A vuestros pupitres
PEDRO TRAPIELLO
05/09/2016
05/09/2016
Me encantan los veranos informativos obligados a embutirse de noticias curiosas, banalidades y asuntos que en otra época del año quedarían orillados por la vorágine política, el dinero y el fútbol... en fin, lo intrascendente o truculento, lo que llaman serpientes de verano y especialmente curiosidades científicas, históricas o fenómenos naturales como el que salió hace días en los papeles: «Un pupitre está cuatrocientas veces más sucio que un inodoro», decía el titular... caramba, eso es como mandar al crío a la escuela y que te lo sienten en clase sobre cuatrocientas tazas de wáter... ¡y a rebozarse!...
Demuestra este dato una empresa de limpieza que midió gérmenes y bacterias en uno y otro caso. Dice que es lógico: los inodoros se limpian al día con detergentes y desinfectantes, mientras que los pupitres ven bayeta por encima como mucho a la semana y jamás estropajo por los bajos, que es donde todo el mundo pega sus cazcarrias. Y ahí es donde plancha horas tu chaval. Estupendo medioambiente.
La empresa que midió estas porquerías indica que si las aulas estuvieran sin polvo, perfectamente limpias y desinfectadas, la concentración y rendimiento subirían un 20%, tanto en profesores como en alumnos... ¡un 20%!... lo que demuestra que todo el gasto y trastoque que apareja la reforma del ministro Wert (que buscaba mejorar un 20% la educación española) se habría resuelto con sólo cubo, fregona y una botella de lejía. Adóptese la medida por eficaz y barata... y al carajo su dichosa ley que a todo el mundo encabrona: ¿quién no se ciscó en el altanero Wert-ín del Borne, ahora empotrado en la diplomacia parisina a cuenta del erario como un cónsul del César con perfil de mármol?...
Y si estos pupitres de hoy están así de guarros, ¿cómo estarían aquellos de madera y tintero en los que se desasnaron generaciones anteriores?... jiña, babas, mocos, tinta, tiza, polvo... ¿no contribuyó toda aquella frecuentada suciedad al sistema inmunitario de unos rapaces de rodillas desolladas y mucha vida en la calle?... ¿y si tanta limpieza desorienta ahora esas defensas?...
Demuestra este dato una empresa de limpieza que midió gérmenes y bacterias en uno y otro caso. Dice que es lógico: los inodoros se limpian al día con detergentes y desinfectantes, mientras que los pupitres ven bayeta por encima como mucho a la semana y jamás estropajo por los bajos, que es donde todo el mundo pega sus cazcarrias. Y ahí es donde plancha horas tu chaval. Estupendo medioambiente.
La empresa que midió estas porquerías indica que si las aulas estuvieran sin polvo, perfectamente limpias y desinfectadas, la concentración y rendimiento subirían un 20%, tanto en profesores como en alumnos... ¡un 20%!... lo que demuestra que todo el gasto y trastoque que apareja la reforma del ministro Wert (que buscaba mejorar un 20% la educación española) se habría resuelto con sólo cubo, fregona y una botella de lejía. Adóptese la medida por eficaz y barata... y al carajo su dichosa ley que a todo el mundo encabrona: ¿quién no se ciscó en el altanero Wert-ín del Borne, ahora empotrado en la diplomacia parisina a cuenta del erario como un cónsul del César con perfil de mármol?...
Y si estos pupitres de hoy están así de guarros, ¿cómo estarían aquellos de madera y tintero en los que se desasnaron generaciones anteriores?... jiña, babas, mocos, tinta, tiza, polvo... ¿no contribuyó toda aquella frecuentada suciedad al sistema inmunitario de unos rapaces de rodillas desolladas y mucha vida en la calle?... ¿y si tanta limpieza desorienta ahora esas defensas?...
No hay comentarios:
Publicar un comentario