CELA 19 AÑOS SIN ÉL
Hoy día de san Antón (hasta san Antón pascuas son y la gallina pon)
Se cumplen 19 inviernos del sepelio de CJC.
El maestro duerme al pie de un olivo grecal, el árbol símbolo del eterno Israel, en tumba humilde de tierra del camposanto de Iria Flavia en la trasera de la románica iglesia de san Pedro Mezoncio el obispo que compuso el himno Salve Regina.
Nada mejor para llorar a un escritor que leerle y yo estoy en divertida danza con su gran libro sobre erotismo y me topo con esta perla:
un sargento de la escala de la reserva
con la polla abría latas de conserva
y un sargento de un tabor de Regulares
con la pija hacía juegos malabares
pero un teniente de la misma compañía
por mucho que lo intentaba
no podía
moraleja: en cuestión de cojones
la milicia no admite graduaciones
La chusma propagandística que anda por estos días ensalzando a Galdós, el que quería comerle el parrús a la Pardo Bazán y chuparle el opulento tetamen, no sabe que don Benito el Garbancero era un poco sicalíptico y morboso, parece haberse olvidado de él, acusando de fascista a uno de los mayores genios del idioma castellano.
Cela sin embargo en esta obra de arte que es el Diccionario Secreto rehuye lo morboso y se muestra lozano y sin tabúes a la hora de abordar un tema como es el erotismo a sabiendas de que es sucia pero inevitable parte de lo humano.
Las palabras más en boca de los hispanos prohibidas por el diccionario tienen un carácter erótico. Decimos coño, joder, cagüen la leche, nos ha jodido mayo y otras similares a todas las horas.
Ya lo decía el maestro en un debate parlamentario; no es lo mismo dormir que estar durmiendo como tampoco es igual estar jodido que estar jodiendo. Esto de joder la marrana es muy español. Joder viene del latín fodio que es lo mismo que cavar. Fodio fodis fodere fosi fosum de la tercera conjugación irregular (desenterrar, abrir fosos. Punzar, atravesar, espolear, darle a uno con el aguijón).
Por irreversible umlaut, cuando las consonantes palatales intervocálicas trocaron la f en h y luego en jota, lo convertimos en el vocablo más en boga. Otra indefectible palabra es coño no vayamos a Logroño donde se guarda el coño de la Bernarda en un recipiente, que debía de ser muy bonito aunque los coños sean siempre de por sí bastante feos y sepan muy rico.
Procede también del sustantivo latino cuneus (cuña). Perdió su significado original de sustantivo y es una interjección en boca de todos a todas horas. De los cojones una voz frecuentísima y del que Cela realiza en este libro un estudio concienzudo y cabal ya hablaremos en otra ocasión.
Se le puede acusar de todo al bueno de Camilo que tenía algunos golpes que aterraban a la parroquia (en Asturias no era bienquisto desde que se metió con la Virgen de Covadonga "ye pequeñina y galana pues que e joda") se le puede acusar de todo menos de obscenidad.
Era un tipo muy sano yo lo conocí que colocó estas cuestiones del coito sexual en el lugar que se merecen, en su categoría excretoria y fisiológica como el cagar o el mear pero sin complejos ni morbosidades. Al pan, pan y al vino, vino.
(continuará)