BARRAS SINIESTRAS
Las barras siniestras en
heráldica significan que el señor del castillo era de sangre real pero engendrado
en bastardía esto es fuera del tálamo nupcial.
En la corona de Aragón y en la de Castilla
dieron mucho juego los bastardos: Fernando el católico era hijo del rey
aragonés y de una judía. Don Juan de Austria
nació de una noche loca que tuvo el emperador en Alemania con una arpista por
nombre Bárbara Bemberg, mujer
insensible que nunca quiso saber nada de su hijo.
Y a las puertas de este castillo
me encuentro con este sugerente epígrafe: "Sapientia aedificabitur domus et prudentia roborabitur" (la
sabiduría y el valor construyen la casa y la prudencia y el valor la robustecerán)"
Hermoso e impresionante castillo
sobre un alcor de San Esteban de Gormaz donde dicen que Almanzor perdió el
tambor.
En los tenebrosos años del fin
del milenario muchos cristianos desolados pensaban que aquel caudillo almohade
era el anticristo y que, con sus razzias, violaciones y atropellos acabaría el
mundo. Pero fue derrotado al final.
En estos paramos de pan llevar
compuso el rey Alfonso X el Sabio en gallego las cantigas y loores de Santa
María. La grandiosidad del cerro invita a la contemplación y a la poesía. Aquí
el alma se licua con el aire puro y recobra una fuerza telúrica especial, la de
los héroes mitológicos los de las leyendas de los libros de caballería, y de
los cientos de generaciones que caminaron al lado de estas piedras y hollaron
el polvo de esos caminos siguiendo la ruta de los tesoros ocultos de España.
Se me queda grabada esa palabra
del lema: sapientia (sabiduría) y roboratur (robur en latín es lo mismo que roble el árbol imbatible por ser el
más fuerte)
Hay que ser como la encina, al
igual que la poesía de Dionisio Ridruejo soriano universal, falangista
divisionario y herido frente a la catedral de Novgorod que nació por estas
tierras