BUFADERO LA SIESTA DEL SÁTIRO EL CEMENTERIO JUDÍO DE SEGOVIA
BUFADERO LA SIESTA DEL SÁTIRO
Desde el miradero del Pinarejo con la mirada de la carne contemplaba la torre de la catedral (ebúrnea y misteriosa piedra sin tiempo capitel redondo dando cobijo a los vanos del campanario) alzándose sobre los merlones de la muralla y el negro ciprés que besaba con la punta de sus ramas… el matacán donde estuvo el aula de mi primer colegio y la monja como yo era zurdo me ataba la mano izquierda a la pata la mesa para que escribiera con la derecha.
Vi a los soldados de la guardia romana el morrión rematando la galea en forma de cresta de gallo y escuché las alertas del centinela al relevo de la primara vigilia. Segovia ciudad amurallada y romana. Cerca de la plazoleta y el arco del socorro estaba el bufadero. Los cierzos del invierno hacían concilio allí y se disputaban con el ábrego y el solano el sombrero de los viandantes. En lo alto del templo estaba la acrópolis. Cesar Augusto empezó a recibir culto de idolatría en la ciudad donde yo había nacido. Fue coronado el emperador dios del Olimpo el año 34 Ad. Era invocado por las congregaciones populares y su estatua incensada cada tarde por uno de los flámines de turno que trepaba hasta su imagen por una escalera colocada en medio del Acueducto. A mi izquierda a los pies de la sacramental de san Andrés estaba el Corral de los Huesos donde siempre oí yo decir que estaba enterrada gran parte de mi parentela. El osario de los huesos desapareció a finales del siglo XV por orden de la inquisición. Tibias y calaveras ardieron en la gran pira que se preparó. Muchos de mis paisanos hablar por hablar desconocen su historia y ubican la necrópolis hebrea donde no es. En las cuevas del Pinarillo allí donde el Clamores abraza a la ciudad para casarse con el Eresma se alojaron ermitaños durante roda la edad media, hacían penitencia, se flagelaban y lloraban sus pecados frente a la ciudad donde no podían entrar por haber cometido algún agravio. Segovia pecadora magna peccatrix. Albergue de putas y de perailes. Cuando yo era niño se alojaban en aquellas espeluncas tenebrosas familias gitanas. Yo recuerdo a una gitana con el pelo negro subiendo aguas al Clamores por el Camino Nuevo toda vestida de luto y en alpargatas también negras como el mandil la cara cubierta de arrugas y los ojos penetrantes de vidente hasta Santi Espiritu con manojos de romero. Que ofrecía a los viandantes. Al que no le adquiría un manojito le largaba una tremebunda maldición:
—Mañana te enterrarán, señorito. Ya oigo el gorigori, caminas por el mundo con la vela en la mano
A veces la sentencia de la gitana se cumplía y en alguna de las cien torres de la ciudad tocaban a clamor… Qué miedo uy.
La Sacramento a los niños de posguerra nos infundía pavor. Al verla huíamos hasta refugiarnos en el regazo de neutras madres:
—Mamá que viene la gitana Sacramento
Los gitanos habían establecido un aduar en el Pinarillo y aquella bruja moraba en lo que hoy llaman cementerio hebreo donde se exhibe un rotulo con la bandera de Israel y se canta la Hativka algunas tardes pero no era un cementerio sino un eremitorio.
Caminaba la madre Sacramento acompañada de un gato negro y detrás venía el jefe de la tribu su marido en un caballo lucio. Cuando vendían toda la cesta regresaban a su guarida pero allí donde aparece hoy día una lápida con la estrella de David no había camposanto ninguno que ya digo el verdadero lugar de reposo para mis antecesores que fueron a descansar al seno de Abrahán se encontraba intramuros cerca del enlosado de la catedral a espaldas del templo de san Andrés allí donde alguna vez rendimos culto a Erifos el cabrito que es como se representaba en Grecia a Baco. Se disfraza de cabrito pero es un lobo feroz. No le hagáis caso, alejaos de la botella.
Sklepos y albacora
Duro es el mundo pero esta mañana de verano misa de san Agustín mis males lleve después de la avenida que anegó los campos de Valdemoro me acuerdo de mi amigo Paco fenecido hace doce años como pasa el tiempo. Umbral era Umbral. Le canto un responso mientras me zampo una albacora de la primera cosecha de la higuera que planté en el huerto. Chimenea y huerto soy feliz mientras miro para los muros derruidos de la patria mía Segovia triunfal el gran cedro del convento de las jesuitinas los merlones de la muralla por donde se asoman los fantasmas de mi pasado todo son pesares y arrepentimientos. La Virgen del Socorro desde su camarín engastado en la veranda me mira con ojos maternales e indiferentes extendiendo su manto protector sobre el barrio judío. Un rabino baja por las escalerillas de san Roque con los doce panes de la preposición. Una parida lleva las velas de la purificación el cantor ante la congregación de san Andrés entona la Shema. En el océano de las borrascas se precipitaron nuestras ansias y desdenes por causa de la política. Suben y bajan los espectros (Wraith) el caballista Jurry cabalga sobre su mejor alazán. Una recién casada alza el velo “huppah” y el mundo se hace de noche en espera del amanecer de los hijos. La congregación entona epitalamios… cuando el rey Nimrod al campo salía… yo contemplo desde mi tabuco toda la estrellería que ilumina el mundo de la edad media cómo era este barrio antes de 1492. Miriam que acaba de ser desvirgada por Jonás su marido en la noche de bodas hace un baño ritual (mikveh) se frota sus partes con agua de lluvia, el sacristán va de acá para allá picando a las puertas de todos los miembros de la comunidad clamando a voz en grito:
—Nos ha nacido un niño que será rey de Israel.
Cunde en aquel instante la alegría por toda la aljama
Así fue y así será. Me envuelvo en las filacterias del tefillot bufanda de oración y lloro mis pecados que perdonará siempre Adonai por Yom Kippur. Portamos los judíos la llama del fuego sagrado libamos de la copa del dolor y del vino eucaristía. Señor bendice este zumo de la vida fruto de la labor y de los trabajos del hombre (kidush) amen… amen que este pan y este vino sean la garantía de nuestra salvación (pikuah nefesh) pues para salvar vidas y no para destruirla fuimos puestos los judíos. Somos los elegidos del sufrimiento de la paz y del perdón nos agrada decir shalom. Que esa palabra esté siempre en nuestros labios amin… amin. Todo es perecedero y extinguible pero los hombres van de acá para allá en una Poriomanía incansable buscando la tierra prometida somos trotamundos viajeros peregrinos en esta vida devorados por los félidos tigres leones gatos y alimentados por los solípedos. El mundo se divide en buenos y malos y en animales de garra y pezuña. Seamos prudentes y diligentes… Cunctanter… oído al parche y ojo al cristo que es de plata. Tañe el esquilón y se duermen todos los tordos al sur. S k l e p o s… dura y áspera es la vida misma… este adjetivo griego es un monograma que vale para definir cómo es la vida entre españoles envidiosos desalmados indiferentes ladrones y escoliastas. I am a dangling man. Vivo colgado de una percha subido a lo alto de una columna como Simón Estilita. Vivo dentro de un arco formero y mi punto de apoyo es un ladrillo sardinel pero como soy algo escaro y tengo una pierna más larga que otra y se me hinchan los tobillos piso mal y me fatigo cuando me atrevo con largas caminata tú me dirás, Rui Blas. Sé manejar el escardín y el almocafre