PUBLICO UNO DE MIS MEJORES LIBROS CARTAS A MI HIJA INGLESA
Día de la epifanía, el mundo se debate en guerras, tan cruentas como la de Gaza, crisis políticas en España, parlamentos de papel y yo busco en mi interior la paz de Xto y el perdón hago recapitulación de lo que pudo ser y no fue.
Fui agraciado por los dioses de aquel amor inglés y no lo supe reconocer aturdido por los petardos de la revolución del 68, las canciones, muchas canciones, de Beatles, Joan Baez, el mago Elvis.
Se trata de un libro Epifanio, quiero decir manifiesto o manifestación de mi culpa, mis desengaños y mi ingenuidad. Todas estas cosas me llevaron por la senda de la literatura, que es un camino de la amargura, lleno de abrojos, desaires e incomprensión. Así y todo no me considero un fracasado. Me apoyé en el tentemozo de la fe y con esta apoyatura realicé mi vividura.
Yo tuve un gran amor inglés del que nació Helen, es la órbita en torno a la cual gira casi toda mi poesía y mi obra literaria, no exenta del sarcasmo y la mala sombra del pícaro, una coraza para sobrevivir a las purgas silenciosas del posfranquismo.
Todos aquellos que escribimos en los tiempos del Caudillo acusados de colaboracionistas fuimos enviados
A la gehena pero acá estamos. Y este es el sentido de la nueva obra que rindo a los tórculos el día de la epifanía de 2024 cuando cumpla si Dios quiere ochenta años.
Todo hoy en mí es limpio y claro, me acabo de bañar en las aguas del Jordán. El Señor Dios se manifiesta a las gentes, lavará nuestras culpas y vencerá al diablo dentro de los tres prerrequisitos mundo, demonio y carne.
Alegraos. Alégrate Helen que ibas para periodista, pero preferiste ser enfermera y te abrazaste a los dictámenes del Juramento de Hipócrates.
Antes de partir yo diría que le debo un gallo a Esculapio como Sócrates y tú Suzanne aquella flapper, la más bella de las hijas de Albión, alégrate.
Te has transformado en ese hermosa viejecita de Kings and Coronets