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martes, 22 de noviembre de 2016



ONÉSIMO REDONDO RAMOS A LA SOMBRA DE LA CRUZ MURIÓ POR LA LIBERTAD











La cruz proyecta sobre su sombra sobre la piedra basáltica. Es de un granito gris funeral pero el campo está alegre por detrás, crecen las mieses obradas de pan llevar bajo la vigilancia de las estrellas de Castilla que es alegre y corredora por los veranos yh en invierno austera, religiosa y sentimental. La sombra del ciprés es alargada pero ¿creerán los cipreses en Dios? No sé. Me acerco con el corazón encogido a estas lápidas abandonadas. Un silencio de veneración semi místico reina en la tarde.

Para muchos de mi generación fue siempre un templo sagrado. Un lugar para la esperanza no para la revancha. El monolito no lo han tirado ni lo tirarán, pero de momento no lo han tirado, bendito sea Dios. Los campos de Castilla donde empiezan las Morañas donde crece, ya lo decía Lope, el mejor trigo de España, lloran el recuerdo de este joven que fue fusilado en una cuneta a la salida de Labajos. Joven, periodista, poeta y camarada con mucho de profeta. Puso el dedo en la llaga, anunció la que nos esperaba: la esclavitud del ser humano, la desvinculación del hombre con la tierra, el separatismo triunfante y demoledor, la incuria e inconsciencia de la Iglesia ante la perversidad judaica-fue un párroco el que lo denunció pero su memoria eterna es guardada a la sombra de una cruz de granito- el poder de las logias y de las mafias, la desrurarlización del agro y la venta del campo en parcelas, los engaños y contubernios. En fin su obra es densa y a mi juicio mucho más importante que la de José Antonio Primo de Rivera. Onesimo fue el gran pensador jonsista que nutrieron a Falange al alimón con Ramiro Ledesma el zamorano. Ellos dos creían en los de abajo, pedían paso para los buenos vasallos, para la gente comunera y castellanos de pro. Sus ideas socialistas inspiraron a Girón el fautor de la revolución social que los españoles disfrutamos pero hicieron chirriar los goznes derechistas de los meapilas de la CEDA, el PP de 1936, y de ciertos curas vaticanistas. Onésimo en sus articulos magistrales supo enseñarles que el Vaticano no es la iglesia sino una potencia extranjera que nada tiene que ver con aquella iglesia española que llevó el catolicismo a Hispanoamérica. Sólo los que aman a esta gran patria que es España podrán entender el pensamiento de Onésimo Redondo y de Ramiro Ledesma. El otro era un orador con buena facha pero un señorito.

Tenía sólo 26 años como tantos y tantos mozos de aquellos reemplazos un 24 de julio de 1936 de uno y otro bando. Las circunstancias de su muerte siguen sin aclararse.

Nos queda, desde luego, el mito: Caudillo de Castilla. Otro Cid y en ese mito crecimos y reverenciamos y un estremecimiento, algo así nos zarandeaba el cuerpo cuando nos acercamos a estos llanos donde Segovia y Ávila se hermanan en largas obradas de surco en todo lo que hasta el limpio cielo azul del horizonte de Guadarrama abarca la mirada.

Yo rezaba un padrenuestro por su ánima pero no paraba. Esta vez aparqué y adoré la cruz. El monolito sigue descuidado. Entre las losas crecen las malas hierbas y en los bancos de piedra ya no se sienta nadie. Este creo, sin embargo, que es un buen lugar para meditar pues ancha es Castilla. Tierra magnánima para el perdón. Hora es ya de perdón. Convirtamos las lanzas en rejas de arado. Hay que ir a arrejacar el futuro. El porvenir aguarda.

A pesar de todos los innuendos y maneras de la Memoria histórica-y esto le honra al presidente Zapatero- nadie ha demolido estas lápidas. Nadie derribó la cruz que se alza enhiesta y solemne en el atardecer de otoño. Algún letrero insultante de grafitero cobarde y aleve ha dejado su marca y su dele. Padre perdónalos porque no saben lo que hacen. Pero nada más. Hay que respetar a los que cayeron a uno y otro lado. Imitemos a los americanos. Cuando se visita el museo de la Memoria en Nueva York en sus vitrinas uno encuentra la estatua del general Lee, el líder de los rebeldes sureños compartiendo sala con el retrato del presidente Lincoln. Ojalá que en otras tantas zanjas en innumeras cunetas donde encontraron tantos españoles sin nombre el tiro de gracia se elevasen monumentos como éste aunque no tuvieran cruz pues no es cuestión de creencias sino de amor y de perdón. Los otros también fueron mártires. Vamos a tener que construir muchas lápidas y grabar muchos nombres para contar la sinrazón de aquella locura fratricida. Unos y otros fueron mártires de una pasión, su pasión y su idea de España. A veces ni eso porque muchos pobrecitos no supieron ni siquiera por que morían ni de qué iba la cosa y perecieron en aquélla borrachera de odios, de envidias y de ignorancia.

Álcense monolitos y túmulos que honren su valor y su coraje pero no profanemos la memoria de los que ya están porque en este caso ni son todos los que están ni están todos los que son. Onesimo Redondo no era un hombre de derechas. Era un remolachero, un agricultor, abogado de los pobres, defensor de la Castilla irredenta. Caudillo agrario que iban por Castilla gritando "arriba el campo". Postulaban la reforma agraria Sus grandes enemigos fueron las fuerzas vivas de Valladolid, algunos círculos de la derecha y sobre todo de la Derecha que incomprensiblemente le dio la espalda siendo él un hombre de un cristianismo profundo y de piedad acrisolada. No un meapilas, ni un manso, sino un rebelde como el mechón de su caballo que adornaba una cabeza donde anidaban unas ideas muy claras.

Gran escritor y toda una pluma galana que en sus textos desgarrados por el amor profundo que sentía hacia su Patria se dejaba jirones de piel. De una precocidad y de una clarividencia sorprendente. En sus augurios se acerca a lo profético cuando afirma que el capitalismo y el marxismo son las dos puntas de sendos cuernos que arrancan de una misma testuz. Merecería la pena releer sus libros hoy inencontrables y descatalogados. Ya tenemos delante una crisis en Wall Street y la Banca se nacionaliza que es lo que él pedía. Según él, este Sistema se cimienta en el poder del dinero y en la prensa. Marx no era sino un tapado de los grandes banqueros ingleses y alemanes.

La punta de lanza de un gobierno mundial bajo el imperio de un pensamiento único e irrefutable con Ministerios de la Verdad que sólo sirven para propalar mentiras y oficinas de la paz que sólo sirven para la guerra y donde todo el mundo vive bajo la vigilancia del Gran Cofrade y recelando los unos y los otros. En definitiva, un mundo feliz apto para encefalogramas planos y para cabezas de chorlito.

Y este periodista y tribuno castellano ya lo había vaticinado antes de que Orwell se sentase a redactar en una buhardilla de Londres su “1984” o Huxley se fuese a vivir a California porque recelaba de los sabuesos del M05 para escribir “A brave new World”. Es lo que está pasando.

De Onesimo Redondo sólo cabe decir lo mismo que de Gracilaso que buen caballero era. Si Onesimo volviera yo sería su escudero. Otro Cid. Dios que buen vasallo si hubiese buen señor. La Castilla la gentil se nos quedó en los palurdos de Delibes y en esos burgos podridos donde la envidia y la emulación y el egoísmo que viven a la sombra de los campanarios de las iglesias vacías aguardando la pensión o en espera que llueva del cielo las subvenciones del Estado por las que él tanto luchara.

Están volviendo los caciques, los malos quereres. Somos proclives al caínisimo. Ese cainita cinsmo de las derechas. Onésimo haciendo honor a su nombre griego que significa el que ayuda el misericordioso, no era un hombre de derechas ni de izquierda. Sino un español de una sola pieza con dos manos, dos pies, dos ojos, dos cojones y una sola inteligencia. Puede ser que en su muerte estuviera implicada la CEDA. No fue fusilado por milicianos sino por el comandante de puesto de la Guardia Civil.

Fue victima de una emboscada o de un chivatazo. La tercera semana de julio de 1936 fueron horas de una confusión terrible. Y a él lo arrimaron a la tapia de una casa que hoy existe- es una tienda de anticuarios con una arco de ladrillo enjalbegado en la puerta- en la madrugada del viernes 24.

Dicen que había bajado a parlamentar desde la sierra con los anarquistas. Los de la CNT iban vestidos igual que Falange. ¿Se confundió las líneas o quería verdaderamente hablar de un posible armisticio? Por lo visto, el “Balilla” en que viajaba ostentaba bandera blanca en el guardabarros. No se sabe.

Acababa de salir a primeros de mes de la cárcel de Ávila donde estuvo detenido sin juicio previo, después de un destierro en Portugal por sus ideas políticas, y fue uno de los primeros que se unió a las columnas del general Serrador. Días de confusión, de ordenes y de contraordenes. Mi padre que era artillero en Medina así me lo ha contado. Muchos chaqueteaban, nadie sabía a donde iba ni qué es lo que pasaba.

Se creía que no era más que una cuartelada, un simple golpe de estado. Cosa de poco. Unos días y todos a casa. Luego las cosas se complicaron a medida que los ánimos se enconaron.

Era un sindicalista acérrimo de ideas jonsistas más que falangistas que fueron inspiraron a su camarada José Antonio Girón y gracias a este ministro de Trabajo del franquismo muchos hispanos tuvieron lumbre, tuvieron pan, tuvieron casa, seguridad social que acabó con las temibles igualas sanitarias. Si enfermabas o vendías la hijuela para hacer frente a los gastos de hospital, te morías en un rincón por no poder pagar a los galenos. Ese mundo lo he conocido yo.

Gracias a su viuda fundadora de Auxilio Social, Mercedes Sanz Bachiller, los niños de la posguerra pudimos beber un vaso de leche o acogernos a las casas cunas de las mujeres de Falange, íbamos allí a merendar. Un hecho ineluctable. Murió por decir la verdad y luchó por la libertad. Y “Liberad” se llamaba el periódico por él fundado. Me cabe el honor de haber firmado en sus columnas hasta que se produjo la gran desbandada.

En él dijo verdades de a puño en su estilo elevado y elegante de los viejos hidalgos castellanos que siempre llaman al pan, pan, y al vino, vino.

Desde luego no era políticamente correcto pero las predicciones que avanzara este valiente líder castellano se están cumpliendo de pe a pa: sobre el separatismo, la injerencia de los ingleses en la política española –nuestra guerra civil se coció en los conciliábulos de Londres- el poder de los banqueros, la masonería, el separatismo, el agio, la especulación financiera, el capital, el señoritismo, la reforma agraria, los borbones, un viaje a las Hurdes, la crisis mundial, el ocaso del progreso, la pornografía, Lerroux y su coche oficial que utilizaba como nido de amor para acosar a sus secretarias, los del PNV, el latifundio y el minifundio, los pucherazos, la compra de votos, los curas trabucaires, los malos sacerdotes españoles que llenaban las aldeas de oscurantismo y de rivalidades.

Su obra es una causa general para incriminación y corrección de yerros, nunca de revancha. Es el aguijón para despabilar conciencias adormecidas.

Quería a su patria precisamente porque había muchas cosas en los españoles de entonces que no eran de su complacencia. Con la pluma debeló la derecha y arremetió contra el tancredismo y la hipocresía de la clerigalla. Sus libros debieran ahora inencontrables debieran ser reeditados. Andan fusilados en el paredón del olvido y dejan que crezcan sobre el sepulcro los cardos cinerarios, las hierbas sin nombre, puro abandono. Con él hemos sido muchos condenados al silencio; nos derriban nunca nos rematan. Han pasado los tiempos de persecuciones pero algún día las canalladas, acosos, conminaciones y amenazas que sufrimos saldrán a la luz. Y no venían precisamente de los que antaño llamaban “rojos”. Hemos sufrido igual que Onesimo el bombardeo del fuego amigo. Joder ¿Y esos eran de los nuestros? Los que celebraban una cena todos los años en Quintanilla de Arriba que ahora se llama Quintanilla de Onesimo entraron en nuestras vidas y en nuestra libertad como un elefante en la cacharrería, ahora, gracias a Internet, este maravilloso invento judío, hemos vuelto a la palestra ¿Y aquí estamos?

Los oportunistas, los aprovechados, los ignorantes. Esa derechona que consiente que le maten un hijo antes que perder una finca. Castilla en los cincuenta estaba cubierta de remiendos, ahora lo que hay es mucha mugre moral y mucho cinismo. El ojo del amo engorda al caballo. Aunque los perdonamos. No son malos chicos aunque algo cobardicas y partidarios del lema del miedo guarda la viña. Veamos.

Con tan sólo 26 años, un caso infrecuente de precocidad y de madurez en la vida española, tuvo una visión del mundo y una visión de España. Amaba a España porque no le gustaba. Murió por ella. Fue un valiente. Respetemos su memoria que es tan limpia y respetable como la de sus rivales, nunca diré enemigos, que también murieron por España y que entendían bajo un prisma diferente al de Onesimo. Loor a todos los muertos. Todos erais españoles de una y otra hoja, luchabais por lo mismo aunque en diferente trinchera. No más parapetos. Nie immer. Nunca más. No volver a las andadas.

¡Presentes!

 

martes, 15 de noviembre de 2016

VARELA, CHUSQUERO Y CON UN PAR

 

Fue casi un presagio que advertía lo que habría de suceder. En la Navidad de 1936 el general Varela, que acababa de liberar Toledo a últimos de septiembre, en una fulminante operación durante la cual hizo un derroche de facultades estratégicas, llevada adelante con el arrojo y la decisión que caracteriza a este soldado raso, el cual de soldado raso subió al empleo de general resultando- su rostro impasible y sus impecables guantes blancos que no se quitaba ni en medio de los más encarnizados combates ocultaba toda la garra civil- uno de los militares más condecorados, estaba a las puertas de Madrid.Su división operaba en Villanueva de la Cañada. Él en persona fue a realizar una descubierta. Avistado por un grupo de blindados rusos que se ocultaban entre la fronda que rodeaba el foso del Castillo de Villafranca, abrieron fuego. El general fue herido triplemente; en el omóplato, en el cúbito del brazo derecho y en un muslo. Esta herida era la que inspiró mayor preocupación a los médicos.Evacuado al hospital de sangre de Griñón, su cuadro clínico no se dio a conocer. De haber trascendido, es casi seguro de que la ofensiva sobre Madrid que Varela con sus tabores y sus legionarios al trote cochinero y a paso de carga venían arreando desde Algeciras, hubiese sido un fracaso.

Le fue extraída la bala, pero la herida se infectó. Por segunda vez, el egregio oficial se negó a que los médicos le amputaran la pierna. No recibió el alta hasta el 11 de febrero. Sin embargo, le dieron tal cantidad de sulfamidas y otros fármacos para contrarrestar el peligro de gangrena que hipotéticamente el tratamiento sería determinante de la grave enfermedad hematológica de la que habría de fallecer el general a principios de 1951.Varela era un hombre duro. La sangre que derramó en Villafranca del Castillo fue un preludio de los ríos de sangre que corrieron por los campos de Brunete. Lejos de amedrentarse, los tres impactos que marcaron su piel lo envalentonaron más. Buscaba el desquite.

La guerra civil se perfila como una bronca en una sala de banderas entre generales monárquicos y republicanos, ascendidos todos por méritos de guerra o por escalafón en las sangrientas y absurdas querellas del Norte de África. Eso por un lado. En el otro flanco estaban situados jefes y oficiales de ascendencia cubana, con una hoja de servicio no menos brillante y meritoria en los méritos por la patria. Era una veta menos entusiasta con la monarquía. La derrota que supuso la pérdida de la última colonia les tornó poco sensibles a la causa de la realeza, como por ejemplo Mola o Sáenz de Buruaga, ambos nacidos en la Perla de las Antillas, de familia militar. El caso de José Enrique Varela Iglesias, hijo de un humilde sargento de infantería gaditano, que habiendo entrado como soldado raso en el Ejército fue el general más significado y discutido de la contienda del 36, después de Franco, parecía distinto, como corresponde a una personalidad singular. Este comunero se va erigir en el primer postulante de a causa carlista. Más papista que el Papa y más papista que los monárquicos, precisamente debido a su extracción advenediza.En la alta oficialidad se miraba a "Varelita" (también era de poca estatura, y no muy apuesto, pero con unos redaños que no cabían en la Tacita de Plata ni en la Isla de San Fernando donde vino al mundo en 1891) con recelo por advenedizo. Sin embargo, la tropa lo idolatraba.

Para más inri se hizo conspirador y monárquico. Más papista que el papa, su ambición, presencia de ánimo y pundonor debió de chocar con los militares de sangre azul. Amigo de Sanjurjo y enemigo de Primo de Rivera con el que en Alhucemas tuvo unas palabras, cuando el dictador en una comida manifestó su deseo de abandonar el protectorado, idea muy congruente y que hubiese evitado mayor efusión de sangre, pero que tanto Varela como Franco consideraban una cobardía, tuvo un papel relevante en el Alzamiento Nacional.A los postres de una comida de campaña ofrecida a don Miguel Primo de Rivera en el campamento legionario de Ben Tieb, y en la que éste se pronunció en pro de la retirada de Xauen y el repliegue táctico de los contingentes españoles en el Protectorado, Varela se levantó y dijo:

-Muy mal. Yo protesto, mi general.

El fogoso Varelita no había sido capaz de dominarse, pensando en tantos compañeros suyos que había sucumbido en aquella tierra humedecida con sangre de tantos españoles.Hombre bondadoso, el insigne ministro de la Guerra, no tomó aparentemente a mal aquel acto de indisciplina por parte de un subordinado que en otras circunstancias hubieran significado un arresto fuerte o la degradación. Este gesto va a dejar un poso de amargura en las relaciones con los falangistas, fundados por José Antonio, un hijo del dictador. Una rama de la Falange, la más revolucionaria y avanzada en sus ideas, atentaron contra él con una bomba de mano el 15 de agosto de 1944, a la salida de misa de doce en el Santuario de Begoña, Vizcaya. También salió Vitorinaamente ileso. Pero tuvo que dimitir a los pocos días de su cargo como Ministro del Ejército, siendo su resignación aceptada. Está claro que era un gran militar, pero mal político.Son contradicciones que se dan en cualquier biografía. El héroe del Alcázar de Toledo, de Brunete, del Jarama y de Teruel, que manifestó de siempre una capacidad especial para granjearse la lealtad de los moros, se malquistó con los falangistas, los militares, en especial los de baja graduación, hablaban pestes de él, porque al finalizar la guerra quiso llevar a cabo purgas drásticas en los regimientos, y Franco siempre le miró con recelo.Sin embargo, puede decirse que si bien el Caudillo hizo una guerra cómoda dirigiendo las operaciones desde una ruló, Varela, un harqueño típico, fue el primero en dar el callo. Su palmarés impresionante con dos laureadas así lo certifican. Organizó las mías o centurias de tropas indígenas, con secciones mixtas de infantería y caballería al modo árabe. Había nacido para la guerra y llevaba la estrategia en la masa de la sangre, con operaciones en Beni Arós contra El Raisuni y la Cueva de Rumán donde desalojó pistola en mano a toda una "yemáa" rifeña. Hablaba varios de los 64 dialectos del Atlas.Destinado a Melilla, poco después del Desastre de Anual el año de 1923 con los episodios sangrientos de Irigueriben, Monte Arruit y Nador, durante una descubierta recibe dos tiros- era la primera vez, hubo una segunda, pero afortunadamente no se producía una tercera- en cada una de las dos piernas, que, pistola en mano, impidió al cirujano que se las cortaran. Había síntomas de gangrena.La frase preferida de este militar africano era "Venga, venga" y "Cinco tiros y avanzando". Consideraba que la mejor defensa es un ataque. No hay nunca que volver la vista atrás. Por ello fue legendaria su temeridad ante cualquier peligro. Esa cualidad o defecto de su temperamento le permitió conservar las dos piernas hasta su muerte ocurrida a los 59 años como consecuencia de una leucemia, así como arrollar al Frente Popular.Varela nunca ahorraba bajas ni escatimaba medios. Todo lo fiaba a su arrojo y a un instinto especial de supervivencia que maravillaba a los moros (con Franco sucedía algo parecido). Sólo por el oído sabía qué sección atravesaba dificultades en el frente o cuál era el flanco más débil del enemigo para por allí presentar batalla. No creía en aquel refrán de "la bala con la que has de morir nunca la sentirás venir".Estuvo destinado en Larache, Ceuta y Alcazarquivir, donde funda la harka, tropas muy experimentadas, excelentes tiradores, que en la chilaba llevaban toda su munición e impedimenta. Nunca sufrió el mal del bled, una especie de morriña o pájara que acomete a los europeos y sabía moverse como Pedro por su casa por las intrincadas callejuelas de la Casbah. Estas fuerzas expedicionarias demostraron su enorme adaptación al terreno, capacidad de maniobras en la lucha de cabilas por las quebradas de los Morabos, Asgar y Temasint, principal reducto de Abd-el-Krim y El Raisuni. Las lomas del Rif conocieron la bravura del teniente coronel Varela.Con la rendición de Abd-el-Krim, y, ascendido a coronel por recomendación de Sanjurjo, es destinado al regimiento donde sirvió su padre en Cádiz. Allí va a organizar las primeras intentonas golpistas, secundando junto con Queipo de Llano, Godet y otros generales la denominada "sanjurjada". Es llevado preso al Castillo de Santa Catalina y luego a Guadalajara donde traba contactos con grupos tradicionalistas y carlistas de Vergara para formar un Ejercito del Norte, el Requeté. En 1934 cuando se alza Asturias y Cataluña se proclama independiente, ofrece sus servicios al gobierno, que éste rehúsa. Azaña se decanta por el general Franco para contener a los mineros y por López Varela para reprimir la sedición secesionista de la Generalidad.Dice el general Mariñas en su biografía que a lo primero la contundencia con que se comportó el gobierno de la República para mantener la unidad de España fue un balón de oxígeno para la lealtad de los militares africanistas, que por algún tiempo pensaron que el gobierno legalmente constituido tenía buena voluntad, pero la lenidad con que actúa y la pasividad ante las fuerzas revolucionarias determinó que la euforia inicial africanista se transformase en desencanto. Ocurriría lo de tantas veces: el Frente Popular, derrotado en el campo de batalla, se alzaría con el laurel de la victoria en la contienda propagandística. Dentro de la clase política, aún la menos lerda, se entregaban a una traca de fuegos artificiales, de contemporizaciones y amaños. Así se justifica e incluso se contextúa documentalmente el pesimismo de Mola para abrir una brecha de salida al marasmo, cuando insiste en la existencia de una conspiración judeo masónica gestada desde el extranjero y en el que son cabeza de Chicharrón los países anglosajones. Mola, que había sido director general de Seguridad, hablaba con conocimiento de causa. Tenía buenas fuentes de información. En las salas de banderas entonces se conspira. Hay quienes piensan como Godet que España puede ser salvada mediante un gesto a lo Pavía, pero su plan fracasa y Franco evacua consultas con Varela. Los dos eran monárquicos, lo que en cierto modo les pone en difícil tesitura ante Mola, un republicano convicto y confeso.Varela en una reunión que sostuvieron en 1936 algunos militares de rango (Orgaz, Villegas, Cabanellas, Mola y Franco) se pronuncia a favor de un golpe de mano fulminante: el arresto del ministro del Ejército que haría él personalmente y la toma de Capitanía. Pero los que le secundan se vuelven atrás. La situación terrorista empeora y ante la ineficacia operativa del gobierno que se cruza de brazos muchos crímenes quedan impunes.Era su estilo. Varela quería un golpe de mano sorpresa. Franco, por su parte, pensaba en una acción premeditada y larga. No se hubiera lanzado a la aventura sin el respaldo de ese "tercer hombre, responsable de nuestra guerra civil, al que nunca hemos visto los españoles la cara", puesto que vivía en Londres. De Tánger, avispero de espías ya por entonces, vino la orden de embarque en el "Dragón Rapide". Había que tener paciencia y barajar, poner las ideas a remojo, someterlas a la acción del catín. La reserva y prevenciones del gallego contrastan con la impetuosidad del de la Isla de San Fernando.El crimen de Calvo Sotelo va a ser la gota que colme el vaso y los cabecillas de la rebelión, aunque con disparidad de criterios hasta entonces, se unen en estrecho haz. Al principio es Mola el que encauza los acontecimientos, enfrentandose airoso al contubernio que se fragua en los áditos o cámaras ocultas del gran templo del dinero y de los círculos máximos de influencia. El desembarco se planeó en Gibraltar y de allí partió la orden llamando a Franco, que estaba en Canarias, a Tetuán para ponerse al frente del Movimiento.Cuando cruzan el Estrecho las primeras barcazas con legionarios y moros, Varela se encontraba detenido en el Gobierno Civil de Cádiz. Una serie de circunstancias gratuitas y el factor fortuna que siempre fue su escolta determinaron que el propio gobernador que lo había llevado preso, dentro de la confusión de aquellos primeros compases, se pusiese a sus órdenes.En una reunión en Sevilla que preside Queipo de Llano se nombra a Varela jefe de operaciones. Con su estrategia relámpago y ataviado con su fez rojo del Tabor de Melilla, los impecables guantes blancos, y a veces el alquicel de seda también impoluto, desparrama las lineas nacionales por todo el sur de la península. Caen Málaga y Córdoba, mientras por el oeste Yagüe ataca Extremadura. Ronda es ocupada con sólo tres bajas. Hay que citar los nombres de Cerro Muriano, de Alcolea y de Granada, pero, sobre todo, en la reconquista del Alcázar de Toledo el 28 de septiembre de 1936, en la que descuella el gran instinto estratégico del general Varela, embolsando mediante una maniobra de tenaza a los que atacaban el famoso enclave, al cortar la carretera Madrid-Toledo a la altura de Yepes.Los guantes blancos y el uniforme impoluto color crema ocultan un hecho ineluctable. Fue Varela el que llevó la parte de León en la progresión bélica. Mientras, Franco hizo una guerra cómoda desde una rulot. Pero esto formase parte de algo ya previsiblemente acordado de antemano. Varela tenía prisa por llegar. En ningún momento hurtó el cuerpo a las balas.

 

 

Este va a ser su sino en Brunete, en Concud, el río Alfambra, el Jarama, la batalla de Triticum. Se muestra como el cerebro de la operación y el que en la primera fase de la guerra hizo todo el gasto. Luego, a partir de la batalla del Ebro, cuando su salud se resiente, pasa a un segundo plano. ¿Quizá por diferencias con el Caudillo?

 

 



 

 

 

Eso no se puede decir así tajantemente. Lo nombró ministro del Ejército en su primer gabinete de gobierno. Que luego sus rivalidades con otras facciones del espectro político español derivasen en divergencias notorias con los Falangistas y descontento entre la escala básica de suboficiales es otra historia.

 

 

Parece que la ambición era uno de sus defectos. ¿ Alguna vez pudo olvidar su condición humilde, de hijo de un brigada chusquero? Parece que en su matrimonio con Casilda de Ampuero, dama de la nobleza vasca, con la que contrae matrimonio ya casi cincuentón, late una idea de promoción social.

 

 

Desde sus tiempos de conspirador contra la República se había decantado a favor del Requeté. A raíz del atentado en Begoña el 16 de agosto de 1944, después de un Tedeum, Franco lo aparta de su gobierno. Pero, mal político, resulta Varela con su simpatía personal y esa estrella o baraca que resulta tan importante para los árabes, un gran administrador. En este último cargo de Delegado Alto Comisario del Protectorado de Marruecos triunfa y rinde grandes beneficios a su país donde sabe labrarse la amistad y la admiración de los rifeños. Se había hecho militar en una harka.

 

 

Como consecuencia de un cáncer en la sangre moriría en Tánger el 25 de marzo de 1951. Su cuerpo fue trasladado con grandes honores a la Península y sus restos inhumados en el cementerio de Cádiz.

 

 



 

 



 

 



 

 



 

 



 

 



 

 



 

 



 

 



 

 



 

 



 

 



 

 



 

 


jueves, 3 de noviembre de 2016

URUEÑA ALMA DE ESPAÑA BASTION DE LA CULTURA BAJO EL CETRO DE UN REY DEL CANTE Y LA CULTURA QUE SE LLAMA JOAQUIN DIAZ. ESCUCHEN SU MUSICA COMPREN SUS DISCOS. SE SENTIRÁN MEJOR COMPRENDERÁN AL MUNDO La Villa del Libro en tierra de frontera 1 / 16 Panorámica de Urueña | Foto: David Fernández Panorámica de Urueña | Foto: David Fernández David Fernández noviembre 2015 http://www.revista80dias.es/?p=35904 Urueña (Valladolid) es la única Villa del Libro de España, pero es que también sirve como punto de entrada a pueblos como La Santa Espina y Wamba, una comarca bisagra entre los reinos medievales de Castilla y León, en la que quedan restos de una historia de luchas y de arte misterioso. En lo alto de una loma, el tiempo, perezoso, se detuvo en pleno siglo XIII para dejar, casi intacta, la muralla de Urueña. Esta localidad vallisoletana, en la zona de los Montes Torozos, recibe su nombre del vocablo vacceo Uru Anna, que según algunos especialistas significa “agua que mana”. Más que por sus manantiales, el municipio es conocido por ostentar el título de Villa del Libro, ya que tras su coraza de piedra medieval se hallan 10 librerías, que cubren desde ejemplares antiguos hasta tomos de caligrafía y cine, pero también tres museos dedicados al libro. Probablemente, Urueña es el municipio español que tiene más establecimientos dedicados a la cultura por cada habitante, aunque la mayor parte de los mismos se dirigen a los turistas. Además de esto, que hace las delicias de los bibliófilos, lo relevante es que Urueña abre las puertas de la Historia y del interior de la provincia de Valladolid, una zona olvidada, pero antaño crucial. La villa sirvió de bisagra entre los reinos medievales de León y Castilla, y pertenecía a uno u otro en función de quién ganase la última batalla celebrada entre primos hermanos, que eran los reyes que se disputaban las tierras vecinas. Por lo tanto, Urueña era una villa de frontera y de importancia capital, de ahí su fortificación con una de las mejores murallas que quedan en la provincia de Valladolid. Por eso también su posición elevada para otear el horizonte, saber cuándo llegaba el enemigo y defender mejor la posición. <img class="size-full wp-image-35920" src="http://www.revista80dias.es/images/2015/11/uruena-anunciada-palomar-.jpg" alt="Desde la muralla de Urueña se controlan los campos circundantes, con la ermita de la Anunciada y un palomar | Foto: David Fernández" width="800" height="600"/> Desde la muralla de Urueña se controlan los campos circundantes, con la ermita de la Anunciada y un palomar | Foto: David Fernández Asimismo, Urueña fue uno de los prioratos de la Orden de Calatrava (la primera orden militar hispana) entre los siglos XVI y XVIII y su relevancia fue tal que el municipio vio nacer tres monasterios, cinco ermitas y tres parroquias. Como un castigo purificador de algún pecado, un incendio a finales del siglo XIX destruyó parte de este patrimonio que se encontraba en el interior de la muralla. Sin embargo, se ha conservado, a los pies de la villa, uno de los únicos ejemplos de arte románico-lombardo: la ermita de Nuestra Señora de la Anunciada. La infanta doña Sancha (enterrada en el panteón de la Colegiata de San Isidoro de León), hermana del rey Alfonso VII de León, ordenó construir en este lugar, sobre el Monasterio mozárabe de San Pedro de Cubillas, la ermita que hoy guarda la patrona de Urueña. Y eligió un estilo muy peculiar, el románico lombardo, que se daba principalmente en el reino de Aragón y en la zona del Condado de Cataluña. Se cree que fue un reconocimiento por el casamiento de un conde de Urgel con la hija de un noble vallisoletano. Un trozo de la espina de Cristo Doña Sancha y este legado medieval nos llevan, por carreteras que recorren esa meseta de los Montes Torozos, hasta el Monasterio de la Santa Espina. Pero antes de pararnos en este centro religioso es inevitable fijarse en el pueblo que recibe el mismo nombre y que fue creado en el año 1955 como una colonia. La Santa Espina nace por iniciativa del ministro de Agricultura franquista Rafael Casvestany. El pueblo se levantó en una finca de 3.434 hectáreas que había comprado el Instituto Nacional de Colonización (una institución creada tras la guerra civil para poblar determinadas zonas) a la viuda del Marqués de Valderas. A orillas del río Bajoz se construyeron 50 viviendas para los nuevos habitantes, se roturaron las tierras y se preparó una especie de oasis con el que dar empleo a personas de los pueblos vecinos. Cada colono recibía, como cesión, una vivienda, 25 hectáreas de secano (unos 250.000 metros cuadrados), 2 hectáreas de regadío y un huerto de 3.000 metros cuadrados. La propiedad de estos terrenos se adquiría tras 20 años de explotación. El vergel que produce el río, incluso en pleno verano, el pueblo y el escorzo del monasterio pétreo crean un ambiente misterioso en la zona. Además, nos encontrarnos en el centro de Valladolid, con grandes extensiones despobladas, pero que fue testigo de un hecho histórico de envergadura: el encuentro entre el rey Felipe II y su hermano don Juan de Austria en el siglo XVI, este último un bastardo nacido fuera del matrimonio real de Carlos I. Aprovechando este pasaje histórico se ha creado la ruta de Juan de Austria, que se desarrolla en algunas localidades de la zona. Cuando ambos hermanos se conocieron, el Monasterio de la Santa Espina ya estaba allí, erigido en 1147 por doña Sancha. Sorprende encontrarse una construcción de piedra tan monumental en mitad de ningún sitio. No hay que caer en errores, el edificio actual no tiene nada que ver con el monasterio original del siglo XII, ya que durante el siglo XVII y el XVIII se han realizado añadidos, como las torres y algunas fachadas. <img class="size-full wp-image-35922" src="http://www.revista80dias.es/images/2015/11/vista-monasterio-santa-espina.jpg" alt="Así se ve desde el exterior el Monasterio de la Santa Espina | Foto: David Fernández" width="800" height="600"/> Así se ve desde el exterior el Monasterio de la Santa Espina | Foto: David Fernández En este monasterio, que fue regentado por la orden del Císter, se conserva la reliquia de la Santa Espina, una de las muchas espinas repartidas por el mundo y que la tradición asocia con la corona que portó Jesús en el momento de su muerte. La misma vino de Francia. Del siglo XII sólo queda la sala capitular, de estilo gótico, y la sacristía, así como el recuerdo de que los monjes que lo habitaban llegaron a controlar 6.000 hectáreas de terrenos en los alrededores. El resto, iglesia incluida, data del siglo XVI, con un estilo renacentista y después barroco. La desamortización de Mendizábal (1835) hizo que los religiosos abandonasen el edificio, hasta que el Marqués de Valderas lo compró en 1888 y lo convirtió en un orfanato y una escuela de agricultura. Durante la guerra civil sirvió como campo de concentración y hoy vuelve a ser un centro en el que aprender oficios relacionados con el campo. Wamba y su osario de calaveras Si viajamos aún más en el tiempo, y todavía más al interior de Valladolid, acabaremos en Wamba, pequeño pueblo que recibe este nombre de un rey godo y que cuenta con una de las iglesias mozárabes mejor conservadas de la zona. La misma se construyó sobre restos romanos y visigodos en un momento histórico en el que se reutilizaban materiales constructivos, como por ejemplo un capitel bizantino del siglo V y que es de importación, ya que no se labró en esta región ibérica. Lo más relevante de la iglesia de Wamba es que su estructura nos lleva a un momento en que la misa era un proceso misterioso. Se seguía el rito mozárabe en el que la eucaristía se ocultaba a los asistentes. Para ello se usaban telas o bien maderas. Los arcos de la iglesia de Wamba que se encuentran en la zona del altar cuentan con agujeros en los que se instalarían estos tableros para que el público asistente no pudiese ver el momento más sagrado de la misa. Esta forma de oficiar se modificó cuando el rito mozárabe fue abandonado por el rito romano, impuesto tras el Concilio de Trento. <img class="size-full wp-image-35910" src="http://www.revista80dias.es/images/2015/11/altar-wamba.jpg" alt="Altar y pintura protorrománica de la iglesia de Wamba | Foto: David Fernández" width="800" height="600"/> Altar y pintura protorrománica de la iglesia de Wamba | Foto: David Fernández Otro de los puntos más interesantes de Wamba son los capiteles románicos tallados y que nos recuerdan que hace siglos los campesinos (y muchos nobles) eran analfabetos, por lo que la forma de transmitir las enseñanzas y conocimientos se realizaba a través de las imágenes talladas en estos capiteles, muchas de ellas referentes al infierno y los castigos asociados si uno no era buen cristiano. La parte artística se completa con una pintura protorrománica en el altar, de los siglos X u XI, en la que se reproduce una tela con motivos orientales. Los caballeros de la Orden Hospitalaria fueron quienes dieron a esta iglesia su actual estilo románico, evolucionándolo del visigodo, y dejaron su impronta por toda la iglesia en forma de cruces blancas de ocho puntas. <img class="size-full wp-image-35925" src="http://www.revista80dias.es/images/2015/11/osario-wamba.jpg" alt="El osario de la iglesia de Wamba albergó más de 10.000 enterramientos | Foto: Beatriz de Lucas" width="800" height="586"/> El osario de la iglesia de Wamba albergó más de 10.000 enterramientos | Foto: Beatriz de Lucas La parte más curiosa y que da otra capa de misterio a esta iglesia es el osario, que llegó a albergar cerca de 10.000 enterramientos en el siglo XVII y se consideró el más grande de España. Hoy se usa de muestra, pero sus paredes tapizadas por restos óseos y calaveras son un recuerdo de que por encima del hombre queda la Historia. Y que debemos conocerla para usarla en nuestro provecho Publicado por PREFERENS en 13:55 Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookCompartir en Pinterest 1 comentario: klypeus dijo... http://www.urania2015.blogspot.com.es/2015/11/del-blog-de-antonio-parra-galindo.html TENGO EL HONOR de reproducir en mi blog tu excelente escrito sobre UREÑA. 28 de noviembre de 2015, 8:28
OBAMA ENTRE LAS TINIEBLAS DEL EXPOLIO ENEMIGO DE CRISTO




OBAMA SERÁ JUZGADO POR LA HISTORIA

 

Termina el mandado de mr. Barrack Obama saldo fatídico 300.000 muertos en la guerra de Siria millones de desplazados la crisis de los refugiados contra Europa sociedad global periódicos mediatizados por Big Brother el eje del mal me disocio de las alabanzas del País del Mundo Inmundo y todos nuestros diarios españoles carentes del más mínimo nivel deontológico, a su persona. Obama ha organizado con su socio Soros el expolio de Europa. Sigue el camino emprendido por Clinton que destruyó Yugoslavia, Libia, creó el Daesh y sufragó el terrorismo internacional. Una elección de su esposa Hilaria sería una continuación de los horrores a los que hemos asistido en nuestros días. El triunfo del odio y de la protervia. El mal no puede ganar siempre. Los americanos son conscientes de que este camino emprendido por sus últimos presidentes no pueden llevar a la humanidad a un término halagüeño con todas las hojas de ruta que nos aireen los próceres de la mentira. El eje del mal posee infinidad de recursos. En España tenemos unos partidos que son una astracanada entre nuestros lideres se encuentran tipos como don Tancredo el compostelano, subido a su escalera de la que no sabemos si sube o baja una Fuencisla de Bldergerg un parlamentario que se llama Rufián, otro pensador que circula espástico en silla de ruedas, inspira conmiseración el pobre, lisonjeros de Frau Merkel y de Obama, que se hacen pasar por revolucionarios comunistas siendo así que todos ellos unos y otros rinden pleitesía al gran Cofrade. En fin, entre unos y otros por aquello del que más chifla capador han contribuido, guiados por el Príncipe de la Mentira, al expolio de España y de Europa. América, no es hora de colgarse medallas, sino pensar en una infausta realidad. Los Estados Unidos han dejado de ser un punto de referencia, la quibla que mira a la meca de la libertad, para convertirse en verdugos que dominan con el látigo y el miedo. Obama, Bush, Clinton tendrán que ser juzgados por la Historia no como salvadores sino como esbirros de las cristiandades. A cambio nos ofrecen una "cárcel de los pueblos" en que se están convirtiendo los USA como fórmula de redención. Todos, de ahora en adelante, vamos a ser esclavos.

martes, 1 de noviembre de 2016


Familiares del 'soldado de los milagros' de Cetina visitan su tumba en Melilla

Acuden todos los años para recordar la figura de su familiar que se ha convertido en un auténtico fenómeno en la ciudad autónoma.

Heraldo.es Actualizada 01/11/2016 a las 14:33

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Familiares del 'soldado de los milagros' de Cetina vistan su tumba en Melilla

La familia de Benito acude cada año a Melilla para homenajearloMiguel Montañez

 

La tumba de Benito López Franco en Melilla se ha convertido en un auténtico lugar de peregrinaje. Siempre hay flores en la sepultura de este soldado natural de Cetina (Zaragoza) que es venerada como si de un santo se tratará por los melillenses.


Los familiares del 'soldado de los milagros' acompañados por miembros de la Casa de Aragón en Melilla, como cada año, han llevado flores a la tumba del malogrado aragonés que fue hacer la mili a la lejana la ciudad española y se quedó para siempre.

Ya en 1999, el periodista Enrique Mored contaba en las páginas de HERALDO DE ARAGÓN cómo la tumba de Benito se había convertido en un fenómeno de masas:


Nadie ha podido confirmar cuál fue la verdadera causa del fallecimiento de Benito López Franco, un joven soldado natural de Cetina (Zaragoza), que apareció sin vida el 17 de enero de 1950 en un acuartelamiento de Melilla . La suya fue una muerte sin aclarar de forma convincente y tal vez por ello dio pie a la creación de toda una leyenda en torno al soldado de los milagros, nombre con el que lo conocen prácticamente todos los melillenses. Muchos de ellos, además, lo veneran y están convencidos de que pedirle algo al hermano Benito -otro de los apelativos que recibe popularmente - es garantía de que se cumplirá.


La devoción existe. Los centenares de ramos de flores que adornan su sepultura certifican el enorme arraigo que su figura tiene en las comunidades españolas del Norte de África y en pueblos y ciudades de Andalucía, que incluso organizan peregrinaciones para visitar la tumba, en el cementerio melillense de la Purísima Concepción. Si no se ve, no se puede creer, asegura Jesús Marco, un vecino de Cetina que se ha interesado por descubrir nuevos datos sobre Benito López, sobre su vida y milagros.


La familia del soldado -que tenía 22 años cuando murió- se enteró de la desgracia cuando el cuerpo llevaba ya seis días enterrado en una fosa común. Ninguno de los cuatro quintos de Cetina que estaban en ese mismo destino pudo ver el cadáver y José Moros, hermano del fallecido, explica que, en esos tiempos, cuando no era tan fácil viajar y tampoco había medios económicos, la familia no pudo acudir a Melilla para aclarar las circunstancias de la muerte.

Según la versión oficial que el Ejército transmitió, Benito se quedó solo en el botiquín del cuartel a la hora de la comida y, un rato después, un superior lo descubrió ahorcado en uno de los aseos, con una cadena de váter enrollada al cuello. En ese momento, los suicidas no recibían cristiana sepultura y su cuerpo se enterró en una fosa común.

No se sabe muy bien por qué, pero esa fosa se fue llenando de flores y la leyenda de las acciones milagrosas del cetinero fue tomando más y más fuerza. De hecho, el 30 de mayo de 1977, cuando la familia acudió a Melilla para trasladar los restos a una tumba en el sector católico del cementerio más de tres mil personas esperaban en la puerta porque creían que nos lo íbamos a llevar a Cetina y lo querían impedir, explica el hermano del fallecido. Cuando lo desenterramos, estaba entero, pero su cráneo tenía un agujero en la nuca y el brazo izquierdo lo tenía roto. Desde luego, esos datos fueron suficientes para comprobar que la versión que nos dieron en el cuartel no era cierta y que Benito no se había suicidado, comenta José Moros. ¿Cómo se iba a suicidar con una cadena de váter un tío que medía 1,90?, añade.

La familia no quiso revolver la cuestión y tampoco encontró a nadie en el cuartel que hubiera conocido a Benito, pero con una conversación por allí y otra por allá logró averiguar que detrás del fallecimiento pudo haber una historia de amor, un romance que ha hecho correr litros de tinta en los periódicos de Melilla , pero que nadie ha podido confirmar.

Al parecer -comenta Jesús Marco-, una hija de un mando importante del cuartel se enamoró perdidamente de Benito López cuando estaba ya comprometida con otro oficial allí destinado. La gente cree que se lo quitaron de en medio. A la familia no le extraña esta posibilidad, ya que murió un 17 de enero y el 21, tenía previsto volver a la Península con una semana de permiso tras un año de estancia en Melilla , indica el hermano. Para mí -añade-, que la chica que estaba enamorada de él lo quería acompañar y se lo cargaron.

La familia de Benito López acude todos los años a Melilla para recordar al hermano o tío que perdieron en África. Allí observan el fervor que desata su figura y depositan unas flores sobre su tumba, una ofrenda casi imperceptible en medio del manto de claveles que los melillenses tejen todo el año para ganar la intercesión del soldado de los milagros