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lunes, 24 de diciembre de 2018

NOCHEBUENA 2018 LEO A CELA MADERA DE BOJ

ME QUEDO TRASHOGUERO junto a laleira (hogar) leyendo a Cela. De madera de boj ya me hablaba el insigne escritor en una entrevista del año 72, la empezó en los sesenta y no la dio a la estampa hasta pocos días antes de su muerte. Es un canto a Galicia una larga y trabajada historia en la cual la musicalidad verbal de los gallegos se ajunta con el argumento▬ no hay trama la novela es un largo poema presidido por la aliteración y la agilidad poética de los recuerdos▬ que consiste en inmortalizar la infancia mientras miraba para la marina donde tantos barcos naufragaron en la costa de la muerte. Lista o estadillo de embarcaciones a pique. Y lo adoba con refranes exponentes de la sabiduría gallega. Habla el pueblo. El que aguanta gana me decía el maestro. Resistencia, longanimidad, humor sardónico y a veces un poco de mala sombra salan a las páginas de ese gran libro triunfal un clásico de las letras castellanas el que más le costó escribir. La tarde dorada de la nochebuena va cayendo, escucho como todos los años los villancicos crismas carols del coro de infantes de la universidad de Cambridge. Tengo que poner lastre a mi mente porque me puede la melancolía. Mi casa es mi reino, este pobre sotabanco rodeado de vírgenes santos, libros y cuadernos, y fotos de mi actividad periodística, un tabuco que se parece a la torre de marfil de Ramón Gómez de la Serna, desde donde redacto estas líneas. Satis est vixisse. Es grande haber vivido que decían el clásico y de haber consumado una obra. Han pasado por la vertical del cielo de mi pueblo en el norte de Madrid las últimas bandadas de cercetas que buscan las aguas calientes africanas. Palpitan en mi alma grandes ideas. Me entrego de manos a boca a la redacción de una nueva novela. Escucho los ataruxos galaicos del lenguaje celiano: a minha saudade da minha terra. Bailan en el corro las marimantas, no puedo ecitar a mis propios fantasmas, que disperso con el humo de mi pipa, la cachimba que fumo los espanta. Este es el gran libro de Cela el que más trabajo le costó redactar y tardó en escribir. Constituye su legado. uno encuentra en sus paginas párrafos de este tenor: "en el coído de Caldelex vi un potro que parecía un príncipe, trotaba con majestad y llevaba la cabeza erguida y orgullosa... la caña amarga de suero de cabra sirve para sanar la comezón del miembro viril de los soldados de infantería, ya la usaban los tercios de Flandes".
Madera de voz tiene carácter de esperpento a lo Valle Inclán prosa eufónica y selecta donde se entreveran los pecios de Puetedeume el hablar de los marineros de Camariñas las amantes que tenía su padre en Iria Flavia con el andar de los niños cheposos o escrofulosos y las historias de un cura que hacía milagros con la izquierda. Camilo tenía una predilección entre cruel y tierna por los espásticos, las putas, los vagabundos. los condenados a vivir con una tara y los parvos a quienes no rige bien la cabeza y los trata con anhelo de dignidad. Vemos en esta obra al Cela coral, total y fáustico el más gallego de todos los Celas. Todo un regalo de pascua que leo en la tarde de Nochebuena cuando los días empiezan a crecer.