se los
llevaban a sus casas. Las mujeres alemanas
eran violadas sistemáticamente por los nuevos hunos pero tales atropellos no
ocurrieron sólo en el Este. En el Oeste los franceses habían preparado
batallones de senegaleses cuya misión principal era incendiar, arrasar y violar
a todas las alemanas que se encontraran en el camino desde las más niñas hasta
las ancianas. En nombre de la Democracia.
Puro horror. Furia infernal. El Señor escondía su rostro. Los españoles, confusos e inseguros del
inquietante porvenir, miran para otra parte. El interés de la opinión pública
se fija en el hongo sanalotodo que trajo Manolete de Mexico o en el invento de
la penicilina. El doctor Fleming sería
uno de los hombres más populares en España junto con el diestro cordobés. El día de la Candelaria ya están los rusos en
los suburbios de Berlín. La consigna que
imparten los comisarios a sus soldados es violar y matar alemanas para que se
extinga la maldita raza. El mundo no
había conocido mayor barbarie desde las guerras de religión que asolaron
Westfalia. Miles de refugiados se ponen
en camino hacia el Oeste huyendo de los ruskis.
Las orugas de los carros de combaten allanan moradas con los inquilinos
muertos y si ven a una hilera de refugiados por el camino sencillamente pasan
sobre ellos y los aplastan. Mucho se ha
hablado del holocausto pero las barbaridades que tuvieron que padecer las mujeres
niños y ancianos sobre los que se cebó la horda no son para contar. “Vivir
en Alemania se ha convertido en una atroz pesadilla. Hay zonas como la de Assen y Possen que son
teas vivientes. En estos campos
cataláunicos están muriendo siglos enteros de cultura europea” escribe
uno de los pocos corresponsales españoles que quedan en la capital del Reich
Gonzalo Rodríguez del Castillo. El
hambre es tan atroz que las autoridades del ayuntamiento de Paris prohíben la
proyección de películas en las cuales se celebre algún banquete porque hubo
casos en los que los espectadores hambrientos se abalanzaron sobre los
escenarios y al no poderse llevar a la boca los exquisitos mamares que se
reproducían quemaron la sala. En el
estadillo de nuevos inventos figura uno sensacional: la industria de la
fabricación de explosivos ha permitido el hallazgo de una sustancia capaz de
ser replica perfecta del ojo humano. Con
resina empiezan a fabricarse ojos de cristal.
Ningún problema para los tuertos.
La guerra hizo muchos que podrán consolarse con tales prótesis. El que no se consuela es porque no
quiere. Habría un tuerto que se haría
famoso en la política de los años 60. Se
trata del piloto de la RAF el rhodesiano Ian Smith cuyo Douglas fue abatido
sobre Egipto en la batalla del Alamein.
Le extirparon el ojo herido y le pusieron un ojo de cristal pero la
mirada del héroe ya no era igual. Y
Pombo angular en una de sus novelas narra la patética escena del encuentro de
uno de estos jóvenes pilotos con su amada; ella va a verle al hospital y
encuentra a su novio que estaba mirando para la pared y al sentirla vuelve la
cara y ésta prorrumpe en un grito de horro: media faz era normal pero la otra
mitad la que tenía oculta era el cuévano vacío de una calavera. Otro tuerto de guerra: el general de Gaulle
queda excluido de la participación de la conferencia de Yalta con otras
potencias que se reparten el pastel. Nunca perdonó a los americanos aquella
faena y a los ingleses les trató siempre de felones como lo que son. Por eso su
política de grandeur quiso
enhebrar un nuevo orden en el mundo por su cuenta. Haría su propia Ostpolitik de aproximación a
Rusia. Criticaría la intervención de los
norteamericanos en Vietnam patrocinado por los señores de la guerra como
siempre - el clan judío- y mantendría el veto a la entrada de Inglaterra en la
CEE. “Le Etat ce est moi”. Los
tuertos suelen ser gente genial y los cojos meten los goles que ganan los
partidos de los grandes campeonatos. El
Papa Pacelli es una personalidad luminaria y un faro de salvación mediante la
luz de su sotana luce más blanca en tan tenebrosos tiempos. Fue otro gran papa que ayudó a salvar
estrellas amarillas pero el pago fue el escarnio y las acusaciones de filo nazi
y antisemita. Un caso parecido al de Franco
y es que hay algunos que desconocen lo que significa la palabra
agradecimiento. Al hilo de esto se
produce un hecho muy singular como es el bautizo del rabino de roma, Israel
Poli, en la iglesia de Santa María de los ángeles. El nuevo converso adopta el nombre de Eugenio
en honor al papa Pacelli para honrar su memoria “ y por lo mucho que hizo este
papa para ayudar a los judíos en los tiempos de recia persecución”. El neófito ese sí que entendía la gratitud. En la misma ceremonia toma las aguas crismales
su esposa Emma que adopta el nombre de María para honrar a la Madre de los
Cielos a la que debe su conversión salvífica.
María puerta de salvación. El
profesor Poli era un hombre muy estimado en los ambientes culturales de
roma. Hablaba diez idiomas. El primer tratamiento con penicilina es
aplicado en España a la enferma Paca Santamaría Altuzana una mujer de Logroño
aquejada de fiebres pauperales y de septicemia.
Como la paciente repela se produce una verdadera avalancha de
solicitudes de este fármaco. Todos
buscan el tarro maravilloso. Es la
autentica panacea. España se llena de
calles y de monumentos al Dr.
Fleming. Gracias a él se libran
de la muerte los toreros sino que fueron millones los heridos de guerra los que
van a recuperar la salud gracias al antídoto.
Pero un problema encontrar el fármaco.
Se pide a Estados unidos. Cuando
no se encuentra se acude a remedios sucedáneos como el “hongo que Manolete
trajo de Mexico”. En el Oder los rusos
hacen prisioneros a un niño alemán que servía una sección de ametralladoras con
tan solo once años. El general Schorner
aprestó la defensa de Berlín valiéndose tan solo de las Juventudes
Hitlerianas. La última condecoración que
impone el Führer seria para este general de ingenieros que mandó el dispositivo
de resistencia del cerco de Berlín. Es
también la última vez que aparece Hitler en público. El 17 de febrero es nombrado Norman Armour
nuevo embajador estadounidense en España.
En el Pardo se acoge la designación con alivio pues el hecho de que no
retirase el poderoso país a su representante conjuraba el peligro de invasión
que se venía temiendo. Las intrigas
entre las diferencias políticas, la lucha por el poder y las penurias
ocasionadas por el bloqueo estaban haciendo tambalearse al Régimen. Se rumoreaba que la llamada al antiguo
embajador se debía a la actitud en excesos amistosa que mantenía Hayes con
respecto al Pardo y se temía que
precediera a una declaración de guerra al gobierno fascista.
Sin embargo, el anuncio de que venia Mr. Armour del que luego haría chanza y chacota
Berlanga en su película “Bienvenido Mr.
Marshall” en su película rodada en Guadalix de la Sierra, Manolo Morán,
Pepe Isbert,
y las fuentes con chorrito, qué gran papel, tranquilizaría a la gente, de
momento. En este periodo la política
exterior USA es confusa y titubeante. Debido ello a la arteriosclerosis de su
presidente así como a la poca coherencia de su secretario de Estado,
Stettinius. A decir de los entendidos nuca fue la política exterior americana tan
titubeante y tan falta de ideas como en este periodo. Stettinius no era más que un granjero de
Arkansas de origen lituano. Roosevelt
había sido el hombre del New Deal o del gran pacto social pero, valetudinario y
en silla de ruedas, era un hombre acabado.
Churchill por su parte tenía `problemas con la botella. Stalin por su parte estaba en el paroxismo de
su gloria. A costa de la vida de
millones de rusos había derrotado a Hitler.
Yalta sería su gran oportunidad al aprovecharse de los errores y vacilaciones
de su contraparte occidental. Los
periódicos de Madrid “coinciden en señalar” (digámoslo con un tópico) por una
lado el peligro estalinista para Europa y por otro que cualquier intento por
derribar a Franco sería una victoria del “oso ruso”. Hay un gran reportaje de Ernesto Jiménez
Caballero de la matanza perpetrada por los rusos en Katyn. Fueron asesinados indiscriminadamente miles
de polacos y enterrados en masas comunes en 1943. Pero la versión soviética es que los autores
de la masacra fueron alemanes. Se juzgó
por el suceso a tres eclesiásticos búlgaros que fueron condenados a muerte. El
ejercito rojo está ya a las puertas de Koenigsnerg la patria de Kant a la que
los rusos rebautizan como Kaliningrado.
La firma del tratado de navegación aérea con Estados Unidos supone el
levantamiento paulatino del embargo de combustible que había pesado sobre
España durante la segunda guerra mundial.
A tal situación se deben fenómenos como el hambre, el estraperlo y la
penuria que caracteriza a toda la década de los cuarenta y parte de los
59. Como represalia por haber apoyado al
Eje también se nos excluye del plan Marshall.
Se nos quiso rendir por hambre.
Los ingleses pedían a los norteamericanos que se estrechase el cerco
económico contra Franco pero ellos mismos tampoco lo estaban pasando mucho
mejor. En Inglaterra también se daba el
hambre y las cartillas de racionamiento.
Cuando Attlee derrotó a Churchill en las elecciones una de las primeras
medidas incoadas por los gobiernos laboristas fue un incoar una política de
“comida barata” que vendría principalmente de las colonias. Sanear la economía se convierte en prioridad
para franco que empieza el proceso de industrialización. Bajo su mandato España dejó de ser rural para
convertirse en un país urbano. Las
relaciones por mar con EE.UU. también se intensifican. Todos los meses cinco buques de la naviera
del Marqués de comillas parten de Barcelona o de Cádiz cargados de refugiados
casi todos ellos judíos y regresan con cargamentos de trigo y de comida. Eran los tiempos del “Exodus” aquel
trasatlántico que cuando se dirigía a Palestina con un pasaje integrado por
hebreo no pudo atracar en Haifa por
orden del gobernador británico. Hitler
acusó en su último discurso por Radio Berlín a las potencias occidentales de
haber pactado con el diablo y que al fin el bolchevismo y el judaísmo minarían
a Europa por de dentro. “Los pueblos
europeos serán victimas de su osadía y serían destruidos” Hitler creía que al
igual que la célula viva la humanidad funciona y se muda en septenados. Al cabo de siete septenados esto es en 1994
el cristianismo sería destruido por el judaísmo y el Islam. Pero que nunca la historia conocerá atrocidades
como las que ha conocido el pueblo alemán y buscarán subterfugios, mentiras y
engaños. Así se escribirá la
historia”. Estas palabras proféticas del
Fúhrer que se pegaría un tiro en el bunker a los pocos días leerlas en la
actualidad causa escalofríos. En parte
sus palabras parecen haberse cumplido.
El nuevo orden democrático no traería la libertad, el miedo, el odio de
unos a otros. La arribada masiva de
emigrantes en horda y que parece estar siendo propiciadas por el gobierno
norteamericano e Israel aunque se busca el pretexto de las famosas mafias de
las que todo el mundo señala pero al que todos desconocen. Cuando rescribo estas paginas acaban de
llegar hoy 26 de noviembre de 2007 domingo cerca de mil subsaharianos a las
playas canarias. Los prebostes que
controlan la información parecen regodearse en esta tragedia de los cayucos y
al español de la calle el hombre normal al que intoxican todos los días los
medios con violencia de genero hedonismo y esa sangría constante de la guerra
de Iraq se le paran los pulsos. Piensa
que esta es una verdadera invasión.
España no ha dejado solamente de ser católica sino de ser también a
España. ¿Son las fuerzas oscuras las artífices de esa venganza? ¿Es por esto
por lo que con tanta machaconería se nos predica desde los púlpitos mediáticos
los versículos del Holocausto? ¿Serán los cayucos la versión moderna de Exodus?
Cunde la idea de que vivimos sobre un volcán sino en las plenas vísperas. Aquí se asaltan las sedes de Falange. Tras el fracaso de las guerrillas maquinas el
PC ordena la estrategia terrorista. Son
abajadas por comandos especiales varias sedes de Falange de Madrid, el edificio
donde estaba la censura de prensa e imprenta y varias entidades bancarias. Concretamente el 27 de febrero se produce un
acto de tales características contra la sede del partido oficial en Cuatro
Caminos. Dos jóvenes falangistas que se
encontraban de guardia en el local, Martín Mora Bernaldez y David Jara
Martínez, resultaron muertos. ¿Andaría por esas fechas como un enano infiltrado
don Jorge Semprún el que luego llegaría a ministro de Cultura en la
Idiocracia? En sus obras el entonces
activista y luego novelista y ministro se jactaría de haber llevado a cabo
“bonitos” golpes de mano recién egresado de los campos. Vivir para ver. Luego llegarían los especuladores para
arruinar las viejas formas de vida y Google cambiaría al mundo. Era la Era del Terror. Tormentas sociales y conflictos. La mentira en el aquifolio del mundo en aras
de una lucratividad efímera. Ha caído el
cristianismo y se rinde culto con los sermones del Holocausto a la antigua
diosa Némesis. Némesis es la deidad que
ejemplariza la venganza y la justicia distributiva pero también la enemiga de
la concordia y de la felicidad. Sus
golpes de efecto no pueden ser más altruistas.
Los que justifican su adoración en aras del progreso se constituyen en
una especie de santones mercuriales, unos aguafiestas que cada atardecer
repasan el estado de sus cajas fuertes.
Hacen joggy para fatigar su cuerpo, controlar la grasa pero preferido es
el recuento del papel moneda. Vivir para
ver y para acogerse a la sombra de Shylock. ¿Qué diría Hilaire Belloc, si
levantara otra vez cabeza de sus queridas iglesias normandas esparcidas por la
campiña inglesa con el letrero de “se vende” y al ver los templos vacíos? Lo que no consiguió el comunismo lo ha
logrado la economía de mercado al ordenar la destrucción del Spiritu que
conforma a Europa, esto es el cristianismo.
Y la cosa no tiene otra vuelta de hoja.
Durante la revolución del 17 Zinoviev un israelita proyectó con animo de
liberar al idioma ruso del tufo de sacristía de la reforma de la lengua rusa y
mandó quitar la palabra Bog(Dios) de todos los diccionarios y que en adelante
se escribiese con minúscula. Entretanto
Trotsky, otro judío movilizara a sus comisarios para que los bellos templos
ortodoxos de tres y hasta seis cúpulas fueran transformados en hangares, en
silo de trigo o en muladares. Franco restauró por la restauración del
cristianismo ¿Perdió él también la batalla?
El tiempo lo dirá. Pero volviendo al asunto que nos ocupa, la manifestación
de duelo de los falangistas asesinados en la sede de Cuatro Caminos fue
impresionante. La respuesta al terrorismo fue sin embargo muy contundente. En
una combinación de brazo fuerte y de cortina de silencio se trató de
neutralizar a los elementos subversivos aplicándoles la ley de fugas. Era la ley del Talión, la misma que aplica
hoy Israel para sobrevivir rodeado por más de doscientos millones de árabes
fanáticos. El ultimo día de febrero del
45 fueron ejecutados sumariamente 16 terroristas que habían sido habidos
previamente por números de la Guardia Civil en escaramuzas con el maquis. El coronel Vive, primer director de Aviación
Civil, se hace cargo en Seattle de una partida de cuatro aviones Douglas que
iban a constituir el contingente de la flota de Iberia. El vuelo Nueva York Madrid con varias escalas
duraba 19 horas. 1945 iba a ser el año
de la aviación. Con motivo de cumplirse
el décimo aniversario de la muerte de Fernando Pessoa ocurrida en 1935 Arriba e
Informaciones dedicaron un suplemento literario a estudiar la figura del poeta
lusitano de origen judío. Decían que era
el vate que mejor supo entender la modernidad y el que cantó en sus miserias y
en sus grandezas al siglo XX. Su poesía
había quedado dispersa en periódicos y en revistas. Escribía en dos idiomas: en portugués y en
inglés. Se le describía como un
caballero de paso, cabellos lisos, monóculo y aspecto enlutado. Geraldo Brenan el famoso escritor inglés
afincado en Granada desde 1926 fue por aquellos días protagonista de una
polémica. El autor de “Laberinto
español” escribe una carta a The Times vilipendiando al gobierno español y
hablaba de la necesidad de una intervención armada para liquidarlo. En su injuriosa carta comete un error al
manifestar que las obras de las Hermanas BRONTË estaban prohibidas en España
por ser ambas escritoras protestantes. ¡Caray con don Geraldo! Pero la contesta a vuelta de correo el obispo
de Ramsgate que dice que “Cumbres borrascosas” fue vertida al castellano (él
era el traductor) y estaba publicada en la editorial La Nave. A Mr.
Brenan no lo expulsaron del país ni le allanaron la casa. Uno de los sambenitos que tuvo que soportar
la Oprobiosa fue el de haber perseguido a los intelectuales. El episodio de Brenan demuestra todo lo contrario. En Rusia lo hubieran mandado para un gulag y
en Inglaterra de haber hablado mal de la Reina lo hubieran proscrito pero en
España todo lo contrario. Ganó
publicidad y no repudio. Pudo seguir
viviendo don Geraldo tan ricamente en su alhaurín el Grande. Luego la Junta de Andalucía mandó rescatarlo
de aquel hospital geriátrico de Londres y lo trajo a morir a su querida
Granada. España no debe de ser tan mal
país ni tan fiero el león como lo pintan.
Vivió muchos años después y dijo que él estaba en España por el sol y
por los libros. Lo más probable es que
detrás de su fachada de escritor se ocultase un agente de los británicos como
la mayor parte de los escritores ingleses afincados en la Península. Alhaurín está bastante cerca Gibraltar. Y España siempre ha tratado mejor a los
foráneos que a los autóctonos. De ello
ya se quejaban algunos escritores castellanos en el siglo XVII. Ser español es venir al mundo con complejo.
¿Hemos nacido para odiarnos y despreciarnos entre nosotros mismos? ¡Pobre
España! ¿Por qué se califica como un delito ser español? ¿Pecado grande habrán
cometido nuestros antepasados y la pena la pagamos nosotros? A pesar de todo hay voluntad de triunfo y
vocación de sacrificio. Una de las armas
del partido político es la retórica de las palabras que suenen bien al oído
pero vacías de contenido. Pugna por la
semántica. Lucha por el pan y la
justicia. Gibraltar a la vista, espías
británicos a los que no solamente se les condona la deuda sino que se les
condecora: Phylby. Brenan. Koestler.
España la grande alhaurín el Chico.
Nunca nos cansaremos de insistir en la importancia e interés
capitalizado por los ingleses hacia nosotros en el decurso de los últimos
siglos. A la guerra de la independencia
ellos la llaman “the Península war”.
Periódicos caballo de Troya u ahora parece ser que estoy viendo aquel
mochilero canario con su bolsón negro por las calles de Londres al que
llamábamos el Polisario. El tuercebotas
dirige hoy una editorial y muchos de nosotros pululamos, despreciados y
conscriptos, por el exilio interior.
Habíamos denunciado la gran maniobra de Auntie.- la España del meneo u
de l cachondeo contrasta con la España seria, pensante y la que encabó una
labor civilizadora. Moros en la
costa. Piratas ingleses. El ruedo ibérico. Nuestra hacienda por un plato de
lentejas. Los demonios familiares. Los enanos de la comunicación. Quedará siempre la palabra. Sólo nos queda la palabra como dijo el
poeta. Y el vino. Puede que ni eso. Voluntad de triunfo. Vocación de sacrificio.. Vidal Saura cesa en los primeros de marzo
como embajador en Berlín. Su regreso
será una odisea anónima como la de tantos y tantos desplazados al igual que su
magnífica gestión al frente de la embajada española en Berlín en una hora difícil
cuando soplaban vientos recios. Se da a
conocer la noticia de que solamente en Polonia
con la ocupación alemana y rusa perecieron diez millones de personas
sobre una población de treinta y cinco: el 28 por ciento. Las pérdidas materiales en ese país resultan
incalculables. Norman Armour llega por
fin a Madrid vía Casablanca. El avión
del legado americano es el primero de aterrizar en la pista del recién
inaugurado aeródromo de Barajas. De esta
forma entra en vigor el primer acuerdo comercial España-Usa. Franco en vísperas del armisticio rompe
relaciones diplomáticos con Japón para congraciarse con Washington. Pero hay
una razón firme que sustenta tal decisión: la matanza de varios misioneros
españoles en Manila. Un total de 37
sacerdotes fueron quemados vivos.
Encarnación Campoy superviniente de la masacre contaría escenas
espeluznantes de cómo los japoneses violaron y mataron a sus tres hijas. El 8 de abril cuando se preparaban los fastos
de la Victoria la BBC lanza la noticia de que submarinos alemanes habían
atracado en la concha de Artedo (Asturias) y que Franco estaba ayudando a los
marinos germanos en dificultades aprovisionandoles de víveres y de
pertrechos. Asimismo en la Conferencia
de San Francisco que será la piedra de toque del nacimiento de la ONU se elige
al idioma español como lengua oficial de aquel foro. El idioma de Nebrija reúne todas las
calidades necesarias para que puedan entenderse los delegados: claridad y
precisión. Un alud de refugiados polacos
se abate sobre España. En Barcelona se
funda el Hogar Polaco y el 10 de abril se produce un llamamiento de socorro de
las Mujeres polacas pidiendo ayuda al mundo.
Las autoridades polacas dirigen por su parte un telegrama a Franco
agradeciendole la inusitada hospitalidad.
Paradójicamente España y Polonia pueden que sean los países con raíces
judías más firmes -askenazíes y sefarditas- y donde con más fuerza ha aricado
el catolicismo converso. Varios
artículos publicados en la prensa hacen referencia al “martirio de Polonia”. El 13 de abril de 1945 la cabecera de todos
los periódicos del mundo se tiñen de luto.
Ha muerto Roosevelt. Se sintió
indispuesto cuando posaba para un pintor que habría de hacerle un retrato para
la posterioridad. Promulga Berlín una
orden del día (17-4-45): El enemigo
mortal judeo bolchevique con sus masas humanas trata de reducir Alemania a un
montón de ruinas. Mujeres, ancianos y
niños son asesinados por la horda asiática sin piedad. Las mujeres son vilipendiadas y los soldados
hechos prisioneros y deportados a Siberia.
Denunciad a los oficiales que desertan.
Alemania nunca será judaica.
Formado: Adolfo Hitler. Es
elegido Enrique Truman quien en su primera alocución dice que no podrá haber
paz sin justicia. Es internado en la
cárcel todo el personal de la embajada japonesa en Madrid curiosamente el mismo
día en que la tropa de Montgomery libera a los encarcelados del Campo de
Buchenwald. Todas las naciones empiezan
a tener informes de primera mano sobre los horrores del nazismo. El 19 de abril se levanta la censura para los
corresponsales extranjeros destacados en Madrid. La muerte de Roosevelt significa un respiro
para Franco. Con Truman el entendimiento
sería si no más fácil por lo menos
pragmático. Truman aparece como un
enemigo de los comunistas. Sigue el
tiempo de lutos. La gente que va al
fútbol al estadio metropolitano baja por la cuesta de Reina Victoria luciendo
brazaletes negros en sus abrigos. A
todos se les había muerto alguien. El 20
de abril Hitler celebra su cumpleaños pero es ya un guiñapo a causa del veronal
y del Parkinson. Goebbels en su mensaje por radio Berlín acusa a la
conspiración judeo bolchevique de haber llevado a Alemania al caos. Ciudades y pueblos florecientes habían
quedado convertidos en una paisaje lunar.
Empieza la racha de suicidios. Unos se matan con la ampolla de veneno
debajo de la lengua. Otros se pegan un
tiro. En Madrid empiezan a faltar los
alimentos, escasea el tabaco. Para
muchos fumadores empedernidos este hecho sería mucho más importante que la
caída del III Reich. Franco inaugura la
emisora de onda corta de que transmite en bandas con longitudes de 31 metros en
alemán portugués e inglés árabe e italiano.
Tenía una potencia de 40 kilowatios.
La primera noticia que transmitiría la Radio Nacional por sus nuevas
instalaciones sería precisamente el suicidio de Hitler y que su lugarteniente
Himmler había asumido el bando. Cuando
el almirante Doenitz se dispone a firmar la capitulación la BBC dice que lo que
queda de la marina alemana había encontrado apostadero en Baleares y que se
había construido un aeropuerto en son San Juan para facilitar la fuga de los
militares a puntos de Suramérica. Era el
primero de mayo. Una fecha
histórica. Hitler acaba de morir. Ese
mismo día fallece en ginebra el embajador Ginés Vidal y Saura. Tenía tan sólo 54 años. Un infarto.
Preparaba la repatriación a España de varios miles de españoles. Don Ginés era un humanista e
historiador. Había publicado varios
trabajos sobre la historia de España.
Formaba parte de la carrera diplomática desde 1910. Su gestión al frente de la legación española
en Berlín se distinguió por la entrega de salvoconducto a judíos alemanes.
¿Estará su nombre escrito con letras de oro en el libro de la vida? Pocos españoles guardaron luto por
Hitler. Hubo claro está excepciones
notables. Ernesto Jiménez Caballero
acudió a la embajada alemana a firmar en el libro de condolencias. Parece que le estoy viendo al creador de la
gaceta literaria un obrero de la literatura.
Concebía la palabra como tajo y fue el primero que utilizó el
constructivismo. Soldadito en Marruecos
anarquista. Dio una conferencia en
Londres. Delgado, hético ¿Cómo se las
apaña para lucir tan bien don Ernesto?
Hijo muchas duchas de agua fría.
También escribió una articulo en el país sobre los judíos pero vino a
los suyos y los suyos no le recibieron. Los hombres de buena fe los escritores
de raza nada tienen que hacer en la lucha política. También a él lo ningunearon. Creía ya digo en
Sefarad. Debió de ser que no le perdonaron el acudir a la embajada alemana a
escribir en el cuaderno de firmas. Era
voluble como buen artista. No era un
político. Creer en Sefarad me dijo es
creer en España. Radio Berlín estuvo las
veinticuatro horas tocando música de Wagner y al fondo se escuchaban rompedores
los organillos de Stalin. Caían niños
entre las ruinas de Unter Den Linden.
Las alemanas desde los 8 años hasta los ochenta casadas viudas monjas
madres y abuelas eran detenidas y violadas sistemáticamente en los cuartelillos
de las avanzadillas. Los soldados de la
infantería de asalto dejaban el subfusil por unos momentos y se los veía salir
de la alcantarilla y los cobertizos abrochándose la bragueta. ¿No era esto
también otro holocausto? A los españoles
más que la suerte de Hitler y sus aláteres lo que les causaba compasión eran
los dolores del pueblo alemán. Los
organillos de Stalin ponían contrapunto
a los tétricos y magistrales libretos de Wagner. Era el ocaso de los
dioses. Von Rundedt el héroe de las
Ardenas se rinde a los americanos.
Pronuncia una frase: “muerto Hitler,
no hay razón ninguna para
continuar resistiendo. 8 de mayo
en Londres se celebra el Victory Day. Un
millón de personas se congregan en la plaza de trafalgar. Un submarino alemán entra en la bahía de
Gibraltar para rendirse. Los fastos en
la colonia británica también fueron arrasadores. Se dispararon los 21 cañonazos de ordenanza
desde lo alto de la roca calpense. Ni
que decir tiene que se asustaron un poco los monos pero luego se les pasó. Muchos llanitos se fueron de juerga a
málaga. Enrique Rubio el dibujante de
Amanecer se lo toma con filosofía.
Aparecen dos novios en la viñeta y la novia le dice al novio. Bueno se acabó la guerra de cuba, ya no pegan
tiros en África concluyó la guerra mundial. ¿Nos podemos casar ya? Aquí el triunfo de los aliados se vivió como
un acontecimiento distante. Preocupaba y mucho la pertinaz sequía. En Zaragoza se organizaron rogativas y se
sacó en procesión a san isidro. Al día
siguiente llovió con fuerza en los Monegros.
San isidro labrador se cisca en tíos.
Y es que es un santo que no falla.
El general Eissenhower se queja en. Unas declaraciones del trato
demasiado amable que daban a los POW alemanes las fuerzas americanas. En muchas partes existía hacia ellos un
sentimiento de admiración. Pero
Eissenhower que es precisamente de origen alemán dice que eso no puede
ser. La prensa occidental los nombres de
Treblinka, Buchenwald y Dachau. A
primera vista todo parece una maniobra publicitaria una tenaza de propaganda
para prender en las mentes y en las conciencias luego ese santo se va a
convertir en un dogma de fe. El gobierno
americano estaba alarmado y había que crear el odio y el miedo hacia los nazis. Asimismo el gobierno español ha de lanzar
mentís acerca de los supuestos horrores cometidos en el campo de concentración
de Nanclares de la Oca. En España
también hubo KZ pero al parecer no hubo crematorios de gas. La BBC aúlla horrores en el más puro estilo
Auntie pretencioso y petulante. Al día siguiente Franco concede la amnistía a
todos los prisioneros políticos que no estuvieran implicados en delitos de
sangre. Pero en Nanclares de la Oca, que
cosas, solo había prófugos judíos y desertores de la Wehrmacht. La BBC buscaba pelea y franco reacciona
mandando a los presos políticos todos a casa.
Mientes más que la gaceta y por entonces se decía mientes mas que la BBC
precisamente si lo de los campos de concentración de Auschwitz y otros KZ se
parecen a la historia de Nanclares de la Oca todas las bases históricas del
Holocausto se vendrían abajo pero la historia la escriben los vencedores. Pero la perfidia inglesa azuzando los ánimos
y creando la confusión e incluso la desesperación redundará en pro de un
luctuoso suceso que veremos después.
Estaba en pie la furia sanguinaria y el deseo de revancha que había
determinado el rapto de Europa. El año
1945 va a marcar el punto de declive de una civilización. En este contexto se explican por ejemplo las
palabras de Joseph Pulitzer el magnate neoyorquino de origen judío accionista
de la cadena Hearst el cual escribe una artículo en el NYT aplaudiendo el
llamamiento del presidente Eissenhower a no confraternizar con los alemanes
vencidos. He aquí sus líneas: no todos los nazis son criminales
pero habría que fusilar a millón y medio de alemanes para evitar una tercera
guerra mundial. Estas palabras
vindicativas del magnate periodístico norteamericano y padre de la Estatua de
la Libertad se oyeron en el Carneghie Hall el 24 de abril de 1945. Para un mundo desgarrado y famélico la
estreptomicina se convertiría en áncora de salvación. Poco a poco se alza el telón del embargo y
los yanquis empiezan a enviar a España sus remesas de algodón, petróleo y
tabaco. Las marcas de cigarrillo de Virginia el rubio puro sabor americano se
imponen sobre las labores peninsulares.
Todo el mundo fumaba por aquel entonces.
Enrique Himmler se suicida el 25 de mayo ampolla de cianuro. El mariscal von Friedburg se entrega a otro
mariscal de su mismo rango Montgomery. El nombre de Monty con su nariz larga
sus ojos azules inexpresivos el aire espartano de inglés pensativo se convierte
en un héroe de las masas y en Londres en su honor se componen canciones. El propio general de Gaulle pide para él la
Legión de Honor francesa. Montgomery fue
el militar que le ganó a Churchill la guerra.
Un soldado de excepción. Había
que seguir adelante. En la racha de suicidio que subsigue a la caída del Reich
merece tenerse en cuenta la muerte del editor de Hitler un tal Adolfo Müller que
había dado a la estampa el “Mein Kampf” y fue director del diario Volkische
Beoabachter. Le unía una gran amistad
con su amo. Para más INRI Müller también
era austriaco y de origen judío. Otro
suicidio que causó sensación fue el de Grisenberg espía alemán y embajador en
Vichy. Para no ser menos que su amo se
suicidio en el sótano de su vivienda y en compañía de una rubia. Se descubrió que el jefe de la GESTAPO
enrique Himmler tenía aporcionados en su casa algo así como un millón de
dólares en monedas de diferentes países.
Estaba tramando la fuga. El juez
Jackson es nombrado por Truman para presidente del tribunal de los juicios de
Nuremberg. Una acusación que se escucha
por primera vez en los cargos: crímenes contra la humanidad. En España no es que cunda el pánico pero sí
la desorientación política. La única
ambición tanto de los de arriba como la de los de abajo es el ir tirando. Los ingleses cambian de rumbo y sustituyen su
táctica del garrotazo por la de la zanahoria.
El 30 de mayo se promulga la firma de una acuerdo intercultural entre
Gran Bretaña y España. El protocolo se
ratifica en Toledo donde Franco precisamente preside la procesión del Corpus.
En la paz española de lo que se trata es de buscar los perentorios arrimos del
Vaticano. Hacer virtud de la necesidad
se llama esta figura. El gobierno trata
de evitar cualquier confrontación con los aliados. Toda la política de Francisco Franco gira en
torno a la equidistancia y al pensamiento sin pasión. El 8 de junio empieza a sonar el nombre del
Duque de alba para embajador en la Corte de San Jaime. El caballero es más británico que los propios
británicos. Es una personalidad
importante este anglófilo para entender la España moderna y hacer una
aproximación racional y nada demagógica al franquismo. Pero aquel primer Duque de alba no era el
Marqués de Santa Cruz de sus momentos finales el que entregaba notas de
protesta ante el Foreign Office con el beneplácito de Castiella y contra los
criterios y el buen concepto que le tiene el Generalísimo se va a unir a los
conspiradores a favor de Don Juan. Dura
en el cargo tan sólo unos meses. Un
primo carnal del Generalísimo José María Franco Villalobos almirante de la
armada y gentilhombre de Cámara de SM el Rey fallece en Ferrol. Contra lo que
era su costumbre Franco asiste a este funeral y allí estaba su hermano mayor
Nicolás al que dice haciendo gala de un humor galaico lo siguientes:
- Nicolás, los Franco somos todos
longevos y en este negocio guardamos bien el turno y el escalafón. Tú, primero.
Operación puente. Siguen llegando emigrantes a
nuestras fronteras. La frontera de
Francia por Gerona y Donosti están colapsadas.
El 12 de junio se va a dar a conocer un dato importante. Nada menos que
cinco mil pilotos de los ejércitos aliados habían estado utilizando la
península ibérica como base logística de operaciones. A perro viejo no hay tustus. Franco se la
había estado jugando a los alemanes negociando con los ingleses por el patio de
atrás. Ten compasión y lástima amigo
Winston. Pero nada el inglés con cara de bebito el sempiterno habano a flor de
labios y el vaso de aguardiente al alcance no está por la labor de los
sentimentalismos. Inglaterra no cree en
las lágrimas. Iba a perder sin embargo
las elecciones. Los ingleses también estaban
un poco hartos de Churchill que con su faz inocente de bulldog inocente era un
dictador de tan férrea calaña como aquellos a los que combatía: el ruso y el
germano. En Berlín de los cien mil
judíos que había en 1935 sólo quedan ocho mil en 1945. El 27 de julio en la sinagoga de Alexander
Platz se celebra un acto de acción de gracias. ¡Vivos! Han sobrevivido a la gran persecución. En un hotel de la capital alemana ondea por
primera vez la bandera azul con recuadro negro enmarcando a la estrella de David
por primera vez desde 1933. Es la enseña
que diseñara Teodoro Herzl. La
Providencia se muestra de parte de los judíos.
Y hubo reencuentros y sorpresas.
Abrazos. Sonrisas y
lágrimas. Personas a las que se creía
difuntas o gaseadas en la cámara de gas aparecieron con vida. Como por ejemplo Emma Laguardia hermana del
alcalde neoyorquino familia sefardí que fue encontrada por los rusos en
Berlín. También aparece en Buchenwald
Largo Caballero. El exterminio no fue
por tanto total. Emma había tenido
mientras estaba presa una niña que acababa de cumplir seis meses. La vida sigue. El 7 de julio zarpa rumbo a Israel un buque
el “Caritas” con alimentos y medicinas para los judíos que han decidido emigrar
a Israel. En sus bodegas van cajones repletas de 200.000 paquetes. Arribaban
como zombis. La guerra había determinado una masa ingente desarrapados. Europa
se estaba despertando de la gran zozobra. Por todas las partes cundía el pánico
y la desesperación. Era el sálvese quien pueda y cada uno hacía su atadijo
buscando albergada en los lugares más disímiles del planeta. Hubo alemanes que
llegaron a Estados unidos andando a través de China y de Siberia como fue el
caso del que sería luego secretario del Tesoro David Blumenthall y arribaron a
Alaska. Ni que decir tiene que a la vista de semejante de proezas los judíos
han de contar forzosamente con la protección del Altísimo. ¿La Providencia? ¿La
casualidad? Cualquiera sabe. Todo alemana era un punto de fuga. Rumbo a
América. Los arios buscan la querencia del sur. Los judíos quieren emigrar al
Norte. Es lo mismo: todos querían marcharse. El Chicago Times dio la noticia el 18 de julio de 1945 de que
Hitler y Eva Braun, disfrazada de hombre y él de anciano, habían alcanzado las
costras de la Bahía de la Plata a bordo de un submarino alemán U-550. Se trata
de una noticia que nunca ha podido ser desmentida y que ha contribuido como
tantas otras al mito del paradero de Hitler. Pierre Laval se equivocó con
Franco. El capitoste francés creía que éste le iba a dar refugio. Sin embargo
inmediatamente que pasa la frontera francesa es detenido e internado en
Nanclares y a los pocos días entregado a las autoridades del país vecino donde
es juzgado como criminal de guerra. Había aterrizado en el aeropuerto
barcelonés del Prat a bordo de un bunker de la Luftwaffe. Fue una demostración
palpable de que el Régimen no cohonestaba los crímenes cometidos por los
colaboracionistas y sus secuaces. Winston Churchill decide pasar unos días de
vacaciones en san Juan de Luz en uno hotel que tenía unos pasadizos secretos
con la frontera española y por donde pasaban a España tanto los refugiados
alemanes como los maquis. La estancia veraniega del líder británico dio rienda
a una serie de especulaciones de una posible reunión en la cumbre con el
Caudillo pero el vis a vis nunca llegaría a celebrarse. Al despedirse de la
localidad veraniega hizo la v de la victoria con los dos dedos y cuando le
preguntaron sobre su encuentro con el dictador español dijo por todo
comentario:
-
“I ll never meet that Franco.
-
Pues vale, señor
caudillo británico.
Se conoce que aquel día se había levantado de la
cama con resaca. A pesar de su apariencia de hombre con voluntad de hierro el
bulldog inglés tenía un carácter desigual. En mayo de 1944 había pronunciado un
discurso de alabanza en los Comunes hacia el líder español. Franco con la idea
de verse con su colega había adelantado sus vacaciones a San Sebastián. El desaire sin embargo no le cogió de
sorpresa. Franco sabía que los ingleses eran petulantes e impredecibles. El
famoso premier de ka cabeza monda y redondo y el puro eterno a flor de labio no
podía ser menos y como él bien aseguraba:
-Leche
de cabra.
Miraban a media
humanidad por encima del hombro. Inglaterra y USA asumen la administración de
los bienes alemanes en España y se confiscan todas las posesiones germanas como
indemnización de guerra. La embajada del Reich es incautada por los ingleses.
Para tramitar este negocio es nombrado nuevo embajador inglés en Madrid, Victor
Mallet que había trabajado como liquidador en una firma fiduciaria de la City.
Hubo otro suceso que va a complicar las cosas. Y es el cierre de la frontera
francesa. Un tres que venía en dirección a España es asaltado y desvalijado por
facciosa a la altura de Chambery. En el tren viajaban Gastarbeiter que habían
ido a trabajar en plan de obreros invitados del reich. Mueren cincuenta
personas en el atentado terrorista llevado a cabo por el maquis. También venían
diplomáticos y judíos evacuados. El maquinista se había conchabado con los salteadores
y cuando el convoy entró en agujas en Chambery al grito de “abajo Franco” y
mueran los traidores Tomaron los vagones al abordaje desvalijando a los
viajeros. Algunas mujeres fueron violadas y una dama de la alta sociedad la
cortaron los cabellos al rape y la emplumaron después de haber sido forzada en
presencia de su marido y de sus hijos. La bailarina Nati Morales que venía de
actuar en Berlín en compañía de su guitarrista Miguel Iglesias fue objeto de
toda clase de abusos deshonestos. Entre los miembros de la expedición de
regreso se encontraba el corresponsal de EFE en Berlín Félix Ruiz Abascal y
Juan Cano cónsul de España en Bratislava quien acompañaba a un grupo de
sefardíes a los que había sacado de un campo de concentración. El diplomático
diría después que el comportamiento de aquellos bandoleros que se hacían pasar
por comunistas y no eran más que malos franceses y perores españoles había sido
mucho peor que el de los campos de concentración alemanes. Se cometieron
autenticas salvajadas. Al que veían con dientes de oro le abrían la boca y se
le arrancaban la pieza ipso ipso con
unas tenazas. Cincuenta muertos y más de un centenar de heridos es como para
pensar que también los franceses de la resistencia actuaron de forma mucho más criminal que los
agentes de Himmler. Los gendarmes franceses, como siempre, se inhibieron
dejando hacer a los piratas ferroviarios. Al día siguiente el legado español en
Paris miguel de Lojendio presenta una dura nota de protesta ante el Eliseo. En
la nota se hacía un mentis de que en el convoy viajasen militares de la Blau.
Dicha agrupación, precisa la nota, fue disuelta en 1943 y los que quedaron en
Alemania lo hicieron por su cuenta y riesgo o habían sido deportados a Siberia
a trabajos forzados. Pero Paris contesta a Madrid en los mismos términos
acusando al régimen de franco de colaboracionismo con los alemanes y advierte
que no podrá en adelante garantizar la seguridad de estos trenes. La inmediata
española es cerrar la frontera. La medida se va a prolongar hasta bien entrado
el año 47. los supervivientes del tren de chambery fueron llevados a un campo
de internamiento suizo. Pero Francia vivía un clima de guerra civil con la
sublevación argelina. Eran tiempos sin rumbo y Churchill se levantó de su
escaño y habló y dijo: “El mundo están hecho un desastre”, los derrotados
soldados alemanes deambulaban como espectros por los caminos de lo que fuera el
Tercer Reich luciendo sus muñones a los vencedores que les mostraban su
compasión arrojándoles chicle y cigarrillos de puro sabor americano. “Caminaría
cien millas por un camel” rezaba uno de los anuncios de cigarrillo puro sabor
americano. There is a world in disarray Churchill dixit y no había r para ello
precisamente un lince. 1945 se terminaba la guerra pero las hostilidades sobre
una Europa arrasada habían quedado tendidos más de cincuenta millones de
personas aparte de los cientos de miles con los hogares destruidos y los
desplazados en viaje a ninguna parte. Al monstruo de la destrucción le había
crecido otra cabeza: el de la guerra nuclear. El régimen de Franco con su
credibilidad política mermada inicia una maniobra de aproximación hacia la
Santa Sede pensando que en Roma pudiera estar el áncora de salvación y en
efecto los estuvo. Era la alborada de la era nuclear. Con una credibilidad
política arrasada y muy escasa en el exterior, con problemas de hambre,
subdesarrollo y lutos por los muertos en el interior, el régimen franquista se
acoge a altana. Busca el asilo en la Iglesia. Es tiempo de grandes conversiones
y arrepentimientos. La aproximación a roma estaría llena de meandros, curvas,
altibajos, pero culminaría con la rúbrica del Concordato con la Santa Sede seis
años más tarde. Nunca desde Carlomagno en ningún estado hubo una simbiosis tan
perfecta y una compenetración tan cabal entre lo temporal y lo espiritual por
los que los curas empiezan a mandar y mandan mucho. Las mujeres si entraban en
la iglesia en manga corta o luciendo la pantorrilla eran despedidas desde el
púlpito con cajas destempladas por un celoso párroco que por lo general era un
hombre gordo y rollizo, tenía una voz fuerte y tonante y en su rectoral solía
ser atendido por su ama, una moza – picaban siempre la mejor flor- de buen ver
que siempre decían que eran sus sobrinas. Haz lo que yo diga u no hagas lo que
yo haga. Llega el nacional catolicismo en fin. Si uno no iba a misa un domingo
le caía una multa de un duro. Si blasfemaba, la multa era de tres pesetas.
España se ensimisma. Se hace clerical. Huele toda ella a sacristía y por doquier
se escuchan los trisagios y los suspiros de las beatas. Franco que en su
juventud era descreído, por influencia de su asesor más íntimo, Carero Blanco,
se hace de comunión diaria y un capellán le dice misa a las ocho en el Pardo.
Al quiebro de los nuevos planteamientos han de ser sacrificados los viejos
idearios. El falangismo es el primer caído. Todos los falangistas se apuntan a
acción Católica y hacen cursillos de cristiandad. Hace su acto de aparición la
gran retórica. Los ministros fuertes son Martín Atrajo y Joaquín Ruiz Jiménez
militante a la sazón del movimiento “Pax romana”. El poder real va a situarse
en los aledaños de la Santa Casa. Todo un plantel de brillantes periodistas que
formaban la plantilla del Arriba se pasan al YA con armas y bagajes causando
baja en el Falangismo y alta en la Democracia Cristiana. Un ejemplo
significativo fue el del zamorano Bartolomé Mostaza que había escrito artículos
tan rimbombantes como “Por el imperio hacia dios”. En el grupo de tránsfugas se
encuentran Pedro Gómez Aparicio y los hermanos Ortiz Muñoz y Pedro Claver (a
los dos juntos les vi yo dar clases en la escuela de Periodismo al alimón). La
clave de este cambio la encontramos en una frase del Caudillo: “La batalla que
nosotros emprendimos hace nueve años es una batalla que no se pierde pues se
trata de la guerra de dios”. A renglón seguido se procede a una condena
taxativa del nazismo con arreglo a los planeamientos expresados en la encíclica
Mit brennender Sorge de Pío XI en la cual se condenaba por esotéricas las
creencias racistas de Alfredo Rosemberg el ideólogo del nazismo. Artículos
periodísticos y reportajes ponen en berlina la concepción del mundo nacida a
los pechos de Hitler y de sus secuaces que profesaba una serie de ideas en
colisión con la fe cristiana. Son condenadas por aberrantes todas las
abominaciones de Mister X y sus secuaces. En la prensa de la mano de la Iglesia
vuelve a surgir el fantasma de la Inquisición. Desde los púlpitos algunos
sacerdotes desconsiderados torturan a la masa infantil con sus sermones
alusivos al infierno y a la condenación eterna. No pocos españoles que la
tenían guardada pero que no se habían atrevido a condenar abiertamente al
nazismo ahora toman su desquite sin paliativos. Vox populi vox dei. Acontece
una desmitificación de los viejos ídolos al modo castizo y en ese talante tan
español, tan pendular, dado a los extremismos y donde se repudian los comedios.
En 1935 –es ejemplo que se cita- un templo católico en Torgen dedicado a San
Miguel fue consagrado como iglesia de exaltación germánica por expreso deseo de
Rudolf Hess. El lugarteniente de Hitler se jactaba de que para la supervivencia
de Alemania “era condición sine qua el que la cruz cayera de sus peanas”. Había
que sustituir la conciencia de un dios personal por un dios colectivo.
Ideológicamente Rosemberg lo que hizo fue heñir un armadijo doctrinal donde la
doctrina de Nietzsche se diera la mano con las doctrinas esotéricas. Se dio de
bruces y así resultó la cosa. Y aunque la astrología estuvo prohibida los magos
merodeaban como cuervos antojadizos en torno a la cancillería. Sólo cuando los
consejos de los arúspices no surtieron los resultados apetecidos recurrió Mr X
al veronal y a la estricnina u a juzgar por el parkinson temblón que le acució
en sus últimos días eso de la superioridad de la raza aria no era más que una
falacia. El nazismo con sus ritos de iniciación y el culto a la Valhala era una
secta ocultista basada en ciertos poderes mágicos. Franco por su parte echa
mano del brazo de la Santa. Era el excrex de toda una tradición católica y
afirma su catolicidad ore rotundo. Catolicidad interior que ratifica la
presencia de Cristo en el mundo. Los hijos de Israel no son fruto de la
circuncisión sino del bautismo. A todos sus nietos los manda cristianar con
aguas traídas por los franciscanos del río Jordán. Un buen español jamás podrá
ser un antisemita. Tampoco es para devanarse los sesos con el mito de Zion. El
Mesías prometido vino a los suyos y los suyos no le recibieron. San Juan lo
expresa de forma inapelable en la última epístola que paradójicamente seria
apeada del rito romano en las misas después del Vaticano II que dejaron de ser
misas para pasar a llamarse eucaristías. Franco hubiera sido un buen monje del
medievo. Pertenecía al elenco de los monjes templarios que batallaban por la
Cruz como ideal de vida. He ahí los excrez evangélicos o donaciones que hizo el
Esposo a su Iglesia la verdadera Iglesia. A veces dejaba colgado en el ropero
su uniforme militar y se ponía el traje cutí que no le quedaba tan garboso. El
cristianismo no es un sistema político sino una concepción plena del mundo. Una
mística. ¿Hitler? Tal haya el que tal fizo. Fue un resurgir del catolicismo el
que nosotros conocimos gracias a Franco. La concinidad de los cantos. La
majestad de los ritos litúrgicos. Una espiritualidad hacia adentro. Pero luego
regresaron otra vez los vendedores de biblias. Los teólogos franceses que
dieron la vuelta al reloj y llenaron las iglesias del humo de Satanás. Algunos
padres conciliares ostentaban en la mano a manera de báculo un segote con el
que cortaron mucha hierba florecida a lo largo de los siglos. Quisieron
reformar y destruyeron. Ese es el panorama de ruinas que contemplo mirando
hacia atrás con ira. Toda aquella noticiosa. Aquel clamor de campanas que no
tocaban a gloria. Repicaban a muerto. Viltroteábamos por las veredas de nuestra
capital de provincias y escribíamos la prosopografía de aquella sociedad en
aquel tiempo dado la beca roja cruzada al pecho y la abolla de estudiantes de
Alcalá. No se puede volver atrás y nosotros queríamos regresar al medioevo. Fue
nuestra peripecia vital. El 16 de julio de 1945 en medio de impresionantes
medidas de seguridad y en un palacio próximo a Berlín tiene lugar el encuentro
en la cumbre de la Conferencia de Potsdam con Truman, Stalin y Churchill como
protagonistas. El corresponsal de la BBC Richard Dimbleby fue el primer en dar
la noticia del encuentro cumbre que había sido preparado con gran sigilo. Las
tres potencias vencedores se iban a repartir los despojos del mundo partiendo
zonas de influencia, dividiendo países y trazando nuevas fronteras. Stalin
llevaba una regla en el bolsillo y Churchill fumaba puros mientras Truman
miraba para sus dos interlocutores con ojos de corneja. Aquel verano Churchill
pierde las elecciones. Toda una sorpresa. Vienen los laboristas. El pueblo
británico estaba harto de guerras. La enjundia de todo lo tratado en Potsdam
que no trasciende hasta el 4 de agosto causa consternación en España que queda
excluida de la ayuda económica de posguerra. La neutralidad beligerante se
consideró no como una tal neutralidad sino una
toma de partido a favor de los hitlerianos. Franco recibe la noticia con
la impavidez que le caracteriza y esa frialdad que dominaba su carácter en las
altas ocasiones. Se limita a prorrumpir por todo comentario: “Cuando se serenen
las pasiones de la guerra las aguas volverán a su cauce”. En Potsdam se firma
el acta de defunción del viejo régimen. El mundo humanista y filosófico cede
vez al tecnológico. Allí Europa dejaría de de ser cuna natal de civilizaciones.
El centro de gravedad se desplazaría hacia el Oeste. Surge el gigante
estadounidense. La Urss fue sólo un pretexto en ese nuevo orden haciendo de
sparring en la partida de boxeo. En el predominio de lo anglosajón puede ser
que Hitler no fuera más que un pretexto. Su megalomanía visionaria fue uno de
los motivos de la destrucción europea. Sin embargo el declive sería lento y
casi imperceptible hasta el 1989 en que hace entrada el ordenador. Creo que el
Daily Mirror cuando en un editorial se preguntaba si los norteamericanos que
habían resultado los vencedores de la contienda no se estuvieran comportando
como vencidos estaba cometiendo un error de cálculo. De la Conferencia
berlinesa nacerían las superpotencias. Churchill tal vez –eso sí- sería el gran
derrotado. Él fue el primero en darse cuenta de lo que estaba sucediendo pero
cuando quiso dar marcha atrás ya era tarde. A consecuencia de ello el caudillo
británico hablaría del “poder de la bestia sin rostro”. Churchill había víctima de su propio éxito. Su
frase admite múltiples lecturas. Hizo frío aquel agosto de 1945. continuaron
las especulaciones como serpientes de verano en torno al paradero de Adolfo
Hitler. Una versión era que no había muerto en el bunker sino que se escondía
con alguno de sus colaboradores más íntimos en los bosques de Heidelberg y que
estaba protegido por bandas de partisanos de la Organización Wehrwolfe. Estas
conjeturas se basaban en las declaraciones de su hermanastro Alos quien, detenido
en Hamburgo, depuso contra su hermano. Dijo que nunca había tenido nada que ver
con aquel hombre el cual le había olvidado completamente. Alos había sido
camarero de un restaurante vienés. Truman a bordo del bombardero Kiel
sorprendió al mundo con la noticia de que la aviación estadounidense había
bombardeado las ciudades de Hiroshima y Nagasaki con bombas nucleares. El
presidente USA parecía pedir disculpas a la comunidad internacional por aquel
acto pero su gobierno lo había hecho llevado por el estado de necesidad. Se
inauguraba la era atómica. El estilo frío y cortante de aquel hombre pequeñito
con gafas de montura dorada contrastaba con el gesto histriónico y enfurecido
de Hitler. El uno ladraba pero el otro las mataba callando. Con su aspecto jovial
podía pasar por un tendero de Kansas pero guardaba cartas bajo la manga que
acaso le acreditasen como ángel exterminador. Muchos hombres de bien pensaron
que se estaba acercando la era del Apocalipsis. El ciclo que se inicia sobre
los lados del triangulo (Yalta-Potsdam-Hiroshima) es el chupinazo de salida de
la carrera de armamentos. La amenaza del exterminio global no era una utopía
sino algo hacedero que debía de entrar en los cálculos de una cierta mentalidad
satánica. Los que nacimos entonces crecimos bajo el síndrome de tener que vivir
con la bomba. La verdad entraba en crisis. En el horizonte bailaban los
espectros. Harry Truman se justificó de
aquella matanza que iba contra las leyes de la guerra contra dos ciudades
niponas elegidas al azar y en el que murieron cien mil personas la mayor parte
mujeres niños y ancianos sin contar con aquellos que perecieron después a causa
de la radiactividad diciendo que era la única manera que sus mandos militares
habían encontrado para acabar pronto la guerra obligando a los japoneses a
rendirse. En efecto el emperador Hito firmó la capitulación en días
subsiguientes pero la palabra holocausto merece ser aplicada con todas las
garantías a semejante acto de barbarie. Truman dijo que la bomba atómica ahorró
muchas vidas norteamericanas. ¿Es que la de los japoneses no valían nada? Ya
estamos con los baremos imprecisos. Con los muertos de primera fila. El
mausoleo y la fosa común. El “Enola Bay” al despegar aquel día de agosto en su
misión se disponía a perpetrar un acto implacable contra toda ética y moral.
Habrá quien defienda las guerras como un aditamento inherente a la condición
humana (son una medida higiénica contra la demografía y suelen galvanizar el
desarrollo tecnológico) pero Hiroshima y Nagasaki integran la denominación de
hecatombe universal. La hora de Moloch. La oportunidad de la bestia a la que se
refería un Winston Churrillo cansado y algo esotérico. El Holocausto no sólo
estuvo en Auschwitz. Precísamelos conceptos y esas masacres fueron perpetradas por
las denominadas democracias occidentales. A partir de Potsdam crecen los
partidarios de la leyenda negra contra Franco y contra españa desde las páginas
de dos periódicos judíos: el NYT y el New York Herald arropados por los
republicanos españoles en el exilio. En la Ciudad de los Rascacielos se
inhalaron Negrín, Indalecio Prieto y Álvarez del Bayo. Prieto que seguramente
nunca perdió su españolidad y su decencia dejó de hacer causa común con las
fuerzas del contubernio y se fue a vivir a Méjico. Tampoco se une al coro el ex
embajador Charlton Hayes quien publica Misión de Tiempos de Guerra en España
combatiendo la leyenda negra. Pero este libro es acogido con frialdad en los
ambientes neoyorquinos. A este respecto cabe registrar, asimismo, la celebración
del Congreso Mundial Judío celebrado en noviembre en Atlantic City. Al final
del mismo el 24 de noviembre se redacta una nota de gratitud hacia España, la
Santa Sede, Suecia y Suiza “ por la protección que dispensaron en
circunstancias difíciles tales estados a los judíos de Hungría”. A mayor
abundamiento el presidente de dicho congreso, Isaac Weissmann, leyó un
comunicado en el cual elogiaba al embajador español en Lisboa, Nicolás Franco “gracias a cuya mediación personal fue
posible la liberación de 400 sefarditas que se encontraba internados en el
campo de concentración de Haidari (Grecia)”. Los buenos oficios del hermano de
Franco evitaron que se les enviara a una muerte segura en Polonia. Nicolás
Franco se entrevistó con Mr. Dexter del Departamento de Refugiados de Guerra
para la puesta en libertad de estos individuos a los que se concedió pasaporte
español. La gestión tuvo éxito lo mismo que la del embajador español en Hungría
Sanz Bricio. El Congreso Mundial Judío calificó de “providencial” la intervención
del diplomático. Poco después Isaac Weissmann viaja a España desde Londres y se
entrevista con Franco en el Pardo. Al final de esta entrevista el prestigioso
rabino hizo las siguientes declaraciones:
“Jamás
olvidaremos los detalles que tuvo España. Es el suyo un gesto humanitario y
generoso. Con este país estaremos siempre los judíos en deuda de gratitud”.
Con motivo de
sus viaje también se acordó que dos mil niños judíos huérfanos pudieran ser
acogidos por familias españolas. El marqués de Villaba ofreció sus casas para
alojarlos a todos. Muchos de ellos fueron a parar a Valencia. El propio
gobierno francés con el que no había relaciones diplomática al estar la
frontera cerrada agradeció al gobierno español el gesto de hospitalidad.
Al llegar a este punto cabe hacerse una
consideración: la historia de los pueblos, la historia grande y con mayúsculas,
suele escribirse en minúsculas. No se hace a base de grandes gestos, moratorias
y declaraciones programáticas sino que es el resultado de l labor sencilla y
callada de unos pocos seres anónimos que no suelen salir en los periódicos y
trabajan desde la sombra. Son los justos de Israel. Los hijos del reino futuro
se esfuierzan en el magno combte. El Señor los protege. Speret Israel in
Domino[19]
. y con ello se explica toda la historia. Adjutoriun nostrum in nomine
Domine[20]
. otra verdad como un templo. No se comprende cómo aquel hombre pudo resistir a
las acechanzas del enemigo. Los historiadores de la hora undécima, ultima
mesada, tuvieron a gala meterse con él y con su familia. Magnificando sus
defectos y despreciando sus virtudes qiepèrmitieron la salvación de noche pero
insistiendo en lo mismo el agradecimiento sólo lo tienen los perros. Franco se
atrinchera. Era un militar de blacao. Un numantino y se desentiende de las
insidiasnorteamewricanas y británicas. Las promesas hechas por churchill a
través del duque de alba no se cumpieron. Tampoco Roosevelt que leescribió una
carta personal asegurándole que manteniendo una neutralidad no beligarante el
goboierno norteamericano le ayudaría cuando llegase la paz tampoco se
cumplieron. Como solución, España se reploega sobre sí misma, hurga en sus
adentros para proyectar su espíritu
sobre las quimeras del pàsado y siente el renacer de su espíritu quijotesco. Es
condenada al ostracismo pero el español es uno de esos pocos pueblos que sabe
crecerse ante las dificultades. La cerrazón exterior y la intolerancia en el
patio de butacas de Naciones Unidas desaborla cualquier conato de apertura. Los
hispanos se repliegan en la concha del caracol en torno a la figura del
Caudillo. Nunca la unidad de España fuetan formidable como en aquella hora de
enemigo forastero al acecho. Nunca las franjas quie ahora se sienten tan
indepèndentistas se adhiririeron al gobierno central. El bloqueo en cierta
forma permitió esa cohesión que los españoles rara vez han tenido a lo largo de
la historia. Para los españoles de posguerra Franco se convirtió en un
salvador. Fue una forma aquel ostracismo internacional de consolidar el
régimen, de darle coherencia. Con independencia de lo que dijeran los gobierno
y haciendo honor al lema de Spàin is diferente para los extranjeros España se
convierte en una nación con personalidad, atrayente al turista. Los primeros
que aterrizan en Madrid de la mano de Orson Wells y de Ernest Hemingay que
empiezan a venir a los sanfermines
fueron los norteamericanos. La linea aerea New York Madrid transborda un
total de mil viajeros a la semana. Los billetes no estaban al alcance de
cualquier bolsillo. Casi seiscientos dólares costaba el pasaje. Ya era dinero
para aquellos tiempos. El 14 de noviembre de 1945 se vuelve a producir otro
llamado israelita a la generosidad de España mediante una entrevista en Liksboa
del presidente del Congreso Mundial judio el ya aluduido Isaac Wiessmann y el
embajdor Nicolás Franco. Le pide que se acojan en nuestro país más niños
hebreos. La petición es aceptada. El cupo se eleva a 15000 y en las navidades
empiezan a llegar nuestros contingentes de desplazados. La hispitalidad
española contrasta con la hosquedad de Gran Bretaña que cierra las fronteras a
los extranjeros a los que se denomina con el termino peyorativo y racista de
“Aliens”. Los judeios no eran bien quistos. Se les acusaba de terroristas y de
revolucionarios por los movimientos de liberación que habían iniciado en
Palestina contra Gran Bretaña la potencia colonizadora. A los miembros del
Likud y del Stern se les ahorcaba en plena via publica por las tropas
británicas del ejercito del alto Comisario de Jerusalén. Inglaterra estaba
jugando a gran potencia. Y los omngleses alivian su hambre gracias a los
colonias puesto que para ellos la posguerra fue dura. Renace el colonialismo.
Haciendo honor a su tradicional política de balanza de poderes y de perficia
diabólica los ingleses predicarán srmones sobre los derechos humanos siempre
que la cosa no afecte a sus intereses. Si padecen norma o detrimento, Albión
pactará con Satanás para defender su insula barataria. Por aquellos días surgen
unas declaraciones reveladoras de esta actitud. El general británico uno de los
que había engtrado en Berlin llegó a afirmar en una entrevista que las matanzas
de judíos en Polonia no eran ciertos y que lo de los campos de concentración
había sido un montaje. Así que sir Frederick Morgan que ejercía a la sazón como
jefe de la UNRAA para los refugiados de guerra bajo supervisión del gobierno de
Londres pone en tela de juicio el mismo Holocausto. Sus declaraciones del 3 de
enero de 1946 son inteopretadas por algunos como la resurrección del espiritu
de los protocolos de los Siete Sabios de Sión. Sus palabras conmocional al
mundo y ponen a Jerusalén en pie de guerra contra los ingleses. Para el
Jerusalén Post y para Majerit lo que dijo el militarbritanico era una
blasfemia. Hubo rasgamientos de vestiduras ante el agravio histórico y por las
calles de Jerusalén aparecieron pinads instando a la rebelión y pidiendo la
marcha de los ingleses. En virtud de la Declaración Balfour del 24 de diciembre
de 1917 se fundaba un “hogar judío en Palest ina”. El general Allenb y echa a
los turcos de Tierra Santa y permite los
asentamientos en las riberas del Jordán. Sin embargo, Golda Meir que la
oblicuidad y ambigüedad de los ingleses fue causa determinante de no pocos
derramamientos de sangre. La señora Meir toda su vida acusó a los ingleses de
ineptos y como potencia colonial fueron nefastos en Palestina. En 1946 es declarado ilegal el Libro Blanco que había
permitido la entrada escalonada en Tierra Santa de cien mil judios a lo largo
de un lustro. Las vacilaciones de Truman al respecto tambien contribuyeron a la caótica situación.
En ewste estado de cosas los mares se llenaban de ubiques fantasmas en los que
iban a bordo miles de israletias a los queno se les permitía la entrada en
ningún país. De una forma declarada Londres seoponía sin tapujops a la
construcción de más asentamientos en los Santos Lugares. En Washington donde la
política era aun más ambivalente se cruzaron prácticamente de brazos cuando los
judíos estban siendo expulsados de media europa en una actitud de wait and
see. Se habló primero de buscar un centro de acogida para ellos en Argel y
luego en Gibraltar. Hitler había querido encontrar un hogar judío en Madagascar
y Stalin fundó una republica en siberia poblada únicamente por hebreos.
Semejante pasividad de la Administración Truman irritó al lobby judío que ya
empezaba a ser poderoso. Un millar de rabinos proyectó una marcha swobre
Washington para protestar por esta inactividad ante el encuentro en la cumbre
Truman-Attlee en la Casa Blanca. Los rabíes exigen que se acepte un cupo de
inmigración ce cien mil judíos por año y que se derogue el Libro Blanco
británico de 1931 que restringía el regreso de los hebreos a la tierra
Prometida. Tambien exigen al general Morgan que se retracte de sus “espantosas declaraciones”
pero lejos de hacerlo el gorra de plato inglés contestó que los judíos querían
someter a los cristianos a la esclavitud y dominar el mundo. Nadie como aquel
aquel inglés habló sin tapujos de los peligros del Sionismo. En la actualidad
lo más probable es que estuviera entre rejas pero nos encontramos en un tiempo
de laisser faire laisser passer”. En Washington estaba a punto de empezar la
caza de brujas y por aquellas fechas la mayor parte de los perseguidos habían
militado en el partido comunista o eran refugiados políticos. La prensa
madrileña sigue glosando el libro del embajador Hayes que tampoco tiene
desperdicio y habla sin tapujos y les canta las cuarenta a sus jefes aun a
riesgo de perder el puesto: que Franco estuvoi dispuesto a impedir la entrada
de la Wehrmacht incluso con las armas y que se hubiera pasado al bando de los
aliados pero se lo impidieron los británuicos. Y que las medidas de bloqueo
decretadas por Roosevelt habían sido un fracaso. “Con el embargo de petroleo a
españa hemos hecho el ridículo y que ha dado lugar a la proliferación de una
serie de nuevos ricos, los avispados del estraperlo. Sólo habían logrado las
medidas de castigo ponérselo más difícil a las clases de abajo, a los menos
favorecidos y que el pueblo español había cerrado filas en torno a su jefe.
Luis ortiz muñoz es nombrado secretario de educación popular. Era un demócrata
cristiano y periodista de la escuela del Debate y el 12 de enero de 1946 cesa
Juan aparicio como director general de prensa y es sustituido por Tomás Cerro
Garrochano un hombre que tambien tiene
una anécdota a causa del choque que tuvo por cela. Y a Pedro Rocamora, un
neutro, un poeta, le hacen director general de propaganda. Nicolas Franco el
legado en Lisboa en realidad hacía las veces de embajador volante. Era el
Kissinger del regimen. Su acción es acertada y nada desdeñable, pese a ser
psicológicamebnte el polo opuesto a su ehermano mujeriego y jaranero. Era el
cachondo mental de la familia junto con su hermana Pilar y el más judío y gracias
al embajador no pocos se salvaron. Fue el artífice del socorro a los refugiados
y el que orquestó la maniobra de aproximación a don Juan de borbón. Su acción
demuestra que Franco quería restaurar la monarquía. Nicolás, más diplomatrico,
sabía moverse en los salones y paró muchos golpes en aquellos años duros del
bloqueo norteamericano. Nada tiene tampoco de extrañar amen de su fama de
mujeriego y casquivano la de corruptible. Desde Lisboa parece ser que supo
hacer buenos negocios y que murió rico. En eso tampoco se parecía demasiado a
su her,mano francisco. Ramón había sido el rojo de la familia, el bohemio y de
un temple también muy diferente a sus hermanos. Tanto nicolás como ramon eran
campechabnos porque aquel llegó a ser amigo incluso de don juan de borbón y
culytivó la amistad de dolores ibarruri. Francisco era mucho más
reservado. “No se nos quiere”. Esto lo
dice Franco en un ciscurso pronunciado en Segovia el 2 de febrero de 1946. es
una perorata numantino una andanada contra los agentes del cerco:
“Segovianos, castellanos viejos.
Nuestra revolución son los brazos abiertos. No los puños cerrados. Nuestra
revolución es la elevación moral de nuestros. La extirpación del paro. La
explotación del campo y sus riquezas inacabables. Si los demás no saben hacer
revoluciones más que en lo material nosotros sabemos hacerlas en lo espiritual.
En lo patriótico. En lo social. Y haremos brillar la luz. La luz de españa. No
se nos quiere porque nosotros estamos en el camino de la verdad”
(muy bien. Ap`lausos)
Toda la población de la pequeña ciudad castellana
uno de losnucleos más importantes de los judios que se quedaron se echó a la
calle y plaudió emodionada. Hay en este discurso una serie de alusiones
constantes a la luz. Franco hablaba el lenguaje de la luz que es el de israel.
Pero tambien aludia a la revolución de los espiritus al vino y al pan a la
espigas. Fue un discurso tan memorable como bíblico. Brotaba la sabiduría por
su boca. La sacia del pueblo elegido. Tambien revelaba un espiritu indomable.
Precisamente en un tiempo en que se trataba de rendir al pueblño por hambre él
salta. No se sabe a ciencia cierta qué
pudo pasar pero la hostilidad de las potencias triunfales resultó contraproducente en el caso español.
Puede este ser uno de los estigma heredado de la prsencia del pueblo elegido en
Sefarad; éste sabe ser tenaz y crecerse ante las dificultades. Paradójicamente
el estado de Israel va a nacer un año más tarde bajo el epígrafe del laicidsmo
con un Ben Gurion a que se incluyera la palabra dios en su discurso
fundacional. Los hebreos se cuidan muy mucho de nombrar al sumo hacedor por su
nombre y se andan con muchos eodeos y remilgos en sus conversaciones para
evitar contravenir una de las normas del decálogo: “no pronunciarás mi nombre
en vano”! y potra paradoja en la lenguia arcaica lo que quiere decir Isarael es
el que se opone y lucha contra dios para implentar sus planes de la creación
del mundo que no es un compartimento estanco esta creación sino un devenir
evolutivo. Todo lo contrario a la teología catócia para la cual la creación es
un hecho en sí. Israel era uno de los arcángeles que se sumaron a la rebelión
de Luzbel y lucharon contra Miguel el signifero, el portaestandarte de los
ejercitos de la dsivinidad, si tenemos que dar carta de credibilidad a algunos
episodios de la mitología del Ganesis. Por tanto Ben Gurion que se proclamaba a
sí mismo ateo evitó pronunciar la palabra Yahvé. ¿Quis sicut Deus? Digamos
nosotros al alzar la espada contra el contubernio y la rebelión. El primer
ministro israelí sólo se limitó a alusiones a la Roca de Israel. El hebreo
clásico y el yiddish fueron proclamados lenguas ficiales del nuevo estado. ¿Por
qué no el ladino que era el idioma más hablñado a la sazón? La prensa española
recoge con angustia y admiración el tenor de la lucha de Israel por alcanzar la
independencia y zafarse del mandato británico en los Santos Lugares. Se había
constituido un grupo de defensa (Hsgsnnsh) asesorado por otro que
denominaban la Institución (Mossad) para el transporte clandestino de
emigrantes judíos a Palestina. Las simpatías españolas en esta hora estuvieron
de parte del pueblo elegido para el cual los campos de concentración en Lárnaca
y en Berlín –nadie alude a ellos en la actualidad pero también fueron KZ
controlados por los vencedores- reunían unas condiciones de vida tan
deplorables como el de Auschwitz o el de Bergen-Belsone. Dacha o Mauthaussen
aunque en ellos no hubiese hornos crematorios. Se los miraba con simpatía y con
admiración porque supieron combatir y vencer a los ingleses y entonces nosotros
teníamos a Gibraltar como la cuestión pendiente y que era el eje sobre el cual
empezó a girar la política exterior durante el tiempo del bloqueo. No podía ser
de otra manera pues aparte de un cierta solidaridad de raza que viene de la
larga presencia de ese pueblo en España, existía una cierta admiración a los
judíos por su tenacidad. Al judio siempre se le consideró gente lista y
diferente a los demás. Claro está que quizás por eso mismo se le atacaba. Esta
solidaridad romántica era toda una afdirmación política, una declaración de
princiopios quye nunca quiso aceptarse en el otro lado pero que es un hecho que
está ahí. El antisemitismo español nunca obedeció a moticos de piel sino a
cuestiones teologicas. Se decía que el puebklo de Israel también tenía derecho
con la que se había reencontrado al cabo de un exido de dos mil años. El Arriba
trae una entrevista de agencia con unos de los máximos dirigentes de la
Hagannah en las que se afirman que en sus histilidades contra los inglesews
predominará el carácter militar y selectivos. “Nosotros nunca haremos daño
contra civiles”. Y eso es cierto: la acción directa israeló a difer4encia del
terrorismo del IRA, del ETARRA o del de los fundamentalistas musulmanes siempre
se hizo buscando objetivos tácticos de carácter militar. Pero hay todavía
movimientos más a la derecha como el “Irgun Zvai Leumi” que estaba presidido
por el polaco Manahén Bejín que llegaría luego a alcanzar el puesto de primer
ministo. El grupo Stern (estrella) se especializaba en acciones de sabotaje.
Los periodicos hablaban de terrorismo. Estabamos entrando en la edad moderna.
El primero de marzo de 1946 el gobierno de Leon Blun cierra la puerta a la
importación de productos españoles como medida de castigo a un regimen obsoleto
y William Thomas Walsh publicaría dos obras que sería muy leidas por aquelklas
calendas “Isabella of Spain” y “Teresa de Ávila”- el autor desde las paginas del diario británico Thew Tablet
que dirigía un yerno de Gregorio Marañón hace una encendida defensa de España
cmo cuna de la civilización occidental. “España- aduce Mr. Hayes- constituye un
objetivo soviético porque domina las rutas occidentales del Mediterráneo”. Y
advierte que, con España entre sus países satélites, los rusos serían capaces
de descuartizar el imperio inglés. Este artículo debió de cusar impacto en ek
Foreign Office puesto que a partir de entonces el premier laborista Ernest
Bevin va a dulcificar su postura con respecto a España liado como estaba en su
lucha contra los activistas sionistas rebeldes en paletina. Pese a todo la
campaña antiespañola no deja. Varios periódicos de londres publican el bulo dse
que en una caja de naranjas españolas desembarcadas en southhampton habían sido
descubiertas bombas de mano. Pero churchill en el hervor de la campaña
antiespañola le lanza un capote a franco: “no creo que a los orgulosos
españoles les guste que les digan lo que tienen que hacer”. La exclusión de la
onu y el cierre de la frontera francsa
que por arbitrarios e inesperados pillaron a mucha gente en Madrid copn
el pie cambiado. No faltaron quiens, echando balones fuera, hablaban de ir a
por los franceses e incluso asesinar a su presidente el judio León Blum y quien
había pagado con ingratitud el favor que le hicimos al salvarle la vida cuando
estba en la lista negra de la GESTAPO. Franco a pesar de lo recio de la
tempestadsigue empuñando el timón de la nave y no pierde la cabeza. Era
partidario de convencer a los contrincantes con la fuerza de la razón y no con
la razón de la fuerza. Pese a sus pocas cualidades para la oratoia (aquella
vocecilla atiplada) en sus discursos conmueve a las audiencias. Les hace
derramar lágrimas pero ante todo aspiraba a contagiar a sus oyentes con la luz
de la verdad. Eran frases escogidas por él en sus apariciones en publico
sentencias como las siguientes: “A la larga prevalecerá la luz de la verdad
pues contra la verdad nop hay fuerza mayor en el mundo”. Curiosamente con
palabras como éstas muchos mártires de la fe cristiana se habían acercado a la
toza del verdugo. Sin embargo cada va por el mundo aferrado a su verdad y en
esta particularización de las verdades –una suma de descalabros aunque su orden
no altere el producto no implicaun valor añadido de aciertos- cada uno va con
la suya a cuestas que poco o nada tiene que ver con la verdad. La imagen que da
a España en los primeros días del 47 era la de Jesucristo con la cruz a cuestas
por el empedrado de la Vía Dolorosa. Hay que ser serenos, dice Franco, pero
contumaces. Al provocador no se le contesta con el grito sino con serenos
razonamientos. Tambien a la calumnia hay que desnmascararlas con fríos
raciocinios y nada de virulencias. Se apoya el regimen en la prensa pero sobre
todo en la radio y eso que a la sazón los medios de comunicación no habían
alcanzado el auge que tienen en la actualidad. Tambien estaban inventadas las
técnicas de la disuasión a los que los
ale,manes llamaban propaganda y los americanos publicidad. Nos meterían sus
productos por los ojos. Nos venderían la burra y al final todos acabaríamos
ingeriendo Cocacola. Bajo la fusta de un buen cornaca cae de rodillas un
elefante. Goebbels fue el profeta de los medios de comunicación antes de que
Guttrember y MacLuhan hiciern acto de presencia en el mundo. En 1946 el
sefardita Carlos J. Nestry oriundo de Tánger publica un libro ewn la editorial
MRF La Verité de Franco et les juifs que redunda en lo que venimos
asistiendo: la mediación de Franco a favor del pueblo perseguido. En este caso
tambien le tienen no poco que agradecer los judíos del norte de Äfrica.
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CAPÍTULO XII
COPADOS PERO ENCASTILLADOS EN NUESTRO ORGULLO
LA
venida a barcelona del Barçon
Rotshschild el banquero de europa y el hombre más poderoso del mundo que
residía en estoril y que era tan amigo de reyes como de anarquistas –otra vez
la eterna dualidad judía puesta a disecar- es tratado por los periódicos como
un acontecimiento de renombre, habda cuenta de la persobalidad carismárica del
personaje, y de sus buienas aldabas crca de la Casa blanca. Mucho se esperaba
del acaudalado ricachón quien pod´çia haber levantado el bloqueo en un decir
Jesús pero éste no soltó prenda. Una orden suya y se huboiera abierto la
frontera francesa. Era de suponer que diera gracias a franco por haber salvado
a tanta gente de su raza. Sin embargo el barón de la Casa del Puño y la rosa
con rodos sus milones dijo que no era el mesías y que noi podía levantar autos
de procesamiento internacionales así como así. La gente se hacía lengua de su fortuna
y en tiempos de hambruna como aquella los curiosos habladoas decían que comía
en vajilñla de plata y que losa pomos del grifo de su inodoro eran todos ellos
de oro pero que era más agarrado que un chotis. Su tacañería llegaba al extremo
de haber candado sus teléfonos para que su servidumbre no le gorronease la
factura con telefónica. Corría el dicho de que eres más rico que Rochild pero
este rey midas demostró que no era don bienvenido mister marcha sino un avaro
que sabía mirar bien la peseta. Vino a visitar la agencia de refugiados que
operaba en barcelona y ni siquiera recibió a los periodistas. No apareció con
semblante de muy mal huimor porque desembarcó en el puerto de la ciudad condal
en silla de ruedas. Henri James Nathaniel Charles Rotshschild doctor en Medina estaba viejo y enfermo a
causa de las penalidades del campo de concentración. Salió de él sobornando a
los carceleros. Pasó mucha hambre y sed pero sobre todo pasó mucho miedo. Le
cuidaba una enfermera francesa. Y se fue por donde había venido a convalecer a
Estoril. La paz mundial-se decía-volvía a correr peligro. Polonia nada menos
que polonia (aun no había aparecido Wojtyla) acusa a españa de haberse
convertido en una amenaza para la paz mundial. El delegado polaco afirmó ore
rotunde aporreando la mandera del pupitre de su escaño en naciones unidas que
en un pueblo de toledo estaban fabricando la bomba atómica. Por lo visto unos
científicos alemanes a los que franco había dado cobijo se divertían con los
neutrones y protones en sus tubos de ensayo. Eso no te lo crees ni tú. Truman
que no se destacaba precisamente por su hispanofilia tampoco se lo creía y el
delegado americano en onu acusó formalmente al ministro exteriores ruso que por
entonces ya era andrei Gromyko de haber fabricado semejante bola haciendo que
el delegado de uno de sus paises satelites del Telón de Acero hjablase por boca
de gfanso. Los contramaestres del miedo la soflama y la contumelia. Aquellas
acechanzas en españa sembraron la hilaridad y apareció el Jabalí – un jabalí
que se llamaba perez madrigal que todos los viernes hablaba desde los
micrófonos de Radio Nacional de España- y publicaría un artículo intitulado Los
onus y los otros. Mientras tanto el veto puesto por israel al ingreso de españa en el coro de naciones
unidas cayó como un mazazo. Nadie se lo esperaba pero de desagradecidos dice el
refrán está el mundo lleno. A mayor abundamiento el NYT publica una información
´- y no era dia de Inocentes- en la que los conspiradores vueleven a la carga.
Una bomba atomica en portugaleta. La están construyendo. Ya no era illescas. El
rumor se esparce por pasillos de la ONU donde hay mucho fresco y mucho lobby y
Oscar Lange que era entonces el secretario general se descolgó con la andanada
de que españa no podía pedir el ingreso porque representábamos una amenaza para
la paz mundial. Dicho en otras palabras a finales de los 40 era un poco lo que
es hoy Corea del Norte en 2007. asi que de Santurce a Bilbao y una parada en
algun chigre de Portugalete a echar un trago. El gobernador civil de Vizcaya
invcitó a un grupo de periodistas americanos a un viaje por la provimncia, lews
convidó a sardinas a la brasa, probaron marmitaco en algunos figones del puerto
y tan es así que luego escribieron de otra forma. Portugalete efectivamente no
era alma Gordo en Nuievo México. Allí sí que se fabroicaba una bomba
verdaderamente y con las gloroias de les fueron las memorias. En los programas
de musica dedicada muy populares en las emisoras del país se retransmitía un
aire de la tierra muy poipular Tengo una vaca lechera y el Buen Menú
señor que cantaba como un zortzico el Trío Calavceras. La bomba atomica.
Que los españoles ternemos en nuestro poder el arma nuclear. Especies tales y
cocimientos de duras patrañas deben de ser muy del agrado de los analistas del
Pentágono pues tambuien le acusaron a Nasser de going nuclear, luego al sha de
persia y por ultimo a Sadam que acabaría con su pescuezo colgado de una soga y
tambien iran por lo visto tiene la “catapulta”. Es una vieja táctica pues está
visto que un santo no pinta nada en un campo de batalla porque los santos no
den de ir a la guerra ni se puede aspirar a una hornacina desde la sala oval.
Hay que mentir y engañar. Las mentiras en ese caso suelen dar buenos
resultados. El corresponsal de la EFE en Nueva York Francisco Lujcientes
escribió por tales fechas una serie de crónicas que son un dechado de
perfección informativa. Fuentes despilfarra ewn estos reportajes a costa de
Lange. Bonnet, Gromyko y los editorialistas judios del sesudo NYT dosis de buen
humor. A la campaña de una bomba atomica en Tolledo se sumó Fernando de los
Ríos al que llamaban el “maleante universitario” y que sería otro de los
fabricantes del mito Picasso y del mito García Lorca dos santos laicos de la
españa actual. Indalecio prieto el honrado lider socialista al principio hizo
causa común con el grupo de intrigantes pero al ver por donde iban los tiros
retiró su firma. las cosas se estaban poniendo feas. se supo que stalin había
enviado como legado a Nueva York a Andrei Gromyko por ser partidario de
resolver “el caso español” manu militar. Por eso en aquel tiempo en los
estrados de la ONU se metía tanta bulla. El presidente en funciones de la
republica Alvaro de Albornoz entregó un memorando al secretario general diciendo
que sólo en 1946 habían sido fusiladas 127 personas por motivos políticos.
Tambien se decía que el 50 por cineto el presupuesto español era destinado a
sufragar los gastos de un gran ejercito y a la fabricación de las armas
secretas. El que firmaba semejante documento hacía abstracción de que bajo su
mandato desde las Constituyentes de febrero de 1936 hasta junio del mismo año y
bajo su presidencia habían sido quemadas 160 iglesias, hubo 349 asesinaros
políticos más de dos mil atracos y agfresiones físicas a mano armada y las
sedes de diez periodicos resultaron incendiadas. las reacciones contra Oscar
lange a este lado del charco alcanzan un tinte furibundo y descomedido. El 13 de novciembre de 1947 joaquin perez madrigal
por las antenas de RNE llama al polaco de porte siniestro poco menos que
hideputa: En la ONU ha comenzado el tintirimbimbi. Oscar Lange, el Fregolí
de las nacionalidades, primero polaco, luego yanqui y ahora otra vez polaco de
los que abrazan a la otrva madre Rusia, yo no sé cuantas madres tiene pero ha
mostrado coraje en poner sobre el tapete el caso español. A este oscar lange de
mala y cambiante raza – no se llamaba lange sino seidenbaum apellido
judeoaleman- le han salido al paso unos cuantos señores delegados de noble y
clara estirpe. Aquellos cuyos pueblos no olvidan que espña les acunó como a
niñós, les instruyó, les respetó.
Muchos periodistas viajan a portgalete para ver más de
cerca la realidad. Querian hacer una toma de contacto con el primer átomo
desintegrado pero han de llevarse un chasco. La tal fabrica sólo existe en la
imagin pruiriente de venganza de los Negróin, los firal, los Jiménez de asua,
los trifón gómez y en la del Padre Olasso que predica encendias arengas desde
Radio Pirenaica.. el 9 de noviembre de 1946 se produce la gran manifestación a
favor del regimen de franciso franco en la plaza de oriente. La prensa española
parece que estaba desmadrada. No contesta a las provocaciones con la
circumspección que recomendara el Conde de Jordana años atrás. Se grita, se despotrica,
se agrefr. Al enemigo ni agua y caña al mono. Franco asume una actitud más
ponderada uy replica que a los enemigos
de la patria se les respomnde con kusticia social. La respuesta a las insidias
onaninanas se hace numantina y cabal. España se encastilla y cierra filas en
torno a su jefe. Cualquier signo de debilidad en tales instantes hubiera sido
contraproducente. El humilde flexo del Pardo quedaba encendido. Estaba visto
que el ejecutivo de España no quería ser un goboerno quislin. No lo fue en los
tiempos de Hitler ni tampoco ahora de las potencias occidentales. España quería
encontrar su propio hueco. El que había tenido siempre en la historia. Y en
esta demanda se mopstraron unidos y apiñados todos los españoles como quedó
evidente en la larga del 9 de diciembre sobre la Plaza de Oriente. El programa
no era otro que pan paz y juscticia social. Una idea en que se vuelve a
insistir en el discurso del 13 de marzo de 1947:
La evolución política de las naciones está hoy caracterizada por los grandes movimientos sociales. La política hoy a pocos interesa; hoy importa lo social. El ansia de justicia social se ha convertido en el actual motor del mundo. Es la idea maestra que instiga revoluciones y transformaciones. El mundo marcha tan deprisa que a veces nos marea y nos confunde en su movimiento. Es el vértigo de la Historia. Así, lo que ayer sosteníamos frente a un mundo incomprensible y hostil hoy lo vemos plasmado, reconocido y aun esgrimido como argumento propio de los otros pueblos. Por eso algún día habrá de resplandecer la luz y se podrá comprobar la nobleza de nuestra conducta. Lo importante en esta hora de confusión universal será servir a España por el camino recto y seguro de la Verdad, por el que los españoles sabemos bien hacia adonde vamos. Toirpemente se engañan los que supoinen que por el signo católico de nuestra Cruzada y por haber formado en nuestras filas durante las primeras horas fuerzas empleadas en el artificioso campo de las derechas, las viejas derechas, pretenden asignar a nuestro Mnovimiento un tono reaccionario o derechista que hoy carece de sentido en nuestra Patria. Precisamente la característica de nuestro Movimiento fue aniquilar aquel viejo artificio derechista y el haber dado estado, desde la primera hora, a las inquietudes populares y a esos imperativos de orden social que hoy toman cuerpo en las diversas latitudes del Univero.
Se ve a las claras el pensamiento falangista que
late en estas frases y el aborrecimiento de la política con minúsculas, ese
sentido venial de las derechas egoístas que llevó, a través de las trifulcas
parlamentarias, al desastre de los años de la República. Franco solí decir a
los que le iban con alguna queja “no se meta usted en política”. Ciertamente
era uno de los males del tiempo de la Restauración. Tiempos de caiquismo,
hambres e insolidaridad con los deprimidos. Para Franco la Política tenía un
grado de sustantivo con mayúsculas. Era un acto de servicio. Todo lo contrario
a la corrupción, el politiqueo y las trifulcas de campanario que animan la vida
española al cerrar el último tranco de 2007. en haber palnteado la reforma de
las instituciones y en sus reivindicaciones sociales con la abolición del
“ansíen regime” reside uno de los puntos clave del carisma de su personalidad.
En sus plantemientos Franco deviene algo mesiánico. No era un dictador al uso
sino un reformista, tal vewz un arbitro, el auriga que maneja las riendas del
carro y conjuga las fuerzas opuestas. Esta critica a las derechas encontraría
hoy al cabo de sesenta años de aquel discurso un ámbito actual. Pocos
gobernantes españoles podrán jactarse de hechoi tanto por el pueblo como él,
que pretendió una revolución desde arriba, aunque luego le traicionarán los de
siempre – este país es un coto privado de las Cien Familias- las derechas
mostrenca e insulsos y tambuién porque no decirlo una Iglesia a la que sacó del
atolladero y en los últimos estadios de su gobernación sería uno de los
factores que contriburían a la caída –despues de muerto- de su régimen. Fue la
Iglesia postconciliar que al traicionar a Franco se hizo traición a sí misma y
ahora se ve como se ve.
La pléyade retornados prosigue sin pausa. Alberto
Insua el gran novelista cubano vuelve. Poco después se registra la llegada José
Ortega y Gasset. La prensa le saluda al filosofo con una frase cidiana:
Viejo
venís, buen Cid, viejo venís y florido.
El famoso escritor pronuncia una conferencia en el Ateneo
de las que hacen época. A la sazón se descolgó con una párrafo célebre. Dice
don José: “España tiene ante sí un horizonte histórico universal y despejado”-
Pero las acusaciones de Oscar Lange seguiáin convirtiendo
al Guernica en un signo de libertad. Los intelectuales empezaron a pronunciar
los nombres de Pisacco y de García Lorca y se les hacía la boca agua. Nacía el
mito y va a ocurrir que los franquistas habiendo ganado la guerra pierden la
paz merced a los sutiles manejos de la propaganda universal.
Medio milón de judíos se arrastraban como parias por los
caminos de Europa. En los balances de año viejo se dice que unos 200.000 habían
embarcado, después de cruzar España, en Lisboa rumbo al nuevo mundo. La mayor
parte de ellos eran judíos ingleses. Franco y Golda Meir coinciden por entonces
en una idea: su repulsa al gobierno laborista de Ernsto Bevin que había cerrado
a los hebreos las puertas de la Tierra Prometido y los pasaporta hacia américa.
Pero así como la postura de la activista israeli está llena de rabia Franco
esgrime una actitud serena. Dice que “algún día nuestra razón se abrirá paso
frente a la sinrazón”.
El 6 de mayo de 1946 el subsecretario de Asuntos Exteriores
Tomás Suñer hace unas declaraciones en Nueva York donde anuncia la taimada
actiduf del polaco Oscar Lange, Secretario General de la ONU: Nosotros hemos
salvado a miles de judíos polacos y hemos considerado a Polonia como la nación
mártir. ¿Por qué se nos paga con esta moneda de ingratitud? ¿Qué es lo que
hemos podido hacer nostorso los españoles que haya causado tanto enojo en
Varsovia? No hicimos más que el bien y repartimos ayuda humanitaria por todas
partes y luego se nos declara enemigos de la Humanidad y se nos dice que somos
una amenaza a la paz mundial.
Las palabras del hombre de confianza de Javier
Martín Artajo debieron de abladar a más de un corazón. España seguía siendo
admirada pero a distancia como dicen que hizo Nicomdemus con Jesús cuando a
éste le persewguía el Sanedrín. En algunos periodicos españoles se publica un
reportaje con la conmovedora historia de Bela Raphael una niña de tres años que
fue adoptada por el sargento Simons, de raza negra. Sus padres habían pereciso
en Ausschwitz y el militar
norteamericano la adopta y la lleva a vivir con su familia en su casa de
Broklyn. Habían llegado a barcelona a bordo del vapor “Sister” con una
expedición de refugiados que había zarpado de Genova. Los huerfanitos fueron
alojados y atendidos con solicitud por distintas familias de la calle Coll y
Bonanova en la Barcelonetta. A los huérfanos se les llevó después a veranear en
un campo del Frente de Juventudes en el Pirineo. Se sientan divinamente en
medio del sol y el aire catalán de San Feliú de Guixols y esta estancia les
hace olvidar las tristezas de la guerra. Una de las niñas refuiadas asegura
estar viviendo un verdadero cuento de hadas. De su transporte y alocación se
encarga la Dirección General de Beneficiencia y de Auxilio Social que dirigía
M. Martínez de Tena. Eran los eternos niños judíos de la diáspora, los
huérfanos de la guerra. Bardelona de la que decía Cervantes ser espejo de la
cortesía acoge a los prófugos con beneplácito.
Antón Brunner, respomnsable de la deportación de miles de
judios austriacos es ahorcado en la plaza publica de Viena. Antes de subir al
cadalso como última voluntad el reo pide un pitillo. Esta noticia triste
contrasta con la cara alegre del pequeño Kolecko, niño varsoviano, que acaba de
llegar a Barcelona a un centro de acogida y mira para los zapatos nuevos y al
abrigo que le han regalado. La estancia de estos niños en nuestros paises era
de seis meses pero algunos encontraron acomodo en españa para siempre bajo la
tutela del Patronato de Protección de
Menores o de las damas de la Sección Femenina. Esto ocurría mientra la ONU y el
nuevo estado de Israel haciendo causa común con Polonia y con la Unión
sovietico nos veta el ingreso en la ONU. Se entienden a la luz de esto las
dolidas quejas del Subsecretario de Exteriores. Nuestra generosidad era acogida
con desplantes.
Más entrevistas. Poniendo en práctica su criterio de
entrevistas personales en lugar de ruedas de prensa, Franco convoca al
corresponsal de reuters en Madrid para que acuda a comer con él en el pardo. En
gran bretaña sehabía publicado el libro “rebecca” en el que sir samuekl hoare
ataca personalmente al caudillo. Henry bucle el 18 de julio de 1946 decimo
aniversario del Alzamiento encuentra al general que llevó sobre sus espaldas el
peso de la guerra civil algo envejecido para un hombre de 54 años y metido en
carnes. Lleva una vida de semirecluso y recibe a poca gente. Le gusta la vida
campestre y encuentra solaz en sus largos paseos cinegeticos por el monte del
pardo. Buckley apunta que su personaje no fuma ni bebe. No hace vida social y
es muy celoso de guardas sus asuntos personales y los relativos a su familia.
Le describe como un hombre debuen humor que dse ríedebuena gana. Le gusta el
dialogo y acepta las opiniones contrarias sin malhumorarse, reserva hecha de
los comunistas a los cuales no los tolera. Es un católico devoto que pasa
largas horas y a veces las noches ante el Sagrario. Era difícil hacerle perder
su serenidad y su presencia de ánimo. Es lector ávido sobre todo cuestiones
deeconomía y de estrategia militar. Este es el retrato que efectúa el
periodista británico el cual advierte que se trata de un allego afablew y
sencillo quehabla como un paisano de las Rias Bajas y en él no se advierte
ningún rasgo de psicopatía o tara mental. “Parece muy rozanoble perceptico y
dotado de un gran sentido común” añade. Los broitanicos lo llaman common saense
y en política es todo un rago de jerarquía este atributo.
La semejanza difiere mucho de la prosopografía que de él
hace Sir Samuel Hoare. Ewl embajador británico descendiente deDisraeli y que
lleva el titulo nobiliario de Lord Templewood. Debía de estar dolido porque
franco se opuso a que el legado inglés hiciera poco menos que un virreinato de
la embada británica. Describe a franco con trazas bnegras como un segundo
felipe II un hombre inicuo y sanguinario. Pero buckley noi aoprecia semejante
cualidad en él. Antes bien lo representa como un hombre de estado al que no le
gusta tratar de vuesiones veniales y marginales en polítrica. Celoso guardian
de su privaxcy y de conducta intachable le gusta la soledad y rehuye los
saraos. Eso só; una vez por semana se reune con sus viejos compañeros de armas.
Templewood onsiste en la idea de que debiera de ser eliminado mediante la
acción directa. Pero la idea no era suya. Había sido lanzada meses antes por
León Bñum.
Entretanto, estaba naciendo en medio de convulsiones
violentas y atentados un nuevo estado: Israel. La lucha tenaz por la
emancipación de los grupos de resistencia judía (Haganah, Likud, Stern) es
aplaudida en España por la opinión
pública ya que combatían a un enemigo común Inglaterra cuyo primer ministro era
un hombre que no les caía bien a los españoles: Ernest Bevin pues lo mismo
repartía mandobles antisionistas y mandaba ahorcar activistas judios en tierra
santa que axcuaba a franco de colaborar con los nazis. Era uno de esos ingless
para quienes la política y la vida misma son pura contradicción y que
constantemente tienen que desdecirse. Los periodicos españoles catalogan al
Irgun como un movimiento de liberación. El día que estos activistas bajo la
dirección de Manahéwn Beguin vuelan el cuartel general británico sito en el
hotel david dejerusalen un 27 de julio de 1946 muchos son españa los que se
alegan en lo que se perfila una victoria de la tenacidad judía frente a la
petulancia de los ingleses. Tambien se admira el ardor combativo y la de de
aquellos hombres qyue, llevados al cadalso o sentados ante el banquillo,
recitaban pasajes bíblicos de carrerilla. El 15 de mayo de1948 va a ser una de
las jornadas más importantes del siglo XX. En un acto sencillo en Tel Aviv sin
grandes alharacas queda constituido el estado judio bajo la presidencia de
Ariel Sharon. Se canta la hativka
himno hebreo en realidad una marcha fúnebre de chopín muy bewlla. Un rabino
pronuncia la Shema Israel la oración más importante del devocionario
hebreo pero Ben Gurion se abstiene de pronunciar la palabra dios en la
ceremonia. Sólo alude a la roca de israel. “La roca de israel fue el lugar
natal del pueblo judio. Aquí se formó su identidad moral y religiosa. Aquí se
escribió y dio luz al mundo el libro e los libros”. Era el 15 de mayo del
calendario cicil. Para los calculos rabínico el 14 del mes de Iyor del año
5.708 de laceración del mundo. La ceremonia tuvo lugar en el museo del
holocausto de Tel Aviv. Un mensaje del presidente Truman aquellas misma noche
daba recoinocimiento expreso al nuevo estado. Con ello los norteamricanos se
adelñantaron a todos los paisesdel mundo a formular su adhesión o al menos eso
creyeron en wasgington pero en las actas fundacionales figura guatemala que por
medio de su presidente que estaba en nueva york – jorge garcía granados- figura
como el país más madrugador. Ben Gurion aquel judío nacido en una aldea polaca
que había emigrado a palestina en 1906 se convirtió en el ultimo de los
profetas deisrael. Con su proclamación estatal concluía una diaspora que había
durado dos milenios. El refimen de franco se abstuvo, dadas las circunstancias,
de exopresar su adhesión por problemas políticos y acaso por ese matiz de amor
y odio de atracción y de repulsa que marca las relaciones hispanohebreas. Creo
que en el mutismo de franco estaba presente su enojo contra oscar lange y león
Blum que tanto habían maltratado a españa en el transcurso de las ultimas
semanas. Eso en apariencia. Después trascendió que previamente al acto ben
guriopn había desdeñado una carta quele escribió el caudillo y a la cual no dio
acuse de recibo. Muy típico y luego se negó a restablecer relaciones
diplomatricas con España. Estas nop se implantaron hasta el advenimiento de la
democracia. ¿Moneda de ingratidu? Por lo que respecta a los intereses españoles
cabe añadir que desde ese establecimiento la unidad nacional va por malos pasos.
Se sospecha que israel ha apopyado la secesión delas periferias con dineros
bancarios en cataluña vascongadas y la misma galicia. Otra avctitud tipica. Se
dice qye ben Gurion dijo en una opvasión nos cargaremos esa unidad que
conseguió isabel la catolica la que
expulsó a los judios. ¿Palabras profeticas? Cierto que ewl lider israeli
descamisado y melenudo tenía bastantes agallas y el apoyo del lobby judio pero
con franco que quizas las tuviera más esa amenaza no hubiera ocurridoi. Fue una
inmensa decepción para aquellos que confiaban en que las viejas heridas se
restañasen pero los hebreos dela diaspora querían establecer sus relaciones
cuando y como les viniese ewbn gana y desde una actitud de poderío y de
prestancia. Los amores y las amistades tampoco los agradecimientos existen en
política internacional. Sólo intereses. Pero ben Gurion aparte de obcecado no
estaba bien informado. Luego isaac shamitr cuando en su calidad de ministro de
asuntos exteriores anuncia el establecimiento de relaciones Tel Aviva-Madrid el
18 de enero de 1986 dijo que ben guruion cometió un error y queluego se produjo
el acercamiento de Franco al mundo arabe.
Pero el nacimiento deisrael no fue un parto sin dolor. Se
produijo en un mundo convulso y trufado de odios. El padre de isral era un
hombre de mentalidd complicada y rencoroso. Golda meir así lo reconoció tambien
más tarde. En su negativa a establecer lasrelaciones con España les da tambien
cantonada a los judios de origen sefardies siendo él askenazi lo que abre una
brecha aun abierta en el tejido social del estado hebreo. En él los sefardies
estaban considerados como ciudadanos de segunda. Sin embargo Benjamín Gurion
sabía muy bien castellana y leía con frecuencia el Quijotre. Otro
contrasentido. Otro contrastr. Porque entonces aquella discriminación para con
los oriundos de sefarad. Sion y sefarad parecen condenadas de por vida a no
entenderse.
En abril de 1973 tuve ocasión de ser testigo de la
complejidad y emotividad del contencioso que ha suscitado el mero nombre de
España en el mundo judío. Fu en la conferencia que dio a la sazon la premier
Golda Meir en un hotel de Londres. Más de 500 periodistas se habían congregado
en torno a la venerable dama, un icino en la lucha por la libertad y la
independencia del pueblo hebreo. Las preguntas se centraban sobre Oriente Medio
después de la guerra de Yom Kippur. Como corresponsal de un gran diario y de
una cadena de perióicos española abriendome paso entre una multitud de colegas
exaltados le formulé una pregunta a la señora Meir:
-=Para cuando
las relaciones diplomáticas con España?
Pareció sorprendida. La miré de reojo y noté que se parecía
un poco a mi abuela y a algunas señoras algo mayores de mi pueblo. Con su
bolso, siempre vestidas de negros, un poco gordas y con esas faldsas castellanas
que recordaban a las aljubas moriscas. Me miró sorprendida con sus ojos grandes
entre maternales y cansados, extrajo de una cajetilla de “Gitanes”-fumaba
tabaco nego- el enésimo pitillo y dijo
-Para
nosotros España no es un país como los demás. El mero nombre de Sefarad siempre
ha suscitado añoranzas y controversias en nuestro pueblo. Pero el paso lo
tendrían que dar ahora ustedes. Esperemos que esa normakización se produzca
algún, aunque le aseguro que no abriremos embajada en Madrid mientras esté vivo
el dictador.
No me había dado una respuesta. Había trazado todo un
esquema para un libro de geopolítica la señora Meir. Otra vez esa relación
amor/odio de la hispanofobia y de la judeofobia que a mí siempre me parecieron
dos caras de una misma moneda pues como va dicho los españoles tenemos mucho en
nuestra mentalidad de judíos, unos judíos que no están en una diaspora yu que
se extraviaron hace mucho tiempo en 1492 y que nunca regresarán al redil de
Sion pues piensan que la mejor Tierra Prometida es la que encontramos en
nuestro corazón. Además el Mesías ya pisó la tierra y nuestros conversos al
topmar las aguas del bautismo así lo reconocieron como dios y señor. Eso no lo
persdonan algunos circulos ortodoxos del Talmud.
Después la señora Meir se quedó pensativa mirandome a los
ojos. Un mechón de sus cabellos antes rojizos y ahora algo blancos se alzó en
rebeldía sobre su rizada cabellera y repuso por lo bajo en un inglés con fuerte
acento americano:
-I think…
Y al expresar este “yo creo” sonrió con cierta treisteza.
Mrs Meur antigua militante del partido socialista había asistido como ponente a
aquel congreso del partido convocado por León Blñum en evian-les-bains en 1937
para tratar un bloque conjuntyo de ayuda al frente popular que evitase la caída
de madrid. De dicho congreso nacieron las brigads internacionales. Allí
surgiría el primer gesto de recelo hacia los ingleses por parte de la Meir,
quien no pudo nunca soportar a ernesto bevin. El inglés nunca pudo disimular
sus inquinas antisemitas. Dijo el secretario de los Laboristas:
-Inglaterra
nunca irá a la guerra con Vds., los judíos.
La hija del carpintero de Kiev que miegó a los estados
unidos cuando Golda tenía nueve años hab
ía participado en las luchbas contra el zar. Era un marxista convencido. Un
revolucionario típico que alzado sobre yn cajón de botellas de cerveza arengaba
a las masas y cantaba la Internacional. Rebelde e indomable. Estuvo perseguido
por el FBI cuando estalló la caza de brujas. Ella había heredado el espuruty
rebelde de su padre y el angel de su madre que la convertiría en la perfecta
mama judía. Emigro a Israel con los pionerosy amiga de ben gurion que la hizo
ministro de educación. Se decía de ella que era la que llevaba los pantalones
en el seno del gabinete. Pese a su pariencia hosca era una mujer muy emotiva y
humana. Pero gran oradora procuraba dirigir su dialectica a los predios de la
razón más que a los del corazón donde ella creía tener aunque lo disimulara el
talón de Aquiles. Su receta: lo principal
es no excitarse demasiado, conservar la sangre fía. Prefiero a los predicadores
de agora que convencen a su auditorio antes que aquellos que suben a la tribuna
para arancar de sus oyentes lágrimas emotivas.
A pesar de haber sidoi una de las figuras históricas que más
han hecho por la emancipación de la mujer era enemiga de las enemigas ad lib. He dedicado mi existencia a la promoción de
la mujer pero no soy admiradora de esa clase de feminismo que provoca la quema
de sostenes, odia a los hombres y se enfrasca en campañas contra la maternidad.
El grito de hijos sí maridos no me horroiza. La abuela judía era una de esas mujeres que daba que pensar. Su rostro
era duro pero viejo como la humnidad misma rugoso y cordial como u pergamino
donde se parchea la cronología de los siglos en sus avatares de ir y venir. En
su dureza y adustez resultaba familiar. Yo habñia visto aquella cara en alguna
parte. Nadie podr´ña maldecir de los judíos sin condenarse y maldecirse a sí
mismo. En aquellos ojos cansados de vieja ucraniana pero que al mismo tiempo
podía ser castellano se consumaba la alerta de los siglos. Era un faz
inolvidable de aspecto benigno y tolerante, erxenta de todo fanatismo. Sin
embargo en sus años mozos fue sufraguoista y había renunciado a la carrera de
magisterio por la política. Contradicciones. Nadie lo diría. Inspiraba
confianza con aquellos ojos ggrandes algo picaros que se reían solos. Sin
embargo en la guerra de los Seis Días había mandado bombardear los pueblos de
cisjordania sin compasión –indiscriminadamente- por lo que tuvo sus más y sus
menos con el general Dayan. Era ella fue la que llevó los pantalones en el
gabinete de Ben Gurion y la que llevó los pantalones de Israel. Luego tendría
imitadoras pero a la Thahtcher le faltaba su sentiudo del humor y la simpatía
que tenía doña golda y Margaret albright se portó en la guerra de Yugoslavia
como una asesina, precisamente lo contrario de lo que era la Meir. Una paradoja
siempre de luto y fumadora en cadena. Una señora que iba por el mundo con unos
bolsos horriblews coomo las de las chahcas de Cuatro Caminois en la tarde libre
que jamás se maquillaba y que contaba chistes. Uno no podría por menos de
adorarla. A veces maldecirla. Su exaltado sioniusmo echaba la verdad un poco
para atrás pero estaba tamizado por la delicadeza del woman touch de las mujeres fuertes del Viejo Testamento. A Judit. Ester. Rebeca. Podría mandar
sus tanques para que cortasen la cabeza a Sadat pero al mismo tiempo
compadecerse de los huérfanos de la Intoifida, hacerle un corte de manga a Nasser
y enviarle camiones con cajas de mantequilla. Doña golda era la plena
contradicción. Una contradicción judía. Producto de una época. Era realista y
en aquella tarde de primavera del 73 me pareció incluso un poco desengañada
como de vuelta de tgodo. Para ella el socialismo no era otra cosa que el
laborismo israelí. Todos sus hijos los que no muerieon en las sucesivas guerras
que tuvo Israel después de su independencia y por los que llevaba luto perenne
se fueron al kibbutz y ella misma era un pionera. El vocablo lo adoptó Israel
de los rusos. Quizas cuando la faltaban menos de dos lustros para despedirse de
la vida ella estaba diciendo adios a sus sueños. Quizás pensara que la
humanidad nunca cambiará. Ello e3s imposible. Había dedicado toda su vida a la
construcción de un hogar judío donde su gente pudiera vivir tranquila lejos de
los pogroms y de los insultos. Un pueblo que gemía bajo el peso de la culpa y
que estaba harto de escuchar el sinsulto de deicidas. Consideraba que el
problema hebreo era algo de lo cual las naciones del occidente gtendrían que
avergonzarse. Aunque los historiadores siempre son dados a exagerar en tal
supuesto existe una parte de verdad. Los judios fueron siempre envidiados por
su familiaridad con los negocios porque eran letrados en medio de los
analfabetos y mal quistos. Cuando me levanté para decir mi nombre en aquella
rueda de prfensa doña Golda pareció mirarme a la vez con ojos reprobadores y
compasivos. Sus ojos lo habían visto todo y sus oidos no se asustaban. Tgampoco
le temblaría el pulso al apretar el garillo. Además ella era la que llevaba los
pantalones en su gobierno. Hay en muchos judíos que he conocido algo de
repelente y atractivo. Shylock no es más un cliché. La belleza de _Absalón
sigue prfesente en Iusrael. Poca gente tan dulce como Isaac Rabin que recordaba
un poco al Maestro Jesús con sus aires de rabí ruso y sham ir tan corto de
estatura era como debió de ser zaqueo poco aventajado de estatura y moviendo
con mucho rumbo los brazos al caminar cuando se subió a la hiuguera para ver
mejor al Maestro entre la multidud. Individualmente maravillosos, guapos,
elegantes, gente de carácter pero cuando esta gente se junta ¿Qué? Por otra
parte la impresión que me dio la señora Meir es que ella tampoco creía en el
sionismo. Se apreciaba un cierto desencanto. Sin embargo la mentaban la palabra
Franco o diuctradora y saltaba como una pantera. Pewro había cosas que ella no
entendía aunque secretamenta concediera que el general español había emulado el
sueño de Ben Gurion de hacer florecer el desierto del Nevgev con el plan
Bajadoz y el deseo de transformar el secano en regadío. Claro Franco no era un
lingfuista ni había poasado por el cenculo de la dispora. El fundador del
Estrado de Israel conocía veinte idioma desde el ladino- dicen que leía todos
los días el Quijote- el arabe y el chino hasta el aleman y por supuesto el ruso
y el polaco pero cuando alguien le hacía una pregunta únicamente contestaba en
hebreo y, a lo puro, en yiddish.
Pero cunado se conteja la
personalidad del Caudillo con la de los pioneros israelís soin muiy ewvidentes
lasw coincidencias. En el planteamiemnto vital, o en lareciedumbre argumental
del carácter judío lo que unido a su tenacidad le vuelve casi invencible. Si a
esto se añade el sentido mesiánico de la existrenciaq se comprenderá el error
de Golda Mewir al descalificar a Franco como su antípoda. Resulta digno de
señalar que los fundadores del Estrado de Israel procedían todos de rujsia y de
Polonia. Los discípulos de Teodoro Herzl al dar cohesión al sueño sionista se
habían olvidado de otras comunidades de la dispara: los judíos marroquíes,
irakíes, chinos y de todo el Golfo Pérsico. Prepinderan los askenazies y al
principio hubo castas y hasta una cierta segregación entre judios del Este y
los del Oeste. Losdel Oeste, sefardíes en su mayor parte, eran los parias.
Gurion era polaco. Meir ucraniana. Greenbaum, ruso. Shertok venía de Turquía.
Fishman de Inglaterra y Aron Zirbig era hunbgaro. Sólo había un sefardita:
Moisés Zafiro al que se encomendó la cartera de Jujsticia. Pero la mayor parte
de los ministros eran rusos. La Urss sería el primer estado en reconocer al
gobierno de Tgel Aviv. Ls señoras Meir es enviada de embajadora a la Unión
sovietica. Stalin estaba en el poder. Estuvoi un semestre y de alli vuelde
desencatada pues dice que Stalin el padre del ateismo perseguía con saña a
todas las religiones fyeran cristianos judios o musulmanes. Parece ser que en
Moscú tiene un encontronazo con Ilyaq ehrenburg que tambien era judiuo pero al
que ewl Poadrecito había condedido patente de corswo para mnoverse por el mundo
y que luego se libraríua de los purgas. Ehrenburg que fue corresponsal y una
apasionado de España durante la guerra civil escribía para el dictador
editoriales en el Pravda. “Cuando le conocí en una recepción.declara la primer
ministro israelí en sus memorias- estaba completamente borracho. Le hablé en
inglés y me contestó grosero que no le gustaban las judias rusas que parlaban
en inglés”.
El regreso de la joven
embajadora israeli a su pais la maleta llena de curiosisdades y dec desencanto
va a determinar el desvío de los pioneros del comunismo para abrazar el
socialismop a la británica esto es erl laborismo y a partir de ahí empieza el
extrrañammiento de Israel con sus orígenes rojos. Los israelíes se
desovietizan para anglosajonizarse plenamente. Los E·stadops Unidos serían
desde entonces su reserva espiritual y ecnomica pero hasta Stalin no fue así.
El asesinato dee Tgrotsky a los mandatarios que creían en la revoluciuón
mundial y que ha de tener un carácter permanente les hizo cambiar de rumbo. Las
heridas por intereses de supervivencia abiuertas con la potgencia colonial
cicatrizan y pronto se olvida el nombre de los activistas del Irgun que fueron
ahorcados u ostrtizados. Priman los intereses mercuruiales de los banqueros de Lombard o de Wall Street. Hasta
la valuta israelí va a americanizarse y se llama libra israelí. Ern la era de
las comunicaciones los dirgentes del Conejo Judío determinan que resulta de
todo punto crucial el dominio de los medios de comunicación, de las variedades,
del entrenimiento, la prensa, los libros. En esa esfera van a despegar su
determinación inquebrantable y su poder omnímodo. Quizas soñaran en un mundo
bajo su control, un hecho que casi se ha cumplido con la llegada de Internet,
otro invento judio. En el rostro de la señora Meir que parecía un rugoso
pergamino yo vi plasmado lo que había sido el siglo XX con sus dos guerras
mundiales, la llegada de la robótica, el terrorismo, el tercer mundo, el
petroleo, el cambio climático. El 14 de mayo de 1948 al establecerse el
cimiento fundamental de la Roca de Israel empieza una nueva era para la
humanidad.
Pero “yo no vine a traer paz
sino la guerra”. Baste con decir que al día siguiente de su fundación entró en
guerra con sus vecinos los árabes y de esa manera queda todo dicho. Loss arabes
bajo la tutel del mufti se habían alzado en armas. Les habían echado de sus
tierras. Unas mediante compras otras con trampas y la mayor parte incoivando el
derecho de conquista basado en el mandato bíblico de regreso a la Tierra
Porometida. A las profecíoas de Ezequiel. Algo dramático, traumatico y a la vez
misterioso. Con el grito de guerra de los arabes se ecucha tambi´ñen una frase:
“Israel noi tiene ningun derecho a existir. Es un anacronismo. Un despropósito
histórico. Esta razón, excusa, pretexto, está detrás en la media docena de
guerras que ha habido en Oriente Próximo y las que seguirán.
Después del portazo de bengurion
España continua haciendo lobbinbg en los ingluyentes sectores del clan en
Estados Unidos pero esto va a llevar a otros desencuentros de la misma índole.
Comop prueba de esta aproximación el 9 de enero de 1949 se firma un decreto por
el cual se concede nacional española a todos los descendientes de las personas
de religión cmosaica expulsados del territorio en julio de 1492 raqtificandose
así los protocolos firmados con grecia y egipto en 1935 a resultas de la
política incoada por el dr. Pulido. De tales garantías se ebenficiaropn no
pocas personas que vivían bajo la jurisdicción del imperio otomano. Aquel año
concluía el regimen de capitaluaciones del acuerdo de montreux de 1837
reglamentado con una vigencia de 112 años. Es importante el detalle porque en
dicho documento se basaron muchas familias judeoespañolas de Bulgaria, rumanía
para evitar como ciudadanos españoles de pleno derecho a ser deportados a
alemania y Polonia. Este detalle, pese a todo, no consiguió ablandar el corazón
de los influyentes ecotres norteamericanos entre los cuales parece que subyace
de por vida un recelo inveterado hacia las cosas de España ni suprimir tampoco
la enemiga que le tenían a Franco los nucelos próximos a la viuda de presidente
roosevet un señora judía de origen holandés. La gran oportunidad de entonces
quedó desaprovechada. En nueva york los judíos que sabían la verdad del caso
español no consiguieron romper el cerco ni abrir los ojos de la administración
Truman que había heredado de Roosevetl esa línea de prejuicios y de tópicos
establecidas por ex brigadistyas de la columna Lincoln, la que operó en
Bruinete. Gentes como Erhart Eissler que había organizado las terribles checas
de Fomento y Bellas artes, profesional del agit propo, seguia alzando la
bandera roja y eraaltamente influyente con sus articulos en el NYT cargados de
vitriolo. Pedía que se asesinase sin más al dictador y creó un ambiente de
desinformación en el que resaltaban los prejuicios y la gran cargazón de
calumnias. La fruta no estaba madura aun. Sin em,bargo el anticomunismo de
Francisco Franco causaba notables en el hombre de la calle norteamericano. En
definitiva, se había desaprovechado una gran oportunidad y se abrió una brecha
infranqueable que tardaría muchos años en soldarse. En aquella batahola de
palabras adversas hubo excpeciones notanbles como la del citado embajador
Carlton Hayes. Un articulo suyo en el vespertino Evening Standard el 12 de
enero de 1949 ponía a caldo a los detractores antiespañoles del NYT y arremtía
contra el secretario de Estado Acheson al que tildaba de tener una política corta
de vista para con España. Cuyos eran estos párrafos que entresacamos:
El sefardismo
nuevamente. Con él Franco reabre uno de los capítulos más interesan tes de la
historia ewuropea. Para hacerse una idea de su verdadero significado sería
recomendable justipreciar el valor u contenido de una serie de hechos
antecedentes que se remontan a cónico siglos atrás. Los sefardies eran los
aristócratas del mundo judío occidental. De su seno salieron los altos cargos
del estado español, los comerciantes de solera, los mercaderes de Flances que
establecieron en Medina del campo su centro de operaciones, los ecleiásticos
más significados, los méwdicos y cirujanos de los reyes, los boticarios
honorables, los cardenales de tronío, los escritores de rango. Despu´ñes de su expulsión
los llamados “spagnoli” y tambiuén francos encontraron refugio en Grecia Egipto
y turquía estableciéndose por la cuenca mediterránea. Un tronco de aquellas
ramas desgajadas del arbol de Jetsé se desplazaron a Ámsterdam, Londres,
Budapest y en la fundación de la ciudad de Nueva York intervinieron hombres de
negocio sefarditas. Otros descendientes fueron Benjamín Disraeli, los
Mendelsohn alemanes y los Nenbdez portugueses- procedentes de Asturias- doña
Gracia Nassi y Baruj Espinosa. Franco verdaderamente conoce bien la hustoria de
su patria” termina diciendo el articulo del Standard.
Canría preguntarse si este
artículo se debía a una publicidad pagada por el Palacio de Santa Cruz. Parece
ser que no. Este tgexto que zanajaba una cuestión preliminar fue uno de los
pocos reconocimientos que uno encuentra hacioa España al visitar las
hemerotecas norteamericanas. No se obvia la ascendencia judía del dictador y
sobre todo el gran peso especifico que tuvieron los conversos en la hiustgoria
de españa. Eso lo pensaban desde luego muchos hebreos residentes en
Norteamérica pero sólo se atrevían a decirlo con la boca pequeña por miedo a
que les colocaran el capillo de políticamente incorrectos que ya pñor entonces
empezaba a ser materia de anatemas y empezaba a truncar algunas carreras. Nos
daba por entonces ventaja en este tgema las reticencias británicas que tambiénb hacian lobby en
Washington para no inclinar la balanza de las política exterior del
Departamento de estado del lado israelí como ocurre en la actualidad.
Inglaterra se opon´ñia a resignar su mandato en Tierra Santa y frenaría algunas
iniciatiuvas de Dean Rusk en ese sentido. Esta roncería a un pleno
reconocimiento de la ayuda al estado de nueva fundación provocaría una marcha
de protesta de rfabinos sobre la casa blanca. Con anterioridfad Hillell
Silvermann en un discurso del 5 de marzo de 1948 había atacado la política de
doble pauta de los americanos con respecto a Israel. “Nosotros –dijo-
coinstruiremos el nuevo estado de Iusrael por las buenas o por las malas”.
En España vuelve a ganar
consistencia y peso especifico la figura del almirante Carrero blanco el gran
valido de Franco. Ya se le cotiza como el “hombre del poder en la sombra”.
Carrero es gtemido y odiado. Tiene su propia corte. Una de ellos fue el
simpatizante de los nazis José Ramón alonso y al que ya conocemos de oidas en
este libro por sus crónicas desde Vichy. Fue nombrado redactor jefe del Arriba
encargado de la sección de editoriales. Por entonc es don Josaé Ramón no había
aun cambiado de chaqueta y atruena las linotipias de la cala Larre con un
comentario al libro de Carrero recien publica El Espíritu de Lepanto con párrafos de esta
gujisa:
“De Londres a
Constantinopla corren los más temiblews emisarios del poder de España: el
judaísmo y la masonería. En aquellas circunstancias existió una conspiración
judía contre españa promovida por judios de renombre como Nassi y Juan Saetz.
Nassi fue el primero que lanza la idea de la promoción de un hogar judío y de
la constitución de una rez internacional antiespañola que extendería sus
tentáculos por todo el mundo. Sus mejores agentes serían Marcus Peretz y el
almirante Coligny ambos asesores de Guillermo de Orange presidente de la
primera tenida masónica registrada. El encuentro se celebró en Colonia. Ellos
en comandata con los Fuggerr lanzarían contra España la famosa leyenda negra”
Los Fugger o fucar fueron los
banqueros de Carlos V y se establecieron en Almagro. Con respecto al tal Nessi
fue un antepasado de don Pío Baroja al que curiosamente luego sus enemigos le
acusaron de filonazi por un artículo que escribió contra los judios franceses
en 1938. cosas de la vida. Que escarbar en los rencores del pasado viene a ser
un pasatiempo nacional entre nosotros. La postura de Carrera sin contempolaciones
demuestra el orgullo herido de Franco. Segubn Poliakov los “marranops” eran muy
orgullosos y no olvidab an con facilidad las afrentas. Pero ¿es un pecado ser
altivo? Espaqña que no había enviado a los judios a las camaras de gas ni
encerrados a sus rbinos en los gulags siberianos es medido con el mismo rasero
que la Rusia stalinana y la alemania nazi.
En asturias quedan sin embargo
muchos –Mendez descendientes de aquellos Mendes que comerciaron con la nuez
moscada que trajo Colón de america y se hicieron ricos. Francisco y Diego
Mendez. El primero había casado con B eatriz
de Luna dama desdendiente de una de las casas ducales del viejo Reinop
de León y que había llegado a flandes huyendo de la Inquisición en 1536. en
Ámsterdam abrazaría de nuevo su fieja fe – un reencuentro- y pasaría a llamarse
Gracia. Vgracia Nessi comnocida como la Señora pues protegió a los judíos
mecesnas de las artes y de las letras y p`rotectora de los judios que vivían en
turquía por la amiustad que tgenía con soleiman. Así que losd judios en la
historia estuvieron yendo y viniendo. Unas veces disfrazados y otras a cara
descubierta. Sus descendientes amistaron con los venecianos y genoveses.
Aquella b erciana debió de tener buen cacumen para los negocios. Fue una de las
primeras fortunas del mundo moderno. Odiando la cruz a muerte cultivó la
amistad de los enemigos del papa Pío IV que fue en realidad el que inventó
baldones capirotes y creuces de sanb andres que habían de llevar los condenados
de la Inquisición. Ella esatableció lugas con Inglaterra en contra de España y
a favor del Turco. A la señora o Ha Caberte (en hebreo) le caían mal los
españoles e hizo lo posible por inflamar a los herejes alemanes contra Carlos
V. Estos datos acercoran de que a lo mejor Franco era un iluso y que la brecha
de carácter religioso entre España y Sefarad era insondable. Madrid llevaba las
de perder porque estos enemigos tan influeyntres que se había ganado en el
mundo como la tal doña Gracia eran los que tenían lña bolsa.
Trifón Gomez desde Paris y don
Salvador de Madariaga estaban no menos soliviantasos y no paraban de gritar
pidiendo desde el exilio la restauración del gobierno constitucional. Roma por
su parte condena la ocupación de los Santos Lugares por el régimen sionista.
Pio XII en su encíclica “Redemptoris Nostgri” reclama la internacionalización
de Jerusalén como una ciudad abierta. Empieza como replica una persecución por
parte de las autoridades hebreas contra los cristianos. Por lo menos asi lo
declara el guardian del convento de franciscos de Belén el P. Gori: “La negac
ión de las auitrioruidades de Tela Aviv para ejercitar nuestros derechos y el
ataque sistematico a nuestras propiedades la confiscación de nuestras
propiedcades es algo que nos entristece y anula nuestra confiamnza hacia gentes
que debieran mirarnos con gratitud puesto que hasta hace poco expusimois
nuestras vidas por defenderlos”.
Pero ya venimos insistiendo en
la frase de Winston Churchill la gratitud es una flaqueza propia de los perros
vaganbundos. En el periodo 1947-1953 la acción Exterior va a respaldar la
postura del Vaticano en los Santos Lugares con gran enojo por parte de los
pioneros de Ben Gjurios que se declaran unas veces marxistas y optras
ateos. La presencia de españa en los
Santos Lugares es algo que se remonta al siglo XIII cuando todos los reinos
cristianos después de lña ocupación
turca mantuvieron alguna presencia significativa en tierras de Palestina. Los
Austrias se volcaron en esta política de socorro a los Santos Lugares en
especial Felipe II y Felipe IV.
[1] Hada madrina
[2] Se solía decir: ¿Quién
es masón? El que va delante de mí en el escalafón. Pertenecer a la logia en el
estamento castrense era signo de prestigio.
[3] La Mística Doctora era
de origen converso
[4] paz
[5] En Nueva York aprendí
que eso de la libertad informativa no es sino un desideratum o wishful
thinking
[6] Queipo de Llano le
llamaba despectivamente “Paca la culona”
[7] Nombre que se da a la
sede de la ONU en la orilla del Hudson. También recibe el nombre de la caja de
cerillas
[8] No me gusta España
[9] Su padre era
intendente de la Armada
[10] Los soldados
españoles muy bien. Son bravos
[11] Arrese sería una de
las piezas del diábolo franquista. Estaría yendo y viniendo, subiendo y bajando
a las alturas. Se hizo proverbial la frase para calibrar la normalidad
perentoria y mesocrática del régimen: entran los de Arrese. Salen los de
Solís. O a la inversa.
[12] Fue sin duda el mejor
canciller de España desde los tiempos de Felipe II. Los ingleses al menos no se
reían de él.
[13] dedo
[14] otro titula profético
en forma de novela corta
[16] Tel Aviv 1972
[17] Espía ( en alemán y
en ruso)
[18] Viejecita
[19] Confie Israel en su
Señor
[20] Nuestro auxilio está
en el Señor
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