Seguidores

Seguidores

domingo, 25 de septiembre de 2022

 EL SANTO NIÑO DE LA GUARDIA CRIMEN RITUAL

 

domingo, 25 de septiembre de 2022

 

Hoy celebraba la iglesia toledana la conmemoración del asesinato del Santo Niño de la Guardia al cual Yosef Franco y Benito de Santamaría con otros conversos y practicantes del mosaísmo echaron mano en la Puerta el Perdón de la Catedral Toledana y lo asesinaron en un simulacro de la pasión el día de Viernes Santo.

 El muchacho era hijo de Alonso de Pasamonte un aguador y su mujer Engracia que ejercía la prostitución. El sortilegio se celebró en la localidad de Tembleque. Los captores extrajeron el corazón del muchacho y mezclando sus cenizas con una hostia consagradas que les proporcionó el sacristán de la iglesia mayor de la Guardia un judaizante lo esparcieron por el lugar para atraer maleficio contra los cristianos.

En los anales de la diócesis toledana se habla de un larguísimo proceso incoado  por la inquisición de Salamanca en 1476 y que duró hasta 1491 con la muerte en el brasero de Ávila de solo uno de los encausados el sacristán que proporcionó la sangrada forma a los de la tenida.

 Los demás todos de la familia de Yosef Franco fueron penitenciados o habían fallecidos. Un hecho que refutan los historiadores Joseph Pérez y Suarez Fernández los cuales aseguran sin ponerse de acuerdo que en ejecución del proceso fueron quemado nueve judaizantes.

 El proceso tuco una larga repercusión en toda España y debió de ser determinante para mover a los Reyes Católicos al decreto de Expulsión. En mi niñez segoviana oí hablar de las prisiones del tal Franco en la cárcel cercana a la iglesia del corpus donde había tenido lugar otro crimen ritual que dio lugar al milagro de la hostia que se elevó por el cielo de Segovia y fue a parar al convento de San Esteban. Viejas historias. La catorcena, los judíos, las mofas sacrílegas.

Castilla en su mayordomías no ocultaban la raíz conversa y los cristianos nuevos se mofaban del dogma de la transubstanciación. El crimen ritual estuvo presenta lo largo de toda la Edad Media. En Zaragoza se dice también que los judíos crucificaron a un monaguillo de la Seo Santo dominguito del Val y asesinaron cuando celebraba misa a San Pedro de Arbués.

 Ni quito ni pongo ni rey. Que no me acusen de antisemita pero los hechos son tozudos y sé lo que muchos ignoran y estos hechos me hablan del carácter converso y fanático de la inquisición española. Hablan e la Spanish Inqusition y yo diría más bien the Jewish Inquisición  cuya férula la padecí yo a  lo largo de mis días y hoy con la guerra de Ucrania es más acérrimo que nunca. Que Dios perdone al pueblo de Israel.


lunes, 19 de septiembre de 2022

DESENCUENTROS ENTRE ESPAÑOLES E INGLESES

 

my love for little England. This has nothin to do with global and warmonger UK Recuerdo de una boda regia de Felipe II y María Tudor

 BODAS REALES FELIPE II MARIA TUDOR EL AMOR QUE NO PUDO SER

Alguien me acusa de anglófobo pero yo tiro por la calle de en medio y recuerdo aquella estanza de Gutierre de Cetina el poeta que acompañó a Felipe II en su viaje nupcial a Inglaterra aquel húmedo verano de 1554: “Que yo no querré amores en Inglaterra, helos mejores en la mi tierra”. En verdad   que este verso para mí es juramento en falso porque los amores que este pobre escribidor pertenecen al cupo de la Rubia Albión. Fueron definitivos e irrevocables. Hoy Inglaterra devuelve a la tierra lo que es suyo: el cuerpo de Isabel II que permaneció en el trono de Eduardo el confesor tres cuartos de siglo. Exequias larguísimas, acaso desorbitadas, todo un acontecimiento mundial. Una boda y un funeral. El cenotafio en la abadía de Westminster quizá tenga poco que ver con las arras y los suspiros de la catedral de Winchester aquel dia de Santiago de 1554. Felipe II y Mary Tudor la hija de Enrique VIII y nieta de los Reyes Católicos y Felipe de Ausburgo (eran primos carnales) juraron amor eterno ante el arzobispo Wosley que celebró la misa asistiendo como diacono el arzobispo Carranza primado de Toledo. Desde el principio hubo desencuentros pues a los españoles les gustaba el vino y a los ingleses la cerveza. El protocolo hispano era mucho más estricto que el inglés. No se permitían los besos en la boca y los ingleses eran unos besucones. También las costumbres sexuales eran entre los isleños mucho más laxas en cuanto a amoríos. La primera crisis matrimonial entre los desposados aconteció por los celos de Mary. A Felipe joven y guapo le gustaba correrla y se veía con una famosa panadera de Putney cuentan las crónicas que era toda una beldad. Pero al monarca español no le gustaba la cerveza ni el clima ni tampoco su mujer locamente enamorada de su persona (Mary era una moza de blancas carnes el culo grande buena pernamenta pero desdentada, no le quedaban muelas en la boca). Está claro que se trataba de un matrimonio de conveniencia. De haber tenido sucesoria historia de Europa hubiese cambiado. Nada sería lo mismo. Se metieron de por medio el orgullo inglés, la altanería de los godos y el fanatismo papista. Son malas las guerras de religión. Todo se encabrona. La nieta de los reyes católicos hija de Catalina de Aragón a la cual repudió Enrique VIII porque no le daba un hijo varón se educó en el catolicismo más estricto.se negó a aceptar el Common Prayers Book. Prefería el romano y cada mañana su capellán la decía misa en latín. Precisamente esa misa en latín que quiere suprimir Bergoglio. La historia es pura paradoja No lo toquéis más que así es la rosa. Está claro que aquella Inglaterra que yo amé en mis tiempos mozos pequeñita little England no tiene nada que ver con esta Inglaterra global aunque siga manteniendo la pompa y el ceremonial del Medievo. ¡Ay Suzi amor de mi vida qué fue de ti! 

domingo, 18 de septiembre de 2022

a Little bit of too much

 NATION WEEPS 

Brits show raw emotion as they finally get to pay respects to the Queen’s coffin after queuing for hours

BRITS have been showing their raw emotion as they pay their final respects to the Queen after standing in line for hours.

Members of the public have been able to pay heartfelt tributes to Queen Elizabeth II as she lies in state at Westminster Hall before her funeral tomorrow.

A woman shows her emotion as she leaves the Palace of Westminster after paying her respects to the Queen
9
A woman shows her emotion as she leaves the Palace of Westminster after paying her respects to the QueenCredit: PA
A woman reacts as she pays her respects inside Westminster Hall
9
A woman reacts as she pays her respects inside Westminster HallCredit: Reuters
Thousands of people have queued up for hours to pay their respects to the Queen
9
Thousands of people have queued up for hours to pay their respects to the QueenCredit: PA
Many people were seen letting out their emotions
9
Many people were seen letting out their emotionsCredit: PA
This woman appears tearful as she waits in line to say goodbye to the Queen
9
This woman appears tearful as she waits in line to say goodbye to the QueenCredit: PA
A woman dabs away a tear as she leaves Westminster Hall
9
A woman dabs away a tear as she leaves Westminster HallCredit: Reuters

The queue is now so vast the government has warned mourners it could take as long as 24 hours to get to the front.

Many of those waiting have shed plenty of tears as they say goodbye to the Queen who gave 70 years of service to the country.

The Queen died at Balmoral at the age of 96 last Thursday.

Due to the huge number of people wanting to pay their respects, the line stretches from Westminster Hall all the way to Southwark Park in South London, and is thought to be the world’s longest queue at around five miles long, which can even be seen from space.

lunes, 12 de septiembre de 2022

 

JAVIER MARÍAS UN HIJO DE PAPÁ. ESCRITOR POR SER VOS QUIEN SOIS PERO NADA ENTRE DOS PLATOS. TODA ESTA PEÑA DE ANGLOFILOS ANGLOPARLANTE Y YO CUANDO VOY A MEAR ME PONGO MIRANDO PARA INGLATERRA

 JAVIER MARÍAS UN HIJO DE PAPÁ LOS NUEVOS DESAMORTIZADORES

 

No me alegro de la muerte de nadie pero este desmelenamiento de los incensarios preces de laudes con la cual la muchachada se desgañita para despedir a un plumífero ocurrió ya a raíz de la muerte de Almudena Grandes que todo lo tenía grande me pasma y me sobrecoge

Ya lo dije en su día; para publicar y distribuir hoy en España hay que ser antifranquista, anglófilo, marxista torero de salón recriado en alguna universidad americana o hijo de Julián Marías. Los libros de este colega como los de su padre eran terriblemente aburridos.  ¡Cuánta pesadez Dios mío!

Quieren seguir una veta o patrón a lo Virginia Wolf pero la mayor parte de los novelistas ingleses de nuevo cuño son pleonásticos, redundantes, retumbantes, noemáticos et sine nobilitate - esto es snobs- exceptuando a Maughan y Stilitoe el que escribió Saturday night and Monday  Morning. 

Pero para entender la España de la democracia sanjuanista todos los padres de estos petirrojos eran fascistas (Cebrián, Pradera, Molina Foix escritores triunfantes y runflantes del País) y se volvieron anglo sionistas y algo apátridas y siempre con la mosca en la oreja odian la historia de España. 

Mandan a sus hijos al la British School y se corren de gusto hablando de las bondades de la democracia inglesa. 

Yo fui también anglófilo en mi juventud - luego me arrepentí- porque creía que la rubia Albión todavía quedaban los peregrinos de Cantorbery que hablaban con la cháchara de la mujer de Bath o se sabían de memoria los sonetos de Shakespeare. Pero no. Me encontré con Shylock, con Scrooges, con Hamlet, los banqueros de la City, los M15, el periodismo libelático o los memorialistas a lo Samuel Pepys que escriben como escupiendo por el colmillo. 

En esa Inglaterra presidida por la hispanofobia de aquel Lord Beaconfield el sefardí que juró odio eterno a los españoles - Benjamin Disraeli- yo tenía poco que hacer. 

Así que imitando al gran marino Blas de Lezo cuando voy a mear me pongo mirando para Inglaterra y cuando voy a joder me la coloco mirando para Toledo.

 Sí, estos hijos de papá fueron proclamados novelistas a contrapelo pero ibas a sus libros y tenías que cogértela con papel de fumar.

 Mucho nombre runflante y rimbombante, antifranquistas y demócratas de toda la vida, exhibiendo las cazcarrias de nuestra vida nacional cuando éramos más felices y vivíamos más unidos. Nada entre dos platos. 

Desde entonces me he dado cuenta que han regresado los hijos de Mendizábal, los nuevos desamortizadores.

 España traicionando a su propia historia. España arrastrando un  pasado converso y judío. Dios me dio aliento pero toda esta gentuza la sobreviví. por ahí van los tiros así está la cosa. Para ellos no soy más que un proscrito. Y los mando a esta panda de marranos a tomar por el culo. 

viernes, 9 de septiembre de 2022

 

TRES DIAS DE LUTO POR LA MUERTE DE REGINA REX, SEÑORITA AYUSO. TOO MUCH. POLITICOS Y PERIODISTAS LAMECULOS SE LA HA VISTO EL PLUMERO GLOBALISTA. VUECÉ DESCONICE LA HSTORIA DE ESPAÑA AL ENEMUGO QUE JUYE PUENTE DE PLATA Y AL QUE MUERE PIJAMA DE MADERA








YO SIEMPRE AMÉ LA HISTORIA DE ESPAÑA LA QUE NO ENSEÑAN EN LOS COLEGIOS Y SÉ CUANDO LOS INGLESES NOS RESPETABAN Y DE POMPAS Y CEREMONIAS ENTENDIAMOS MÁS QUE ELLOS





















sábado, 3 de septiembre de 2022

 

¿QUE HABRA SIDO DE MI AMIGO EL QUIOSQUERO JUDIO DE LA PRIMERA AVENIDA? transcribo este texto para aclarar muchas cosas, creo que plasmé aqui mi semblanza en uno de mis mejores articulos

 

 YO NO SOY ANTISEMITA ( de mi libro Mi vida en Nueva York)

A trompazos con mis recuerdos he regresado en espíritu a aquel New York donde aterricé el día de San Andrés de 1975. fui a contar a los españoles la era Carter.  Dicho entre paréntesis, creo que como periodista soy un privilegiado y como español atípico porque no milito en las huestes de ningún partido político ni pertenezco a más ideología que el servicio a la verdad. Por esta causa pienso que quizá esta bitácora de ustedes tenga tantas visitas.

Algo nuevo nacía y un mundo viejo, el de la guerra fría, fenecía. Me topé de manos a boca con el  sorprendente y variopinto mundo judío que dicen los talmudistas es eterno pero que en algunas de sus peculiaridades históricas también se iba al traste. Porque se renueva de continuo En el East Side del Lower Manhattan entre la calle 12 y la 25, el barrio donde vivía, frecuenté los tupís, los cafetines, modestos restaurantes de comida kosher. Hablé con aquellos paisanos que me recibieron como uno de los suyos porque mi aspecto físico es el de un verdadero rabino sin barbas sin coletas y sin flequillos pero una buena nariz, frente despejada y los ojos penetrantes y vivos. Compraba periódicos y puros en un estacionista de Essex Street en cuyo dintel había un letrero en hebreo y en ruso haciendo corro a un candelabro de los Siete Brazos y con frecuencia me sumía en una prolongada plática con el dueño un tal Baruj Waldbaum, askenazi típico proveniente y superviviente de un ghetto de la polaca ciudad de Lodz. Se llamaba Gnied que en eslavo significa “Nido” Para los miembros de otras sinagogas el bueno de Baruj “hedía a  alemán”. Yo no sé cómo huelen los alemanes pero en aquel antro al pie de unas escaleras de hierro o escalinata de emergencia pues no hay ciudad en el mundo que tanto miedo le tenga al fuego como La Gran Manzana el olor era muy diferente al de otras partes. Las casas de los hebreos huelen muy diferente, por no decir a montuno, el olor a humanidad y a hacinamiento, y a una dieta regular seguida durante siglos que los castellanos llamamos adafina o puchero enfermo por mor quizás de una alimentación especial seguida preceptivamente durante siglos o por la higiene y sus baños donde no está permitido el jabón (la sosa no es kosher y se utiliza el animal inmundo en la fabricación) o la indumentaria que les obliga a llevar gorros de piel y caftanes como las dulletas de nuestros curas en plena canícula o la mujeres de los “hassidim” cubiertas de pies a cabeza y los cabellos rapados o debajo de una peluca que les da un aspecto ridículo porque el judaísmo ortodoxo reserva a la mujer un papel de semiesclava del marido. No puede acompañarle ni cogerle del brazo en público sino que ha de ir tras él, excluidos los afeites y cosméticos y deserrada cualquier coquetería o insinuación salaz. Están ahí para procrear y para obedecer al marido. ¡Qué paradoja y cuanto contraste! Precisamente los magnates de la industria cosmética, como la de los diamantes y el lujo, el negocio de la prostitución y la ingeniería de la imagen, el cine porno se encuentra en manos de los parientes de Mr. Waldbaum quienes asimismo controlan una cadena de supermercados. Lo equivalente en España a Carrefour pero el tendero pobre como una rata vivía frugalmente, gastaba poco y ahorraba todo lo que podía. Al calor de tales principios se fraguaron las grandes fortunas y, podridos de dinero, se retiraban a los balnearios de la Florida o California a morir entre ricachos de las mejores fortunas que seguían mirando el penique y candando el aparato con un llavero a prueba de sisas en llamadas. Eso sí; solían ser espléndidos en eso que los anglosajones llaman “charities” pero esta filantropía no era del todo desinteresada. Porque el dinero puesto en una ONG o en la beneficencia exime de impuestos y es una buena inversión en definitiva.

Quizás le llamasen el alemán  porque hablaba y leía el yidish (jerga en que las palabras germanas se mezclan con el hebreo moderno) pero era un ruso típico. El Topol de esa película en que los judíos como los gatos bailan sobre el gtejado y vienen de las juderías del Este de Ucrania como Lvov o Leopolis mal rayo le parta a Zelenski aunque en todo puchero siempre cuece un garbanzo negro.  Un descendiente del ghetto. Había emigrado su familia a América poco antes de la Revolución de Octubre. Era un nihilista. Un “ruso” como el que acaba de asesorar a Cristina F. Kichner la presidenta argentina en el secuestro de los activos de Repsol en Mar del Plata, una maniobra que por las trazas huele a judío. A doña Cristian le “cantan” los sobacos y es toda ella botex los morros inflados y las tetas arregladas. Acaba de sobrevivir a un atentado. Su difunto Kichner un askenazi típico de los que trocaron el estandarte del comunismo por el de más furioso capitalismo y entre los porteños se convirtieron al peronismo pedregoso, no llores por mí Argentina.

Sin embargo, en el caso de mi quiosquero neoyorquino no parecía darse este atavismo racial de cambiar de ideología a conveniencia. Anarquista revolucionario en la Santa Rusia tenía por lema: “No puede haber dios porque hay zar”, se mantuvo en sus treces después de que sus progenitores colocaran el pie en la isla de Ellis. Se había quedado un poco desfasado. El ateismo era su bandera, la lucha de clases su religión. Siempre me maravillaron esos seres humanos de una sola pieza que hacen la guerra por su cuenta, villanos en su rincón, francotiradores en su blocao, enrocados en los principios que profesaron en su juventud y que escupen sobre las calvas de los arribistas, los oportunistas.

 Baruj no pertenecía a ninguna sinagoga, no iba a rezar a ningún templo. Los rollos de la ley se habían quedado obsoletos porque había demasiada injusticia, hartas desigualdades en el mundo. A ojos de los rabíes de Manhattan era un renegado, un blasfemo, pero él seguía siendo judío, el más judío entre los judíos aunque no celebrase la pascua ni hubiese bendecido el vino del Seder. Su rostro recordaba a los iluminados conversos  españoles que aparecen en Rembrandt o en el Greco y Chagall podría haber firmado su retrato. Era una mezcla de locura y genio. Los puros baratos de hoja dulce que me expendía sabían horribles, pero su conversación compensaba, y el “New York Times”, el “Wall Street”, el “Daily News” o el “Washington Post” que me vendía cada amanecer (me agradecía y me adulaba por aquel dispendio con algunos halagos sabrosones en castellano viejo o sefardí que también conocía “ bueno es el caballero. Adonai de mil años de vida a su merced y “barajá” por estos reinos) que significaban un importante emolumento para sus mermados caudales donde cada centavo era importante.

-Nuestros imperios no se construyen con ladrillos sino con nickels, quarters and dimes y con camisas, muchísimas camisas- decía mi quiosquero.

Su padre se hizo millonario confeccionando camisas a los negros pero la firma quebró con el crack del 29 y él tuvo que volver a empezar dedicándose a la venta ambulante. Empezó con un puesto de pipas y de “begels” (panecillos salados y duros como demonio que no llevan mantequilla y que los neoyorquinos suelen devorar a media mañana entre sorbos de una taza de café caliente) para acabar abriendo el establecimiento del que les hablo.

A la tarde solían concurrir al “Nido” unos cuantos jubilatas. Hablaban en yidish y algunos parecían observantes porque a uno que era pequeñín y con los ojos chispeantes, al que llamaban Mardoqueo, se le salían las filacterias o paños de orar debajo del abrigo que llevaba enrollados a la cintura como aquellas fajas de los menestrales de tierra Segovia. Leían los periódicos de balde y discutían constantemente con el dueño. No hay cosa más del agrado de un hijo de Moisés que una buena polémica. Se acaloraban sin llegar a las manos. Por todas las partes la misma inseguridad, idéntico desarraigo. Aquí lo mismo que en el terruño. Detestaba a los polacos y guardaba poca nostalgia de una ciudad que debió de ser desagradable: Lodz. Waldbaum les echaba su actitud acomodaticia en cara ante las injusticias del mundo y Mardoqueo y sus amigos se encogían de hombros:

-Eres un iluso. Vives entregado a tus utopías. Pasas tu existencia persiguiendo ideas que son vanidades. Puesto que ya no hay zar, no necesitamos revoluciones. Money, money, money. No seas tozudo

En aquel tabuco presencié escenas dignas de la película del “Violinista en el tejado”

-Sólo adoráis al becerro de Bethel

-Pues ¿qué íbamos a adorar entonces? Dios está en las alturas. Demasiado lejos.

Saqué la conclusión de que en aquellos libros rusos de pastas deterioradas y muy sobados que se alineaban en un altillo de la tienda entre detergentes, cajas de atún, arenques en bote, y cajas de cerillas suecas buscaba una respuesta a la pregunta de para qué vivir si no hay Dios y si no existe venidero mundo. La conclusión sería la de que al no haber Dios ni novísimos todo está permitido pero el abacero que era frugal, vestía con modestia, no probaba el alcohol y sólo se permitía el humo de una buena pipa antes de anochecer, convirtió su ateismo en una obsesión mística.

-¿Qué buscas en esos libracos si no sirven para nada?

-Cultivo mi espiritu y aguardo al Mesías.

Los otros soltaban una carcajada.

-Entonces sigues la Ley aunque no pertenezcas a templo alguno, mi querido Baruj.

El tendero se quedó sin respuesta mirando con ojos profundos a su interlocutor rodeado de aquella biblioteca en yidish y de ruso cuya ortografía en cirílico había cambiado desde el asalto al palacio de invierno. Los legitimistas habían borrado del gran diccionario de Susdal la palabra BOG (dios y lo escribían en minúscula) pero eso no le satisfizo plenamente a nuestro pequeño abacero. que sin creer en Él seguía la observancia de los 666 preceptos. Aquel mundo de Lodz había quedado arrumbado. Todo lo que él aprendió en la escuela de Hillel había sido proscrito y la lucha de clases sustituida por la de géneros. El control de los medios de producción daría paso al de los medios de comunicación, un campo en el que demostraron ser excesivamente hábiles los del pueblo errante. Muerte a los genios, arriba los mediocres. Paso a los ignorantes y muerte eterna a los cultos y cultivadores de la estética y las bellas artes. Un trono para todo lo vulgar. Quememos incienso ante el altar del becerro de oro y lo demás son fárfaras.

 Todo devendría laico, mundanal. Al fuego con los misticismos. En España se moriría Franco y vendría un Borbón nueva versión de Pepe Botellas que le daba al alpiste que no veas y en una de esas giras y cacerías de elefantes con visos de orgías alcohólicas se desguardamillaría en la escalera de una choza y tendría por primer ministro a un tal don Zapatos que llevaba en la frente la marca de las siete señas del hideputa. En la mirada inquietante del abacero neoyorquino estaba escrito el mal augurio del derrumbe de todo aquello que yo amaba y en lo cual creía.

Lo real y auténtico sería sustituido por lo sucedáneo: el café por la chicoria, el jabugo por jamón de York. “Guerra y Paz” por los novelones de Vargas Llosa y Picasso ocuparía el trono de Velázquez. Proscribirían el Cascanueces de Tchaikovsky para atiborrar a las juventudes de estridencias cacofónicas. Rock a toda pastilla

 Dios, si existía, iba a escribir con diferentes letras a partir y mandaría a muchos intelectuales, pensadores, escritores, cineastas, artistas al desolladero. Todavía no había saltado a la palestra el botarate de Vargas Llosa que hacía la instrucción como cadete en una oscura academia militar del Perú, pero en aquellos ojos inquietos de aquel judío que miraba como con deseos de dominar el mundo, rodeado de aquellos libros atosigantes de Kafka, advertían que íbamos a convertirnos en cucarachas. Que se acabó lo que se daba. A cambio de un plato de lentejas (el progreso) nos condenarían a la metamorfosis.

 La lección para mí como cristiano no podía ser más amarga pero Baruj seguían pensando que el Nazareno no era más que un impostor, hechura suya, mito judío para acabar con el imperio romano. Detrás de la pluma que escribió los evangelios, las epístolas de Pablo e incluso el Libro del Apocalipsis resonaban como dentro de una caja tonta y alborotada las carcajadas de Israel. Estas risotadas me parecieron blasfemas como blasfemas me parecen las risitas microfónicas que se marca  ese señor tan fascista y tan oráculo que habla por Intereconomía Eduardo García Serrano, el hijo del que fue mi jefe. Jejjjejjjeee. La cosa es demasiado seria para tomarla a broma, sencillamente quieren convertirnos en cucarachas.

Mister Waldbaum se quedaba mirando pensativo como si reflexionara sobre las paradojas y absurdos del destino. “Soy hombre al fin y al cabo y por ende sujeto a error… el arte es largo, la vida breve y las cosas no son lo que parecen” parecía querer decir con la mirada. Luego se ponía a jugar a las cartas con sus colegas los jubilatas del ghetto. Sobre la una y media Sara su mujer le traía el almuerzo en una tarterilla el clásico “borsch” con muchas berenjenas, mas sin tocino ni jalufo. Sara era una matrona de rostro bondadoso, entrada en carne y con las sayas que le llegaban hasta los pies. Iba como mi abuela. Podía haberse escapado de alguna novela de Bashevis Singer. Alta y bigotuda cubierta de una peluca sin adobo ninguno. No frills (sin adornos) como solía decirse.

Ella también olía a judío un olor a carne vieja, a humanidad cansada, inconfundible.

En una ocasión tuve la osadía de preguntarle:

-Sara, cuando estiremos la pata ¿adonde nos llevarán?

La mujer se ruborizó y tras dudarlo un instante trasladó la pregunta a su marido;

-Pregúntaselo a él- dijo en un tono frío marcado por la obsequiosidad, también por la dureza. Al no estarle permitido a las buenas esposas de Israel hablar con extraño, máxime si éstos son paganos (goim).

-La Escritura- repuso éste- pone que los justos serán destinados al Seno de Abrahán. Los tibios al limbo o purgatorio hasta redimir su culpa y a la gehenna (infierno judío) todos los malos y allí en el infierno se torrarán en compañía de todos los diablos, y de los sastres.

 

(continuará)