La noticia más importante se perdió casi por completo: el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya, Karim Ahmad Khan, no acusa a Hamás ni al gobierno israelí de genocidio. Estamos “sólo” hablando de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Esto último también puede cometerse en tiempos de paz; basta con atacar a los civiles “sistemática o ampliamente”.
La acusación es relativamente fácil de probar. Esto es mucho más difícil cuando se trata de crímenes de guerra, porque el hecho de que tales crímenes hayan tenido lugar depende no sólo de lo que sucedió, sino también de las intenciones y objetivos que los perpetradores tenían al respecto. No se puede suponer que el bombardeo de un hospital o de un bloque de apartamentos sea en sí mismo un crimen de guerra. Si la construcción de túneles debajo de edificios residenciales y hospitales constituye ya el delito de abusar de civiles como escudos humanos y si, por lo tanto, está justificado bombardearlos, será una preocupación para los expertos en derecho penal internacional de todo el mundo durante los próximos años; no es de extrañar que Khan y su Al principio, los asesores son muy cautelosos porque los jueces de La Haya ya han rechazado solicitudes de órdenes de detención en los últimos años.
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