Profanadas nueve tumbas del único cementerio militar alemán de España
El camposanto de Cuacos de Yuste, Cáceres, amaneció el pasado viernes con las cruces destrozadas
Madrid
Chema Hernández, de 42 años, paró su tractor a las 9.30 del pasado viernes. “Vi unas pintadas en la pared del cementerio que me llamaron la atención (“Ni nazis con honores, ni antifascistas en cunetas”) pero seguí por la carretera porque tenía que devolver unos contenedores a un pueblo de al lado”, cuenta por teléfono. Ya de vuelta, este trabajador eventual del Ayuntamiento de Cuacos de Yuste, Cáceres, frenó frente a la puerta del camposanto. Allí, junto a un compañero, se dijo: “¡A ver si han entrado!”. Nadie sabe quién o quienes, todavía. Pero sí los hechos: un acto vandálico que ha destrozado hasta nueve tumbas en el único cementerio militar alemán que existe en España, donde están enterrados 180 militares de la Primera y Segunda Guerra Mundial.
“Las pintadas ya las han hecho otras veces, pero lo de las tumbas sí que es la primera vez que ocurre”, cuenta el alcalde de la localidad, José María Hernández (PP). “Hablé rápidamente con el embajador alemán. Creemos que ha sido un grupo de más de cuatro personas porque esto no lo hace uno solo. No creo que sean del pueblo, aquí sabemos muy bien lo que significa”. El regidor de este municipio de 800 vecinos dice que está en permanente contacto con la Guardia Civil y con la embajada alemana. Los diarios regionales Hoy Extremadura y El Periódico de Extremadurase hicieron eco de la noticia el mismo día.
“Otros años también han aparecido pintadas, pero de manera puntual, chiquilladas”, cuenta un portavoz de la Guardia Civil de Cáceres. “Pero nada comparado con esto. Esta vez han roto nueve cruces”. Este periódico se ha puesto en contacto con la embajada de Alemania, pero de momento no ha obtenido respuesta.
El cementerio alemán fue inaugurado el 1 de junio de 1983. El proyecto nació ocho años antes, cuando la embajada de Berlín compró el terreno. Se sitúa en un idílico paraje rodeado de alcornoques, robles, olivos. Al lado del Monasterio de Yuste, donde falleció el emperador Carlos V en 1558. El lugar siempre está abierto. Los turistas y curiosos suelen acudir los fines de semana. Una vez dentro, se observan 180 cruces de granito oscuro alineadas: 26 tumbas albergan militares de la Primera Guerra Mundial; 129 de la Segunda, 25 In Memoriam (no contienen restos) y ocho son desconocidos. La embajada organiza una ceremonia cada año el segundo sábado de noviembre.
“Eran aviadores y marinos de las dos guerras mundiales cuyos cuerpos fueron encontrados en diferentes puntos del litoral español”, cuenta Ignacio Martínez de Pisón en el libro Yuste, cementerio alemán. “Lo que más llama la atención es la extrema juventud de los soldados: abundan los que, nacidos en 1922, hallaron la muerte en 1943”.
El camposanto militar alemán depende de la Volksbund Deutsche Kriegsgräberfürsorge, una asociación que mantiene 827 camposantos en 45 países. “La idea era concentrar a todos los militares alemanes muertos en España que habían sido enterrados según iban apareciendo”, contaba José Carlos Violat a este diario hace cinco años. Violat es historiador aficionado y coautor del libro El cementerio militar alemán de Cuacos de Yuste.
“Hoy me ha llamado el subteniente de la embajada”, cuenta el jardinero del cementerio, Isidoro García, de 59 años. “Están en contacto conmigo para encargar nuevas tumbas. También han roto dos maderos al entrar. No creo que los autores sean de muy lejos”. García lleva cuatro años trabajando en el cementerio y, según cuenta, nunca ha visto nada igual. “De vez en cuando te encuentras también alguna pintadita como ‘nazis fuera’, pero nada más”.
Cipriano Hernández, de 58 años, vive a 150 metros. “No escuché nada, vi las pintadas al día siguiente y entré”, cuenta. “Eso ha tenido que ser a mala fe, con una maza. No creo que los responsables sean de por aquí”.
El pueblo amaneció con varias banderas de España el sábado. “Las colocaron en las dos entradas y en la plaza. En esta última ponían A. H. T. R”, cuenta el alcalde. “Un vecino me dijo que podría ser la abreviatura de ‘Adolf Hitler tenía razón”. Las insignias fueron retiradas rápidamente. Las pintadas del cementerio se borraron este lunes. “Los alemanes son muy eficaces”, dice el alcalde.