LXXII
HIMNO A SAN FRUTOS
Desde la girola al trascoro no cabía un
alfiler. A causa del gentío que
abarrotaba las naves no pude llegar hasta la tribuna donde estaba el orfeón y
la orquesta. Así que me acomodé como pude junto a los barrotes de la capilla de
la Inmaculada y desde allí entoné todas las estrofas que fluyeron nostálgicas,
sentimentales, pero vigorosas.
-¡Que bien lo canta!-me dijo una señora-da gusto
oírle.
-Gracias pero me lo aprendí de niño y lo que
pronto se aprende tarde se olvida.
-Debiera de ponerse con los de la escola.
-¿No ve que no puedo dar un paso?
-Pues que vuelva usted a cantarlo más años.
Lleva a un niño en el perambulador o carricoche y
era joven. Había venido con su marido. Mucha gente moza pero los más éramos
veteranos. Fui a besar la reliquia en la
urna o lucillo de jaspe obra de Ventura Rodríguez del santo anacoreta que huyó
del mundanal ruido a la pedriza buscando la paz del yermo lejos de las intrigas
y de las envidias-a este mal que tenemos tan recio los españoles lo denominan
históricamente el morbo visigótico- de la corte goda, acompañado de su mujer
Santa Engracia y su hermano Valentín. El santo
sepulvedano me parece un varón de
hoy en una España cercada por el nihilismo, que adora sólo a Moloch, a Mercurio
y a Eros, y sobre la que se cierne la amenaza del Islam que con ser grave no me
parece tan peligrosa como la de los
mundialistas masones que quieren volver la cruz de Cristo del revés,
hablándonos de globalización cuando asoma la gaita el siniestro perfil del
obispo don Opas. Volvemos al conde don Julián y al llanto de don Rodrigo en la
cava Florinda. Por eso me pareció muy interesante el sermón del obispo (Don Ángel Rubio es un gran
orador) y a trechos me conmovió porque proponía un retorno o peregrinación a la
Roca Tajada el farallón nido de Águilas donde se alza la escarpada cueva donde
hicieron penitencia aquellos ermitaños por otro nombre denominada de los siete
altares. Era una llamada al socorro divino para coartar el desaliento y
confusión que invaden a la cristiandad. Di la enhorabuena al canónigo Frechel
el precentor (así se llamaba a los cantores o chantres en las viejas catedrales
y así se les llama en las catedrales anglicanas de alto bordo) del cabildo que hizo verdaderamente un tour de force al dirigir un coro de
cerca de mil voces y un golpe de sesenta violines o más. A la salida al avanzar
lentamente hacia la calle por el gran cancel me cruzo a otro chantre eminente
el canónigo Matesanz. Por entonces era un curita joven que cantaba la Passio con una maravillosa voz de tenor
la tarde de Viernes Santo. Ahora ya está jubilado. Su monodia era poco menos que electrizante. Paseo nostálgico
por mi ciudad que apenas reconozco. La casa de la colonia militar donde pasé mi
infancia ha sido derruida, la acacia que plantó mi padre y yo torcí columpiándome
en sus ramas, ha desparecido. En sustitución han surgido colmenas de bloques de
hormigón. En muchas ventanas aparece el tétrico cartel de se vende. ¡Por san
Mamiel, que es patrono de Valseca! que lo de la burbuja inmobiliaria nos ha
metido en quiebra es cosa fina! Cada vez encuentro cosas nuevas, detalles en
los que no me había fijado. Me ocurre lo mismo con Toledo. Me hinché a
fotografiar atrios, arcos de medio punto, iglesias de puertas cerradas, viejos
conventos, callejas escondidas de tapias altas. Por encima del tejadoz asoma un
álamo o una higuera. Gasté varios carretes captando boceles, ménsulas, arpías,
leones, esfinges, dovelas y bóvedas de cañón, tratando de escudriñar los
mensajes que nos acercan a la mentalidad del hombre del Medioevo, pergeñadas en
ese idioma de piedra del arte románico. Por la cuesta de santa Lucía desciendo
hacia el viejo hospicio donde estaba la cueva de Sto. Domingo; en la cerca el
santo dominico se retiraba a orar. Quise visitar allí en este monasterio la
tumba de san Corbalán pero las
puertas ya no eran francas por haberse convertido el lugar en colegio
universitario. Allí seguía al lado izquierdo del pórtico renacentista el hueco
que dejó la hostia del milagro de la catorcena junto con mis recuerdos
impenetrables de niño porque allí viajaba con mis padres de visita los domingos
para ver al capellán residente don Jenaro y su ama la Jesusa. Recuerdo que oí
comentar a mi padre en tono jocoso que en aquella vivienda hospiciana sólo
había una cama de matrimonio… retorno y en la desvencijada iglesia de san
Agustín, cerca de San Juan de los Caballeros, rezo un responso por los caídos
de la división Azul cuyos nombres figuran grabados sobre las paredes de la
iglesia hundida. En el quicio de la puerta alguien ha pintado una cruz
invertida. Luego fui a visitar la tumba de mi padre. Sus restos descansan en la
torre de san Gregorio una iglesia en lo alto de un monte que fue de los
templarios. De regreso a casa cruzo pueblos fantasmales. Las vecinas ya no se
sientan al sol a coser o a jugar a la brisca como solían. Uno se encuentra a
estas paisanas que vagan por los caminos como almas en pena. El caso es andar.
Hacer kilómetros. Andar es lo que mandan los médicos. En su locura pedestre quieren huir de la Pelona pero ésta que a nadie perdona las
acabará alcanzando con su guadaña. También los carreristas y los que no fuman
se mueren. Encuentro a estas aldeas desoladas en medio de su desolación
confortable. Todo ello infunde en mí
tristeza. Menos mal que un cede de Joaquín
Díaz, maravilloso, que me regaló el propio cantautor “La misión os llama” me saca de mis murrias. Hoy 25 de octubre el
otoño perfila sus aromas de sazón por montes y valles. Cantemos al glorioso san
Frutos
LXXIII
.
ARMANDO PALACIO VALDÉS
Esto
parece Villabroncas pues vivimos en un mundo lábil y cambiante. Hoy se detectan
nuevos nubarrones en el horizonte ¿Más? La calumnia y la baba del sapo. Vivimos
en una redoma de malquerencia. Así que calzo mis gravas de combate: la loriga,
la rodela, y las botas de siete leguas para recorrer el universo de la
imaginación. ¿Te apretaste los machos, nin? ¿Sí? ¿Y el catalejo de doble
aumento lo llevas? Pues ale. Y huyo de los torneos de la memoria para
refugiarme en la palabra. Don Armandín, el cantor de la armonía cuyas novelas
eran todo equilibrio, me devuelve a mis metas soñadas, aquel mundo jocundo y
cabal que yo entreví en sueños a través de mis largas lecturas en la camarilla
del internado. Con esto de la dichosa carretera y la perforación del monte de
los abedules y la colocación de enormes estaciones eólicas en las cumbres de la
Sierra del Viento están destruyendo el paisaje. Energía a tiempo real que
quiere ZIP. No entiendo de física pero creo que el Presidente menos. Deben de
haberle untado con sobornos y dineros. Cohecho tenemos.
Asturias era un paraíso natural y a este paso
las rapaces inmobiliarias llegadas de dios sabe dónde y con qué dinero (el
dinero no tiene patria y carece de afectos) se puede convertir en un cadalso de
cemento. Nos gusta cargarnos naturaleza, talar árboles. Y a mí me parece que lo
que están haciendo en toda la marina pero especialmente desde Avilés a Ribadeo
es un sacrilegio irreparable. Por una cuestión hace cien años el gran Palacio
pergeñó las páginas inmortales de la Aldea
Perdida. Revolución industrial, llegó el carbón entonces y ahora en la
postmodernidad, abocados a la cibernética, ya casi no se puede escribir una
novela después de haber dado Orwell a la estampa la suya. A veces los pronunciamientos y
presentimientos de los poetas se tornan profecías. Don Armando que murió en el
Madrid rojo en 1938 unos dicen que de hambre y otros a causa de los vejámenes a
los que fue sometido no era un escritor de derechas. Ese fue uno de los
sambenitos con que lo encorozó la crítica “demócrata” que también le atacaba
como escritor de novelas rosa y él rosa sólo tenía el cutis de su piel
asturiana. Miraba al mundo desde lo profundo de sus ojos claros y contó cómo
era la España de la Restauración con su aburguesamiento, sus convencionalismos,
criticando los egoísmos, el señoritismo, a los caciques. Fue un escritor mayor
y para mí un asturiano incomprendido, el mejor cantor en prosa que tuvo el
Principado en las viejas costumbres del pueblo sencillo, pero acabaría chocando
con el clero y las fuerzas vivas. Su
novela el Cuarto Poder es una sátira contra las satrapías de los de siempre. Tengo
todas sus obras y no sé por qué misterios desde lo posible lo real a lo soñado
mi vida rodó hacia Asturias hacia ese baño del Nalón donde escribió aquel
cuento grandioso ¡Solo! Un padre de
vacaciones (había estado ahorrando cinco años en una tienda de Madrid para
poder pagárselas en la tierrina) que
ve cómo su único hijo se ahogaba
arrastrado por un rápido de la ribera de Muros. El arte novelístico de Palacio
Valdés posee un numen inimitable. Todos
sus libros tienen esa carpintería narrativa que les falta a la mayor parte de
los novelistas nuestros de tronío. Quiero decir los que viven en la plaza.
Baroja, Azorín, Cela, el propio Valle Inclán. Pero tradúzcame usted al francés
al inglés o al sueco a ese don Ramón de las Barbas de chivo o a Cela que salvo
en La Colmena o en Viaje a la alcarria se nos queda en nada. Resulta que el
escritor más traducido a las lenguas extranjeros fue este avilesino de
adopción, nacido en Entralgo, paisano de Juan de Cabaña Quinta y de otros de
personajes meritísimos de su aldea perdida. Muchos de sus libros que empezamos
a leer en la adolescencia y releemos en la senectud nos hacen suspirar por los
paraísos perdidos… Et in arcadia ego
y es que leyendo sus novelas nos identificamos con sus héroes míticos. Palacio
trazó un ideal. Una norma de vida. Era un narrador omnisciente y omnipresente que incorpora la técnica
narrativa anglosajona y francesa a la novelística castellana. Cierto es que fue
tachado como de derechas pero lo cierto es que el arte carece de flancos. Es
total. Ni derechas ni izquierdas. Casilleros no admite tampoco. Sólo la
imaginación. La sublimación de lo real. Era un psicólogo porque muy pocos
escritores conocían tan bien como él a la condición humana y un filósofo. De su
mano me pierdo por los vericuetos de Avilés los chigres de Sabugo y hasta
parece que escuchar al ruiseñor del parque de San Francisco, subo la cuesta de
la Carriona o me meto en una de esas confiterías como la de la Morena donde
despachaban unos sobaos delicia de manos monjiles. Y Sabugo tente firme. Debía
de ser muy goloso don Armando según la tradición ovetense donde no hay domingo
sin pasteles ni pascua sin madrina y sin roscón. Y cuando dan las siete en el
reloj de la Audiencia me meto en san Isidoro. Hay triduo. Novena y rosario y
sermón de campanillas. Me sumerjo en el ambiente. El poder descriptivo de este
escritor consigue que el lector se suma en el hilo y el ambiente de lo que
cuenta y hasta tome partido. Crea mundos. Un privilegio que sólo les es
concedido a los genios. Sus obras no nos cansan. Sus libros no se nos caen de
las manos. Valle siempre me aburrió. Pío Baroja cuenta cosas de una forma
desordenada y al desgaire. Azorín aburre a las ovejas. Unamuno está supra
valorado y es admirado por los que no lo leyeron nunca. Ortega nos es tan gran
pensador ni escritor como le pintan. La gran novela española pertenece a la
restauración. El 98 es un bogus
magnificado y cuantificado por la inercia literaria de la rutina del caciquismo
y el mandarinazgo hispano siempre en manos de unos cuantos y siempre los de
siempre pero ni son todos los que están ni están todos los que son. Diré esto
aunque me desuellen. Palacio pinta personajes de carne y hueso no proyecciones
literarias. Si en la Alegría del capitán Ribot es el optimismo en Tristán o
el pesimismo todo lo contrario. La novela de un novelista es una
autobiografía de ese arte artesanal que se dice escritura. En el Maestrante tendremos el amor de un viejo
y en José a Cudillero. En el señorito Octavio describe al señorito calavera holgazán e
hipocondríaco que se regenera con la vida de aldea. Las técnicas narrativas nos
vienen a persuadir del convencimiento de que la novela no se inventa, se
observa. La aldea perdida viene a ser la bandera ecologista de la España verde
del último refugio natural de los amantes de la naturaleza. Tanto Palacio
Valdés el uno de las Asturias de Oviedo y el otro de las Asturias de Santillana
se erigen en sus paradigmas. Vienen a ser
enaltecedores de la raza de Pelayo. Que hoy, como está el panorama,
falta nos hace. Pulsando las teclas de la novela descriptiva Palacio es un
heraldo del ecologismo. Nuestro primer ecologista. Su gran preocupación es la
conservación del paraíso natural que le vio nacer. Plantea el problema de la
revolución industrial en La Aldea Perdida.
Es una especie de guerra de Troya en que aquellos – los mineros Nolo y Plutón-
derrotan a Demetria (la Elena de la Aldea Perdida) y Jacinto (Aquiles). El
verdor de los campos se sustituye por la negrura del carbón. Y este deterioro
del medio ambiente va acompañado con la degradación de los protagonistas. En el
“Idilio del enfermo” vuelve por donde
solía. El campo cura y vivifica. Y en el Cuarto
poder” novela de la corrupción y de la venalidad tenemos un espejo de la
España de hoy que es copia exacta de la del siglo XIX en muchos aspectos. Y nos
advierte que la transgresión de la fidelidad al paisaje y la del entorno en que
se desarrolla la vida del hombre depara la muerte. Una advertencia que suena
fatídica para un mundo que vive horas aciagas de cambio climático. Sus novelas
del campo y del medio rural asturiano poseen una categoría homérica. En las de
ciudad Palacio se convierte en un pequeño burgués. Es un hombre de las clases medias. Presenta
con crudeza los problemas de entonces: adulterio, alcoholismo, mojigatería,
politización extrema, desamor pero las dulcifica. Hay en su pluma una profunda
compasión hacia el ser humano y cultiva una visión amable y a ser posible
optimista, dentro del pesimismo de la condición humana. Quería entretener. Por
eso tuvo tantos lectores y sus libros fueron traducidos al francés y al inglés,
sobre todo aquellas de ambiente andaluz dirigidas al gran público: Los majos de Cádiz, La hermana san Sulpicio.
La alegría del capitán Ribot. No están tan acabadas como las de ambiente
astur pero le reportaron más fama y dinero que sus narraciones líricas
escenificadas en su tierra. Son novelas infunden una especie de paz melancólica
y nos animan a ser mejores. En los propileos de la poesía épica que añora este
paisanín de Laviana la verdad siempre avanza delante de la belleza y las dos
suelen tener una amiga: la bondad. En el arte de Palacio se encuentran
parecidos con el de Henry James. Y de la misma forma que la obra de este autor
revierte siempre hacia Nueva Inglaterra la del español torna la mirada de Asturias. Que para él significa
la vida y su alejamiento, la muerte. La acción conserva un carácter secundario
y la trama se desarrolla como en un duermevela. El claroscuro es punto de
referencia y por lo general cada proyecto de la trama y la descripción
psicológica. Envuelve otros entramados y acciones y lo que ahora es bonanza
puede pronto convertirse en marejada. Su manejo del lenguaje marino parece
impecable. Sus descripciones no son estáticas sino dinámicas y los personajes
buscan cada uno su felicidad aunque rara vez la encuentra salvo en el caso de
Riofrío el lugar donde se desarrolla la acción del Idilio de un enfermo. Conocía el alma femenina y de ahí que sus
libros fueran muy populares entre el bello sexo. Las mujeres le miman le
escriben, le animan, se le declaran. No
son feministas por supuesto. Uno de los temas más recurrentes es su
preocupación por el adulterio y siempre suele acusar a los hombres en vez de
las mujeres de las catástrofes sentimentales. Por ese cabo se sitúa cerca del
movimiento de la liberación. Su esquema de trabajo, la carpintería argumental
de sus narraciones se mueven en torno a tres supuestos: héroe-antihéroe-víctima.
Sota caballo y rey, un poco al estilo de las novelas por entregas y las penny novels de
bulevard a lo Corin Tellado. Novela popular cuyo estilo asimila pero por lo que esta novela popular nunca podrá ser barriobajera.
Definir una novela es como ponerse a catalogar el arco pero la buena novela es
la que agarra y prende al lector con sus historias de amor de tragedia y de
muerte. Nos libera de la monotonía del presente y su autor nos lleva de la mano
a un mundo desconcertante pero mágico que constituye en parte la proyección de
nuestras vivencias. Todos sus libros son transportes y gozan de un pálpito
profético. Intuyó como la intuye Tolstoi su muerte desgarrada en circunstancias
de hambre y abandono durante la guerra civil aunque hay quien sostiene que pudo
ser uno de los fusilados en Paracuellos del Jarama. Se comporta como un
actuario que da fe de aconteceres y narra como en una analecta lo que pasa en España a finales del siglo XIX y pienso yo
que adelantando acontecimientos avanza en sus libros lo que ocurrió, está
ocurriendo, en el XXI: la destrucción de la naturaleza, el desarraigo social,
migraciones desbordadas, desorientación ideológica y el marasmo de los partidos
políticos –una novela señera al respecto El
Cuarto Poder – enconos enfrentamientos, rivalidades de aldea y ese
caciquismo que está volviendo. Los de arriba. Los abajo. Seguimos en las
mismas. Y en suma la guerra civil de la cual el novelista asturiano fue víctima
(murió de hambre, de tristeza en el mayor de los abandonos o acaso según dicen
algunos en una zanja de Paracuellos). Su obra es sumamente grata a los
ecologistas pues sabe hacer unas descripciones maravillosas del paisaje. Y del
agrado de Las personas con gustos sencillos puesto que toda su escritura es una
apelación a los buenos sentimientos. Su pluma cala directo en el corazón de las
buenas gentes, a pesar de ser Palacio un psicólogo de gran calado al estilo de
Dostoievski y de los sentimentalistas ingleses como Galsworthy. No puedo estar
de acuerdo con algunos críticos como Gonzalo Sobejano que le acusa de frívolo y
de superficial. Este es el país de los sambenitos y de los dictámenes remolones
y de gran desconsideración; en su tiempo fue uno de los pocos escritores
españoles traducidos a idiomas extranjeros. Al final de la guerra gozó de gran
popularidad pero en los 60 se eclipsó. Si el rojerío lo dejó morir de hambre o
lo fusiló en vida, la judería lo ha fusilado en muerte, descatalogado su nombre
de la historia de nuestras letras. Se trata de un español elegante y de bastante
buen gusto poco identificable con la zafiedad y el frenesí laico/judaico que
todo los invade. En Asturias y en su querida Villa de Avilés el interés está
renaciendo. Armando Palacio Valdés 1853-1938
estudió en Avilés y en Oviedo y obtuvo la licenciatura de derecho en
Madrid donde se inició en el periodismo colaborando de Revista Europea. 1883 contrae matrimonio con Maximina Prendes Busto
quien muere a los dos años al dar a luz a su único hijo Armando quien por
cierto perecería a los treinta y tres
años en un accidente de automóvil. El aspirante a literato conoció desde muy
temprano la desgracia pero dotado de longanimidad, sentido del humor y
optimismo, consigue sobreponerse a los golpes. Aquel amor hacia su primera
mujer dio origen a una de sus composiciones de gran calado psicológico Riverita y Maximina. Pero el recuerdo de
aquella mujer le inhibe de volver a su Asturias y busca alivio a sus tristezas
en Andalucía. Sus novelas adquieren un gran éxito. Madrid festeja y Lancia
(Oviedo) se le rinde al escritor, que con Blasco Ibáñez es el primer escritor
de bestsellers. En 1899 se casa con la gaditana Manuela Vela y se compra un
chalet para veranear en las Landas francesas. No tienen descendencia. Tampoco
este segundo casamiento le depararía felicidad aunque sí cierta estabilidad y
equilibrio.
LXXV
LA GRAN PASCUA RUSA
Estuve toda la tarde conectado a Internet Radio Grad –Petrov. Los oficios de
las vísperas (zagoveñíe) duraron tres horas. Toda cantada y
multitudinaria. Desde la catedral de San
Isaac en Petrogrado o Petersburgo. En las “sabor” (catedrales) no hay sillas y
los fieles asisten a la ceremonia de pié. De vez en cuanto entre el canto
angélico de los oficiantes y de las tronadas del coro se escuchaban los
chillidos como golondrinas de los niños asistentes a la ceremonia, muchos de
los cuales son hijos de los popes. Pese a la largura de la liturgia puedo decir
que se desconoce el cansancio. La liturgia es simple y repetitiva. No hay
órgano ni instrumentos musicales. Se prolonga a través de las letanías
entonadas por un diacono en la cual se hacen rogativas por todo el género
humano, por las iglesias, por los pobres, por los gobernantes, por los
enfermos, por los peregrinos y desamparados, los consagrados, los creyentes y
descreídos, los judíos, los mahometanos, los budistas. Esto es el Cristo total.
En un tono de fabordón. A cada plegaria letanía responde el coro con la
invocación mágica del Kyrie eleison que es “Gospodi, pomilui nas” (Señor ten
piedad de nos). También las ofrendas y tributos a la Virgen que llaman
Blagodoritsa y por la cual siente el pueblo ruso una profunda devoción son
incesantes. Lo mismo que las invocaciones Trinitarias que proliferan a lo largo
del canon. El nombre de la Virgen Blagodoritsa diva Maria hace sonreír a los labios
y alegra los corazones. La consagración por el patriarca también es cantada y
el oficiante realiza la epiclesis. “Eto telo moie eto Krobi moie”) este es mi
cuerpo y esta es mis sangre que será derramada “vo stablenia grecov”: para el
perdón de los pecados. La comunión la
distribuye el arcediano que sale por la puerta de los dones cuando se abre el
iconostasio. La misa se oficia a puerta cerrada tras la cancela del
iconostasio. No ya meramente cara al pueblo sino de espaldas a él. Los
asistentes no ven al archimandrita consagran. Sólo le oyen mientras siguen los
cantos y se persignan constantemente llenos de fe. Uno se siente prendido y
cautivo de tanta magia. Es el viejo rito de San Basilio. Un viajero español
Andrés Laguna, judío converso de Segovia, que escribió el Dioscórides en su
“Viaje a Turquía” hace una descripción de su estancia en Constantinopla y de su
visita al Monte Athos y se maravilla por la devoción y atención existente en
las pequeñas iglesias griegas. Donde no hay prácticamente sermones. Todo es
acto y representación de los grandes misterios cristianos de la Redención. Esta
semana es sagrada en muchas ciudades del Oriente. Pero no hay `procesiones. Los Miércoles, Jueves y Viernes Santo son días de
ayuno y de oración. Chejov que era hijo de pope a veces se lamenta de lo
extenuantes que eran estos oficios. Sin embargo su prosa y toda su novelística
recibe el plasma de tanta belleza de las casullas, los cálices y los iconos de
la Virgen que le entraron por los ojos de niño. Es la filocalía. El amor al
libro, a la palabra, y a lo que es bello en la naturaleza y en la vida. El
padrenuestro lo cantan por lo menos de modo solemne siete veces a lo largo de
la misa y dos diáconos entonan dos pasajes del evangelio del día con especial
unción.
Uno se siente un poco transportado. Y recuerda las
palabras del apóstol “fides ex auditu”. La fe entra por los oídos, por los
sentidos y Cristo llama a la puerta de las almas no a través del intelecto –
fue el gran error de los jesuitas y de muchos de nuestros predicadores a lo
fray Gerundio- sino que da con los nudillos en el corazón. Esta liturgia nos
hace nadar en un mar de lágrimas y acaso es a lo que se refería san Agustín
cuando definía: “Deus Caritas est” Dios es amor. Los ortodoxos celosos
guardianes de la tradición quizás tengan la clave de los arcanos del dogma
cristiano. Desconocen el culto a la personalidad y consideran que hasta el más
humilde pope de cualquier aldea rusa es el sucesor de Cristo en la tierra. De
ahí que Chejov nos haga notar como aquellos rudos clérigos de las aldeas de la
estepa cuando se revisten de la casulla y se colocan la estola sobre los
hombros parecían transformarse en algo superior. Y ese es el secreto del
esplendor de los ornamentos que algunos podrán criticar pero los popes se
revisten del esplendor de su casa. Feliz anastasimene
o spasimene a todos. Dentro de siete
días nos aguarda la baskresiene: la
Resurrección. La gran pascua rusa.
LXXVI
EL
MANZANARES NAVEGABLE,
Paso
por el puente de Toledo y me sonríe toda la historia de España que se condensa
al socaire del soto de Madrid. Sin embargo, las obsesiones megalómanas y
gentílicas del alcalde Gallardón mandan, así como dineros negros, tributaciones
onerosas… a ver enséñanos la patita pero el lobo no responde. Es mudo. Pero
vamos a ver, señor alcalde, ¿qué vamos a hacer con tanto puente para tan poco
río? A ver que me lo expliquen de una vez. Tras don Manzano que yo no sé si era
manzano o era peral a ustedes les dio por dejar esta bella ciudad que ha dejado
de ser castiza para convertirse en criolla o pepitoria de todas las razas del
mundo en un pisto explosivo, cuidado con esta treballa, yo me refugio en los
clásicos. Góngora era contundente en sus frases y tenía todo ese salero e
ingenio que les falta a nuestros políticos, a los luisetes del colmete,
mamporreros y millonarios (que se vayan a jugar al golf, con el Butanito y
comparsa al que vi estas vacaciones por Luarca con un puro en la boca que
abultaba más que él; qué tío, ellos cubiertos bien el riñón, no es lo mismo
decirlo como verlo toda la vida dándole a la tecla y tienes que regalar
prácticamente medio siglo de profesión y trabajar de balde), a nuestros
valientes milicos que se sacan una pasta gansa en concepto de dietas y gastos
de desplazamiento, tres mil euros son muchos dineros, patrón, lo del barranco
del Lobo quedó muy atrás, pobrecitas madres que solas están de ver que sus
hijos a la guerra van, pero la de Afganistán no es la de Melilla y de allí un
triste sargento puede forrarse y hacer
las Américas, por si fuera poco va el ministro y pone una vela a san Homobono
patrono de los sastres y les dice que les va a subir el sueldo a las tropas de
refresco pues lo que ganan no es bastante.
Y a nuestras reinas con monsergas, de las
mañanas y las tardes, casi todas ellas malagueñas salerosas o valencianas retrecheras de culo bajo pero bastante sosas, bellezones aburridas
como ellas solas, niña qué buena estás pero eres el tedio ambulante en un
cuerpo de perfecciones, insípida y algo panoli y de la escuela galatea de ese
patarata experto en casas reales que habla tan deprisa que no se le
entiende, el Petrafidelis ese, morboso
como él solo pero a vivir del cuento. Algunos no le harían de menos a asco tan
rico. Usos y costumbres arrasadas y todos los privilegios bajo la bota del Gran
Cofrade. Aquí al que más chilla, capador. Es la ley de la calle.
Dijo don Luis:
-Cada uno
estornuda como Dios le ayuda.
Era el río de Madrid el risum teneatis de los curiales y embajadores que venían de fuera y
a la vista de los muros de la patria mía el veredicto era definitivo. Se armó
un verdadero choteo lírico en el mundo a costa del Aprendiz de Río y sus
afluentes. Mucho puente para tan poco río. El caudal del Manzanarillos y más
este año con tanta sequía está que da pena. Ayer
meóme un burro y hoy me ahogo, insiste Góngora y Quevedo diagnostica:
-En ti se
mueren de sed las ranas y los mosquitos.
Pero ahí está la puerta de Alcalá y ahí sigue el
Puente de Toledo con las obsesiones megalómanas del alcalde deshaciendo lo que
hizo Tierno. ¿Y los patos y las ánades? Se las merendaron de antuvión unos
negros que pasaban por allí, al ronco sonido del tantán, que menudas tribus son
los que plantan la tienda cerca de la Casa de Campo. Mozas de partido llegadas
de todos los países de la tierra, cóhenes y vagamundos y mafias cada dos por
tres. Un edil contra otro edil. ¿El
Manzanares navegable? Nanay. Lo han enterrado y ahora don Ruiz
Gallardón, este don Gil de las Calzas Verdes de la política (Spanish politicians are taking us for a ride,
es lo mismo mande Pedro que Juanito, todos ensillan y cabalgan), epitome de
hijo de ser vos quien sois y un ejemplo de las cien familias que siempre mandan
en este cotarro haciendo a pelo y a pluma tiene Madrid arrasada de obras que no
se acaban nunca y no sabemos quien las sufraga, en algo hay que ocupar a tanto
recién llegado. Gallardón en comandita con misteriosas enejes herejes, el
felpudo del caballo troyano, los ha puesto de pico y pala a los que acaban de
llegar, les ha dado un mono, un curro y un número en la seguridad social, eso
que a nosotros nos costó tanto. Más allá de todas esas consideraciones veniales
a mí el puente de Toledo siempre me inspiró ideas lúgubres. Es la puerta que
conduce a lo desconocido, el abigarrado mundo de los caramancheles, la cárcel,
y al tétrico perfil de cipreses de las sacramentales que estaban detrás de él.
Dicen que fue el triunfo del barroco en arquitectura. Me remito a un párrafo del Diablo Cojuelo: Daban en
Madrid por fines de verano las once de la noche, hora menguada y faltaba la
luna, jurisdicción y término redondo de todo requiebro lechuzo y patarata de la
muerte. El Prado boqueaba coches en la última jornada de su paseo y en los
baños del Manzanares los adanes y las evas de la Corte fregados más de arena que
limpios de agua entonaban el “ite río est”.
La
novela del mejor mirón que haya tenido esta ciudad puesto que alzaba los
tejados y perforaba las paredes y hasta captaba a los avecindados y paniaguados
de la villa en sus actitudes más comprometidas echando un polvo o cagando no
puede empezar de mayor brío. Ite río est. Se acabó la misa y todo lo que se
daba. Luis Vélez de Guevara que así se llama el autor era un lince. Con esta
frase hace un homenaje entre chusco y tierno al humilde río capitalino tan
maltratado por los autores.
El
afluente del Tajo por la parvedad de materia y lo escaso de su caudal y a pesar
de su menguada magnificencia en comparación con los grandes torrentes europeos
(Sena, Rin, Támesis, Danubio, Oder) cuenta con copioso flujo de reseñas y su
propia topografía literaria.
El
soto de Madrid por donde abre su cauce Manzanares es el locus amoenus de la Arcadia y perfecto decorado para inspirar
musas, embelesar ninfas y amoríos o representar en esta tramoya natural
comedias de capa y espada. Aquí se bailaba la chacona. Aquí las lavanderas
hacían colada. Goya pinta los merenderos. Por sus huertas y riberas buscan el
perfecto sitio escondido los amantes por
haber sido inveterado lugar de citas al aire libre, el pulmón y el colchón del
tálamo de Madrid. Varadero de mirones pues mientras unos machacaban el ajo
otros de amor contemplativo.
Mucho
saben sus orillas otrora cubiertas de alisedas, choperas y sauzales y
hogaño de hormigón acerca de billetes,
cartas, encuentros en la furtividad y también duelos y estocadas. En la guerra
civil por estos pagos se cepillaron a unos cuantos pues García Atadell el
asesino de las brigadas del Amanecer le tenía tomado cariño al puente de Toledo
para dar mulé a los fascistas.
En
fin, que estas aguas hoy enterradas sabrían mucho. Madrid acudía a la vera del
Manzanares a servir al amor y a merendar o lavarse las miserias rindiendo de
paso culto a la higiene. Ahí están como inagotable filón que inspira al numen
de novelistas y de poetas las famosas lavanderas del Manzanares. O los chulapos
de gorro calañés jugando a la gallinita ciega por los alrededores. Es un marco
ideal para ofrecer el lado amable y
risueño de la existencia. Está cargado de mitología este Manzanares y su perspectiva
no puede ser más idealizada como tópico literario al que recurren unos y otros
a lo largo de la historia casi tanto como a su amo, el padre Tajo del que es
tributario y edecán. El otro lado del río suena un poco como las partes
infidelium. A un amigo en un bar de General Ricardos le sacudieron por una
tontería y buen abollón que le hicieron en la frente.
Garcilaso
lo sublima y habla de la aparición de elfos, ondinas y náyades en el lecho de
sus aguas, licencia poética que no se permiten ni Góngora ni Quevedo. “Tiéneme
del sol la llama tan chupado y tan sorbido” etc. En Góngora este refitoleo
frisa casi en lo cruel con su apotegma de ¡“meóme ayer un burro y hoy me
ahogo!”. Vélez de Guevara con la sorna impenitente de su don Cleofás prosigue
la racha de derogatorias deferencias: “El
río Manzanares se llama río porque se ríe de los que van a bañarse en él, no
teniendo agua que sólo tiene regada la arena como río navarrisco[1] siendo el más
merendado y cenado de cuantos ríos hay en el mundo y el de más caudal es pues
lleva más hombres y mujeres y coches que pescados los dos mares aunque me
espanta tanto puente pues ya el vizcaíno lo dijo: o vende puente o compra río”.
Tirso de Molina tiene a bien llamar a los de Madrid ballenatos pues soltó la especie de que había corrido el rumor de
que una ballena había venido a parir a la Corte. ¿Gatos o ballenatos? Lo de
gatos viene por la facilidad en la escalada que observó un militar cristiano en
la toma a los moros de Madrid pero lo de ballenatos es cosa poco frecuente.
Puede inducir a pensar que tan incongruente profusión de andanadas y guasas son
fruto de la descortesía pero, Quiá. Las pullas llevan dentro algo de la mala
sombra matritense envuelta en la
ternura. Al igual que los cockneys, los chisperos muestran capacidad para
reírse de sí mismos. El madrileño sabe ser señor sin resultar recargado ni
darse aires. Para eso ya están los portugueses. El sarcasmo lancinante del
madriles es como un muro de contención que guarda de la tentación de tomarse
uno a sí propio demasiado en serio. Pero sin que el recurso sea una llamada a
la desconsideración o a la inconsciencia. Antes bien todo lo contrario. “Bajo
la capa de Luis Candelas – cantaba la Piquer- va mi amor vuela que vuela” y
bajo la corteza amarga y dura de un limón se esconde la dulzura y
condescendencia del melón de Villaconejos. Ya lo dice el refrán: “Brisas de
Madrid, un aire tan sutil que mata a un hombre y no apaga un candil” Si bien el
Aprendiz de Río sale malparado en este vapuleo al que le someten los autores
mentados del mentidero, Calderón se lo toma mucho más en serio, porque nobleza
obliga: “O venturoso cauce que bañas a Madrid, madre del mundo” Y el autor de
la Vida es sueño en este verso da realce a su conocimiento
etimológico-mitológico pues Matritum en su acepción romana primitiva es la de templum
Matri. No es nombre moro. Magerit es como la decían los moros que no saben
pronunciarlo. Puede ser que para paliar esta suerte de sarcasmo de Neptuno los
de la Villa y corte quisieron enmendarle la plana a las deficiencias de la
naturaleza mediante el artificio de una apoteosis escénica. Nunca río tan chico
atrajo tanto la atención de arquitectos y maestros de obras que le colocaron la
vistosa chepa al Manzanares de dos puentes muy galanos. El de Segovia y el de
Toledo. Concretamente este último, obra de Ribera, es una de las glorias del
churrigueresco.
Pedro
de Ribera 1683-1742 fue protegido del Marqués de Vadillo, Francisco de Salcedo,
uno de los mejores alcaldes que tuvo la ciudad. Emprendió la obra bajo sus
auspicios. De la biografía de este alarife se sabe poco pero pasa por ser el
mago del granito, cincelario de la sílice que borda caprichosas formas de nubes
y de reinas o de hornacinas en las que esculpe imágenes de Isidro y María de la
Cabeza en mitad del pretil. No quieres caldo pues tres tazas. Pedro de Ribera
en un intento de ir más allá en la desproporción entre puente y río que da pie
a la befa de escritores y de poetas durante todo el Siglo de Oro, quiere dejar
pálida la magnificencia de la Puente Segoviana obra de Juan de Herrera. La sincronía
disparatada entre continente y contenido y el contraste entre tanto despliegue
e hilada de sillares, adarves y espolones para contener el brío de un caudal
que salvo en alguna que otra venida por el otoño llega flojo de fuerzas. La
hilaridad de Góngora tampoco perdona a este otro puente de Segovia: Señora doña Puente Castellana cuyos ojos están llorando arena...Hay un
pique y Pedro de Ribera planta su honrilla un a menos de un kilómetro aguas
abajo. Allí el Manzanares parece que cobra más empaque y hechura de río, pasado
el recodo de la Virgen del Puerto. Sus aguas que corren algo bravas hacia el
puente los Franceses se vuelven aquí pandas y remolonas como si no quisieran
decir adiós a Atocha y a la fuente del Berro o a la de Mariblanca. Pero le
huelen un poco los pies porque por Legazpi era casi un arroyo boñigo. Sin
embargo la mierda es buena abono y en las huertas de antaño por estos
desparrames se abonaban buenas lechugas y mejores tomates. Imbornales y
colectores aforaban fertilizante cuando Madrid se ponía a hacer de cuerpo y
tiraba de la cadena.
El
puente de Toledo es un prodigio de monumentalidad y un dechado de perfecciones
del denominado género churrigueresco, o lo que es lo mismo representa el teatro
llevado a la arquitectura. Recuerda al verlo de lejos un auto sacramental. Lo
fabricaron en trece años corridos 1720-1732. Otros monumentos que se debieron
al buril de Ribera fueron la Glorieta de Pirámides, el Seminario de Nobles, la
Iglesia de los Irlandeses, la Ermita de la virgen del Puerto, la Casa del Monte
de Piedad o casa de empeños actualmente sede de Caja Madrid, el Palacio del
Marqués de Perales donde estuvo la Hemeroteca y donde pasé los mejores y peores
años de mi vida laboral. Tiempos que no volverán. Luces de bohemia en el Madrid
de los ochenta. Buhardillas y mansardas tal y conforme los dibujó Goñi en aquel
ABC de los sesenta que yo compraba todos los domingos atezado por el afán de
poder algún día escribir en aquel papel. Un Lavapiés y una calle del Ave María
que no lo conocen ni la madre que lo parió, pues son un aduar pero que yo bien
que lo advertía. En la penúltima década
del siglo que se fue asistimos al crepúsculo de una civilización. La melancolía
se posaba en los jarros de los bodegones. Anunciabas lo que iba a pasar y nadie
te hacía caso. De todas formas creo que a la vuelta de la esquina vendrán
tiempos peores. Pedro de Ribera también erigió el Hospicio de san Fernando y la
Fuente de Antón Martín. La aparatosidad es el sello característico del Madrid
de los Borbones. Es una prolongación del de los Austria guardando algo de su
seriedad y consistencia maciza pero se detecta que el chambergo y la pañosa por
lo que iba a estallar un motín iba a dar paso al catite, las guedejas y barbas
de doctor por las patillas en boca de hacha y la capa sustituida por el traje
corto. La arquitectura lleva esa impronta de cansancio que busca su punto de fuga en los retorcidos
joyeles y uvas de Corinto de la Columna
Salomónica. Exhausta tras las guerras de Flandes, España se ensimisma y en su
decadencia se muestra conforme y hasta feliz intentando mitigar sus zozobras en
los corrales de comedias o asistiendo a los cultos de los templos cuya
arquitectura refleja un horizonte triunfador. La religión de los españoles se
hace muy sensual y ha de penetrar por los ojos. Churriguera y Ribera coronan la
apoteosis del arte barroco. Un arte católico que busca la utopía, que aspira a
la excelencia, cargado de mitos pero es el único que nos queda. Esta poliantea
de los retablos de nuestras iglesias bien puede ser un laberinto pero en ellos
se esconde explicada la verdad de nuestro dogma trinitario. España exuberante,
patria de la libertad. Esta cargazón de las ramas de purpurina y de santos
olvidados contrasta con la geometría de la Enciclopedia. ¡Que arte más antipático!
Parece quitarnos la alegría de vivir. Entras en una logia o en una sinagoga y
el alma se te cae a los pies. Pero claro esto es cuestión de gustos y a uno no
le moverán.
LXXVII
LLANTO POR EL UROGALLO.
Otro ataque. Por lo visto respiran por la herida.
Estábamos condenados al silencio ese silencio espeso y mazorral como la sangre
municipal que se enriquece a golpes de ladrillo y de hiladas de plomada. Me
hubiera gustado ser albañil más que archivero pues la literatura nos condena a
la pobreza pero no a la pereza que nada tengo de haragán y en mi vida en lo mío
trabajé una burrada. Ahora después de lo de Marbella le toca al norte y todo
son casas. Están construyendo la gran carrilana que perforará el monte de los
abedules los maestros del gran diseño cartabón en ristre. Me repliego en mi
solipsismo en esta mañana de noviembre dorada cuando después de la cencellada –
el rocío posó esmeraldas y diamantes en los tallos de la hierba- cavo en el
huerto y tengo una visita. Primero un malvís y luego una urogalla. Dejo la
azada y contemplo al ave como el que asiste a una visión. Es una hembra. Está a
siete u ocho brazas de mí la cresta encarnada el plumaje entre azul y gris y
una cola zanquilarga cimbreante pero bien señalada como el de una gallina pinta.
Cacaracá. Cloc cloc. Bajó a comer desde las cumbres del Aramo y picotea entre
los valles. La proximidad de la marina no la asusta aunque bien se ve que es
bravío y con querencia de montaña. Desaparece y ando tras ella furtivo
animalito del Señor. ¿De dónde ha salido la pava? Rara avis. Dicen que está en
extinción. Cuando construyan la gran carretera adiós. Me hubiera gustado ser
san Francisco para hablarla en su idioma. ¡Somos poca cosa la verdad! Reparamos
ordenadores, hacemos sesudos balances de la situación política, y el teléfono
móvil, el vis a vis y el oreja a oreja cual mando a distancia, va por el mundo
a mano alzada y todavía no entendemos el idioma de las aves. Hay un acebo cerca
de mi casa que lo visitan con frecuencia y a veces tentado el urogallo
esplendoroso por la vanidad de toda hembra por la curiosidad o la llamada de la
sangre se acerca al nial de las gallinas que Iturripe ha construido en el
establo. El gallo se alborota enamorado pues un masto de ese calibre que tiene
bien cubierta a su pollada debe de estar harto de todos los días patatas y
montar a una urogalla debe de ser para él como cepillarse a Sofía Loren, pero
no puede ser. La ferralla metálica impide la componenda de una parada nupcial
en condiciones que la pava es bella, casquivana y amorosa. Quiquiriquí.
El gallo de
la quintana de Iturripe se queda con la miel en los labios. No es la primera
vez que el gocho baja del monte y cubre en un santiamén a las cinco marranas
que a eso de los ocho meses empreñan y paren rayones. Misterios de la
naturaleza. El milagro de la supervivencia que se produce ajeno al gorigori del
humano vivir sus horas de vanidad. Después se pierde por la trocha y al fin la
veo alzar el vuelo detrás de los laureles. Escucho el silencio del campo un
silencio musical de orquesta montaraz. La melancolía se me pasa. Sigo apañando
los alcorques. Este año mi ciruelo que es vecero y por julio tocaba nos dio
casi dos serones de fruto y casi cogimos una fartura y el castaño secular tampoco le anduvo a la zaga. Buen magosto
y castañas para dar y tomar y hasta regoldar. Siento en mi carne la hermosura y
opulencia de este paisaje que nos quieren quitar. Si machacan el monte ¿el
urogallo dónde vivirá? ¿Adónde irá a
tirar la boina, a enramar su nido? Una parada nupcial de estas aves en su
cantadero es el más hermoso espectáculo del que un ser humano con el mínimo de
sensibilidad pueda gozar. Para mí ha sido un augurio de buena suerte la visión
de esta mañana del Día de san Martín llega el Adviento y las matanzas como a
todo cerdo y que no se den por aludidos muchos les llegará su sanmartín, ya que
este pájaro de gran porte y de la envergadura de una becada o algo mayor sí es huraño y no se deja ver
con frecuencia pues bien, Antoñito, ya has visto a un urogallo casi el sueño de
tu vida.
Que sigan
escupiendo mierda todos esos que nos avasallan en sus asaltos por la espalda.
Que por delante no tienen cojones. Y ahora que lo pienso y ya me pongo de mala
leche y se me pasa el solipsismo melancólico y la alegría casi el éxtasis de mirón
de la naturaleza mi padre que paz descanse decía que era tan observador que
miraba casi como un marino pues a lo mejor me compro unas botas de media caña
como el maestro Emilio Romero. ¿Y para qué quiere usted esos zapatos tan
afilados de lamedme la punta, don Verumtamen? Para atizarle una patada en to
los mismísimos a más de alguno.
Le
condenaron al de Arévalo al silencio
claro está que es lo que más nos duele (el otro día el Bibliopola barriga verde
me llamó loco y me cubrió de injurias y de escupitajos sobremanera pero ya
ajustaremos cuentas que la navaja me tiembla en bolso aunque por semejante
pobre diablo non vale la pena, nin, bastante desgracia tiene con tener la mujer
que le dio dios) a los hombres de pluma pero él seguía con sus kikirikís proféticos.
Era el gran urogallo de este pobre cotarro nacional plagado de gritos y
exabruptos de los cantarranas que nos dan la vara y no son el mirlo desde la
amanecida y todo el puto día que si zarape, los explosivos, la kaleborroca o
como se llame o los líos de la tonadillera que tenemos un periodismo de
mastuerzos el más canalla y sinsustancia de los cinco continentes y nos hemos
vueltos muy tercermundistas con complejos de nuevos ricos. Jó. ¿Se lo merecerá
España? Pero a lo que iba. Me acuerdo del canto de esta especie en extinción y
de la alabanza de España que entonaba ya muchos siglos atrás Alfonso X el
Sabio. España empezó en Asturias, el último paraíso natural y nos la están
asfaltando. Oigo el rugido de las tolvas y las hormigoneras que están destruyendo
el bosque y se nos encoge a todos el corazón cuando veo morir a un prado, pero
a otros se le pone cara de cemento armado. Oiga que yo no soy la extrema
derecha. Soy una anarquista, un libertario, un comunero que defiende el paisaje
y al paisanaje aunque no se lo merezca. Pero aquí de lo que se trata es de
buscar chivos expiatorios.
Es el
canto del urogallo en extinción una
elegía a un mundo que se va en medio de la incomprensión e insensibilidad de
politicastros venales y de corifeos modorros del cuarto poder. Vale ya. El
mundo es ansí que diría don Pío. Pedirle congruencia a la naturaleza humana
sujeta al doblez y a la rapacidad, la codicia y todos los demás pecados
capitales es pedirle peras a un olmo. Tampoco pasa nada. Me he vuelto escéptico
y el mi escepticismo se trasmina en solipsismo. Melancolía. ¡Ay Dios!
LXXVIII
SANTA ANA DE MONTARÉS.
VAMOS DE ROMERÍA
Todos los cojos van pa Santana. Arriba súbame yo con la
pata galana. Voy cada verano pero hogaño
no me vagó. A la abuela de la Virgen la llevamos los pixuetos en el corazón. Para
su ermita blanca y bien dibujada miran los marineros cuando amuran vela en
acción de gracias al regresar de las costeras del bonito y la invocan en la
tempestad. Se otea desde treinta millas
con buen tiempo. Es la vieja fe que tira del alma como una estacha de
salvación. Símbolo de la fe para los habitantes de Cudillero, unos “caizos” o
callealteros y otros de la ribera. Dos barrios para una villa en cuesta con
casas blasonadas que dio a España los mejores mareantes casi todos de pelo
rojizo y el cutis sonrosado. Les llaman los vikingos pero yo creo que todos
vienen de Inglaterra o de Irlanda.
El
cristianismo es también tradición, recuerdos de los que se han ido, y carisma.
Son muchos ya los que ya no están desde que ascendí por vez primera al monte Santo, un verdadero
Tabor de claridades iluminadas y de brumas cuando hay borrina y le da por llover. Diz que es cuando se emborracha el
Monte Pascual que está aláteres las nubes rocían la tierra del clásico orvallo
calabobos. En los comedios geográficos del principado entre Avilés y Luarca el
año 75 un 26 de julio yo llegué allí por primera vez y mi corazón se quedó para
siempre. Venía de Nueva York y recuerdo en particular los olores: el helecho y
la fresca y cencida hierba del manto de Santa Ana, el aroma de los pinos y del
espliego, el enervante perfume de los eucaliptos, el tojo y la zarzamora.
Fragancias celestiales que sembraron en mi alma la nostalgia del paraíso.
Escribí un reportaje importante en La
Nueva España en que cotejaba la vida de aldea con el tráfago de la Quinta
Avenida, el comején de la feria de vanidades que es en definitiva la vida
política de la que se nutre y se teje la tela de Penélope que es la actualidad.
Siempre lo mismo. Tántalo condenado a llenar el cántaro de las Danaides y a
limpiar las caballerizas del rey Alfeo. Durante el vuelo que tomé en el
Aeropuerto Kennedy hasta Barajas me sumergí en la lectura de la Aldea Perdida y de los cuentos de
Palacio Valdés el autor que por su carácter bondadoso y socarrón mejor
representa a Asturias y arriba en la misa
con aquellos benditos curas de pueblo, entre aquellos aldeanos que se
pasaban las cadenas de Santa Ana por sus cuerpos doloridos, tristes y pobres huesos
de las paisanas con toda la vida en el campo o de los que habían pasado algún
peligro o superado una enfermedad en el entreaño, rompí a llorar al escuchar el himno nacional interpretado a la gaita y el tambor a la hora de alzar. Yo también
recuperé la salud que traía algo averiada. Pensé en el primer hombre y en la
frase del rapsoda Et in Arcadia ego.
Aquí me quedo y di muchas gracias a Dios por haber ido a parar a semejante edén
después de rodar por el mundo. Escuché
el grito telúrico de los ancestros. En aquel lugar al que los romanos
denominaban Betulia por la
abundancia de abedules y es un epicentro de fuerzas concurrentes de energías
pánicas, ya constatadas por los flamines y arúspices de la Legio Séptima, que
tenía un destacamento en Gijón debió de haber un altar a la diosa Ceres o a una
divinidad romana patrona de la fecundidad y los nacimientos por nombre Licinia.
Y
eso se detecta al socaire de una tradición que, si no recuerdo mal, tienen los lugareños de por
aquí: cuando una mujer no se queda encinta, sube con su pareja a este monte, en
un paraje maravilloso, ultimas estribaciones de las breñas de la Sierra del
Viento hacen el amor en los prados que circundan la ermita o junto a los mismos
muros mirando pa la Rondiella o para Pravia o sobre las gradas mismas del
amoroso cruceiro que besaban los peregrinos del jacobeo sobre la entrada. No en vano a santa Ana la invocaban las
parturientas – el nombre más común de las reinas de la Casa de Austria era Ana-
siendo abogada de las embarazadas y del parto.
Cuando
se produjo la irreversible e insoslayable conversión asturiana al cristianismo-
Cudillero como villa marinera es uno de los pueblos con más arraigada tradición
católica de España- por estos pagos arraigó la tradición del culto a San Miguel
en el interior pero en el litoral as Santa Ana la abuela de Jesucristo y al
bendito San Joaquín su esposo, dos justos de Israel, un matrimonio seguramente
humilde del que sabemos muy poco porque según la Biblia A Dios no le agrada el
engreimiento y con la piedra que rechazaron los arquitectos El funda los
cimientos de la casa total. Los pensamientos y actitudes divinas y las humanas
discurren por diferente senda. Esta romería una de las más típicas del
Principado es un canto a la vida, a la belleza, a la hermosura de estas tierras
benditas que tanto quiere a la Virgen inmersa en un cordal de montañas donde se
aglomeran paisajes que quitan la respiración. En este luminoso día de julio
recuerdo a todos aquellos que ya no pueden portar las andas. La guadaña de La
que No Perdona a Nadie ha creado muchos huecos en la lista de nombres y rostros
de los que se fueron. Hoy tengo un pensamiento emotivo para mi amigo Fredu el del bar de Artedo. Grandes ratos pasé en su compañía que bien se come
en su chigre-restaurante. Las voces de mis amigos ya no me llaman. Hay muchos
ojos que se apagaron y no pocas manos que nos podré estrechar pero hay una
sonrisa y una luz encendida para los amigos que marcharon perennemente en mis
recuerdos. Verdaderamente yo amo a esta tierra que me dio cobijo y espero que
albergue mis huesos. Ana en hebreo significa llena de gracia (já ná) como Asturias. Y ya digo todos
los cojos van pa Santana y arriba me voy yo con mi pata galana. La Madre de
Santa Deigenitrix es una devoción
tutelar de los marinos. Varios buques de Lepanto y de La Invencible fueron
bautizados en honor de la Abuela de Cristo y muchos pescadores pixuetos cuando
zarpaban rumbo al Gran Sol a faenar en las costeras del bonito llevaban una
imagen suya que iluminaban en los sollados con un fanal y cuando de regreso
avistaban la cúspide del monte coronada por su ermita blanca entonaban en
cánticos de acción de gracias.
Y
oraciones como “Santa Ana nos val” pronunciado en el cantarín acento de estas
tierras. Devoción ancestral. Culto a la vida. En Santa Ana aquella mujer escondida
en un lugar de Judea se venera a la maternidad pues, según Juan Damasceno, era
un vientre estéril cuando quedó preñada de la Virgen, y ya entrada en años.
“Salí de la tristeza y fui fecundada”, según nos dice este Padre de la Iglesia.
Los
romeros bajan cantando a la puesta del sol. Se ha comido y se ha bebido y
algunos pobrinos que la cogieron pagan sus libaciones en exceso haciendo
tobogán y llegan rodando a casa hasta la fuente el Canto Ay mientras Cudillero
viva…. Y yo cogí una rama verde...
El
sol del verano se alza en su cenit y hasta el año que viene.
LXXIX
ROSARIO EN SOTO DE LUIÑA
Mayo
mes de las flores y octubre que se acerca el del rosario. Recuerdo aquel
invierno cuando estuve tan malo en que bajaba todas las tardes, navas abajo, a
través de unos paisajes de égloga, pedaleando mi burrita bici, cuando sonaba la
campana en el valle al toque de vísperas. Octubre mes también de Lepanto ahora
en que nos da a los españoles conmemorar derrotas como la de Trafalgar que a lo
mejor no fueron tanto. Pero aquella la ganamos. Gracias a San Pío V, a don Juan
de Austria que en este país la mejor sangre de reyes es la de los bastardos, a
Cervantes que estaba con tercianas pero subió el hombre a cubierta a echar una
mano a los lombarderos pero sobre todo a la Virgen del Rosario. Arriba y abajo
que a mi novia le he visto el refajo. Entro por la sacristía y salgo por el
campanario para dar los buenos días a Nuestra Señora del Rosario, se cantaba,
por mi barrio, todos los siete de octubre.
Pues
ya digo yo estaba entonces como una moto y bajaba en bicicleta a echar un tute
con mis compis - Pepe el sastrín, que fue alfayate en Avilés lo menos cuarenta
años e hizo la guerra con la V de Navarra, un tío con un par, Pachu el del
chigre el puente y Xuan de la Tenoria, éste último no pisaba la iglesia porque
era cojo pero a la taberna de Miguel Ángel bajaba poco a poco hasta la plaza
por la calella pues residía en el somo. El resto, todo viellinas. Don Arturo probritín entraba al segundo misterio a
sentarse en el banco de atrás embutido en su tabardo pues hacía frío y humedad
dentro del templo, dejando que la Santa pasara
los dieces. Luego el obispo le llamaría al orden y le dejara sin parroquia por
darle al cristal pero no vi cura tan bueno, un cacho pan. No sé por qué me
acuerdo de estos pensamientos que trae octubre. Siempre ya digo recordaré aquel
invierno astur: por las tardes, vísperas, rosario y tute y si se terciaba un
subastao y algunos vininos. Ay madre, Arturín del alma, aquellos inocentes
juegos y los culines de la solidaridad fueron tu perdición. Menos mal que no
colgaste la sotana.
Es
uno de los pocos sitios el templo de la parroquia de Soto de Luiña, mil años
donde esta costumbre venerable aun se conserva en recuerdo a las banderas de
Lepanto, devoción española nacida en Caleruega, trajeronla de oriente los
dominicos. Viva María. Viva el rosario y viva santo Domingo que lo ha fundado.
No se puede romper una tradición de seis siglos así como así. El rosario es el rosa rosae que declinaron siempre los
labios de los hijos de la aflicción desterrados de este valle en el cual por el
pecado de la primera mujer el diablo estableció su dominio que sólo será
desbaratado por la segunda, la que alentó en sus entrañas al hijo de Dios,
Jesucristo.
Exuda
toda la fragancia del misterio de una religión difícil como es el cristianismo
que debe a su carácter divino ese aspecto incomprensible de perdonar a los
enemigos, sentar dominio sobre las rastreras inclinaciones poniendo brida a la
vesánica cólera, lujuria, egolatría; unas religión que proclama vencerse a sí
mismo. Y es en lo que les saca ventaja a sus otras dos “hermanas” monoteístas.
Mucho
más duro entre los hijos de Abrahán resulta ser cristiano que moro o judío. A
estos se les permite venganza de la ofensa lo que representa carta blanca para
asesinar y tener hasta nueve mujeres o todas las que se puedan sustentar. Por
eso es la verdadera. Porque es la que más cuesta. No es humana sino divina y
necesita los auspicios del ojo de la fe porque con los ojos de la carne muchas
cosas de nuestro credo no se pueden comprender. Y conviene tenerlo bien en
cuenta en estos instantes en que la gran cerastes se arrastra por el maremágnum
de confusión. Sólo en Cristo bendito está la salvación.
En
nadie más. Extra Ecclesiam nulla salus.
Pero ¿cómo está la Iglesia, Virgen santa? ¿Qué Iglesia? Repta la serpiente y
muchos sentimos sus arillas asfixiantes sobre el cuello. Por eso bajábamos al
rosario a Soto a la seis y media todos los días y fiesta de guardar haga bueno
llueva o escampe.
Por la señal... Lo suele pasar con voz
melancólica una buena mujer a la que dicen la “santa” y su locución “by heart”
casi es una queja resonando familiar
bajo la artesa del hermoso templo de arte ramirense. Es casi único en su género
y si no el más antiguo uno de los que tiene una personalidad más fuerte, como
todo lo astur. Cuenta con la concameración típica de las construcciones del
prerrománico que esparce sus aras por toda la España verde con monumentos de
cuerpo chico pero alma grande. Allí los responsiones ciclópeos y en la nave de
la epístola y del evangelio dos retablos barrocos en el que se da rienda suelta
a la imaginación devota mediante la visión alegórica del árbol del Jetsé,
crecal del fruto de la gracia, contemplado con colores vivos y ejecución
entusiasta e inocente. Está emplazada equidistante de Oviedo y de Santiago en
los comedios del viejo camino viejo o del litoral. Rebosante de la piedad
milenaria jacobea. Uno no puede por menos de preguntarse cuántos habrán agachado la cabeza por debajo
de ese cancel, cuantos se habrán prosternado en esas baldosas o habrán hecho
invocaciones desde esas gradas. Parece que de detrás de las arcadas llega el
eco de la viejas canciones del romero a la vista del Monte del Gozo
Herru Santiagu, Gott
Santiagu, Aurrera, ultreya, bruder Jack, Campus Estella, Domine adjuva nos.
Aquí toda la simbología es mariana.
Intercesora por tanto. Y no es que la congregación sea muy nutrida pero se
mantiene el fuego sagrado de la tradición y vamos repitiendo la salmodia en
sarta de dieces que rememoran los pasos más destacados de la vida del Redentor
desde Belén hasta el Gólgota y en todos esos trances se advierte la presencia
callada, tan humana, de su madre María. Es la antigua devoción de la corona o
rosekranz que dicen los germanos.
Es
un lujo, una verdadera gala, el contar con un culto como el de hiperdulía.
Aquellas iglesias en las cuales no hay un mal cromo de la Virgen parecen
huérfanas. Sin embargo, en todas las
antiguas iglesias de asilo del nemoroso valle de las Luiñas se sienten la
presencia de María de Nazaret, de san Miguel y san Roque. Todos estos nombres
son un baluarte invocatorio contra los males que acechaban y acechan incluso
hoy a los peregrinos del existir. Nuestra vida parece conminada por amenazas incesantes
y ocultas contra las cuales no sabríamos combatir sin el valimiento jacobeo, el
mariano o el miguelino. Al bueno de san Roque vamos a rezarle cuando nos
pongamos malos y que su manso can “falague” nuestras miserables postemas. O que
las cure a lametazos. Oh, señor, escucha mi oración, vivo sediento de Ti.
Mientras tanto, a la vez que recitamos el avemaría y nuestros dedos pecadores
recorren la sarta de los cinco misterios es como si trepáramos peldaño a
peldaño por la escalera de caracol de la vida mística. Su husillo angosto da
muchas vueltas y uno se marea o se aburre en la escalada hacia el cielo. Hay
que constreñirse, agazaparse, darse de coscorrones contra los arrimos. Es la
oscuridad del alma.
Salmodia
humilde es el rosario que antaño se escuchaba en todos los rincones de España
al ocaso cuando el sol como una oblada radiante se hundía por el cáliz del
horizonte ensangrentado. En Cudillero era la hora de la arribada. Las lanchas
regresaban de la mar y la voz de bronce de la campana llamaba al rosario en San
Pedro de la Ribera. Las invocaciones de la letanía se fundían con ese piropo a
la vida que representa la hora en que aportan de vuelta las traineras que
regresan de las costeras. El cielo de la mar océana en las noches del
Cantábrico comparece radiante y tachonado de estrellas y cada una es una perla
en el manto de la Virgen del Carmen.
Ave maris stella, Dei mater alma atque semper virgo,
felix coeli porta summens illud ave Gabrielis ab ore.
Ella
protege a los que bogan. Sabe de sus alegrías y penas, afanes y delirios
pecadores y los quiere más que nadie. Estrella de los mares que sosiega las
galernas su escapulario estampado sobre el escobén o luciendo como un
gallardete de bienandanza en la solapa de amura.
Era
la plegaria del anochecido de igual manera que el Ángelus solazaba los
mediodías aldeanos. Según nuestras averiguaciones el rosario no es una
institución occidental sino que vino importado del oriente. Tiene un precedente en el “tasbib” de los musulmanes y en el
“kosmologios” de los eremitas griegos. Lo trajeron a Europa los
templarios. El Temple la había aprendido
de los cenobitas de la Tebaida siria y de los monofisitas sirios los cuales
tenían por costumbre en su oficio de alabanza una constante repetición de la
misma frase. Los anacoretas asturianos encuevados en la pieza secreta o ajarafe
ya pasaban las ciento cincuenta cuentas del oficio divino siguiendo las
recomendaciones de san Pagnufio eremita de la iglesia oriental. Esperaindeo
que fue preceptor de san Eulogio en su “Apologético contra Mahoma” recomienda a
los cristianos en el s. IX que invoquen a la Madre de Dios. Y hay referencias
en Beda el Venerable quien a su vez tuvo una relación epistolar copiosa con el
monasterio de Santo Toribio de Liébana emporio de la liturgia mozárabe. Toda
esta devoción a la Virgen se inspira en el Akathistos
compuesto en el s, VI por un piadoso monje del monasterio del Studium de
Constantinopla para testimoniar el agradecimiento por la protección especial
que dispensó la Madre de Dios a Bizancio cuando la capital sufrió el asedio de
los persas.
Son
veinticuatro estrofas en honor a la edad que tenía María de Nazaret cuando
recibió la visita del arcángel Gabriel nuncio de la encarnación, dicen unos,
aunque no se sabe a ciencia cierta la razón por la cual el número ocho se
repite constantemente en la liturgia cristiana tanto en la latina como en la
bizantina.
El
rosario de santo Domingo de Guzmán -el origen de este santo godo no puede ser
más asturiano puesto que la familia tenía su casa solariega en Toral en el
viejo reino asturleonés- contaba de setenta y dos avemarías para indicar los
setenta y dos años que viviera la Virgen de acuerdo con la tradición. Asturias
con María. ¡Qué bella es esa proclama y cuánta enseñanza benefactora debajo de
esa máxima! Su trono en Covadonga cuna de las Castillas cifra y compendio de
las Españas. Ex unum pluribus. La Excelsa Mujer bisagra del cielo y la tierra
medianera Dios y el hombre que a Cristo siempre lleva. Delicadeza, encanto,
riqueza, algo visceral que no se puede explicar del todo porque la Virgen es
algo inefable. Hace falta ser español, y si se ha nacido al pie del puerto
Pajares mucho mejor, para entender la hiperdulía que es regalo de los sueños y
música que resuena en las cámaras secretas del corazón.
En
esa insistencia de origen misterioso y que Buda también practicaba se basa toda
la mística de la Hesicástica y el hesicasmo no era más que cristianismo en
estado puro y originario. Se basaba en la creencia de que sólo Dios salva y que
para que nos escuche no hacen falta muchas palabras sino frases simples pero
sentidas. “Hijo de David, ten piedad de mí”.
Se
trata de la fe del carbonero pero bendita fe. Luego los conversos, que
aportaron buenas cosas pero que rompieron con una fe ancestral que dio lugar al
expolio infinito, bajo los influjos del humanismo protestante y de las
enseñanzas del Talmud que es algo iconoclasta, instituyeron la oración mental.
Decían que la oración vocal no valía para nada y establecen el contacto directo
con Dios sin sacerdotes sin liturgia y sin intermediarios en relación de tú a
tú. Un poco fuerte y tajante el planteamiento pero en esta actitud de feroz
individualismo se asume el centro de la modernidad. La fe sin obras y todas
esas añagazas debajo de las cuales el diablo orquesta sus emboscadas perenes
contra la cristiandad. Por eso las capillas protestantes al igual que las
sinagogas evocan la tristeza de la casa vacía cuando se ha determinado el
desahucio del culto marial. Y en las mezquitas no se respira otra cosa que alarde
fanático.
Verdaderamente
dicen tales barbaridades porque leyeron mal a san Agustín y no supieron
interpretar la “Ciudad de Dios” cuya conclusión primaria viene a decir que el
hombre no es nada que todo lo da y todo lo quita el poder de la gracia y sin
oración no es posible la colación o garantía de esa gracia divina que mueve el
mundo.
Miguel
de Molinos, con ese furor iconoclasta de los cristianos nuevos demás de
exagerado, llamaba al rosario rahez de todas las devociones, pero todo sabemos
cómo acabó el sabio teólogo jesuita: en las cárceles de la Inquisición. So
pretexto del amor divino sin tasa ni medida ni compás y los deliquios de la
oración mental estuvo metiendo mano en las clausuras de las claras y las
benitas de Roma y dejando a varias religiosas preñadas. Era un apóstol de la
oración mental.
Ojo
que con tanto intimismo el sentido de culto público a la divinidad se está
perdiendo. Por eso los papas no se cansan de insistir en esta tierna devoción
de los humildes. Allí donde se reza el rosario el diablo no puede hacer
trampas. Es el mejor disuasorio contra las fuerzas del abismo. Allí donde
escuchan rezar una humilde avemaría los ángeles malos ni se acercan porque
saben que el fracaso les aguarda. Y los
curas que desde el púlpito despotrican contra el fervor del rosario que ha sido
tan popular le están haciendo el juego a los diaños.
No
es un báculo lo que portan estos falsos pastores sino un garrote. Por eso campa por sus respetos la confusión y
a la Iglesia tan mal le va. Demasiadas complicaciones. Se han arrinconado las
prácticas sencillas, se ha entrado a saco con la liturgia -cada cura en las
misas rezadas pronuncia un canon diferente- y mucha oración mental. Demasiado
escrutinio o discusión y así nos va.
Los
cartujos empero mantienen inquebrantable su adhesión a la Virgen y llevan ya
diez siglos de plegaria. Se dice que una de las claves del éxito de la
espiritualidad cartuja se basa en la guarda del rezo del Rosario y del Oficio
Parvo o De Beata que ellos recitan a diario y copiosamente. No una vez ni dos
sino cien, doscientas veces. Eso ha sido la garantía de su perdurabilidad como
instituto. “Cartuxia nunquam reformata quia nunquam deformata”. Es una orden
que a diferencia de los carmelitas de los franciscanos o de los mismos
benedictinos no tuvo necesidad de reformadores porque nunca se relajó.
La
orden de san Bruno es toda ella un tributo a la oración que se hace a la vez
con el corazón y con los labios. Cuentan que un día un cartujo se murió y hubo
una fiesta en el cielo. El alma del bienaventurado no tuvo ninguna demora al
pasar la aduana. San Pedro al verlo dijo:
-Éste
sí que es uno de los nuestros. Entra directo.
-¿Por
qué le dejas pasar tan rápido sin mirar a las credenciales?- se puso a murmurar
el diablo.
-Trae
recomendación de la Virgen. Se le han
endurecido las rodillas y le salieron callos en los pulpejos de tanto tentar
los abalorios del bendito rosario. Se ha pasado su vida rezando. Díme el número
de las oraciones que has pronunciado desde que fuiste profeso.
Entonces
el candidato a ingreso al paraíso sacó de la faltriquera del escapulario un
papel en el que había anotado el número de padrenuestros, aves, credos y
salvas. La cifra ascendía a más de cien
millones a lo largo de una vida monacal que duró casi cien años porque ni que
decir tiene que el hermano murió de muy viejo. San Pedro quedó maravillado de
la cantidad y ordenó a los ángeles muy autoritario franqueasen las jambas.
-Que
pase, que pase.
Al
verlo llegar la Virgen sonreía y el diablo huyó al infierno impotente con el
rabo entre los cuernos.
Es
una fábula que se repite de continuo en Berceo, en Chaucer, en Villon, en el
Arcipreste de Hita. Todos estos poetas muy humanos y pecadores pero veneradores también de la Hiperdulía. Ellos
cantaban a la vida, a la mujer, al amor profano y al divino, pero siempre
tienen en sus estrofas y en sus lais un pedestal reservado a la Virgen. La
iglesia de Soto de Luiña con sus frescos encaramados a la rama del árbol del
bien lo que los orientales denominan Sofía, otro apelativo para desentrañar el
misterio del culto a Nuestra Señora, hace pensar en aquella devoción
juglaresca. Hasta la bondad y campechanía que no excluye sabiduría y una
profunda inteligencia de su párroco, el llanisco don Arturo, con el cual
tomamos después de misa los de la cuadrilla unos “vininos” en ca Miguel Ángel
hace pensar en toda aquella devoción ingenua de un cristianismo candoroso y
fundamental. Hay un edículo con el rostro de la Inmaculada en lo alto del
carballón de la plaza. Es un roble de porte monumental y de aires románicos
donde se celebraban antaño las reuniones del concejo. Es bueno que la Reina del
Mundo lo presida.
Madre
del Salvador, ruega por nosotros. El rosario es un recurso sublime y el
sortilegio infalible contra los conjuros más terribles, sobre todo ahora que
tanto aprieta la borrasca y muchos barruntamos el naufragio.
Hace
bien el párroco de Soto de Luiña en mantener abierta su iglesia a la devoción
del rosario mientras otros la niegan ya lo sé pero no faltan en esta hora
difícil y los que se están pasando al Turco. No hacen casos todos esos curas de
las recomendaciones del papa que ha pedido que se instituya a diario su rezo a
título de la mejor rogativa por la paz. Contra el turco precisamente se
proclamó la Corona de la Virgen o plegaria del Rosario porque ella rescató a la
cristiandad de las garras sarracenas en Lepanto.
Y
por supuesto me sumerjo en tristeza al leer lo que dice un columnista en un
periódico matritense cuando dice “ahora que nos hemos sacudido la caspa y el
rosario”. La caspa se ha vuelto sarna en él convertido en impétigo del
treponema o morbo sifilítico porque el energúmeno no es otro que aquel audaz
reportero que tenía por oficio conseguirle las putas a un famoso seide de los
sindicatos verticales. Que la Virgen lo cure y lo perdone. El rosario contra el
cual pontifica este plumífero es adarve de contención. Por eso como un amuleto
pende del cuello de los inmigrantes que llegan a España en las pateras. Saben
que ante un eventual naufragio la Señora les largará una estacha. Buen amuleto
ese rosario de cuentas de nacarina fosforescentes. Cincuenta luminares en la
noche y un muro de contención que desafía al fuego fatuo. Brillos de
pacotillas. Profetas falsos.
Este
humilde objeto ha sido el mejor arma que tuvo la Iglesia para luchar contras el
dragón. Ya sabemos que Cerestes, la serpiente cornuda, siempre repta; es su
oficio. Pero el nombre de María lo ahuyenta. Sólo ella conseguirá domar a la
culebra. Y al Culebrón que se enrosca con protervia y aires de desafío, y esta
debe de ser la causa por la cual muchos colegas nos sueltan el rollo ab irato
en el día a día de los escritores, los periodistas y los poetas pendencieros,
con furia y tesón a las cámaras y a los micrófonos. Por donde embiste Cerestes
la serpiente cornuda que hace la guerra con aparatoso apanaje y despliegue de
medios.
Totus
tuus. Domina, adjuva nos.
LXXX
ACACIA
A la entrada de Segovia según se va por la carreta
de Madrid bajando la cuesta de baterías hay un puente romano el de Valdevilla
por el cual las antiguas cohortes y clades de augusto vadeaban con su
impedimenta el río Clamores que hace dos milenios debía de llevar mucha más
agua que ahora y en la otra orilla estaban las casas militares unos chalecitos
un pequeño jardín delante y un corral detrás en las que transcurrió mi
infancia. La colonia inaugurada por el coronel Tomé en 1951 (guardo una foto de
la ceremonia de la entrega de llaves) y que había sido edificada por presos de
guerra que en régimen de redención de penas por el trabajo trabajaban para Regiones
devastadas hoy ha sucumbido a la recalificación de terrenos –esto no era más
que un peñascal- y a la reconversión urbanística. O a la
revanchista de algunos que se liaron a derribar lo que había construido
el anterior régimen. Se cerraron cuarteles y se ha dejado prácticamente
indefensa a la nación o bajo el paraguas estratégico (es como tener un tío en
Alcalá) de la OTAN. Y la reforma del ejército constituye hoy por hoy una de las
grandes amenazas al porvenir de la unidad de la nación. Sin conscripción y sin
levas la mili que era una escuela de hombres de ciudadanías y de valores ha
dejado de existir. El puente que había ha sido cegado para canalizar al
clamores que desde hace bastante tiempo era un río subterráneo, Guadiana bajo
los arcos del acueducto. Pero aun quedan los apeos y el pretil. En el lado de
allá y en la curva que hace la carretera sigue la acacia plantada por mi padre
en la esquina del patinillo del sargento casado. Más allá vivía el brigada
Vences un poco más el teniente Ricardo y un maestro ajustador de Zamora que
tenía un hijo que se llamaba Pedrito que jugaba conmigo al guá. Siempre andaba
con mocos.
-¿A qué Virgen alumbras, Pedrito?
-A la que me dé la gana.
La acacia ha crecido tumbada porque a los de mi cuadrilla nos gustaba zarandearla
por el tallo como si fuese una muchacha. Y digo la acacia sigue floreciendo y
tiene 56 primaveras poco menos de un lustro que yo. Siempre que vuelvo a mi
pueblo me fijo en ese detalle y paseo mi melancólica rodada por lo que fue mi
barrio que es lo que llaman Castrobocos
LXXXI
POBRE DON ARTURO
Este sacerdote al que yo había conocido en tiempos
de Comillas había nacido en Llanes y regentó varias parroquias de la
archidiócesis de Oviedo. Fue calumniado, vilipendiado o martirizado
psicológicamente por esos sayones y esbirros que acaso fueran los mismos que
crucificaron al Señor y no exactamente los judíos como se da en decir y que se
dan muchos golpes de pecho. Sí, sufrió mucho y murió en el mayor de los
desamparos en la casa sacerdotal de Oviedo creo que de pena después que le desposeyeran de su parroquia de Soto
de Luiña. Debe de ser un cargo de conciencia para el actual arzobispo Osorno.
Ya sé que ellos tendrán otras razones. Que de vez en cuando un culín, que tenía
depresiones, que estaba loco. Sin embargo, sus misas eran sencillas y conforme
a la antigua liturgia preconciliar. Sin embargo decía la misa en vernácula. En
una ocasión y sólo para unos pocos celebró en privado la Misa de la Virgen. El Sancta Parens la que solían decir los
clérigos de pocas luces que gustaban a Gonzalo de Berceo. Se la
sabía de memoria. Me veo en la obligación de recordarle casi como un mártir de
la iglesia como una víctima de la jerarquía que funda casas de acogidas para
los extranjeros y practica una caridad ficitia de filantropía y de buenismos
según la filosofía de los derechos humanos. Pero ¿Y los derechos humanos de los
que están a la puerta de casa, del vecino, del que está próximo? ¿Dónde está la
clemencia? ¿Dónde la compasión? Estos
filántropos y cristianos se van a practicarla muy lejos olvidando al que pasa
por su lado. Pobre don Arturo. Le quitaron su parroquia y se murió de tristeza.
En la ortodoxia los diáconos tienen la obligación de defender a sus presbíteros
caiga quien caiga y denunciar los atropellos que pueda cometer contra un pobre
cura que murió de tristeza. Sirvan estas fotos de domingo de Ramos como
recordatorio. Creo que le persiguieron porque tenía escrúpulos de decir una
misa protestante de espaldas al altar según las rubricas canónicas del Vaticano
II y unos fariseos lo denunciaron acusándole de borracho y de maricón. Por lo
visto esa opción sexual no es un delito aunque mucho dudo de que lo fuera.
¿Quién hará justicia? ¿Quién defenderá su honor? Yo creo que cera demasiado
bueno. Le gustaba tomarse unos “vininos”
como él decía con los paisanos pero jamás faltaba a sus obligaciones de párroco
ni a su misa que la despachaba con rapidez porque a él lo que le gustaba era
decirla en latín y por las tardes su rosario. Que la Virgen María, refugio de
pecadores, lo tenga bajo su manto. Murió hace tres años ya digo pobre y
abandonado.
LXXXII
FUERON A POR PUTIN
Sangriento 18 julio 2014 la serpiente repta y a lo
que parece la bestia domina la esfera armilar entre sus garras. Un jumbo
malasio con 278 pasajeros a bordo cayó en las tierras negras de Ucrania los
campos de trigos y de girasoles de Donetsk abatido al parecer por un caza o por
un misil estadounidense. La orden fue impartida desde Kiev donde domina el
gobierno títere de un tal Pedro Prosherenko el rey del chocolate. Otro avión en
que viajaba de regreso a Moscu Vladimir Putin poco antes cruzó el espacio aéreo
de esta zona de guerra. El fuselaje y la bandera roja azul y blanca de Malaya
son casi idénticas a los de la Federación Rusa circunstancia por la cual los
controladores de Kiev pudieron tomarla por enemiga y fue abatida. El aparato
estalló en el aire y los restos humanos del pasaje cayeron esparcidos por una
zona alrededor de 15 kilómetros. No quedaron carbonizados como suele suceder cuando
el accidente se debe a un percance mecánico. Lo terrible del caso es que Obama
acusa a Rusia de ser la responsable de este crimen de guerra inculpando a las
facciones prorusas y milicianos del este ucranio que libran una batalla contra
el régimen Prosherenko. A Obama le corea y aplauda toda la canallesca de
Occidente. Los tubos de escape del agitprop se han puesto en marcha vomitando
fuego. La mentira y la propaganda está ganando el pulso a la objetividad de los
hechos ciertos. Moscú por su parte responsabiliza a usa del trágico siniestro.
La CIA promovió los sucesos golpistas de la plaza de Maidán que derribaron al
gobierno legal de Yanukovsky. Obama vuelve a ser el negro zumbón de la cara muy
dura que larga sus discursos con vocales rotundas como si estuviera zampando un
saco de patatas. Y a Rusia quiere comérsela cruda atacando por sus blancos
demonizando a los países antiguamente llamados satélites de la URSS. Kiev es la
madre de las ciudades rusas y Ucrania el corazón de la ortodoxia. El conflicto
entre eslavos ortodoxos adquiere una dimensión escatológica y religiosa de
ataque al cristianismo. Cristo ya lo venimos diciendo no gusta a los globales y
hay que, dominado el Vaticano por la sinagoga con ese papa Pancho el del mano
coramvobis ese jesuita argentino que estuvo en la nómina de la CIA y
transformado en una ONG al servicio de los intereses globales del sionismo,
terminar de una vez por todas con el cristianismo del que La Santa Rusia sigue
siendo su representante y máximo adalid, porque ningún otro líder mundial al
que hemos visto compareciendo en las ceremonias de pascua poniendo velas a los
iconos y compareciendo como un feligrés más en las misas cantadas. Ahí está el
busilis. El derribo del avión que iba de Amsterdam a Kuala Lampur, coincide qué
casualidad con la limpieza étnica desencadenada por el gobierno hebreo de
Netanyaju contra Gaza, una lucha desigual, de la infantería mejor dotada del
mundo contra unos pobres moros que sólo tienen un arsenal de catapultas y cuyos
disparos no alcanzan el blanco al romperse contra el paraguas antinuclear o
cúpula de hierro que han montado los norteamericanos en Israel. La mentira la
manipulación la intoxicación informativa son artilugios que utiliza la Bestia
siguiendo las pautas de una vieja táctica implacable. Los llamados separatistas
prorrusos lucen todos en sus solapas la cinta de la cruz de san Andrés y han
salido en defensa de sus tierras en defensa contra el nazismo. Por suerte o por
desgracia ya quedan pocos nazis en Europa y los remanentes exhiben en lugar de
la esvástica la estrella de David o las estrellas y las barras del Tío Sam. Que
quieren el pensamiento único a beneficio del gran capitalismo y las riquezas
del mundo en manos de una castuza que dice llamarse demócrata respetuosa de los
derechos humanos. Tanto lo respetan que matan y aniquilan a los que no piensan
como ellos los destierran y en esta labor de zapa el planeta tierra huele a
cuerno quemado esto es a cadaverina. Ni la Sienen ni el nyt publican nada de la
limpieza étnica que está ocurriendo en Donetsk o Slaviansk esos cadáveres de
mujeres y niños asesinados al pie de edificios achicharrados por el
armamento occidental. Queríamos una
democracia de cuño occidental. Esto es lo que queríamos. Ahí están los
cadáveres encima de la mesa. Iban a por el presidente Putin, cometieron un
error, se equivocaron de objetivo, tomaron un avión malayo con pasaje holandés
por un ruso en el que volaba el presidente con toda su comitiva no
importa, manipulemos. Obama aprovecha la
oportunidad de viejo mafioso caradura, negro judío cuarterón, para transformar en victoria propagandística
lo que ha sido una derrota de sus proyectiles tierra aire, para cacarear su triunfo, el triunfo de la
democracia que él proclama. Ya tenemos
cuatrocientos cadáveres encima de la mesa. Toda revolución, toda declaración de
guerra necesita un muerto o un atentado como pretexto como ocurrió en Sarajevo
hace una siglo. El sistema se lo inventó Lenin. Lo había aprendido del
coheteril soviético vuelve a adquirir proporciones apocalípticas Talmud y es un
arma psicológica que esgrime la CIA con eficacia. Se inventan pretextos para
incoar una guerra lejos de sus fronteras. Ucrania un país de Europa de signo
trágico porque en él se consumó el triunfo de los soviets y se instaló el sistema.
La explosión de la central nuclear de Chernobil que ha sido dada de mano por la
investigación forense para convertirse en arma de propaganda seguramente fue un
sabotaje maquinado por los ingleses. Ucrania donde ya los griegos lidiaron las
guerras del Peloponeso vuelve a la palestra en medio del horror al anticristo y
con el retumbar de los tambores de guerra. Suenan los clarines del miedo,
estruendosos de mentiras y cargados de propaganda. Protervia y soberbia al de
por junto. Arte diabólica.
LXXXIII
DESPUÉS DE UCRANIA,
CATALUÑA
Tres
imágenes han conmovido mi sensibilidad este verano del centenario de la
“guerrona”. Uno fue el del rabino subido a la carlinga de un tanque salmodiando
y bendiciendo a las tropas antes de que el ejército hebreo lanzase sus
poderosos Mercabas y su artillería pesada contra Gaza. Otra, la del avión
holandés abatido sobre las tierras negras de Slaviansk. Por último, la del
honorable Jordi Pujol acusado de ladrón. Todos los euros que le enviábamos los
españoles al presidente de la Generalidad para aplacar sus ansias separatistas
guardabalos en un cajón y luego fajos de billetes metidos en una bolsa de
deportes tomaban el camino del exilio. Enviaba sumas millonarias a Andorra y
tenía cuentas en Suiza. El “molt honorable” sátrapa de Ciu no era tan honorable
pero desde mis solos, mis apliques, mis cuentos y artículos ya habíamos
advertido que don Jorge no era trigo limpio. Nos llegaron recriminaciones
insultos y amenazas y dicterios acusándonos de fascistas a los que advertíamos
la torpeza de estos políticos – se había dicho en Madrid que el “caganet”
porque por su fisonomía recordaba a esas figuritas que se colocan en los
nacimientos de Cataluña por navidad era todo un hombre de estado un verdadero
“stateman” un hombre de estado- trincones y con licencia para robar. La baba
adulatoria en nuestro país alcanza límites increíbles. Dale a la cometa que
vamos a un convite de catalanes. El antiguo médico generalista barcelonés era
amigo del rey Juan Carlos el cual, oliéndose la tostada, antes de abdicar se
aforó para impedir ser llevado a los tribunales. “Tranquilo, Jordi, tranquilo”
le insinuó el monarca en una llamada telefónica el 23F. El Borbón se estaba
oliendo la tostada. Tiene cuentas en Suiza y junto con Pujol es una de las grandes
fortunas europeas. ¿Adónde ha venido a parar esta democracia? Desgraciadamente
las escenas que se han podido presenciar este verano de 2014 edificios
agujereados oír la metrallas, ciclistas alcanzados en plena calle, multitud de
mujeres y niños desplazados que abandonando sus hogares huían a Rusia, a causa
de la guerra entre rusófilos separatistas y ucranios, pueden vivirse en Lérida,
Gerona, Barcelona o Tarragona no tardando mucho. En Madrid no lo quieren ver,
cierran los ojos pero las secesiones siempre resultan dolorosas y vierten
sangre principalmente de inocentes y de gente que pasaba por allí porque los
políticos se fugan todos a Suiza con el maletín. Todo el mundo sabe que las
barricadas de Kiev en una increíble ceremonia de confusión fueron organizadas
por el multimillonario Soros para provocar una guerra en Ucrania el patio de
atrás de Rusia. Objetivo: el trigo de las tierras negras, el petróleo, el gas.
Los nazi-zionistas conocen bien la aguja de marear. El conflicto Ucrania les
sirvió de pretexto para echar a rodar los carros de combate sobre Gaza. Se
empeñan en una nueva reconquista para la reconstrucción del Eretz Israel. La
economía, la política y la religión han ido de la mano en este cruento verano.
Pero ese dios con licencia para matar al que invoca el rabino cubierta la
cabeza del paño de oración no es el dios justo clemente y amoroso padre al que
invocamos los cristianos sino el de la venganza el avasallamiento la muerte el
que surge en ese libro de hazañas bélicas que es el antiguo testamento. La
escena me ha llenado de dudas y de perplejidad porque ellos no se refieren al
Cristo que predicó el perdón y volver la otra mejilla sino al que truena en el
Sinaí. ¿Existe una relación entre el Padre y el Hijo? Antiguo y nuevo
testamento ¿lanzan mensajes incompatibles? A pesar de todo doy de lado a estos
escrúpulos blasfemos y me digo que la mentira, la maldad, el perjurio no pueden
medrar, no son creativos sino destructivos. Hay un venero invisible, un río
interior, que se mueve por debajo de la historia que hace avanzar al progreso y
lleva a la humanidad por la senda de la esperanza. Ese es el verdadero Israel
no el de los nazis-zionistas al que yo adoro y suplico, el de la paz, la
poesía, la belleza literaria. Estas dudas, tales anhelos junto con mi amor a
España a la que veo amenazada y casi destruida, me han movido a escribir a este
libro. Tendrá que pasar esta pesadilla. “Porque pasarán el cielo y la tierra
pero mi palabra no pasará”.
1-VIII-1014
Epílogo
CANTO A JESÚS
Al final de las misas en la liturgia rusa el
sacerdote entona el canto a Jesús. Nosotros incluimos la plegaria, cantada es
tan larga como bellísima en este libro a modo de epílogo porque su nombre ni su
palabra no pasarán y son el salvoconducto de victoria contra las fuerzas del
mal y del anticristo:
“Dulcísimo
Jesús gloria de los apóstoles, Jesús mío primero de los mártires, señor del
universo, Jesús sálvame. Jesús mío a quien recurro, ten piedad de mí, escucha
los ruegos de tus santos y profetas, tráeme las dulzuras del paraíso, tú que
amas a los hombres. Creador de los ángeles y señor de las fuerzas, que diste
vida a nuestros primeros padres. Jesús corona de los patriarcas, que diste
poder a reyes y gobernantes, que cumpliste las profecías que de ti se
anunciaban. Jesús fortaleza de los mártires, manso Jesús alegría de los monjes
y presbíteros, acompañante de los peregrinos, compañero de los que ayunan. Que
llevas la perseverancia a los religioso. Jesús purísimo protector de los
castos. Jesús salvación de los pecadores. Jesús hijo de Dios ten piedad de mí.
Ante tu presencia elevo mis brazos y me prosterno en oración y beso tu cruz.
Amen”
02/08/2014
Fin
Índice
1.- EL
CENTURIÓN DEL GÓLGOTA
2.-NOCHEBUENA
EN EL FRENTE DEL ESTE
3.-ALDOUS
HUXLEY
4.-AMANUENSES
Y FONTANERO
5.-IRENISMO
TOTALITARIO
6.-ORWELL
ESCRITOR DE ESCRITORES
7.-ARBÁS SITIO
MÁGICO
8.-RECOMENDACIÓN
DEL ALMA
9.-EL CURA DE
VERICUETO
10.-TOMÁS
SALVADOR
11.-LA GUARDIA
CIVIL AL SERVICIO DE UN ESTADO TOTALITARIO
12.-CANTAMAÑANAS
Y BUCANEROS
13.-DEMOCRACIA
DEL CORTE INGLÉS
14.-POR EL
CAMINO DE SANTIAGO
15.-EL DEÁN DE
COMPOSTELA Y EL ROBO DEL CALIXTINO
16.-APARECE EL
CÓDIGO CALIXTINO
17.-CAE LA
NIEVE DE OTROS INVIERNOS
18.- BULGAKOV
Y EL APOCALIPSIS
19.-SEGOVIA
MISTERIOSA
20.-CARTAS
ENTRE MENÉNDEZ Y PELAYO JUAN VALERA
21.-CENTENARIO
DE JOSEMÁRÍA PEREDA
22.- RODRIGO
ROYO ESCRIBE LA GRAN NOVELA DE LA GUERRA
CIVIL
23.-CÁRCEL DE
AMOR
24.- LA PAZ
EMPIEZA NUNCA
25.-ARGAVIESO
DE AGOSTO
26.-AL
CATÁBULO
27.- A
GARROTAZOS
28.- EL CANTO
DE LA PASIÓN EN LATÍN
29.- CONJURA
INTERNACIONAL CONTRA RUSIA
30.-
QUIRÓGRAFO DE LA ASCENSIÓN
31.-IGLESIA Y
TEATRO
32.- CONJUROS
33.-AZOGUEJO
34.-HAROLD
PINTER
35.- BABLE
36.-BARTOLOMÉ
ARGENSOLA
37.-EL AÑO DEL
SAPO
38.-LA HUERTA
DEL NISO
39.-EL
INQUISIDOR VALDÉS
40.-SOTO DE
LUIÑA EN EL CAMINO JACOBEO
41.-BUENA
ORINA BUEN COLOR
42.-EL DUQUE
DE BORBÓN
43.-EL GRECO
44.-CISNEROS
ALFAQUEQUE DE DIOS
45.-ALONSO DE
PALENCIA CRONISTA DE ENRIQUE IV
46.-TESTAMENTO
DE DOÑA URRACA
47.-ENRIQUE IV
ESTABA BIEN DOTADO
48.-ENRQUE IV
Y LA IGLESIA
49.-EL CRONISTA
HERNANDO DEL PULGAR
50.-ENRIQUE IV
Y LOS JUDÍOS
51.-AGRIDULCE
REINAR
52.-LOS
MORISCOS
53.-OLIGOANTROPÍA
ESPAÑOLA
54.-MARTES DE
CAMPO
55.-EL
ARZOBISPO CARRANZA Y LAS CASAS
56.-HOGUERAS
INQUISTORIALES
57.-CASTA DE
HIDALGOS
58.-ROMANCE
DEL AMOR DIVINO
59.-COLGAR EL
RATÓN
60.-GERMANA DE
FOIX
61.-EL CADETE
62.-JOAQUIN
DIAZ JUGLAR DE LA NOCHEBUENA
63.-LA LOZANA
ANDALUZA
64.-EL
ESTEBANILLO
65.-GERARDO
DIEGO
66.-GÓNGORA
67.-CRISTOBAL
DE CASTILLEJO
68.-APORTALLADOS
DE SACRAMENIA
69.-MARISOL DE
ESPAÑA
70.-AZNAR NOS
HIZO LA HIGA
71.-INMIGRACIÓN
EN ALUD
72.-HIMNO A
SAN FRUTOS
73.-ARMANDO
PALACIO VALDÉS
74. PASCUA
RUSA
75.- EL
MANZANARES NAVEGABLE
76.- LLANTO
POR UN UROGALLO
77.- ACACIA
78.- ROMERÍA.
HOY ES SANTA ANA
79.- ROSARIO
EN SOTO DE LUIÑA
81.- DON
ARTURO
82.-QUISIERON
MATAR A PUTIN
83.-DESPUÉS DE
UCRANIA, CATALUÑA
EPILOGO.-CANTO
A JESÚS